Lo que Newman vio en la Iglesia de los siglos IV, V y VI

Como ya he relatado en numerosas ocasiones, uno de los instrumentos que el Señor usó para devolverme al seno de su Iglesia fue la lectura de sendos libros del Beato Henry Newman. Su “Apologia pro vita sua” y su “Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana” (*) fueron determinantes no tanto para que dejara de ser protestante, cosa que me habría sido concedido por el Señor sin la lectura de ambas obras, sino para no quedarme dentro de alguna de las iglesias ortodoxas.

Aunque la “Apologia” fue la obra que más impactó debido a la vívida descripción de la lucha que tuvo lugar en el alma del beato inglés -yo viví algo similar pero en mucho menos tiempo-, lo cierto es que lo que más me ayudó a entender donde estaba la Iglesia del primer milenio fue el otro libro sobre el desarrollo del dogma. Dicho desarrollo -que no alteración sustancial- era una de las señales inequívocas da la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia de Cristo. Y el mismo desapareció de las iglesias ortodoxas cuando abandonaron la comunión con el Obispo de Roma.

Quiero traer a la consideración del lector un par de párrafos de dicha obra. En ellos el beato resume brevemente lo que con anterioridad ha explicado en relación a la situación de la Iglesia en los siglos IV, V y VI y su comparación con la realidad de la Iglesia en el siglo XIX, que fue el que le tocó vivir a él:

En conjunto, pues, tenemos razones para decir que si hoy día existe una forma de cristianismo que se distingue por su organización cuidadosa y el poder que se deriva de ella, si está extendida por todo el mundo, si destaca por el celoso mantenimiento de su propio credo, si es intolerante hacia lo que considera erróneo, si está ocupada en una guerra incesante con todos los demás cuerpos llamados cristianos; si, y sólo ella es llamada “católica” por el mundo, más aún, por aquellos mismos cuerpos, y si tiene en estima dicho título, si los llama heréticos y les previene del infortunio que se acerca, y los llama uno a uno para que se conviertan a ella, sobrepasando cualquier otro vínculo. Y si, por otra parte, ellos la llamaran seductora, ramera, apóstata, Anticristo y demonio, si la consideran su enemiga a pesar de lo mucho que difieren unos de otros, si se esfuerzan en unirse contra ella y no pueden, si solo son locales, si continuamente se subdividen y ella permanece una, si ellos caen uno tras otro, y preparan el camino para nuevas sectas y ella permanece la misma, esa comunión religiosa no es diferente al cristianismo histórico tal y como se nos presenta en la Era Nicena.

Y

Luego, si ahora existe una forma de cristianismo tal que se extiende por todo el mundo, aunque con medidas diversas de importancia o de prosperidad en lugares distintos. Que se halle bajo el poder de soberanos y magistrados ajenos a su fe de diversos modos. Que naciones florecientes y grandes imperios, que profesan o toleran el nombre de cristiano se sitúen en contra suya como adversarios. Que escuelas de filosofía y de estudio apoyen teorías y lleven a cabo conclusiones hostiles a ella, y establezcan un sistema exegético subversivo sobre sus Escrituras. Que haya perdido iglesias enteras a causa del cisma y se le oponen hoy día comuniones poderosas que una vez fueron parte suya. Que haya sido del todo o casi desterrada de algunos países. Que en otros esté oculta su línea de enseñanzas, su grey oprimida, sus iglesias ocupadas, sus propiedades ostentadas por la que podría llamarse una sucesión duplicada. Que en algunos de sus miembros sean degenerados y corruptos, sobrepasados en diligencia, en virtud y en dones intelectuales por los mismos herejes a los que condena. Que abunden las herejías y haya obispos negligentes sin la autoridad propia. Y que entre sus desórdenes y sus temores haya una sola voz cuyas decisiones espera con confianza el pueblo, un nombre y una sede a la que miran con esperanza, y aquel nombre sea Pedro y aquella sede la de Roma, tal religión no es distinta del cristianismo de los siglos V y VI.

Grande es mi alegría al ver que gran parte de esa realidad la podemos seguir viendo hoy en día en nuestra Iglesia, a principios del siglo XXI. Pero no sería sincero y veraz si no reconociera que algunos puntos de esa definición de lo que era la Iglesia en dichos siglos, hoy están claramente oscurecidos, por no decir dejados a un lado. Pienso que, a menos que estemos entrando literalmente en el final de los tiempos y quede bien poco para el regreso de Cristo, ese “oscurecimiento” será temporal. La crisis que sufre la Iglesia no tiene nada que envidiar a la que sufrió cuando, como dijo San Jerónimo, “el mundo se despertó un día y gimió de verse arriano“. Pero bien sabemos por el Señor que las puertas del Hades no prevalecerán.

Luis Fernando Pérez Bustamante

(*) Edición en castellano. No sé si quedan ejemplares.

