InfoCatólica / Schola Veritatis / Archivos para: Septiembre 2015

17.09.15

Satanás y la destrucción de la vida sobrenatural

En el presente post , queremos compartir con nuestros lectores un fragmento de la carta pastoral sobre la lucha por las almas, de Monseñor Alain De Boismenu, Obispo Vicario Apostólico de Papúa-Nueva Guinea. La traducción desde el francés es nuestra, así como los destacados en negrita y cursiva.

Alain-Marie Guinot de Boismenu nació el 27 de diciembre de 1870 en Saint-Malo, Francia. En 1888 hace sus votos religiosos en la congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Issoudun, con el deseo de ser enviado a las misiones que la congregación tiene en Nueva Guinea. Ordenado sacerdote en 1895, es enviado a Nueva Guinea en 1897, donde los misioneros sufren grandes privaciones a causa de la dureza del clima y la falta de personal. Se distingue rápidamente por su celo apostólico. Con sólo 29 años es nombrado obispo y consagrado en la basílica de Montmartre el 18 de marzo de 1900. Su labor como obispo vicario apostólico se extendió durante 45 años, obteniendo grandes frutos. Llamado por Paul Claudel el “obispo corazón de león” por su infatigable celo por la conversión de los paganos, murió en Nueva Guinea en 1953.


De la carta pastoral sobre la lucha por las almas, de Monseñor Alain De Boismenu

“Pues existen dos reinos que se dividen el mundo y se disputan las almas ; dos ejércitos siempre y violentamente enfrentados: el ejército de Jesucristo, la Iglesia, ardiente para salvar a las almas; el ejército de Satanás, furioso por perderlas.

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12.09.15

Acerca de la confesión directa con Dios

En el presente post, queremos compartir con nuestros lectores la maravilloso texto que el Oficio de lecturas del día de ayer del beato Isaac, abad del monasterio de Stella, la cual ofrece una respuesta clara y contundente para todos aquellos que, apartándose de la verdad y de las disposiciones de la divina Providencia, creen poder recibir el perdón de sus pecados confesándose “directamente con Dios” y prescindiendo de la mediación de la Iglesia y del sacerdocio.

Isaac nació en Inglaterra y tomó el hábito del Cister, la orden de Bernardo de Clairvaux. Fundó un monasterio en una isla de nombre desconocido, y pasó luego a Francia donde fue abad del monasterio de Stella (L’Etoile), en la diócesis de Poitiers, desde 1147 a 1169 aproximadamente. Escribió cincuenta y cuatro sermones, una epístola sobre la celebración de la misa, dirigida a Juan Belesme, obispo de Poitiers, un comentario aún inédito sobre el Cantar de los Cantares y un tratado epistolar, dirigido a Alquerio de Clairvaux, sobre la naturaleza del alma.


De los Sermones del beato Isaac, abad del monasterio de Stella

(Sermón 11: PL 194, 1728-1729)

Hay dos cosas que corresponden exclusivamente a Dios: el honor de recibir la confesión y el poder de perdonar los pecados. Por ello nosotros debemos manifestar a Dios nuestra confesión y esperar su perdón. Sólo a Dios corresponde el perdonar los pecados, por eso, sólo a él debemos confesar nuestras culpas. Pero, así como el Señor todopoderoso y excelso se unió a una esposa insignificante y débil -haciendo de esta esclava una reina y colocando a la que estaba bajo sus pies a su mismo lado, pues de su lado, en efecto, nació la Iglesia y de su lado la tomó como esposa-, y así como lo que es del Padre es también del Hijo y lo que es del Hijo es también del Padre -a causa de la unidad de naturaleza de ambos-, así, de manera parecida, el esposo comunicó todos sus bienes a aquella esposa a la que unió consigo y también con el Padre. Por ello, en la oración que hizo el Hijo en favor de su esposa, dice al Padre: Quiero, Padre, que, así como tú estás en mí y yo en ti, sean también ellos una cosa en nosotros.

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