Jóvenes a contracorriente
No por repetido deja de tener valor el mensaje que el Papa ha lanzado a los jóvenes de Malta: “No tengáis miedo. Encontraréis ciertamente oposición al mensaje del Evangelio. La cultura de hoy, como cualquier cultura, promueve ideas y valores que contrastan en ocasiones con las que vivía y predicaba nuestro Señor Jesucristo. A veces, estas ideas son presentadas con un gran poder de persuasión, reforzadas por los medios y por las presiones sociales de grupos hostiles a la fe cristiana. Cuando se es joven e impresionable, es fácil sufrir el influjo de otros para que aceptemos ideas y valores que sabemos que no son los que el Señor quiere de verdad para nosotros”.
El Santo Padre tiene razón. Pero también ocurre que cuando uno es joven y se deja impresionar por Cristo, esa marca la llevará, con casi total seguridad, por el resto de su vida. Es decir, tan cierto resulta que la adolescencia y la juventud es una etapa en la que se es más débil para dejarse llevar por los valores del mundo, como que es la ideal para construir las bases de una vida adulta al servicio de Dios y de su Iglesia.