¿Hay salvación fuera de la Iglesia Católica? ( I )
Lumen Gentium, 14
El sagrado Concilio pone ante todo su atención en los fieles católicos y enseña, fundado en la Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrina es necesaria para la Salvación. Pues solamente Cristo es el Mediador y el camino de la salvación, presente a nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia, y El, inculcando con palabras concretas la necesidad de la fe y del bautismo, confirmó a un tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el bautismo como puerta obligada. Por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, rehusaran entrar o no quisieran permanecer en ella.
A pesar del “optimismo” respecto a la salvación de los no católicos, incluso los no cristianos, presente en el concilio Vaticano II, lo cierto es que el Concilio reafirmó lo que ha sido una doctrina unánimemente sostenida por la Iglesia Católica a lo largo de los siglos: la no salvación de los que, culpablemente, no forman parte de la misma. En sucesivos posts mostraré cómo se ha ido desarrollando esta cuestión durante todos esos siglos.