Me van a permitir que me tome esta mañana de relajo y que me ría un poco. Me hace falta, porque ayer fue uno de esos días en que parace que todo sale al revés.
Cuatro parroquias, así que entre domingo y lunes ocho misas, que no está nada mal. Lo que pasa es que surgen cosas, qué le vamos a hacer.
El domingo se loquearon las campanas de La Serna. El programador automático decidió optar por la libertad y hacer sonar las campanas exactamente cuando le daba la gana. No estuvo mal el día: misas, inauguración de alumbrado en La Serna y movida campanera.
Reconozco que la noticia me alegró el día de ayer.
Desde el primer momento he sido y soy muy crítico con esto del sínodo de la sinodalidad. Me parece que es una tomadura de pelo, una manera de hacernos perder, una vez más, el tiempo, meternos en berenjenales para tratar de contentar a los que nunca estarán satisfechos, y cargarnos la esencia de la eclesialidad pretendiendo que a la hora de regir el pueblo de Dios cuente igual la opinión del obispo que la del laico.
Sigo pensando, y la experiencia me lo ha demostrado mil veces, que sínodos, asambleas, encuentros y consejos supuestamente decisorios se lanzan con las conclusiones previstas de antemano. Al final es disfrazar de clamor popular y justificar como tal lo que algunos, de blanco, rojo, púrpura o negro, aunque en este último caso podemos sustituir negro por camisa de cuadros o polo de marca, tienen decidido en sus conciliábulos que es esencial para la Iglesia.
Cuando un servidor llegó a estos pueblos me contaron que, periódicamante, dos o tres veces a año, se convocaban encuentros de laicos del arciprestazgo porque, según se afirmaba, a la gente le encantaba verse para reflexionar y programar cosas de conjunto. Qúe bueno!
Llegó el primero… lo dije en mis parroquias y… nada. Una señora muy animada y el resto “rien de rien” que dirían mis amigos los franceses. Conseguí, en una ocasión, dos personas más, eso sí, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas y chantajeando con un “no me dejéis solo". Todavía hubo alguna convocatoria más. La nieve vino en nuestro auxilio en la siguiente ocasión: “nevando, mejor suspender la convocatoria". Nos juntábamos quince, veinte… incluyendo las religosas. Nadie ha vuelto a pedir que se retomen esos encuentros que, por lo visto, eran la ilusión de toda la Sierra Norte.
- Este año con superavit. Raro. En un año pasamos de de un déficit dce 52 millones a un superavit de 1,6. Debe ser lo de la multiplicación de los panes y los peces. ¿Venta de propiedades? Eso dicen…
- Corredentora sí, pero iuxta modum. Este Tucho está loco.
- Nuevo reglamente de curia y empleados curiales. El latín deja de ser lo que era.
España
1. Nos quedamos sin jóvenes. El 60 % se declaran sin religión. ¿Qué hemos hecho en las catequesis? ¿Para qué queremos los colegios religiosos?
2. Crece la devoción a la reina Isabel. En la conmemoración del 521 aniversario de la muerte de la reina, se celebrarán más de 160 misas en 43 de las 52 provincias españolas.
3. Convivium. Primera asamblea sacedotal en Madrid.
El mundo
4. Una caro: el valor del matrimonio como unión exclusiva y pertenencia recíproca. ¿Y Amoris laetitia? ¿Y Fiduciia supplicans?
5. Muchos cristianos sufren persecución, Lo dice el nuncio en Alemania. Alrededor de 380 millones de cristianos en 78 países están sujetos a una persecución intensa o a discriminación sistemática por motivos de fe.
6. Bloqueada la nueva ley del aborto en Mónaco. Aprobada por el parlamento por 19 votos contra dos. Príncipe Alberto: “la razón está en el lugar que ocupa la religión católica en nuestro país»,
7. Lío con los comulgatorios. Unos obvispos los exigen, otros los retiran.
8. Heraldos del Evangelio. Más lío. El cardenal Damasceno presenta su renuncia definitiva. Sor Simona dice que se espere…
Una viejecita más que ha dejado este mundo. 92 años. Ley de vida.
Conocí a María siendo yo un curita muy joven. Luego, cosas de la vida, me nombraron párroco de Guadalix y Navalafuente y ahí estaba esta buena mujer, me da igual que le digan sacristana, aunque ella prefería que dijesen que era una colaboradora más.
Una colaboradora más. Je. María era mucha María.
Cuántas veces he dicho que por más que uno sea oficialmente el párroco, de facto estas buenas mujeres de nuestros pueblos son las que de verdad sacan adelante la vida de las parroquias. María era la primera en llegar al templo y la última en salir y dejar todo cerrado. Por sus manos albas, manteles y lo que hiciera falta. Lo mismo marchaba a un campamento con los curas y los chavales que hacia su poco de limpieza en sus ratos.
Sacerdote diocesano de Madrid. Se presenta y se define como cura. Licenciado en teología pastoral, lleva más de treinta años ejerciendo su ministerio en parroquias de la diócesis, algunos de ellos como párroco rural. Arcipreste varias veces, ha pertenecido por dos legislaturas al consejo presbiteral de Madrid y al consejo diocesano de pastoral.
Como añadido a su labor de párroco ha hecho un poco de todo: coordinador de pastoral de un colegio de más de dos mil alumnos, director espiritual de un gran colegio mayor, profesor de religión, profesor de teología pastoral... internauta y bloguero por libre y desde ahora en Infocatólica .