Cristo salva siempre, y en Cuaresma más
Algunos cristianos en Cuaresma procuran convertirse, salir de sus pecados y mediocridades, y adelantar por el camino evangélico de la santidad. Unos lo consiguen más, otros menos. Pero la gran mayoría ni se entera de que está en Cuaresma, y no intentan convertirse. Éstos ciertamente no se convierten.
Para superar esta falta de fe y de esperanza la Liturgia de las Horas nos trae hoy, III lunes de Cuaresma, una preciosa lectura de
San Basilio el Grande (330-379), nacido en Cesarea de Capadocia, en el Asia Menor (actual Turquía), Obispo de su ciudad natal, fundador principal de los monjes orientales y Doctor de la Iglesia. En ella canta la gloria de Dios, la debilidad del hombre herido por el pecado, y la fuerza poderosísima de la gracia de Cristo para sanarlo.
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