21.01.22

Doctrina: ¿Martirio o Apostasía?

 

¿Qué hacemos: apostatamos o aceptamos el martirio, si llegara a resultar inevitable?
Imaginemos una sociedad dominada por una oligarquía tiránica, por una plutocracia globalista; imaginen un pequeño grupo de iluminados – pequeño pero muy poderoso – que pretenda cambiar el mundo, acabar con la civilización cristiana e imponer su inmoralidad, su ideología y su filosofía a todo el mundo. Imagínense que para ese cambio cuentan con todos los medios de comunicación de masas, incluidas las redes sociales.

El pasado 19 de enero, el ABC, antiguamente un diario monárquico, conservador y católico y hoy en manos del Pensamiento Único Pagano y Apóstata, titulaba así:

El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, vincula la homosexualidad con el pecado mortal

En unas declaraciones muy polémicas al programa ‘Buenas Tardes Canarias’ de Televisión Canaria, el obispo ha expresado que la homosexualidad podría ser pecado mortal.

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha calificado este miércoles de «inaceptables» las declaraciones del obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez.

En este sentido, el presidente de Canarias ha aconsejado al obispo a «salir y saber en qué mundo vive», ya que ha apuntado que la homosexualidad y la heterosexualidad «son semejantes en respeto, ninguna está por encima ni por debajo de la otra».

Se ha «caminado mucho» y «ha costado mucho conseguir derechos de igualdad para que se diga ahora que es una enfermedad o un pecado mortal», por lo que ha considerado que el obispo debería rectificar, ya que entiende que «le hace poco favor a la Iglesia esas declaraciones».

La Asociación LGBTI* Diversas ha coincidido con el presidente canario y ha tildado de «casposas y mezquinas» las declaraciones de Bernardo Álvarez, que son «vergonzosas».

“¡Silencio!”, nos ordenan los inquisidores del Nuevo Orden Mundial. 

Pues yo no me me callo ni me avergüenzo de mi fe ni, mucho menos, de nuestro Señor Jesucristo… El Nuevo Orden Mundial está imponiendo a la fuerza una “nueva moral” (una contramoral) que pretende sustituir y destruir la moral católica que durante más de dos mis años cimentó la civilización occidental. Se trata de extender una moral no religiosa, laica, congruente con la democracia mundialista preconizada por la ONU, el Foro de Davos y todos sus acólitos; una moral sin Dios que los apóstatas de las ideologías modernas están convirtiendo en un dogma inapelable e incuestionable. Y quien se aparta de esa nueva moral y de esa ley está condenado al ostracismo: a la inhabilitación para cualquier responsabilidad política o social; o al linchamiento; a la segregación social e incluso a la condena penal por delitos como la “homofobia” o el “delito de odio”.

En cualquier caso, la ignorancia sobre la religión católica del ABC y de la redactora de EP que firma el artículo es de traca. No saben ni de lo que están escribiendo.

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20.01.22

Contra la Degeneración, la Tradición

He leído ayer en Adelante la Fe una entrevista a un escritor alemán, un tal Martin Mosebach, a quien no tenía el gusto de conocer y de quien no había oído hablar en mi vida, seguramente por mi gran ignorancia. En la entradilla de la entrevista, lo definen como un icono del movimiento tradicionalista católico en Alemania. 

El caso es que ante la pregunta por el descenso del número de católicos en Alemania, el señor Mosebach da una respuesta que, al menos para mí, no tiene desperdicio:

Estoy convencido de que la pérdida de la religión desestabiliza un país. Cuando desaparece la creencia de que el hombre no es la máxima y última autoridad, el mundo se vuelve oscuro. Lo que puede provocar la idolatría de la autonomía humana quedó demostrado en el siglo XX en los grandes sistemas totalitarios. Además, se pierde la historia, la conciencia de experimentarse como un eslabón de una larga cadena, como una herencia. Si hoy somos cristianos, es porque nuestros tatarabuelos lo fueron. La cadena de esta tradición se remonta a Tierra Santa. Sin este espacio reverberante del pasado, sólo puedo imaginar al hombre como una existencia sombría.

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15.01.22

Ciencia, Fe y Buenas Noticias

Buenas noticias. Me envían un mensaje sumamente alentador sobre la evolución de la enfermedad de Emilio Boronat:

14.01.2022: Emili sigue evolucionando muy favorablemente. Ya respira por sí mismo y puede hablar. Los médicos están admirados ante la rápida recuperación,  y probablemente lo trasladen a semicríticos este fin de semana y poco después a planta. Las oraciones han llegado al cielo y conmovido al Corazón de Cristo.

