Gratis habéis recibido, dad gratis

Evangelio del jueves de la decimocuarta semana del Tiempo Ordinario.

Jesús dijo a sus apóstoles:
Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis.
No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento.
Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
Si alguno no os recibe o no escucha vuestras palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies. En verdad os digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquella ciudad.
Mat 10,7-15

El evangelio es un regalo que Dios nos concede. Y no solo para que nos lo quedemos sino para que a su vez seamos instrumentos de su donación a otros. 

En cuanto que don, no se impone. Se propone. Quien lo recibe, obtendrá la paz de Dios. Mas quien lo rechaza, recibirá un castigo imponente. El Señor indica que será peor que el que recibieron Sodoma y Gomorra, de quien no quedó piedra sobre piedra. Y será peor por una sencilla razón. Será un castigo eterno, sin fin. De hecho, sobre pocas cosas insiste tanto el Salvador como acerca del peligro de la condenación y su condición de interminable. Quien esconde esa enseñanza de Cristo niega el Evangelio.

La primera predicación del evangelio de los apóstoles habría de ir acompañada de todo tipo de milagros. Por medio de ellos muchos acabaron creyendo. Mas como bien dijo Cristo a Santo Tomás, dichoso el que sin ver, cree. La gente de Nínive solo escuchó la predicación de Jonás, sin mayores señales, y se convirtió. 

¿Qué podemos decir hoy de aquellas naciones en las que el evangelio fue semilla de su fundación y sustento de su proceder histórico y hoy están entregadas a la apostasía? Debe predicarse el evangelio en ellas, pero si persisten en su camino de perdición… se cumplirá lo indicado por el Señor en este pasaje del evangelio.

Señor, derrama tu gracia sobre tu pueblo para que sea digno de recibir y aceptar el mensaje de salvación.

Luis Fernando

5 comentarios

  
Opinando
Sobre esto precisamente llevo unos días dándole vueltas -incluso crucé algún comentario relativo a este tema hace unos días en el blog del padre Federico-; ¿hasta cuando debemos insistir ante los apóstatas que nos rodean en nuestras sociedades europeas u 'occidentales'?
Es mucho más complicado y estéril hablarles a los apóstatas y ateos consumados que han rechazado la Palabra de Dios que a los que la desconocen, ¿hacía dónde deben ir nuestros mayores esfuerzos?

Creo que ha llegado el momento en que cada católico debe responsabilizarse personalmente de la fe de los suyos y de los que le rodean e implicarse de manera firme; no puedo culpar al cardenal Osoro de que mis primos, mis hijos, mis nietos, mis sobrinos o mis amigos no vayan a misa o no crean en la Verdad revelada. Si hablamos de Dios y al menos no se despierta una mínima curiosidad es que algo se hace mal; más ganas, más preparación y más Fe; eso es algo que nos concierne de manera personal e intransferible; no puedo esperar a que en la parroquia del barrio me expliquen apologética, yo lo entienda todo y lo vuelque sobre otros de manera sobrenatural, ¡hay que esforzarse! Desde hace un par de años, por motivos que no vienen ahora al caso, me he sorprendido de que gente que lleva 30, 40 o 50 años en la Iglesia, jamás a rezado las horas -ni saben para lo que se hace- ni tienen ni idea de lo que es o cómo se hace una 'lectio divina', ni tienen ganas de leerse el Catecismo (pero ni el compendio); tampoco se lee mucho la Biblia (ni como debería leerse; con mucha fe, algo de conocimiento -vaya, que si cruzan un río o suben o bajan sea significativo, pero la gente está en babia-, y por supuesto, esperando algo; luz, respuestas, amor, ánimo...).

