El mito de las dos Iglesias hay que alimentarlo periódicamente (I)
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El pasado día de Navidad La Vanguardia publicó un artículo titulado “Los responsos de Macià” firmado por Joan Esculies.
En él se comenta como el cardenal Vidal i Barraquer obligó al entonces obispo de Barcelona Irurita a cambiar su decisión de no obedecer a los mandatos de la Generalitat con respecto a los funerales del President Macià. Vamos a comentarlo, pues en él se puede detectar perfectamente como está bordado sobre el cañamazo del mito de las dos Iglesias católicas existentes en Cataluña durante la II República.
La BUENA que acató fielmente la II República, que estaría representada por Vidal i Barraquer, que es la auténticamente catalana, que seria reprimida por el franquismo y que seria continuada por el actual mundo eclesial nacional-progresista (Unió Sacerdotal y todo su rollo).
Y la MALA , la que no acató la II República , representada por Irurita (el malo; Rouco seria un nuevo Irurita), que no es auténticamente catalana (como Don Marcelo), que tendría los favores del franquismo y que se ha intentado ahora reponer en Democracia por fuerzas ajenas al Principado (operación Don Ricard Maria Carles… nuestra web etc…).

El obispo Irurita visitando el entonces barrio suburbial de la Mar Bella (Poble Nou, Barcelona)
Tenía toda la razón el buen amigo Quinto Sertorius Crescens en
¡No se lleven las manos a la cabeza, que no me he vuelto loco! Ni creo que Rouco sea un ser absurdo ni tampoco es esa la opinión del cardenal Martínez Sistach, con el que se le ve departir en la foto tomada en el último consistorio cardenalicio (por cierto, ataviado nuestro arzobispo con un roquete barroco, de trabajadísimos bordados, que estrenó para la ocasión). El calificativo de "ser absurdo" corresponde a la opinión de uno de los seleccionados por nuestro arzobispo para realizar la lectura pública del evangelio de San Marcos que tendrá lugar el próximo domingo, 4 de marzo, en el Palau de la Música , en los actos de Misión Metrópolis. Y no se trata de una conversación de café ni de un escrito difundido años ha. No. El periodista Joan Barril publicó
El programa “30 Minuts” que emite esta noche de domingo TV3 tiulado “El planter de l´Església” merece muchas reflexiones en diversos ámbitos y apartados. Es evidente que el examen sociológico más que puramente estadístico que hacen sobre la relación de la ciudadanía catalana con la “Iglesia Católica”, como machaconamente han querido repetir, parte de aquella mirada progresista que subraya el abismo existente entre ser creyentes en Jesús y compartir los postulados de la Iglesia-institución. Parte de la equiparación de la diferencia entre el Jesús histórico y el Jesús de la fe. En eso son
El pluvial (pluvialis, cappa) llamado así en los países meridionales después del siglo IX y capa en los países del Norte, según algunos tiene su origen en la antigua lacerna o virus, alargada por debajo de las rodillas. Otros piensan que el pluvial no es otra cosa que la transformación de la pénula, provista de capucha para la lluvia y con abertura delantera para una mayor comodidad. Son más que evidentes las analogías de forma entre la capa medieval y la lacerna romana, pero también resulta evidente que cuando el pluvial apareció entre las vestiduras litúrgicas allá por los siglos VIII-IX, hacía ya mucho que la lacerna había pasado de moda y no pertenecía a la indumentaria civil. La primera mención la encontramos en un inventario del monasterio de Obona en Asturias del siglo VIII. Braun en su Die liturgische Gewandung demuestra que el pluvial fue originariamente una capa provista de capucha ( cucullus ) que en los días más solemnes llevan los miembros más sobresalientes de la comunidad monástica, especialmente los primeros cantores. 




