Aparecida. Parece que algún `listo´ se ha pasado de `listo´
La cosa es así de simple y a la vez así de complicada. Se reúnen un porrón de obispos, arzobispos y cardenales en Aparecida. Se aprueba un texto que había de ser entregado al Papa para que lo ratificara. De Roma llega un texto con algunos cambios respecto al que se había aprobado. Lógicamente, se llega a la conclusión de que los cambios son cosa de la Sede Apostólica……. pues no, parece que fueron cosa de un cardenal chileno -Monseñor Errázuriz Ossa- y un obispo argentino -Monseñor Stanovnik-, a la sazón presidente y secretario del CELAM.
Pues si las cosas son como se cuentan -si no, no se tenga por escrito este post-, cabe preguntar lo siguiente: ¿quién les ha mandado a ese cardenal y a ese obispo cambiar lo que una asamblea conjunta de obispos, arzobispos y cardenales latinoamericanos han decido aprobar? A ver, ¿a cuento de qué se arrogan ellos el derecho de enviar al Papa algo distinto a lo que se ha escrito entre todos? ¿qué falta de respeto es esa? ¿qué indignidad es esa? ¿qué farsa es esa? ¿qué tomadura de pelo a sus hermanos en el episcopado y al Santo Padre es esa? ¿a qué esperan para aclararlo todo y, llegado el caso, presentar sus disculpas a toda la Iglesia y sus renuncias a Su Santidad?
Parece ser que el Cardenal Arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz Ossa, quiere echar tierra a este asunto y ha respondido a quienes se le quejaron lo siguiente:
'Le daríamos una gran alegría al demonio si nos ocupásemos tanto de los cambios que ocurrieron en el texto final, de forma que el malestar consiga eclipsar la maravillosa experiencia de Aparecida y sus grandes orientaciones pastorales'
No, cardenal, no. Al demonio, de ser cierto lo que se dice, ya le ha dado usted mismo una gran alegría manipulando un texto aprobado por sus hermanos. Es alegrar al demonio ningunear a los obispos de la Iglesia y presentar al Papa un texto mentiroso, pues no es el texto verdadero que salió de Aparecida. Y es alegrar al demonio esconderse debajo de sus faldas para no reconocer el error, pedir perdón y largarse a casa con la cabeza gacha por la vergüenza de haber hecho lo que ha hecho (si es que lo ha hecho, insisto…. si no, perdóneme usted mi atrevimiento y estas palabras). La verdad siempre nos hace libres, aunque a veces nos haga enrojecer de vergüenza por nuestras acciones imprudentes.
Es de desear, aunque me temo que no de esperar, que se aclare todo. Si hace falta que el Papa corrija algunos puntos del texto de Aparecida, que lo haga. Pero que lo haga él, Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, Cabeza del colegio episcopal. No quien no tiene ni la autoridad ni el mandato para hacerlo.
Luis Fernando Pérez Bustamante
13 comentarios
Aunque eso es lo de menos en este caso.
Estoy completamente de acuerdo. Si el cambio ha sido por la mano del Papa, el cambio se acepta, si el cambio ha sido por algún intermediario, que se revise y que se entregue al Papa el texto original, para que lo apruebe o lo cambie.
Los cambios parece que son de dos tipos: por un lado meros cambiso ortográficos o de estilo que en nada cambian el significado del texto; por otro creo que se altera parte del contenido y es esto lo que genera la protesta.
Un abrazo.
Dios es AMOR (1 Jn 3, 8).
Tendremos que ir apuntando estas cosas para tu proceso de beatificación.
Saludos.
Según he leído, incide en sentido contrario a la Teología de la Liberación. Pero el problema no es que Benedicto XVI o la curia hayan corregido el documento final, que están en su derecho; sino que los cambios se hicieron antes de entregarlo. Es decir, se habría presentado al Papa un documento diciendo que fue el aprobado, cuando en realidad era una modificación del mismo. En otras palabras, de ser así, se habría mentido al Papa, que creo que se las basta solo para lidiar con la Teología de la Liberación sin ayuda de nadie.
Un abrazo.
Dios es AMOR (1 Jn 4, 8).
Por otro lado consecuencias colaterales serían el mal lugar en que dejan a otros prelados que se supone también favorables a la modificación del texto, como el cardenal Cipriani, y a todo esto ¿Y Bergoglio y Madariaga?
Queda pendiente aclarar si de algún modo se les había encomendado hacer esa revisión o no, porque de ser cierto qeu lo hicieron por su cuenta , viendo los cambios es muy grave.
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