Sor Teresa Forcades no ha debido leer ni al Papa ni a Mons. Müller

O seguramente sí les ha leído pero la da lo mismo. Si no, no se explica que insista en mantenerse como monja benedictina a la vez que encabeza un partido político -da igual que lo llame movimiento- que piensa presentarse a las próximas elecciones autonómicas de Cataluña. Dicho partido, por supuesto, es independentista. Es decir, quiere que España se quede sin una de sus regiones. Quiere dividir España. Quiere acabar con España, porque robar a los españoles -Cataluña es de todos, no solo de los que viven allí- uno de sus territorios es el camino directo para acabar con esta nación.

Lo cierto es que el papa Francisco fue muy clarito en su entrevista a La Repubblica:

- ¿Y la política?

- ¿Por qué me lo pregunta? Ya le he dicho que la Iglesia no se ocupará de política.

- Pero hace poco usted hizo un llamamiento a los católicos a comprometerse civil y políticamente.

No me dirigí solo a los católicos sino a todos los hombres de buena voluntad. Dije que la política es la primera de las actividades civiles y que tiene un propio campo de acción que no es el de la religión. Las instituciones políticas son laicas por definición y obran en esferas independientes. Esto lo han dicho todos mis predecesores, al menos desde muchos años hasta ahora, aunque sea con matices distintos. Creo que los católicos comprometidos en la política tienen dentro valores de la religión pero también una conciencia madura y una competencia para llevarlos a cabo. La Iglesia no irá nunca más allá de expresar y defender sus valores, al menos hasta que yo esté aquí.

A ver, sor Teresa, ¿lo ha entendido usted bien? El Papa dice que “mientras yo esté aquí", nada de meterse en política. Eso es cosa de laicos, no de religiosos. Así que o usted deja de ser religiosa -nos haría un favor a todos- o deja de comportarse como una mitinera de tres al cuarto.

Y ya que estamos, le voy a recordar lo que dijo sobre la unidad de España Mons. Müller, arzobispo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El Prefecto comentó lo siguiente hace unos días a uno de sus (de usted) padrinos mediáticos, José Manuel Vidal. Lea, lea:

… Los hombres de Jesucristo deben superar las guerras sociales, las guerras con las armas, entre tribus. También en España, todos tienen que entenderse como españoles a pesar de tener una cultura en Cataluña, el País Vasco o en Castilla. Todos los países en Europa tienen diferentes culturas: esto enriquece en sí mismo. Pero es inútil dividir una nación.

¿Se lo repito? Venga, sí: “También en España, todos tienen que entenderse como españoles a pesar de tener una cultura en Cataluña, el País Vasco o en Castilla” y “es inútil dividir una nación". Que el Prefecto de la Congregación de la Fe diga eso a una pregunta que no tenía nada que ver con la unidad de España, lo mismo quiere decir algo sobre lo que se opina en Roma sobre esta cuestión. Y es que una cosa es hacer política y otra ir destruyendo naciones milenarias.

Usted no solo se mete en política siendo monja, sino que además se convierte en banderín de la destrucción de una nación como es España. Usted es un cáncer para la Iglesia Católica. Y los cánceres, sino se curan con quimioterapia o radioterapia, hay que extirparlos. Es cuestión de tiempo que Roma acabe con tanto sinsentido por su parte. Ojalá sea muy pronto. Por ejemplo, antes de que acabe el año. Estaremos atentos.

Luis Fernando Pérez Bustamante

1 comentario

  
Luis Fernando
Nos vemos en Facebook y Twitter.

Pido disculpas al lector que puso un comentario antes de que me acordara de echar el cierre.
07/10/13 10:18 AM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.