InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Persecución a los cristianos

26.06.15

¿Por quién vas a ser marcado?

La sentencia abominable del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que obliga a todos los estados de la unión a admitir la institucionalización del pecado nefando por el que fueron destruídas Sodoma y Gomorra, es un paso más en el proceso de degeneración de la civilización occidental y el abandono radical de cualquier raíz cristiana de la misma. Dado que esa nación, con razón o sin ella, ha sido considerada como el bastión de la democracia liberal, con separación real de poderes, queda clara la verdadera naturaleza de ese sistema político, siquiera sea en la actualidad.

Por otra parte, ¿qué cabe esperar de un tribunal humano que consideró legal el poder matar al ser humano no nacido? Esta sentencia no hace sino confirmar que la “Gran Democracia” es un instrumento más del verdadero príncipe de este mundo quien, como afirmó Cristo, no es otro que Satanás. Habrá quien me pregunte cuál es la alternativa. Mi respuesta es tan clara como irrealizable en una situación de apostasía generalizada: cualquier sistema político que respete la ley natural y que no atente abiertamente contra la ley de Dios tal y como Cristo la enseñó.

La diferencia entre EE.UU y, por ejemplo, España, es que allá sí hay una parte de la sociedad profundamente cristiana. Tanto protestante como católica. Da un poco igual cuál sea el porcentaje de unos y otros. Y esa parte de la sociedad estadounidense tiene mucha capacidad de movilización. Lo hemos visto antes y lo vamos a ver en las próximas semanas. La próxima batalla legal tendrá como protagonista la libertad religiosa. Es decir, el Supremo que ha aprobado esa abominación tendrá que decidir si se puede imponer a los cristianos su aceptación, violando su derecho a estar en contra. Puede que pasen unos años hasta que llegue esa decisión y es probable que el próximo presidente de EE.UU tenga la clave al nombrar a un nuevo miembro del tribunal que pueda cambiar la balanza. 

En todo caso, es cada vez más evidente, al menos para que el que vea la realidad con los ojos del Espíritu Santo, que eso que llamamos ESTADO ha tomado ya casi toda la forma de la gran bestia del Apocalipsis, que se dedica a esto:

Hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, reciban una marca en la mano derecha o en la frente, para que nadie pueda comprar o vender sino el que tenga la marca, el nombre de la bestia o el número de su nombre.

Ap 13,16

Esa bestia o dragón tiene como principales enemigos a los cristianos:

El dragón se enfureció contra la mujer y se marchó a hacer la guerra al resto de su descendencia, a aquellos que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.

Ap 12,17

Por eso es altamente probable que en Occidente, sin llegar a lo que ocurre con nuestros hermanos en Oriente Medio, Asia y África, estemos a las puertas de una gran persecución contra todos aquellos que defendemos el matrimonio tal y como lo dispuso Dios y tal y como Cristo lo restauró en el Evangelio. No son pocos los casos en que los cristianos están ya sufriendo en Occidente unas leyes que atentan contra su derecho a creer que el matrimonio solo puede ser la unión ente un hombre y una mujer. La persecución ya es un hecho a nivel de valoración social. Defender hoy la ley natural sobre el matrimonio empieza a convertirnos en poco menos que apestados. Pero eso no les bastará. Usarán sus leyes como las usaron los emperadores romanos para someter a los cristianos de entonces. Y no serán pocos los bautizados que aceptarán esas leyes, auque eso les lleve de cabeza al infierno.

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11.03.15

El síndrome de Herodías

San Juan Bautista, el mayor profeta del Antiguo pacto, no era un hombre que se dejara impresionar por los poderosos. Si tenía que decirle a un rey que era pecador, se lo decía claramente. Eso fue lo que le costó la vida. Leemos el evangelio de Marcos:

En efecto, el propio Herodes había mandado apresar a Juan y le había encadenado en la cárcel a causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo; porque se había casado con ella y Juan le decía a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano».
Herodías le odiaba y quería matarlo, pero no podía, porque Herodes tenía miedo de Juan, ya que se daba cuenta de que era un hombre justo y santo. Y le protegía y al oírlo le entraban muchas dudas; y le escuchaba con gusto.