Bendito sea Dios! Emilio Boronat, mi querido amigo Emili, se recupera rápidamente y hasta los médicos están admirados… 

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6.01.22

La Segregación de los Disidentes

El cardenal Hollerich pide que los no vacunados no puedan asistir a Misa en Europa. Así titulaba InfoCatólica la noticia.

El cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE) ha pedido que se exija un pasaporte Covid a todo aquel que desee acceder a los servicios religiosos en Europa, en lo que supone el último paso, por ahora, hacia un respaldo general de la Iglesia a unos controles más estrictos.

Si aplicáramosmos la doctrina de la obediencia ciega, todos tendríamos que vacunarnos y presentar, con una sonrisa en los labios, nuestro pasaporte Covid al párroco o a su lugarteniente encargado del negociado. Y así, con el pasaporte en una mano y el carnet de identidad en la otra, se nos permitiría entrar en el templo a celebrar la Santa Misa, con la mascarilla en la boca, la distancia de seguridad y empapados en gel hidroalcohólico.

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3.01.22

Obediencia Ciega

Hoy en día, muchos funcionarios eclesiásticos carecen de fe y quieren abolir la santa misa, con su carácter sacrificial y con el concepto de transubstanciación, que consideran anticuado. Su animadversión a la misa de siempre es otra buena prueba de lo que afirmo. ¿Quién puede estar en contra de la misa que celebraron san Francisco de Asís, san Ignacio de Loyola o san Francisco Javier (por poner solo tres ejemplo) con tantos frutos de santidad?

Ya en 2013 se publicó un informe de la Comisión Luterano-Católico Romana titulado Del Conflicto a la Comunión para la Conmemoración Conjunta de la Reforma en el 2017 que llegaba a decir lo siguiente:

  1. Tanto luteranos como católicos pueden afirmar en conjunto la presencia real de Jesucristo en la Cena del Señor: «En el sacramento de la Cena del Señor, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está presente total y enteramente, con su cuerpo y su sangre, bajo los signos del pan y del vino» (Eucaristía 16). Esta declaración en común afirma todos los elementos esenciales de la fe en la presencia eucarística de Jesucristo sin adoptar la terminología conceptual de «transustanciación». De esta forma, católicos y luteranos entienden que «el Señor exaltado está presente en la Cena del Señor, en el cuerpo y la sangre que él ofreció, con su divinidad y su humanidad, mediante la palabra de promesa, en los dones del pan y del vino, en el poder del Espíritu Santo, para su recepción mediante la congregación»52.

“Sin adoptar la terminología conceptual de transubstanciación”… Claro, claro… Todos estamos de acuerdo en que un coche tiene cuatro ruedas y un volante, pero vamos a olvidarnos del concepto de “motor”… Un disparate. Estamos de acuerdo en todo, dicen: menos en lo sustancial. “Tira que libras”.

El problema es la falta de fe de una parte de los funcionarios vaticanos y de la jerarquía de la Iglesia. Lex orandi, lex credendi. Pero si no crees, la lex orandi sobra: sobra la liturgia, no tiene sentido la transubstanciación ni tienen sentido los sacramentos ni tiene sentido nada. Estos jerarcas apóstatas son quintacolumnistas que trabajan con denuedo para destruir la Iglesia desde dentro. Pero no lo conseguirán. Porque Cristo, que es la Cabeza de la Iglesia, no se lo consentirá.

La obediencia cadavérica no es católica. Uno no está exento de responsabilidad si obedece a los hombres antes que a Dios; o si obedece a alguien que, en nombre de Dios, se permite la licencia de mandar preceptos que vayan contra el depósito de la fe: contra los dogmas, contra los sacramentos o contra los Mandamientos de la Ley de Dios.

Un Papa no nos puede obligar a adorar o a arrodillarnos ante la Pachamama, que es un ídolo pagano. Un Papa no puede obligarme a creer que está en gracia de Dios quien vive públicamente en pecado mortal y que un divorciado que se ha vuelto a casar por lo civil puede recibir la comunión como si nada. Un Papa no me puede obligar a aceptar que las uniones homosexuales se puedan bendecir en la Iglesia. Un Papa no me puede obligar a aceptar que el aborto no sea un pecado abominable. Un Papa no puede borrar de un plumazo los dogmas que se refieren a la Virgen María. Un Papa no puede quitar el sacramento de la penitencia. Un Papa no puede cambiar la fe de la Iglesia.

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