Comunistas responsables de la formación pastoral y litúrgica en Barcelona

Podríamos detenernos en pormenorizar las consecuencias que conlleva el hecho de que un sacerdote secularizado de las características de Josep Lligadas Vendrell, militante comunista de ICV sea un importante responsable del Centro de Pastoral Litúrgica. Únicamente hace falta fijarse en la ideología eclesial de rabioso progresismo de la que hace ostentación y que subyace en todas sus publicaciones, para comprender porqué llegan bajas de tantos lugares a la suscripción de “Misa Dominical”, la publicación que con el marchamo de la casa funciona como “subsidia” litúrgica para la preparación de homilías y como “hojita de moniciones y preces” en las misas de casi toda España. Pero no es el objetivo del presente artículo. Aunque si un necesario prólogo para comprender la gravedad del caso que nos ocupa. Pues resulta necesario saber que el mencionado Lligadas junto al sacerdote Joaquim Cervera, párroco del barrio de El Gornal en Hospitalet de Llobregat han lanzado una propuesta para la creación de una plataforma para cristian@s comunistas (traducción aproximada), “ecosocialistas” llaman ellos, es decir de ICV, la versión catalana de Izquierda Unida. Todo quedaría como una anécdota “freaky” más de uno de los tantos grupos y grupúsculos que aún pululan por la Iglesia del siglo XXI, herencia del progresismo “sesentaochista” que dominó muchas diócesis y que aún controla, más o menos camufladamente, los centros neurálgicos de nuestra Archidiócesis de Barcelona, llámense “Facultat de Teología de Catalunya” o “Centre d´Estudis Pastorals”.

El referido Quim Cervera, que firma siempre como “cura y sociólogo” es uno de los responsables últimos de la revista “L´Agulla”, la publicación que en un artículo del 18 de abril de su edición digital, alababa la valentía eclesial entre otros del tristemente famoso Padre Manel Pousa, el cura abortista(traducción aproximada).

Hasta aquí todo quedaría reducido a una radiografía de unos sectores contestatarios de una cierta marginalidad, repetimos, como los que aún intentan sobrevivir en muchos lugares de la Iglesia.

Pero lo que realmente es grave en esta circunstancia es que el reverendo Quim Cervera es uno de los máximos responsables de los Cursos de Formación de Agentes de Pastoral no sólo en nuestra Archidiócesis de Barcelona sino también en otras diócesis de Cataluña. Durante este curso 2007-2008 son cinco los arciprestazgos barceloneses donde se imparte sea el primer curso de iniciación como el segundo de profundización. A estos hay que añadir el arciprestazgo de Figueras en la diócesis de Gerona y el arciprestazgo de Sant Feliu en el corazón de la vecina diócesis hermana del mismo nombre.

Esos “Cursos” que han sido publicitados y favorecidos a partir del apoyo incondicional y entusiasta de los arciprestes y de los vicarios episcopales nombrados por el Cardenal Martinez Sistach, tienen como objetivo la formación de grupos escogidos de seglares en cada comunidad que en un futuro no muy lejano (y vista la carencia de sacerdotes) reciban la responsabilidad pastoral última de las parroquias.

¿Cual es el instrumento ideológico usado? Como ellos mismos confiesan la llamada “eclesiología de comunión” que sostienen en la Facultad, elementos como los sacerdotes-profesores Jordi Fontbona y Salvador Pié.

¿Cuál es el modelo práctico por el que abogan y en el que “mentalizan” a los laicos que caen en sus manos? Tal como ellos mismos declaran, es el “proyecto eclesial” que el arzobispo de Poitiers Albert Rouet desgrana en su libro “Un nouveau visage pour l´Eglise” y del que Germinans dió cumplida cuenta en el breve informe “Ut cum tremendis judicis”.

Es evidente que absolutamente todos los laicos que de buena fe son empujados a participar en los cursos que se imparten “in situ”, son rápidamente víctimas de la más absoluta manipulación. Además están convencidos de la bondad y de la idoneidad de todo ello pues los Cursos en cuestión son propiciados por el Plan Pastoral Diocesano del que lleva las riendas nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo Dr. Martínez Sistach.

¿Y quién paga todo este dislate? Todas y cada una de nuestras diez diócesis catalanas pues el C.E.P. depende de ellas jurídica y económicamente. Lo malo es que ese dinero constituye un capital echado a perder, no sólo por las desviaciones eclesiológicas auspiciadas por el C.E.P, sino porque realmente la gran mayoría de los actuales obispos de Cataluña, a diferencia de lo que sucedía en la década de los 70 y 80, no se sirven de la “inestimable ayuda que representa esta institución para la formación pastoral de sacerdotes y seglares” según afirmó en la conferencia conmemorativa del 40 aniversario del C.E.P. el obispo Joan Carrera.

¿Pero realmente el C.E.P. es una institución eclesial? Ciertamente así parece y aparece pues en sus estatutos reza explícitamente que el Centro recibe “su gobierno y orientaciones de la Conferencia Episcopal Tarraconense” y el Consejo de Dirección está formado por el obispo-presidente más los diez delegados de cada una de las diócesis catalanas más dos religiosos –uno y una, afirman- que nombra la Unió de Religiosos de Catalunya. Además el Consejo de Dirección nombra al Comité Ejecutivo formado por un Director, un secretario y ocho miembros. Su sede además se encuentra sita en la 3ª planta de la Casa de la Iglesia de Barcelona en la calle Rivadeneyra. Y muchos se preguntarán ¿y quién es su director actual? Pues sencillamente el reverendo José María Domingo, uno de los que encabezaron la “manifestación del megáfono” de junio del 2004 en contra de la partición de la diócesis de Barcelona en el patio del Obispado. Retratado por cierto en primera fila en la ya famosa foto, y nombrado evidentemente para tal cargo con la firma y rúbrica de Su Eminencia Revendísima como no podía ser de otra manera, claro está.

Hace mucho tiempo que el C.E.P. debería haber sido cerrado, pues no se debe consentir bajo ningún concepto que la formación de los agentes pastorales de la Iglesia esté en tales manos. El descarado lanzamiento ahora de la mencionada plataforma “comunista cristiana”, de la mano (y del puño izquierdo alzado) de Quim Cervera y de Josep Lligadas, son argumentos más que de peso, junto con los ya enumerados, para proceder a su clausura.

Y por si alguno duda de los particulares de la ideología izquierdista de la que hace bandera el “sociólogo pastoralista” del C.E.P. lean con detenimiento el examen de la realidad que un artículo del 27 de marzo de 2008 en el blog “L´Agulla” nos regalaba el insigne Quim Cervera: “L´esquerres davant el fet religiós” (traducción aproximada).

Y si alguien en el resto de España, incluidos los obispos, piensa que es mejor no inmiscuirse en los asuntos internos de los catalanes, o se equivoca diametralmente o no conoce realmente las características peculiares de algunos sectores de su clero, que desgraciadamente beben y se alimentan ideológicamente de lo que se exhala desde Barcelona. Mal que les pese reconocerlo a muchos.

Cataluña ha sido y es, el laboratorio en el que se fraguan muchas de las peores y más destructivas directrices ideológicas que luego arraigan en el resto de España. También eclesiales. Mal que nos pese afirmarlo a nosotros.

Sólo haciéndonos en España solidarios unos con otros podremos derrumbar los bastiones ideológicos en que el progresismo destructor permanece enrocado, señoreando y aún dominando el futuro eclesial de muchas diócesis como la de Barcelona.

El Directorio

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