Mc 6,17-21

Vemos al profeta señalando el pecado de Herodes sin rodeos. Vemos a Herodías odiando al profeta por decir la verdad. Y vemos al rey que, aunque le detuvo, reconocía la santidad de san Juan y admitía en cierta manera que le señalara su condición pecaminosa, aunque sin intención real de arrepentirse

Como demuestran las reacciones a la campaña de los obispos polacos contra el amancebamiento, veinte siglos después todo sigue igual. La Iglesia tiene el deber de señalar lo que es pecado. Es más, por mucho que a los buenistas les desagrade, Jesucristo dejó bien claro que esa es la primera tarea del Espíritu Santo:

Y cuando venga Él, acusará al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

Jn 16,8

¿Qué ocurre cuando la Iglesia hace tal cosa? Que muchos reaccionan como Herodías y otros como Herodes. Los primeros odian a aquellos pastores -también seglares- que osen recordar que es pecado aquello que lo es. Los segundos reconocen que hay verdad en esa “acusación” pero siguen viviendo alejados de Dios. Hay un tercer tipo de personas que rizan el rizo, negando que es pecado aquello que lo es, a las que cabe aplicar las siguientes palabras de Cristo:

Si fuerais ciegos no tendríais pecado, pero ahora decís: «Nosotros vemos»; por eso vuestro pecado permanece. 

Jn 9,41

¿Cómo acabó la cosa entre Herodes, Herodías y el profeta?:

Cuando llegó un día propicio, en el que Herodes por su cumpleaños dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea, entró la hija de la propia Herodías, bailó y gustó a Herodes y a los que con él estaban a la mesa. Le dijo el rey a la muchacha: -Pídeme lo que quieras y te lo daré. Y le juró varias veces: -Cualquier cosa que me pidas te daré, aunque sea la mitad de mi reino.
Y, saliendo, le dijo a su madre: -¿Qué le pido? -La cabeza de Juan el Bautista -contestó ella. Y al instante, entrando deprisa donde estaba el rey, le pidió: -Quiero que enseguida me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
El rey se entristeció, pero por el juramento y por los comensales no quiso contrariarla. Y enseguida el rey envió a un verdugo con la orden de traer su cabeza. Éste se marchó, lo decapitó en la cárcel  y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha y la muchacha la entregó a su madre.

Mc 6,21-28

Como ven ustedes, a pesar de saber que el profeta era santo, Herodes acabó cediendo y entregando su cabeza en una bandeja. Eso también ocurre hoy. Antes o después, se produce un pacto entre los Herodes y las Herodías modernos, y buscan decapitar a los cristianos fieles al Señor. Una decapitación que no tiene por qué ser física sino social, política… e incluso, hay que decirlo, eclesial en no pocas ocasiones.

¿Ejemplos de la decapitación sociopolítica? Lo vemos en el tema del aborto, el “matrimonio” homosexual, la eutanasia, etc. Quienes alzan la voz diciendo “eso es un pecado” e incluso “un crimen", son presentados como enemigos de la sociedad, como fundamentalistas a los que hay que tratar como apestados. Durante un tiempo se tolera más o menos su existencia. Pero antes o después, se usa contra ellos la guillotina ilustrada de los medios de comunicación laicistas y acaban apareciendo leyes que buscan criminalizarlos en nombre de una falsa tolerancia.

En todo caso, no cabe esperar otra actuación del mundo que rechaza el evangelio. Mucho más grave, y condenable, es el proceder de quienes dicen ser de Cristo y actúan como el rey y su amante asesinos. Si hoy alguien osa decir que el adulterio y la fornicación son pecado, que el uso de anticonceptivos también lo es, que no acudir a Misa dominical idem, etc, se encontrará dentro de la propia Iglesia con paladines del odio y cruzados de la tibieza. Los primeros actúan como el Sanedrín ante las palabras de San Esteban, primer mártir cristiano.

Al oír esto ardían de ira en sus corazones y rechinaban los dientes contra él.

Hech 7,54

Otros, como Félix, prefecto romano:

Al hablar Pablo de la justicia, la continencia y el juicio futuro, Félix le respondió aterrorizado: -Por ahora puedes retirarte. Te haré llamar cuando surja una ocasión propicia.

Hech 24,25

Y si no fuera porque Cristo ha prometido que las puertas del Hades no prevalecerán, den ustedes por seguro que paladines de la apostasía y cruzados de la falsa misericordia, esa que deja al pecador en sus pecados, se aliarían y decapitarían a quienes profesan verdaderamente la fe católica. Derrotarían, si les fuera posible, a los que, aunque pecadores, se ponen en manos de la gracia divina para caminar el sendero de la santidad, a quienes aman tanto las almas que no están dispuestos a dejar de ser testigos eficaces del evangelio y del Dios que los ha sacado de las tinieblas a su luz admirable.

