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22.05.16

El posible regreso de los lefebvrianos por la puerta grande

Cuando el 22 de enero del 2009, Benedicto XVI decidió levantar la excomunión a los obispos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, se dio el primer paso para el retorno del lefebvrismo a la plena comunión con la Santa Sede. Desgraciadamente, Mons. Williamson, uno de los cuatro obispos que fueron objeto de esa medida de gracia del pontífice alemán, no solo no forma parte ya de la FSSPX sino que anda ordenando obispos por ahí, lo cual implica que vuelve a estar excomulgado. 

A pesar del levantamiento de la excomunión, la situación canónica de los ministros ordenados de la FSSPX sigue siendo irregular. Ya en el 2009 empezaron los contactos para solucionar esa situación, pero parece que es ahora, en pleno pontificado de Francisco, cuando se puede encontrar la salida que permita al lefebvrismo insertarse de pleno derecho en el seno del catolicismo post-conciliar.

A ello está ayudando el hecho de que el papa Francisco, siendo cardenal y arzobispo de Buenos Aires ya mantuvo una actitud conciliadora con el lefbvrismo en Argentina. El Santo Padre y Mons. Bernard Fellay, Superior de la SSPX, se encontraron casualmente en Santa Marte en diciembre del 2013 y lo han vuelto a hacer, ya más formalmente, el primer sábado del pasado mes de abril. El encuentro duró cuarenta minutos. Aunque la portavocía de la Santa Sede habló de un encuentro informal y no oficial, es evidente que no se trataba de algo improvisado y sin importancia.

El portal Adelante en la Fe publicó el pasado 16 de abril una carta del Padre Schmidberger, ex-Superior de la FSSPX y rector del seminario de habla alemana de la FSSPX en Zaitzkofen (Alemania). En esta misiva claramente se estaría preparando a los miembros de la FSSPX a un inminente reconocimiento canónico.

También es destacable la entrevista concedida a Zenit por Monseñor Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, fundada en 1988 por San Juan Pablo II, precisamente con el principal objetivo de entablar un diálogo con los lefebvrianos. Mons. Pozzo, tras indicar los obstáculos doctrinales -los mismos de siempre- todavía presentes para la plena reconciliación, dijo algo fundamental para entender lo que puede estar a punto de pasar: 

Se trata en todo caso de temas que igualmente podrán ser objeto de profundización y aclaración después de la plena reconciliación. Lo que parece esencial es encontrar una plena convergencia sobre lo que se requiere para estar en plena comunión con la Sede Apostólica, es decir sobre la integridad de la Profesión de Fe católica, sobre el vínculo de los sacramentos y sobre la aceptación del Supremo Magisterio de la Iglesia. 

Finalmente, el propio papa Francisco contestó a la revista La Croix a una pregunta sobre la posible concesión de una prelatura a la SSPX para regularizar su situación en la Iglesia. Y el Santo Padre contestó lo siguiente:

“Sería una solución posible, pero antes hay que llegar a un acuerdo fundamental con ellos. El Concilio Vaticano II tiene su valor. Se avanza lentamente, con paciencia".

Por último, Mons Fellay concedió una amplia entrevista a Edward Pentin (parte I, II y III) en la que aseguraba que para Roma “la cuestión de la libertad religiosa, de la Nostra Aetate, o sea la relación con las otras religiones, del ecumenismo, e incluso la reforma litúrgica, no nos separa de la Iglesia. Podemos cuestionar dichos temas y seguir siendo católicos. El criterio para juzgar nuestro catolicismo ya no serán estos puntos. Esto es muy importante".

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18.05.16

Lo que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios

Prov 23-19-21
Escucha, hijo mío, sé sabio; pórtate siempre con rectitud. No andes mezclado con bebedores ni con gente que se harta de carne; pues borrachos y comilones empobrecen, los holgazanes se visten de harapos.

Luc 16,13
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.

Luc 16,15
Vosotros os las dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, pues lo que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios.

Jn 17,14
… y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

2 Co 6,15-16
No os unzáis en yugo desigual con los infieles: ¿qué tienen en común la justicia y la maldad?, ¿qué relación hay entre la luz y las tinieblas?, ¿qué concordia puede haber entre Cristo y Belial?, ¿qué pueden compartir el fiel y el infiel?

Gal 1,10
¿busco la aprobación de los hombres, o la de Dios?, ¿o trato de agradar a los hombres? Si siguiera todavía agradando a los hombres, no sería siervo de Cristo.

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15.05.16

Como animales heridos

Es habitual que los veterinarios apliquen inyecciones para acabar con la vida de animales enfermos o a los que ya no quiere nadie. Y empieza a ser habitual que los médicos haga exactamente lo mismo con personas que no quieren seguir viviendo. En Holanda se dieron más de cinco mil casos en el año 2015. Una media de quince muertes diarias.

Es cuestión de tiempo que esa práctica asesina llegue a España. Le darán un nombre pomposo para que no parezca que es lo que es. Seguramente lo hará un gobierno de izquierdas y cuando la derecha vuelva a gobernar, lo mantendrá. De hecho, ya hay legislaciones autonómicas que dejan la puerta semiabierta, vía sedación terminal.

