Dice el necio en su corazón: no hay Dios
Hoy el diario El Mundo nos obsequia con una entrevista a esa eminencia de la ciencia llamado Stephen Hawking, de quien entre otras cosas cabe alabar la forma en que afronta una enfermedad terrible.
El titular del diario de papel reza así:
“EL milagro no es compatible con la ciencia”
Pero en la edición en internet, tienen este otro:
Hawking: “No hay ningún dios. Soy ateo".
Bien, ciertamente los milagros no son explicables por la ciencia. Pero existen. Señal de que la ciencia no lo puede explicar todo. Negar que existen es como negar que la tierra es redonda y la luna da vueltas alrededor de la misma. Aquellos que se burlan de la Iglesia por el proceso a Galileo, que no hay que olvidar que fue objeto de críticas tremendas por los científicos de su época, miran con tono burlón, de desprecio e incluso de odio -de todo hay- a quienes no solo afirmamos la existencia de los milagros sino hemos sido testigos de algunos.
Desgraciadamente, encuentran apoyo en algunos pseudocristianos que dicen creer en Dios pero se niegan a aceptar la historicidad de los milagros de las Escrituras. No hay cosa más patética que un cristiano así, si es que en verdad se le puede llamar cristiano.

En el evangelio de ayer domingo escuchamos el pasaje de Mateo en el que Jesucristo pregunta a sus apóstoles quién creen que es Él. Fue Pedro, el principal (protos) de ellos, quien toma la palabra y responde: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16,16). Si todo hubiera quedado ahí, podríamos pensar que Pedro había sido capaz de comprender por sí mismo que Jesús era el Mesías prometido. Era hasta cierto punto lógico ya que le había visto predicar con autoridad y obrar milagros. Sin embargo, es el propio Cristo quien indica dónde está la fuente del conocimiento de su apóstol: “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (MT 16,17).
Dado que uno de los tesoros más grandes de la fe católica son los padres de la Iglesia -entendiendo como tales los de todo el periodo patrístico-, conviene que leamos algunas de sus enseñanzas. Hoy os traigo citas de San Juan Crisóstomo, patriarca de Constantinopla. Concretamente de su “XVIII HOMILÍA encomiástica en honor de nuestro Padre, entre los santos EUSTACIO, Arzobispo de la gran Antioquía“.
“Las condiciones para recibir la comunión sacramental, que en la época de Pío X aún se consideraban obvias, no han vuelto casi a ser recordadas por la Iglesia en los últimos decenios“. Puede que una frase así sea fácil encontrarla en alguno de los posts de InfoCatólica, pero lo cierto es que está en un
Hace unos días envié un email a unos buenos amigos en el que les decía que echaba de menos los años en que me dediqué a una labor apologética en foros protestantes. Por pura gracia, me embarré en mil y un debates con protestantes evangélicos defendiendo la fe católica. Era mi manera de dar las gracias a Dios por haberme traído de vuelta a la Iglesia.








