Nos estamos volviendo locos
Cuando ayer a primera hora de la mañana recibí la carta y el dossier a través de los cuales las clarisas de Belorado se situaban voluntariamente fuera de la Iglesia católica y se ponían bajo la autoridad de un supuesto obispo excomulgado hace años, bien pensé que era una de esas noticias falsas fabricadas con inteligencia artificial.
Uno entiende que entre un monasterio y un obispo existan diferencias. Tampoco serían las primeras ni serán las últimas. Conflictos entre instituciones católicas ocurren simplemente porque somos humanos y porque existe el derecho a discrepar. Por estas cosas existen los tribunales, eclesiásicos o civiles, a los que acudir según sean los asuntos que sea preciso tratar y resolver.