Vivimos en una sociedad en la que la vida se aniquila antes de nacer y antes de que llegue su fin por vía natural. La decisión de vivir o morir queda a voluntad de la persona. En el caso de los no nacidos, depende de la voluntad de la madre y de quienes la rodean.

La profesión médica, que se supone que está para ayudar a la gente a vivir mejor, se está convirtiendo, poco a poco, en instrumento de aniquilación de toda vida de la que piense que no es digna. Ya no se trata solo de personas que están sufriendo una enfermedad terminal incurable. Basta con sufrir un trastorno psíquico o psiquriático severo para ser candidato a la inyección letal.

Es también cuestión de tiempo que una sociedad que se cree con derecho a decidir qué vida es digna y cuál no lo es, aplique sus criterios a seres humanos incluso en contra de su voluntad. Empezarán con las personas que sufren graves deficiencias físicas o mentales. Seguirán con los ancianos. Y si nada lo impide, acabarán con todos aquellos cuya existencia suponga un gasto desmedido para las arcas públicas.

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14.05.16

Labios de necio traen discordias

Prov 18, 6-7
Labios de necio traen discordias, y su boca provoca trastazos. La boca del necio es su ruina, y sus labios, trampa mortal.

Pro 10,19
Quien mucho habla no escapa al pecado, quien refrena los labios se llama sensato.

Sir 21,26
Los necios tienen el corazón en la boca, los sabios tienen la boca en el corazón .

Sir 20,20
De la boca del necio no se acepta un proverbio, pues nunca lo dice en el momento adecuado.

Sir 34,1
Las esperanzas vanas y engañosas son propias del necio.

Ecc 10,14
El necio no para de charlar.

Pro 26,11
Perro que vuelve a su vómito, el necio que insiste en sus sandeces.

Pro 10,23
El necio se divierte haciendo trampas; el hombre prudente, con la sabiduría.

Rom 10,11
Pues dice la Escritura: Nadie que crea en él quedará confundido.

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13.05.16

No tardes en convertirte al Señor

Sir 5,7
No tardes en convertirte al Señor, ni lo dejes de un día para otro, porque de repente la ira del Señor se enciende, y el día del castigo perecerás.

Lam 3,39
¿Por qué se queja el viviente, el hombre, de su castigo? Examinemos y revisemos nuestra conducta y volvamos al Señor.

Prov 11,19-21
Quien obra rectamente va derecho a la vida, quien va tras la maldad camina hacia la muerte. El Señor detesta el corazón perverso, se muestra complacido en la conducta limpia. El malvado no escapará al castigo, el linaje del honrado se salvará.

Isa 53,4-7
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron.
Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca: como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca.

Rom 5,8-9
Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros.
¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvados del castigo!

1ª Tes 5,9

Porque Dios no nos ha destinado al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

Heb 10, 28-29
Al que viola la ley de Moisés lo ejecutan sin compasión, basándose en dos o tres testigos. ¿Cuánto peor castigo pensáis que merecerá quien pisotee al Hijo de Dios, profane la sangre de la alianza que lo consagra, y ultraje al Espíritu de la gracia?

Luca 12,42-49
Y el Señor dijo: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas? Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá. He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!

Ap 3,19
Yo, a cuantos amo, los reprendo y castigo. Por tanto, ten celo y arrepiéntete.

Rom 2,3-11
¿Y tú, hombre que juzgas a los que hacen las mismas cosas que tú, piensas que escaparás al juicio de Dios?  ¿O es que desprecias las riquezas de su bondad, paciencia y longanimidad, y no sabes que la bondad de Dios te lleva a la penitencia?
Tú, sin embargo, con tu dureza y con tu corazón que no se quiere arrepentir, atesoras contra ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual retribuirá a cada uno según sus obras: la vida eterna para quienes, mediante la perseverancia en el buen obrar, buscan gloria, honor e incorrupción; la ira y la indignación, en cambio, para quienes, con contumacia, no sólo se rebelan contra la verdad, sino que obedecen a la injusticia.
Tribulación y angustia para todo hombre que obra el mal, primero para el judío y luego para el griego. Gloria, en cambio, honor y paz a todo el que obra el bien, primero para el judío, luego para el griego; porque delante de Dios no hay acepción de personas.

Benedicto XVI, Luz del mundo, Herder, 2010, pag 16-17
Hoy tenemos que aprender de nuevo que el amor al pecador y al damnificado está en su recto equilibrio mediante un castigo al pecador aplicado de forma posible y adecuada. En tal sentido ha habido en el pasado una transformación de la conciencia a través de la cual se ha producido un oscurecimiento del derecho y de la necesidad de castigo, en última instancia también un estrechamiento del concepto de amor, que no es, precisamente, sólo simpatía y amabilidad, sino que se encuentra en la verdad, y de la verdad forma parte también el tener que castigar a aquel que ha pecado contra el verdadero amor. 

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