National ¿Catholic? Reporter
En los últimos veinte años, y muy especialmente desde la llegada de internet, el catolicismo en Estados Unidos está asistiendo a una batalla abierta entre el sector liberal -aquí lo llamamos progre-, que padece prácticamente todas las enfermedades mortales propias del protestantismo liberal, y el sector fiel al magisterio de la Iglesia -al que llaman conservador e incluso fundamentalista-. Dada la tradición useña de debatirlo todo en el ámbito de la opinión pública, unos y otros están acostumbrados a usar los medios de comunicación para defender sus respectivas posturas. Tanto seglares como obispos vieron desde un primer momento el potencial de internet, lo cual se demuestra en el hecho de que mientras en España e Hispanoamérica estábamos todavía a la espera de la llegada de un Zenit o un Aciprensa, en EEUU ya estaban funcionando desde hacía años las principales revistas católicas, de uno y otro signo.
Entre los católicos “conservadores” norteamericanos presentes en la red, los apologetas, “indígenas” o conversos de otras religiones, han ocupado siempre un papel relevante, por no decir fundamental. Mientras que la apologética era una especie de “alien” para el catolicismo mundial, en EEUU se presentaba como lo que realmente es: una herramienta fundamental para la evangelización de los incrédulos, la reevangelización de los apartados, la lucha -yo diría que esencial- contra la secularización interna, el ecumenismo bien entendido, el diálogo inter-religioso y la relación entre la Iglesia y la sociedad secularizada.