20.07.24

Los sacramentos que nos configuran (Notas de espiritualidad litúrgica - XXXII)

Bautismo, Confirmación y Eucaristía son los sacramentos de la Iniciación cristiana que nos dan la forma cristiana, nos van haciendo cristianos y estos sacramentos van desplegando y desarrollando toda su gracia en nosotros.

Estos tres sacramentos van a dar un sello definitivo a lo que es la vida cristiana –y por tanto fundamental en la espiritualidad litúrgica-. Nacemos por el bautismo, somos sellados por el Espíritu Santo y nutridos por la Eucaristía, éste se convierte en el sacramento permanente, que día a día, ¡y cuánto más el domingo!, nos sostiene y santifica.

Leer más... »

6.07.24

La vida cristiana es experiencia sacramental (Notas de espiritualidad litúrgica - XXXI)

La liturgia, como sabemos, es la vida en Cristo, es la incorporación y asimilación en Jesucristo, hasta ser imagen de Cristo, uno con Él, y que Él viva en nosotros. Al mismo tiempo se nos introduce en la mistagogia de una conciencia agradecida del don de Dios que actúa ahora por la liturgia. Lo que hay que ver y conocer bien es cómo realiza esto la liturgia, cómo funciona, cómo actúa.

Leer más... »

23.06.24

Características de la espiritualidad litúrgica (y 2) (Notas de espiritualidad litúrgica - XXX)

5.- La espiritualidad litúrgica es una espiritualidad mistagógica. La liturgia no es una idea, un concepto, una clase, una conferencia, un discurso, una catequesis entretenida, un happening…

La liturgia es una realidad teologal; por “ritos y oraciones” (SC 48), Dios mismo actúa; en ese tejido de ritos, plegarias y signos, estamos ante el Misterio mismo de Dios, el Misterio de Cristo, que transforma la vida. Así la liturgia se convierte en mistagogia, en introducción viva y vital al Misterio de Dios. Es más, al ser mistagógica, la liturgia es realmente mística: “De aquí nace la espiritualidad mística en el sentido más genuino de la palabra: en cuanto actualización del Misterio en la vida del cristiano” (López Martín, J., En el espíritu y la verdad, vol. I, Salamanca 1987, 392).

Todo esto es lo que afirma y enseña la Constitución Sacrosanctum Concilium: “La liturgia… contribuye en sumo grado a que los fieles expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia” (SC 2).

Leer más... »

29.02.24

La liturgia da unidad a la vida (Notas de espiritualidad litúrgica - XXIX)

La liturgia es la fuente y el elemento que da unidad a toda la vida cristiana y convierte nuestra existencia en una liturgia viva, en un culto espiritual en lo cotidiano.

La liturgia nos da vigor, acrecentando la vida sobrenatural en nosotros mediante las virtudes teologales. Dios ahí está actuando en nosotros.

Sin Cristo, nada podemos hacer (cf. Jn 15,5); es Cristo quien nos santifica, quien nos edifica, quien nos incorpora al Templo espiritual como piedras vivas; es Él quien nos da crecimiento a la medida de su plenitud (cf. Ef 4,13), dándonos madurez. Él va conduciéndonos, guiándonos, y nos convierte en discípulos suyos más perfectos por medio de la liturgia. Por medio de ella gustamos más las insondables riquezas del misterio de Cristo. ¡Qué delicia!, y a la vez, ¡qué grande es, entonces, la vida litúrgica!

Leer más... »

4.02.24

La liturgia crea espiritualidad (Notas de espiritualidad litúrgica - XXVIII)

Cristo glorioso, el Señor, Sumo y eterno Sacerdote, actúa realmente mediante la liturgia. El contacto con Cristo se realiza a través de las acciones sacramentales de la Iglesia que prolongan la santísima Humanidad de Cristo, “instrumento de nuestra salvación” (SC 5).

Este es el fundamento de la liturgia, su esencia. Y de ahí, de lo teológico, se deriva lo espiritual, la espiritualidad litúrgica, con los elementos que la conforman y constituyen, de modo muy concreto, práctico, accesible.

Leer más... »