10 comentarios

  
Crispal
Exacto. Non praevalebunt. Ésa es la clave. Que lo vamos a pasar mal y sufrir no es un secreto, pero no prevalecerán.
03/07/12 11:13 AM
  
Maricruz Tasies
Sabemos Quien es el dueño de la historia.
Gracias, LF.
03/07/12 11:41 AM
  
Luis López
Es curioso cómo algunos -como por ejemplo Césal Vidal en su último libro sobre Mahoma- citan el "Ensayo..." de Newman para intensar demostrar que la Iglesia acogió prácticas paganas en el siglo IV. Eso demuestra que no son las convicciones que sacamos de los grandes libros la que nos convierte, sino la Gracia de Nuestro Señor; Gracia a la que algunos dan coces como contra un aguijón.

Por cierto, ¿Hay alguna edición completa en castellano del "Ensayo..." de Newman?

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LF:
Yo compré la editada por la Bibliotheca Oecumenica Salmanticensis. Lo que no sé es si les quedarán ejemplares. Aquí está el enlace:
https://www.intranet.upsa.es/publica/publicaciones.pl?method=detalleLibro&id=25

Y sí, para lo que algunos es instrumento de gracia, para otros es motivo para autoafirmarse en el error. Eso sí, no podrán alegar ignorancia invencible ante el Señor.
03/07/12 1:30 PM
  
vicente
si las personas ven en la Iglesia la fe verdadera, el amor, la ortodoxia, la verdad... se acercarán...
03/07/12 2:07 PM
  
Ananda
No sé si se puede poner el link de una editorial, así que si no es así me lo podéis suprimir. Yo hace poco compré el libro de Newman, en la editorial encuentro.
http://www.ediciones-encuentro.es/libro/apologia-pro-vita-sua.html
Si no se puede publicar ¿podiáis hacerselo llegar a Luis López?, merece la pena.

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LF:
Yo tengo una edición anterior de Encuentro.
03/07/12 4:01 PM
  
Iconodulo
No se enfade conmigo, don Luis Fernando, pero insisto en lo de procurar evitar referirse a las Iglesias orientales como "ortodoxas".

Piense usted en el contrasentido que es esto: "Y el mismo desapareció de las iglesias ortodoxas cuando abandonaron la comunión con el Obispo de Roma."

Es como decir: "Y el mismo desapareció de las iglesias ortodoxas cuando abandonaron la comunión con el Romano Pontífice, guardián supremo de la ortodoxia." Y si se dice ésto, ¿cómo se las puede seguir llamando Iglesias ortodoxas? En fin, no me enrrollo que usted ya sabe lo que pienso sobre esto.

Un abrazo a todos los hermanos.

NO HAY MÁS DIOS QUE JESÚS

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LF:
Pues me remito a lo que le dije en su día. Así que le ruego que no me insista con este tema, porque no voy a cambiar mi criterio.

03/07/12 4:41 PM
  
Ricardo de Argentina
No he leído casi nada del Beato Newman. Gracias por la cita.
03/07/12 6:21 PM
  
Hermenegildo
"si es intolerante hacia lo que considera erróneo, si está ocupada en una guerra incesante con todos los demás cuerpos llamados cristianos"

Éste quizá sea el aspecto de la Iglesia Católica que más se ha oscurecido respecto de los días de Newman y, no digamos, respecto de la Era Nicena.
03/07/12 7:05 PM
  
Gregory
Es muy llamativa le reflexión de Newman volver a las fuentes y todo es gracia no hacen faltas teorías llamativas.
03/07/12 10:22 PM
  
Antoniovm
Saludos

Hace tiempo que aprendí que uno no debe fiarse mucho de los autores que uno lee, ya que lees su obra pero no conoces a la persona en cuestión. Leí un articulo de H.Belloc que decía algo así, al respecto, pero es con el tiempo cuando me he dado cuenta de lo cierto que es. Mi impresión final cuando he leído algunos sermones de Newman, es que sus obras son de una gran calidad, pero a veces siento que es demasiado sutil, me produce cierta desazón; no puedo explicarlo.

Mi problema con la Iglesia Católica no es un problema intelectual, es un problema del corazón; no me siento cómodo en ella, simplemente; y no sabría por dónde empezar; jamás he escuchado en un sermón la necesidad de ayunar, o una referencia clara y admonitoria del infierno, o del juicio final, etc... detesto las canciones de vieja que hace 40 años eran unas chiquillas mundanas que se cantan en misa, detesto con todo mi corazón y todas mis fuerzas las excursiones de niñatos que organizan las monjas, y sobre todo la JMJ, y me salen sarpullidos cada vez que escucho a los analfabetos funcionales colocados en algunos programas de Radio Vida...

En fin, no me interesa tanto una confesión de fe en particular, una iglesia concreta, sino la Verdad, y allí donde esté la verdad, ruego a Dios que me conceda luz, para arrimarme a ella.


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LF:
Yo empezaría por pedirle a Dios que le quitara tanto "detesto".
03/07/12 10:25 PM

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