InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Sobre este blog

11.09.25

El transatlántico

El viejo transatlántico llevaba tanto tiempo surcando los mares que parecía haberse fundido con ellos. Había sobrevivido a galernas descomunales, a tormentas que habrían hecho zozobrar a cualquier otra nave, y siempre había logrado mantenerse a flote. Pero un día, cuando nada hacía presagiar el desastre, un estruendo estremeció las entrañas del océano. Las aguas se abrieron como desgarradas por un cuchillo invisible, y de aquel desgarrón brotó un abismo de fuego que devoraba cuanto se acercaba.

Lo lógico habría sido virar en dirección contraria, poner rumbo hacia aguas seguras. Sin embargo, el capitán, con gesto desafiante, ordenó dirigirse de frente hacia aquel infierno marino. «Hay que ser audaces, atrevidos, intrépidos», proclamó. Parte de la tripulación lo vitoreó con entusiasmo; el resto, con el rostro desencajado por el miedo, permaneció en silencio. En el pasaje, unos pocos alcanzaron a comprender el peligro y trataron de alertar a los demás, pero solo recibieron burlas y desprecio: «Confiamos en nuestro capitán. Por algo está al mando. Si no os gusta, saltad al agua y nadad en dirección contraria».

Leer más... »

28.07.25

Por qué a mí

Ante tanto amor inmerecido por parte de Dios, solo podemos darle gracias y entregarle nuestras vidas.

Para suscribirte a nuestro canal

Versículos para meditar relacionados con la canción:

«Bendice al Señor, alma mía, y no olvides ninguno de sus beneficios».
Salmo 103,2

«¿Qué pagaré al Señor por todos los beneficios que me ha hecho?»
Salmo 116,12

«Ofreced vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios: este es vuestro culto espiritual».
Romanos 12,1

Por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mí.
1 Corintios 15,10

«Cristo murió por nosotros siendo todavía pecadores».
Romanos 5,8

«¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el hijo de Adán, para que de él te cuides?»
Salmo 8,5

«El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en amor».
Salmo 103,8

«Separados de mí no podéis hacer nada».
Juan 15,5

«Por la gracia de Dios soy lo que soy».
1 Corintios 15,10

«Estando muertos por nuestros pecados, nos dio vida con Cristo».
Efesios 2,5

«Todo lo puedo en aquel que me fortalece».
Filipenses 4,13

«El Señor es mi fuerza y mi escudo».
Salmo 28,7

«Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él».
Apocalipsis 3,20

«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él».
Juan 14,23

Apóstoles de su gracia
https://apostolesdesugracia.com

2.07.25

Primer álbum

Apóstoles de su gracia va dando sus primeros pasos. Nuestra web está todavía en sus inicios y nos llevará un tiempo incorporar material de apoyo a la evangelización y de formación a los fieles. Vamos creciendo poco a poco en Youtube, donde ya tenemos doscientos suscriptores, y en TikTok, donde el número de visualizaciones de nuestros vídeos cortos con citas de santos son más de las que supusimos que serían. En Instagram va todo más lento. 

Me llama la atención que los videos más vistos sean los que publicamos con frases del Papa León XIV tomadas de sus homilías, catequesis y discursos. 

Desde la semana pasada contamos con la colaboración del P. Hernán Barreto, sacerdote argentino, que es el responsable de la sección “Signos vitales”. Son vídeos cortitos, de tres minutos o menos, ciertamente sustanciosos.

Tenemos otros proyectos en mente que llevaremos a cabo si Dios nos lo concede.

Se podría decir que uno de los primeros frutos visibles de Apóstoles de su gracia es el primer álbum que hemos publicado, en el que se recopilan nueve canciones cuya letra he escrito desde que empezamos más otra que publiqué hace un tiempo en mis dos canales (1 y 2) de música en Youtube. Todas las canciones llevan letra compuesta por mí y música y voz realizadas con Suno

La verdad es que nos harían ustedes un favor si se suscribieran al canal (haciendo click aquí), porque eso ayuda a que todo el material sea ofrecido por Youtube a sus usuarios. También nos ayuda que le den a “Me gusta” y que compartan los enlaces con sus conocidos.