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21.02.14

Quieren robarnos la Catedral de Córdoba

Hay que decir las cosas claras para que todo el mundo sepa a qué atenerse. Nos quieren robar la Catedral de Córdoba, la cual es propiedad de la Iglesia Católica desde hace siglos. Cuando Fernando III el Santo arrebató la ciudad a los musulmanes, una de las primeras cosas que hizo fue retornar el culto cristiano a la antigua basílica visigótica de San Vicente, que los seguidores de Mahoma habían convertido en mezquita.

Efectivamente, el monarca dispuso que en la festividad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo del año 1236 el templo fuera dedicado a Santa María Madre de Dios y consagrado aquel mismo día por el Obispo de Osma, Mons Juan Dominguez, en ausencia del arzobispo de Toledo, Mons Rodrigo Jiménez de Rada, asistido por los Obispos de Cuenca, Baeza, Plasencia y Coria. Según las leyes del momento, el templo era propiedad del rey que conquistó la ciudad, pero finalmente se cedió su titularidad a la Iglesia. Desde ese momento, la Catedral ha sido siempre propiedad de la diócesis cordobesa. Lo que ha ocurrido recientemente es la inmatriculación del templo en el registro de bienes inmuebles. Como quiera que ese es un asunto que ha traído mucha polémica en toda España, les recomiendo este artículo donde se explica perfectamente en qué consisten ese tipo de inmatriculaciones.

Sin embargo, en Andalucía se dan dos circunstancias:

1- Presencia cada vez mayor de musulmanes. Y para ser más exactos, financiación por parte de países islámicos de todo tipo de grupos, algunos mediáticos, para lograr que la Catedral se convierta de nuevo en Mezquita, de forma que se pueda dar un culto religioso compartido.

2- Gobierno socialista en coalición con comunistas, lo cual es prácticamente lo mismo que decir gobierno anticlerical.

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16.10.13

Arregi insulta a los mártires en el Muro de Lamentaciones de los enemigos de la Iglesia

José Arregi, ex-franciscano y sacerdote secularizado -o en proceso de secularización- se ha sumado al coro de articulistas que han usado Religión Digital para soltar su bilis contra la beatificación de mártires españoles del pasado domingo. Sobre el hecho de que en ese medio digital, muro de lamentaciones de los enemigos infames de la Iglesia, se anuncien órdenes y congregaciones religiosas cuyos miembros derramaron la sangre por Cristo, ya escribió el P. Jorge González. Si tuvieran un poco de respeto por sus antepasados en la fe, tomarían nota de lo dicho por el sacerdote madrileño.

El artículo de Arregi empieza de forma excepcional:

Si ahora mismo me dijeran: “O apostatas de tu fe o te matamos”, apostataría tranquilamente. Creo que sería la mejor manera de ser fiel a la fe de Jesús, que fue la Vida.

Soy de la opinión de que Arregi no puede apostatar de la fe católica por la sencilla razón de que no es más católico de lo que pudo ser Lutero cinco minutos antes de entregar su alma al Señor. Bueno, seguro que el ex-agustino era mucho más católico entonces de lo que es este ex-franciscano ahora.

En todo caso, sus palabras son un insulto a las miriadas de mártires que han dado su vida por Cristo a lo largo de los siglos. Y también son un insulto a los cristianos que hoy siguen recibiendo el martirio en todo el mundo.

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23.09.13

¿Hasta cuándo, Señor, Santo, Verdadero, no juzgarás y vengarás nuestra sangre?

Mientras nosotros estamos cómodamente sentados delante de las pantallas de nuestros ordenadores, nuestros hermanos en la fe son machacados, asesinados, torturados, violados, perseguidos, etc, por todo el mundo. Cuando leemos noticias como la del último atentado suicida en Pakistán, nos conmovemos un poco temporalmente. Quizás “un mucho” pero a los pocos días, nos olvidamos de ello hasta que aparece otra noticia similar.

La Iglesia en España va a celebrar en breves días una beatificación de 147 mártires del siglo pasado. No estaría de más que se diera un espacio al recuerdo de los mártires que se añaden al cielo semana tras semana en nuestros días.

Mientras tanto, me sumo a la petición de aquellos que ya derramaron su sangre por Cristo y que están en la presencia de Dios. Evidentemente, también acepto la respuesta que se les da:

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