No saben bien quién es la Iglesia ni quién es su Señor
Ante la cada vez más enconada guerra en defensa de la verdad, en defensa del poder de la gracia para transformar las vidas, en defensa de la misericordia auténtica de Dios, que nada tiene que ver con esa farsa que aboga por acoger a los pecadores dejándoles esclavos en sus pecados, algunos creen que ya han obtenido una victoria consistente en ningunear, despreciar y abrogar el magisterio bimilenario de la Iglesia de Cristo en materia matrimonial, penitencial y eucarístico.
Todos ellos tienden a ignorar lo siguiente:
1- Que la Iglesia de Cristo es columna y baluarte de la verdad (1 Tim 3,15), no una veleta que gira según marca el Príncipe de la potestad del aire (Efe 2,2), acomodándose a lo que quiere el mundo.
2- Que la Escritura ya nos advirtió sobre ellos y, por tanto, superado el estupor inicial, estamos prevenidos:
… pues vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina, antes, deseosos de novedades, se rodearán de maestros conforme a sus pasiones, y apartarán los oídos de la verdad para volverlos a las fábulas.
(2ª Tim 4,3-4)
Como hubo en el pueblo profetas falsos, así habrá falsos doctores, que introducirán divisiones perniciosas, llegando hasta negar al Señor que los rescató, y atraerán sobre sí una repentina ruina. Muchos les seguirán en sus liviandades, y, por causa de ellos, será blasfemado el camino de la verdad.
(2ª Ped 2,1-2)
3- Que los apóstoles nos han dado instrucciones a los fieles sobre lo que debemos hacer:
Vosotros, pues, amados, que de antemano sois avisados, estad alerta, no sea que, dejándoos llevar del error de los libertinos, vengáis a decaer en vuestra firmeza. Creced más bien en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y salvador Jesucristo. A El la gloria así ahora como en el día de la eternidad.
(2ª Ped 3,17-18)
Os recomiendo, hermanos, que tengáis los ojos sobre los que producen divisiones y escándalos en contra de la doctrina que habéis aprendido, y que os apartéis de ellos, porque ésos no sirven a nuestro Señor Cristo, sino a su vientre, y con discursos suaves y engañosos seducen los corazones de los incautos.
(Rom 16,17-18)

El testimonio que
Quieren que pidamos perdón porque nuestros hermanos en la fe entregaron su vida por Cristo el siglo pasado. Y creo que tenemos muchas cosas por las que pedir perdón, pero con matices. Pedimos perdón por si alguien se siente molesto
No hay semana en que no tengamos que dar una o varias noticias de cristianos siendo masacrados, perseguidos, secuestrados, violados, asesinados y el resto de verbos con significado violento existentes en el diccionario de la Real Academia de la Lengua.
No, no lo hay. Esa es la respuesta a la pregunta con la que encabezo este post. En el islam no hay una autoridad religiosa mundial centralizada. No hay nadie capaz de impedir que un grupo de miserables atente contra cristianos cuyo único delito es existir y querer celebrar la Navidad. Como mucho veremos a unos cuantos líderes musulmanes de medio pelo condenando y lamentando la última matanza en Nigeria.








