¿Cambio de estrategia en el cardenal Sistach?


Como ya se informó en esta misma sección, n.s.b.a cardenal Sistach ha decidió cambiar a su secretario personal, el Rvdo. Robert Baró (del que ya hablamos sobradamente) dejará su puesto que será ocupado por el Rvdo. Alfred Sabaté Botet. Mi primer comentario es que me alegro mucho, porque el Rvdo. Sabaté no tiene nada que ver con su antecesor, es un buen sacerdote, bien formado (incluso en Roma) con las ideas claras y que ha vestido siempre como lo que es. Estoy convencido que cumplirá eficazmente con su labor porqué tiene cualidades y sobre todo no dará ningún problema al arzobispo, que es realmente lo que éste quiere, y que ciertamente no sucedió con el Rvdo. Baró.

No es éste el único cambio que va a hacer el cardenal Sistach para este nuevo curso y hasta donde yo sé los cambios tengo que catalogarlos como positivos, es por eso que alguien puede preguntarse ¿es que nuestro arzobispo va a cambiar de estrategia y va apostar por personas más capacitadas y coherentes con la doctrina de la Iglesia? Pues a pesar de todo creo que no.

A nuestro cardenal le ha sucedido lo mismo que a otros obispos, apostaron inicialmente por personas progresistas en su entorno por presiones, por quedar bien, o simplemente por dar una imagen de modernos. Pero poco a poco se van dando cuenta que estos progresistas en primer lugar no son eficaces en su trabajo, les traen muchos problemas y quebraderos de cabeza y a la larga les sale el espíritu respondón que para nada gusta a los prelados. Recordemos un caso similar al de Baró, cuando nuestro queridísimo copríncipe eligió como primer secretario al Rvdo. Pere Milà, vestido a lo Pousa y sin ninguna apariencia sacerdotal ni de formas ni de fondo, pues al cabo de no demasiado tiempo tuvo que substituirlo por el Rvdo. Joan-Pere Pulido, que nada menos que había estudiado en el Seminario de Toledo de nuestro gran Don Marcelo.

En el fondo estos obispos que coquetean con el progresismo acaban descubriendo que los curas tradicionales y fieles a la Iglesia son más eficaces, más discretos, no buscan protagonismo, y realizan su tarea por amor a la Iglesia sin reivindicaciones de ningún tipo. A nuestro arzobispo le puede estar sucediendo lo mismo, pero eso no es un cambio de mentalidad, sino de comodidad.

Para saber si realmente hay un cambio real en la diócesis todos sabemos a quién debe cambiar y ese no es otro que el Rvdo. Turull, y todos sabemos que a ese no lo va a cambiar, con la consiguiente ruina vocacional y de presbiterio que eso va a ocasionar a la diócesis en el futuro (claro que cuando esto suceda de verdad Sistach ya se habrá retirado). Con Turull se vuelve a repetir la misma historia del año pasado. Antes de acabar el curso el propio cardenal hablaba de 8 ingresos para el próximo curso, al inicio de las vacaciones corrieron los números de 12 o 13 y ahora vuelven a bajar a 6. Exactamente igual que el curso anterior, pero entonces sólo entró un seminarista de los que residen en el Seminario. No se dejen engañar por los números que puedan dar, vayan al seminario cuando empiece el curso y vean cuantas caras nuevas hay, ese es el verdadero dato.

Antoninus Pius

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