Homilía de Pascua, la crucifixión de Cristo en la historia
«Scimus Christus surrexisse a mortuis vere: tu nobis victor Rex, miserere» (Secuencia de Pascua)
En la Vigilia de anoche, con el canto del Pregón Pascual, exultamos de alegría con los ángeles y con toda la tierra por la victoria definitiva de Cristo sobre el demonio, el pecado, la muerte, la mentira y el dolor. Con su Sangre, el Cordero nos ha «comprado» para Dios, y en adelante vivimos solo para El, gustando ya de su eterna bienaventuranza. Por este motivo la Sagrada Liturgia nos ha envuelto en un ambiente jubiloso, manifestándonos con palabras, símbolos y cantos el verdadero motivo de nuestra alegría. «¡Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado!» (Versículo del Aleluya), «¡El Cordero ha redimido a las ovejas, ha reconciliado con el Padre a los pecadores!» (Secuencia) «¡Este es el Día que ha hecho el Señor, alegrémonos y regocijémonos!» (Gradual).