Huérfanos ante las urnas
 De la entrevista que nos ha concedido al secretario general de la Comunión Tradicionalista Carlista caben deducir varias cosas. La primera de todas, se confirma lo que vengo diciendo desde hace tiempo. El voto católico en España no existe. Es el resultado de décadas de dejación por parte de la Iglesia en España -obispos, sacerdotes, religiosos y seglares-, que ha renunciado a que haya opciones políticas que defiendan su modelo de sociedad allá donde se hacen las leyes que marcarán, precisamente, el tipo de sociedad de la España del siglo XXI. La caída a plomo de la práctica religiosa en este país es un chiste comparado con la caída al abismo de la influencia de la cosmovisión católica en los partidos políticos con representación parlamentaria. El sistema partitocrático hace que los pocos políticos realmente católicos no pinten nada. Y eso no va a cambiar.
De la entrevista que nos ha concedido al secretario general de la Comunión Tradicionalista Carlista caben deducir varias cosas. La primera de todas, se confirma lo que vengo diciendo desde hace tiempo. El voto católico en España no existe. Es el resultado de décadas de dejación por parte de la Iglesia en España -obispos, sacerdotes, religiosos y seglares-, que ha renunciado a que haya opciones políticas que defiendan su modelo de sociedad allá donde se hacen las leyes que marcarán, precisamente, el tipo de sociedad de la España del siglo XXI. La caída a plomo de la práctica religiosa en este país es un chiste comparado con la caída al abismo de la influencia de la cosmovisión católica en los partidos políticos con representación parlamentaria. El sistema partitocrático hace que los pocos políticos realmente católicos no pinten nada. Y eso no va a cambiar.
La única opción para que el catolicismo pinte algo en la dirección política de nuestra nación es que se logre una coalición electoral de los partidos provida y profamilia extraparlamentarios. Aun así, resultaría muy difícil que llegaran a alcanzar los votos suficientes como para llegar a las Cortes, a los parlamentos autonómicos o a los ayuntamientos. Habría más posibilidades de llegar al parlamento europeo, ya que se trata de elecciones con una sola circunscripción electoral.

 Da igual que HO o cualquier otra organización cívica provida y profamilia se movilice para pedir al PP que defienda los valores en los que se supone que cree un amplio sector de su base social. Da lo mismo que en esta legislatura la derecha social, junto con el pequeñísimo sector provida de la izquierda, se haya tirado a la calle en contra del aborto. En todo lo relacionado con la ingeniería social, el partido de Mariano Rajoy mantiene una clara postura de tibieza, de falta de compromiso, de dejación absoluta de su responsabilidad de explicar ante la sociedad qué piensa hacer para acabar con lo que ellos llaman lacra del aborto.
Da igual que HO o cualquier otra organización cívica provida y profamilia se movilice para pedir al PP que defienda los valores en los que se supone que cree un amplio sector de su base social. Da lo mismo que en esta legislatura la derecha social, junto con el pequeñísimo sector provida de la izquierda, se haya tirado a la calle en contra del aborto. En todo lo relacionado con la ingeniería social, el partido de Mariano Rajoy mantiene una clara postura de tibieza, de falta de compromiso, de dejación absoluta de su responsabilidad de explicar ante la sociedad qué piensa hacer para acabar con lo que ellos llaman lacra del aborto. Hazte Oír ha sido una de las organizaciones cívicas protagonistas en los últimos años de la oposición a la ingeniería social del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Su repercusión mediática ha estado, en mi opinión, en un escalón superior al de otras organizaciones similares -p.e, Foro Español de la Familia, Instituto de Política Familiar, Profesionales por la Ética, etc-, que han defendido la mar de bien los valores de ese sector de la población española que se resiste a que la cosmovisión cristiana sea acorralada, despreciada e incluso desaparezca de nuestra civilización. Todos ellos, sin excepción, han desempeñado una labor meritoria y digna de elogio.
Hazte Oír ha sido una de las organizaciones cívicas protagonistas en los últimos años de la oposición a la ingeniería social del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Su repercusión mediática ha estado, en mi opinión, en un escalón superior al de otras organizaciones similares -p.e, Foro Español de la Familia, Instituto de Política Familiar, Profesionales por la Ética, etc-, que han defendido la mar de bien los valores de ese sector de la población española que se resiste a que la cosmovisión cristiana sea acorralada, despreciada e incluso desaparezca de nuestra civilización. Todos ellos, sin excepción, han desempeñado una labor meritoria y digna de elogio. Los cristianos en Oriente Medio, y en general en cualquier país donde son minoría, tienen una visión distinta a la de Occidente sobre los movimientos “liberadores” que están cambiando la fisonomía socio-política de la región en los últimos meses. Mientras que en Europa y América se ve con buenos ojos esa especie de revolución supuestamente pro-democrática, las iglesias locales saben bien lo que puede ocurrir en caso de que los partidos islámicos lleguen al poder tras vencer en las urnas.
Los cristianos en Oriente Medio, y en general en cualquier país donde son minoría, tienen una visión distinta a la de Occidente sobre los movimientos “liberadores” que están cambiando la fisonomía socio-política de la región en los últimos meses. Mientras que en Europa y América se ve con buenos ojos esa especie de revolución supuestamente pro-democrática, las iglesias locales saben bien lo que puede ocurrir en caso de que los partidos islámicos lleguen al poder tras vencer en las urnas. La cultura de la muerte salió derrotada ayer en la
La cultura de la muerte salió derrotada ayer en la  
         

