InfoCatólica / Razones para nuestra esperanza / Etiquetas: crisis de la iglesia

2.01.22

Philip Trower, La Iglesia docta y la rebelión de los eruditos -y 6B

(Véanse en este blog los cinco capítulos anteriores y la primera parte de la conclusión).

UN SENTIDO DE UNIDAD ESPURIO

En este punto los apóstoles de la nueva religión se encuentran en una dificultad. ¿Cómo se hace una comunidad a partir de personas que tienen muy poco en común? Las creencias comunes son el vínculo más fuerte en cualquier sociedad religiosa y quedan muy pocas creencias. El principio interno de unidad se ha ido. Por eso el clero, a fin de mantener unido al rebaño, depende cada vez más de lanzarlo a actividades. Pero éstas en sí mismas no pueden contrarrestar los efectos desintegradores de la nueva religión. Por lo tanto un sentido de unidad espurio es generado mediante varias formas de manipulación psicológica. En dinámicas de grupo y sesiones de sensibilidad, el contacto físico ayuda a producir lo que una vez se lograba mediante la unión de la mente y el corazón. Quizás también por eso, cuando el sacerdote y el penitente se encuentran en la nueva sala de confesión o reconciliación cara a cara, se dan la mano y un buen apretón amistoso.

En los años ‘60, después de 2.000 años de existencia, la comunidad de fe atravesó otra de sus muchas transformaciones; esta vez una sin precedentes. La palabra mutación se toma prestada de la ciencia de la genética para que suene más impresionante y probable. El hombre moderno llegó a la mayoría de edad y creció, y el hombre católico junto con él. Esto produjo una nueva relación entre el hombre y Dios. Hasta ahora, el hombre había sido un niño (aunque se podría pensar que uno mimado).

Leer más... »

1.01.22

Philip Trower, La Iglesia docta y la rebelión de los eruditos -6A

(Véanse en este blog los cinco capítulos anteriores).

Conclusión. La nueva religión

En la primera parte de este folleto he expuesto en su orden cronológico de aparición las ideas que han contribuido a la construcción del modernismo y el neomodernismo y he tratado de mostrar de dónde fueron tomadas esas ideas.

Como la síntesis hecha para San Pío X fue compuesta antes de los desarrollos que transformaron el modernismo en neomodernismo, en esta segunda parte he reunido los ingredientes en una síntesis de mi propia cosecha para que el lector, al ver las diversas ideas en combinación, pueda trazar más fácilmente los contornos de la nueva religión que de hecho es el neomodernismo. Aunque los principios de la nueva religión aún no fueron expuestos completa y sistemáticamente en libros de texto que todavía pretenden ser católicos —no hay hasta ahora un catecismo, un credo o una profesión de fe modernistas—, el neomodernismo ya es un cuerpo de creencias auto-consistente y lógicamente relacionado. Pienso que lo más parecido a una presentación sistemática es el Catecismo Común Católico-Luterano o “Libro de la Fe Cristiana", como está subtitulado. Esta nueva religión es lo que innumerables obispos y sacerdotes de todo el mundo, y casi todos los teólogos más influyentes, suponen que es la fe católica renovada por el Concilio.

Leer más... »

31.12.21

Philip Trower, La Iglesia docta y la rebelión de los eruditos -5C

(Véanse en este blog los cuatro capítulos anteriores y las dos primeras partes del Capítulo V).

¿POR QUÉ NO HAY UN CONTRAATAQUE ORTODOXO?

El modernismo nunca podría haberse extendido y haber tenido éxito como lo ha hecho si el resto de la Iglesia docta hubiera montado una lucha más fuerte. ¿Por qué no lo ha hecho? (En verdad, la mayor parte de sus miembros, con mucho, no han opuesto resistencia alguna, sino que han vacilado y transigido).

Creo que puede haber sólo dos respuestas: (a) ya no pueden ver rápida y claramente qué es herejía o tiende a serlo y qué no; o (b) la herejía no les parece particularmente terrible o grave. Probablemente ambas respuestas sean aplicables.

Leer más... »

29.12.21

Philip Trower, La Iglesia docta y la rebelión de los eruditos -5B

(Véanse en este blog los cuatro capítulos anteriores y la primera parte del Capítulo V).

LA SEDUCTORA TEOLOGÍA PROTESTANTE

Desde la época del primer modernismo, los eruditos de la Iglesia miraban cada vez más hacia ciertos tipos de protestantismo con ojos comprensivos; sus atractivos radicaban, a medida que la fe fracasaba, en lo que este protestantismo rechazaba más que en las creencias positivas que había mantenido.

En el período de entreguerras (1918-1939), el interés por el protestantismo estuvo confinado a un grupo relativamente pequeño, aunque aún así muy influyente, del alto clero, y, dejando de lado el trabajo legítimo para la reunión [de los cristianos], se centró principalmente en las teorías de los críticos bíblicos protestantes más radicales y las ideas del pensador luterano danés Kierkegaard (fallecido en 1855), cuyos escritos son un libro de consulta para el existencialismo. La presión para que la Iglesia aceptara los principios de la crítica bíblica neo-protestante y racionalista fue tratada por Pío XII en su encíclica Divino Afflante Spiritu (1943). Las ideas de Kierkegaard fueron tomadas directamente de sus propios escritos o filtradas a través de la teología neo-luterana y neo-calvinista.

Pero después de la Segunda Guerra Mundial, que en Alemania, Holanda y otras partes del continente a menudo había juntado a católicos y protestantes en oposición al gobierno nazi, el interés por el protestantismo se intensificó y más tarde, a través de libros y revistas, se extendió mucho más allá a un amplio círculo de católicos, clérigos y laicos.

Leer más... »

27.12.21

Philip Trower, La Iglesia docta y la rebelión de los eruditos -5A

(Véanse en este blog los cuatro capítulos anteriores).

Capítulo 5. La esencia de la tragedia de nuestro presente

En este punto, continuemos con nuestro examen detenido de más ciencias seculares que están siendo usadas para llenar el vacío dejado después de que cualquier apariencia de fe en las cosas católicas se ha desvanecido.

¿QUÉ ESTÁ LLENANDO EL VACÍO?

La sociología, apenas hace falta decirlo, estudia a los hombres colectivamente, como miembros de una cultura, clase o grupo. Aunque los sociólogos aceptan la idea de la influencia y el cambio intercultural (como difícilmente podrían evitar), sus mentes, creo, no están tan dominadas como las de otros intelectuales por el cariño de moda por el flujo y el movimiento perpetuo. Ellos tienden a ver el grupo sociológico o la unidad cultural objeto de su estudio como algo fijo y absoluto, como una persona, un mueble o una habitación de un museo.

Esta forma de ver las cosas ha tenido un profundo efecto en el clero católico. De la sociología [muchos clérigos católicos] parecen haber tomado la noción de que cada cultura o civilización es una especie de celda de prisión, y que la comunicación entre los internos de las celdas separadas es casi imposible. Lo mejor que pueden hacer los prisioneros es enviar mensajes apagados golpeando las paredes divisorias para indicar: “Hay alguien aquí". Las mentes griegas y hebreas, como se nos dice, nunca pueden encontrarse.

Leer más... »