InfoCatólica / La Mirada en Perspectiva / Archivos para: Mayo 2021, 25

25.05.21

(474) Moderantismo católico y crisis de la Iglesia

El P. Meinvielle, en El progresismo cristiano (Colección Clásicos Contrarrevolucionarios, Cruz y Fierro Editores, Argentina, 1983), con gran clarividencia, señala la raíz liberal y progresista de Maritain, recalcando la ambigüedad de su moderantismo. Pues si bien Maritain se opone al liberalismo decimonónico, (esto es, el de primer y segundo grado); y también se opone al progresismo marxistoide, (por ateo); no se opone del todo a ellos, porque no se opone a la causa de ambos, que es el subjetivismo enajenado del mundo moderno.

A pesar de sus ataques a estas dos ideologías, Maritain en realidad no combate su raíz, que es la Modernidad. Y así, dice el P. Meinvielle con toda la razón:

«Adviértase bien que Maritain en sus obras posteriores continúa atacando las posiciones ateístas del mundo moderno, el liberalismo de los siglos XVIII y XIX y el comunismo ateo, pero no ataca al mundo moderno en cuanto tal, es decir, en su intento de llegar al orden cristiano por el camino de los derechos o libertades públicas de conciencia y de prensa; tampoco ataca al comunismo en su tendencia fundamental de querer emancipar de toda servidumbre al hombre, lo ataca sólo por su ateísmo» (Pág. 169)

Este equívoco personalista y comunitario de Maritain consiste en criticar el liberalismo, pero siendo moderadamente liberal, y criticar el marxismo, siendo moderadamente marxista. Es la esencia, como decíamos, del moderantismo católico.

Y quiero usar, adrede, y no sin cierta ironía, el calificativo de católico para el moderantismo por lo siguiente. El católico moderado quiere permanecer entre los límites del catolicismo, no quiere salirse fuera ni de la ortodoxia ni de la Iglesia; quiere ser católico, pero con moderación. El moderado católico no quiere la cruz ni el sacrificio, porque ni en la cruz ni en el sacrificio hay moderación. Quiere canonizar la acedia moderna.  Y para ser católico y moderno va a rechazar el liberalismo (de primer y segundo grado) y el marxismo (por ateo). Pero, por modernizante, no va a rechazar ni la esencia del liberalismo, ni la esencia del marxismo, que curiosamente coinciden.

Esencia que, en este blog, hemos condensado muchas veces en la máxima ilustrada del Conde de Volney, recogida por Marx: «el hombre, ser supremo para el hombre». O, en lenguaje más moderado, la persona humana, ser supremo para el hombre. El problema es que es imposible conjugar catolicismo y Modernidad. El moderado, como todo liberal, tiene alma moderna, y en el fondo antitradicional. Por eso su catolicismo es imposible, y aunque a menudo bienintencionado y voluntarioso, está partido en dos y es contradictorio consigo mismo. No puede sino estar constantemente en crisis.

 

Y es que la falsa solución que encuentra el moderantismo al problema de la Modernidad es la siguiente. Dado que el liberalismo moderno es malo por su individualismo, imaginemos un liberalismo no individualista sino solidario; y entonces inventan el personalismo. Y dado que el marxismo es malo por su ateísmo, fabriquemos un marxismo no ateo, y entonces inventan el comunitarismo.

Leer más... »