Matizaciones sobre la participación «activa»
Siendo un concepto tan capital, merece volver una y otra vez sobre él, conocerlo y matizarlo para evitar confusiones, o para que la participación activa reciba su exacto significado sin ser malinterpretado. Debe ser redescubierta, aplicada, enseñada en catequesis, formación y vida litúrgica.
La suavidad con la que escribe Ratzinger es una ayuda para profundizar y corregir las desviaciones que se han producido y su mala aplicación en la vida litúrgica. ¡Cuánto bien puede hacer esta lectura a sacerdotes, a catequistas, a formadores, a equipos de liturgia, a todos los fieles! Y luego hay que ser valientes en sacar las conclusiones prácticas y aplicarlas, corrigiendo lo que no concuerda con el espíritu y las normas de la liturgia en cuanto a la participación, intervenciones, ministerios y activismo.

Entendiendo bien –y es lo que vamos a tratar- el sacerdocio bautismal, comprenderemos mejor la propia vocación a la santidad, el culto a Dios y la auténtica participación plena, consciente y activa en la liturgia.







