InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Secularización interna de la Iglesia

19.04.11

Los adúlteros, Pousa, Masiá y la falta de autoridad eclesial

El Tribunal Constitucional acaba de sentenciar que la Iglesia no tiene derecho a no renovar el contrato de una profesora de religión si la causa es que se haya casado con un divorciado. Según el TC, el hecho de que un profesor de religión católica viva públicamente en pecado “no afecta a sus conocimientos dogmáticos o a sus actitudes pedagógicas“. Es decir, si alguien vive en adulterio pero a sus alumnos les enseña que el adulterio es pecado, no hay mayor problema. Eso es, más o menos, lo que viene a decir el tribunal.

La doctrina católica sobre la situación de aquellos cristianos que se divorcian y se vuelven a casar nace de las palabras de Cristo. Nuestro Señor fue claro. Quien hace tal cosa es un adúltero. Y si Cristo llama adúlteros a esos cristianos, la Iglesia no puede hacer otra cosa que confirmar las palabras del Maestro. Podrá gustar más o menos, podrá ser políticamente incorrecto en un mundo donde el adulterio es presentado como el pan nuestro de cada día, pero los evangelios dicen lo que dicen y a ellos nos debemos.

Ahora bien, independientemente de lo que dictamine un tribunal, es evidente que hoy hay una problema grave de credibilidad en la autoridad moral de la Iglesia. Efectivamente, en estos momentos existe una autoridad eclesial que se dedica a permitir que los heterodoxos campen a sus anchas, que admite que haya sacerdotes, como Masiá, que agreden a la memoria de Papas santos, que a un cura que paga abortos y bendice uniones homosexuales le agradece su labor social y le da una palmadita en la espalda diciéndole: “querido, a ver si haces las cosas conforme a la doctrina católica".

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18.04.11

Caso Pousa: tomamos nota

Finalmente el P. Manel Pousa no ha sido excomulgado. El hecho de haber pagado abortos no se ha considerado como objeto del artículo 1.398 del Código de Derecho Canónico, que reza así: “Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae“.

Parece que las jóvenes a las que el P. Pousa pagó sus abortos, habrían abortado de todas las maneras. Entonces, la participación del sacerdote no provocó la muerte de los hijos de esas mujeres y por tanto no se le aplica la pena de excomunión.

En la nota del Arzobispado de Barcelona
, el cardenal Sistach “reitera a Mn. Pousa que el trabajo que hace al servicio de los más pobres y marginados de la sociedad lo realice siempre de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia, con su doctrina social y respetando toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural“.

Es decir, no sólo no se le declara excomulgado sino que la cosa queda en una simple recomendación al sacerdote para que haga su labor en conformidad con la enseñanza de la Iglesia. Y eso es todo señores.

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17.04.11

Félix Azurmendi confirma lo que venimos diciendo sobre el cisma en la Iglesia

En un artículo publicado en Noticias de Guipúzkoa, el sacerdote Félix Azurmendi, que fue vicario general con Mons. Uriarte en la diócesis de San Sebastián, vuelve a retomar la cuestión del tema “Uriarte-Pagola” sobre el polémico libro “Jesús. Aproximación histórica” del teólogo vasco.

El P. Azurmendi se queja del secreto con el que, según él, se está llevando el proceso sobre el libro y su autor. Se pregunta si alguien está informando del asunto al consejo presbiteral y de arciprestes de la diócesis guipuzcoana. Que viene a ser lo mismo que pedirle al actual obispo, Mons. Munilla, que les diga algo a sus sacerdotes sobre lo que ocurre con Pagola. No sé si da por hecho que el obispo sabe cómo están las cosas, pero si es así, lo mismo se equivoca. Yo no sé ni quiero saber lo que sabe don José Ignacio en estos momentos, pero si el tema está en la Congregación para la Doctrina de la Fe, es absurdo que pidan al obispo de San Sebastián que diga nada, pues él es un espectador más de la acción de ese órgano del magisterio de la Iglesia, que suele actuar con bastante discrección. Tanta que fue este portal el que tuvo que informar de la retirada del nihil obstat de Mons. Uriarte a la versión corregida del libro de Pagola.

En todo caso, esa es una cuestión menor en el artículo del sacerdote vasco. Me interesan especialmente estos párrafos. Las negritas son mías:

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31.03.11

Jairo del Agua o el caramelo envenenado de la herejía

Quien piense que el error y la mentira tienen siempre un aspecto tenebroso que facilita el poder descubrir su verdadera naturaleza, se equivoca. San Pablo nos advirtió de que el mismísimo Satanás se presenta a sí mismo como ángel de luz. Y el contexto de dicha afirmación es precisamente el de la denuncia de la herejía dentro de la Iglesia:

Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia.
2ª Cor 11,13-15

Aunque buena parte de los herejes que en nuestro tiempo vagan por el seno de la comunión eclesial, sin que se haga gran cosa por evitarlo, tienden a ser bastante amargos y resentidos, incluso a la hora de presentar el veneno de sus errores a sus seguidores, existen también aquellos que rodean su ponzoña de un ropaje luminoso que les hace más atractivos a los incautos que acaban cayendo en sus redes.

En Religión Digital encontramos a uno de esos herejes, Jairo del Agua, que ofrece su poción mortal dentro de un dulce caramelo, de manera que resulta realmente atrayente para aquellos que, como también dijo el apóstol de los gentiles, son “llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce al error” (Efe 4,14)

El propio Jairo se presenta a sí mismo como ángel de luz a la hora de negar una verdad tan fundamental para la fe católica -y de paso ortodoxa y protestante- como es la salvación y redención. Para ese hereje…:

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22.03.11

El cura asturiano que no quiere ser cura

Arturo García quiere dedicarse a la política. Y en vez de meterse en uno de los partidos ya establecidos, ha tenido el valor de fundar uno nuevo. Lo cual estaría muy bien si don Arturo no fuera sacerdote. Pero resulta que lo es y entonces no puede dedicarse a la política. Puesto ante la tesitura de elegir entre el sacerdocio y la política, ha optado por esta última. Señal de que no valora en gran medida su sacerdocio.

En un tiempo en el que la causa habitual para que un sacerdote abandone el sacerdocio tiene más que ver con la incapacidad para guardar el celibato, resulta cuanto menos peculiar que un cura “cuelgue los hábitos” por la política. De todas formas, los que conocen a Arturo García ya se olían que algo así podía ocurrir. Porque además de ser párroco, este hombre ejerce la abogacía en el ámbito civil. O sea, es, o era, un cura “obrero” moderno. En vez de currar en la fábrica, curra en el bufete. Aunque, para ser justos también es cierto que no ha llegado todavía al extremo de presidir el consejo de administración de una caja de ahorros, .

Cuando un sacerdote no entiende que debe dedicarse a tiempo completo al servicio de Dios y de su Iglesia, lo normal es que acabe secularizándose. Y lo que cabe preguntarse en este caso es si Arturo García ha tenido alguna vez claro lo que es el sacerdocio.

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