Leer más... »

12.06.25

Apóstoles de su gracia

A veces en la vida ocurren cosas que parecen no tener importancia, pero acaban marcando y cambiando de forma absoluta el futuro de las personas. Por ejemplo, poco imaginábamos mi esposa Lidia y yo lo que iba a suponer la invitación que un matrimonio conquense nos hizo para pasar un fin de semana en su casa. Ellos llevaban largos años dedicados al esoterismo y se ganaban la vida pintando mandalas que cada cierto tiempo exponían en la librería Bohindra, muy cercana a la Puerta del Sol de Madrid. Dios había querido que se convirtieran a Él leyendo la Biblia. Y decidieron que semejante don no podían quedárselo para sí. Fuimos de los primeros en ser “evangelizados” por aquellos que habían pasado literalmente de las “tinieblas a su luz admirable” (1 Ped 2,9). Y por pura gracia abandoné la Nueva Era y volví a ser cristiano, con mi esposa acompañándome en ese camino.

Años después, se cruzó por mi vida un fraile dominico y un libro de un converso al catolicismo procedente del anglicanismo. El fraile era, y es, Fray Nelson Medina, y ha dado tiempo a que el converso haya sido elevado a los altares: San Juan Enrique Newman. Nuevamente la gracia de Dios hizo su obra en mí, y regresé a la Iglesia Católica en la que había sido bautizado.

Años después apareció un buen hombre de Dios, Álex Rosal, que me dio la oportunidad de dedicarme de forma profesional a lo que era una vocación. Fue un año intenso porque también llegó a mi vida un sacerdote navarro que me abrió las puertas de par en par a la sana doctrina católica sobre la gracia y la libertad. Gran parte de lo poco bueno que soy hoy se lo debo al P. José María Iraburu y, por supuesto, a la intercesión del Venerable José Rivera. Él se puso al frente de esta obra de Dios que se llama InfoCatólica -mi hermano Mario siempre en el recuerdo-, que hoy tiene al frente a ese ingeniero tan lleno del amor de Dios que se llama Juanjo, acompañado del inigualable Bruno. Mucho he hecho sufrir al P. Iraburu y al resto de infocatólicos en los últimos años. Mucha paciencia y caridad han tenido conmigo. Si no fuera por ellos, y muy especialmente por la relación de amistad y sobre todo fraternidad que el Señor me regaló con David González y Pedro Luis Llera, no sé dónde estaría hoy.

Lo mismo puedo decir de mi queridísima hermana en Cristo Virginia Gristelli, casada con un argentino católico y cabal llamado Jorge, que ha dedicado y dedica su vida a la imprescindible labor de difundir buena literatura cristiana. Tanto Vir como yo somos hijos únicos, pero Dios nos ha regalado el don de ser hermanos en toda la verdadera extensión de la palabra.

Y en esas estaba cuando se ha cruzado por mi vida Paola Sánchez, docente universitaria que forma parte del equipo directivo de un colegio católico de la misma tierra argentina que mis queridos Gristelli. Aunque la conocí hace tiempo, no habíamos tenido apenas contacto en estos años atrás. Pero hace poco empezamos a hablar de lo divino y de lo humano y constatamos esa familiaridad que sólo puede dar Dios. Y hete aquí que el artículo publicado en este blog anterior a este, puede haberlo cambiado todo.

Leer más... »

13.05.25

Y le cambió el nombre para llamarle Pedro

A lo largo de la Escritura hay numerosos ejemplos en los que Dios da o cambia el nombre a personajes destacados. Y el cambio marca su verdadera identidad. Abram (אַבְרָם), que significa padre enaltecido, pasó a ser Abraham (אַבְרָהָם), que significa padre de una multitud (Gn 17,5); de Sarai (שָׂרַי), mi princesa, a Sara (שָׂרָה), princesa (Gen 17,15), lo cual significa que pasa de ser solo la princesa de su marido a ser la de todo un pueblo. Isaac (יִצְחָק) se llamó así porque Sara se rió ante el anuncio de que a su edad iba a ser madre (Gen 18,12). Jacob (יַעֲקֹב), El que agarra el talón, llamado así porque salió del seno de su madre agarrando el talón de su hermano Esaú (Gen 25,26), pasó a llamarse a Israel (יִשְׂרָאֵל), El que lucha con Dios, tras el peculiar episodio de su lucha durante toda una noche con el Ángel del Señor (Gen 32,29).