Por último... Todo lo he recibido gratis de Jesucristo a través de su Iglesia; me acogieron , me explicaron la Buena Nueva, me dieron clases, fui a ceremonias, a cientos de misas, a muchas parroquias diferentes, he recibido Sacramentos... ¡Nunca me pidieron un euro! Es algo que para alguien que viene de un mundo corrupto, y obsesionado por el dinero, sorprende y da confianza. (Como mucho, pasan el 'cepillo' de vez en cuando; los domingos y por alguna causa especial; y a nadie obliga) // Espero poder devolver con creces todo lo recibido; aunque no hay oro en el mundo para pagar algo así pues no tiene precio. GRACIAS.
14/07/17 10:17 AM
  
Luis I. Amorós
¡Qué tibios somos en nuestro día a día en la predicación a los incrédulos y en el aliento y amonestación a los fieles! ¡Cómo se nos demandará el último día!
Cristo no nos exigió que hiciésemos milagros, ni que lográramos un mínimo de discípulos para Él, ni que no cometiésemos jamás pecado... pero sí nos exigió que predicásemos la Buena Nueva por todas partes.
14/07/17 12:33 PM
  
Jordi
1. Mandato misionero
- Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos.
- Marcos 16: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.

2. Sanción por el mérito y demérito
- Mc 16: El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.

3. Promesa taumatúrgica
La Palabra tiene promesa de poder de milagros sobre la Creación y de exorcismos contra la persona del demonio, para todo fiel -laico o consagrado- que crea, sin discriminación alguna.
- Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios.
- Mc 16: Estas son las señales que acompañarán a los que crean:
a) en mi nombre expulsarán demonios,
b) hablarán en lenguas nuevas,
c) agarrarán serpientes en sus manos
d) y aunque beban veneno no les hará daño;
e) impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien."

En Marcos 16 se observa que hay dos actos de misericoridia mayores:
i) la excomunión, que expulsa al que dice falsedades de fe y moral, para evitar que condene a más fieles del Cuerpo Místico
ii) el exorcismo, que expulsa al demonio de sus influencias en personas y lugares, bien a través del Ritual, bien a través de las oraciones de liberación
14/07/17 12:50 PM
  
Roberto
En linea de lo que reseñáis los anteriores comentaristas, me gustaría añadir algo a lo que hace mucho tiempo le doy vueltas:

Si Jesucristo, su persona, su mensaje, el Evangelio, la salvación, el tesoro escondido, etc, etc es lo mas maravilloso del mundo, lo más impactante y fascinante; con mucha diferencia (o total diferencia) de las demás cosas que nos puede ofrecer la vida; ¿como es que cada vez hay mas indiferencia, secularización, idolatrías (bueno, siempre las ha habido), miedos, rechazos, etc, etc?

Y la respuesta creo que es la siguiente: todo esto de la fe no es algo evidente, claro y tangible, de tal manera que lo pueda percibir todo el mundo sin esfuerzo ni actitud de búsqueda; es un gran misterio que lo encuentra el que lo encuentra ("el que tenga oídos para oír, que oiga") y lo busca con corazón sincero.
La fe es fe, no es visión y el Reino es don y gracia; pero también tarea humana,búsqueda, esfuerzo y trabajo; y las dos realidades están entrelazadas, sin que a veces se distinga claramente que es el don y qué el trabajo, y los dos son necesarios.
14/07/17 6:49 PM
  
Jordi
Roberto, la causa es la entrada en los Últimos Tiempos. El mundo y el demonio enfría la fe de todos, dado que existirán 19 características de grave enfermedad:


II Timoteo, 3, 1-5:

1 Quiero que sepas que en los últimos tiempos sobrevendrán momentos difíciles. 2 Porque los hombres serán

egoístas,
amigos del dinero,
jactanciosos,
soberbios,
difamadores,
rebeldes con sus padres,
desagradecidos,
impíos,
3 incapaces de amar,
implacables,
calumniadores,
desenfrenados,
crueles,
enemigos del bien,
traidores,
aventureros,
obcecados,
más amantes de los placeres que de Dios;
y aunque harán ostentación de piedad, carecerán realmente de ella.
¡Apártate de esa gente!
15/07/17 5:36 PM

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