Hay otro cambio de nombre muy significativo en el Pentateuco. Fue Moisés quien tuvo a bien que Oseas (הוֹשֵׁעַ), salvación, pasara a llamarse Josué (יְהוֹשֻׁעַ), Yavé salva, justo antes de enviarle a liderar la exploración de la Tierra prometida (Num 13,16). Fue precisamente él (Josué 3,1-17) quien acabó liderando la entrada en esa tierra de leche y miel (Num 13,27). 

Con semejantes antecedentes es mucho más fácil entender la importancia de lo que hizo Cristo con el príncipe de los apóstoles. Simón (ܫܡܥܘܢ,שִׁמְעוֹן), el que escucha, ve como Cristo le llama Pedro (ܟܐܦܐ, כֵּיפָא), piedra/roca, (Jn 1,42). Conviene saber que no hay evidencia en la literatura judía o aramea del siglo I de que alguien llevara ese nombre como nombre de pila antes de Simón. Por tanto, aquellos que niegan que  la persona de Pedro, y no solo su confesión de fe -que también-, sea la roca de la que habla Jesús en Mateo 16,18 son unos ignorantes. O algo peor, que no hace falta que describa.

Una vez establecido quién es Pedro, nos toca ver cómo era el primero en dignidad (πρῶτος, prōtos) entre los apóstoles (Mat 10,12). Fue un hombre capaz de tirarse a andar sobre el agua para ir hacia Jesús, y luego sufrir un ataque de pánico que le llevó a hundirse antes de ser rescatado por el Señor (Mat 14,28-31). Fue el hombre a quien el Padre reveló la verdadera identidad y misión de Cristo, justo antes de que el Señor le acusara de ser Satanás por oponerse a dicha misión salvífica (Mat 16,16-23). Fue uno de los que contempló el episodio de la Transfiguración (Mateo 17:1-4) pero luego se quedó dormido mientras el Señor sudaba sangre en Getsemaní (Mateo 26:36-46). Fue el hombre que sacó la espada para cortar la oreja de Malco (Jn 18,10), lo cual sirvió para que el Señor hiciera el último milagro antes de su Pasión (Luc 22,50-51). Fue el hombre que prometió no negar a Jesús (Marcos 14:29-31) y acabó negándole tres veces (Lucas 22:54-62). Fue un hombre que, como el resto de los apóstoles salvo Juan, estaba escondido mientras Cristo era crucificado, pero luego fue el primero de ellos, junto con el propio Juan, en salir corriendo a ver si era cierto que la tumba estaba vacía (Jn 20,2-6). 

Pedro fue a quien Cristo dio las llaves del Reino (Mat 16,18-19); a quien el Señor aseguró que rogaría por él para que su fe no faltara y le encarga confirmar en esa fe al resto de la Iglesia (Luc 22,31-32). Fue a quien Cristo puso ante la evidencia del pecado por su triple negación a la vez que le encomienda ser pastor de todo el rebaño (Jn 21.15-17). Fue quien estuvo al frente de la Iglesia en la primera predicación del evangelio en Pentecostés (Hch 2,14-41); quien junto con Juan se plantó frente al Sanedrín para reafirmar la intención de ser testigos de Cristo (Hch 1,4-22); quien anunció la primera disciplina severa en la Iglesia (Hch 5,1-11); quien recibió del Señor la confirmación de que el evangelio era también para los gentiles (Hch 10, 1-48); quien zanjó la discusión en el Concilio de Jerusalén afirmando que somos salvos por gracia y no por guardar la ley mosaica (Hch 15,6-11); pero también es el que se acobardó ante los judaizantes, lo cual le valió una reprensión pública del apóstol Pablo (Gal 2,11-14). A su vez, fue el autor de dos epístolas y en la segunda de ellas incluyó los escritos paulinos entre las Escrituras, advirtiendo contra la mala interpretación de los mismos (2 Ped 3,15-18). Y, finalmente, sabemos por la Tradición que predicó el evangelio en Roma, donde murió mártir.

Leer más... »