El martirio del Dr. Samsó
La muerte del Dr. Samsó nos cuestiona tanto desde el punto de vista religioso, por su testimonio de Fe, como desde el punto de vista histórico. Pone en evidencia que la mitología que se quiere construir, bajo el apelativo de “recuperación de la memoria histórica”, contiene muchas trampas.
Nuestra Catalunya será mas normal cuando TV3 haga de manera neutral y despolitizada varios reportajes de “30 Minuts” dedicados a la persecución contra el catolicismo de 1936-1939; cuando los institutos públicos de enseñanza los pasen en las clases de historia o ética como hacen a menudo con este programa; cuando algún cineasta catalán –subvencionado o no- haga alguna película tipo Lista de Schlinder con lo que aquí se vivió aquellos años –asesinatos de catalanes (1.541 sacerdotes, 200 iglesias completamente arrasadas y demolidas, el 90% restante, incendiadas…) por catalanes-; cuando se diga lisa y llanamente lo que ocurrió: una persecución sistemática y planificada para erradicar el catolicismo de Cataluña; cuando cesen las justificaciones de que todo fue porque la Iglesia apoyaba a los ricos. Hay alguien que en Alemania de manera contemporánea razonó que la persecución a los judíos se tenía que hacer porque controlaban el capital; cuando se complemente con otros historiadores la apropiación de la interpretación de lo que sucedió, ejercida por Hilari Rager –un hombre de Albert Manent Segimon y del pujolismo religioso- quien ha gozado “gratuitamente” del megáfono que le proporciona el sistema mediático socio-convergente. La corrupción de nuestro oasis podrido no es solo económica sino también intelectual.

La “Congregación para las causas de los Santos” ha dado el visto bueno para que la beatificación del párroco-mártir de Santa María de Mataró tenga lugar el próximo sábado 23 de enero en el transcurso de la celebración eucarística que a tal efecto tendrá lugar por la mañana en su muy querida basílica parroquial de la que era titular.
Quizá sorprenda el título que he elegido para este artículo pero ningún otro puede expresar el objetivo de nuestra acción que esta meta: liberarnos del peso que supone para nuestra Iglesia el hecho que personalidades como el Cardenal Martínez Sistach y el P. Lluís Magriñá, provincial de los jesuitas, permanezcan en los cargos que ostentan por mucho más tiempo. Hay que recordar, a este efecto, que el P. Magriñá es vocal del Instituto Borja de Bioética, institución que cuenta como Presidente y Vicepresidente a los jesuitas P. Francesc Abel Fabre y P. Artur Juncosa y cuya gestión administrativa está a cargo de la Compañía de Jesús representada en la persona del P. Ricard Alegre Mora, aunque en las últimas horas se hayan afanado en cancelar su nombre de la página web junto al del escolapio Ramón Mª Nogués. Permanecen aún, quizá por testaruda decisión propia, el Hno. Pascual Piles, provincial de los Hospitalarios de San Juan de Dios y el Hno. Miguel Martín de la misma congregación.
Así citan los cronistas del emperador Ludovico Pío, mientras van describiendo las poblaciones sujetas a los diversos condados de la Marca Hispánica, a la entonces villa de Bañolas “en el territorio de Besalú que se encuentra sobre el río Terri”.
Fueron algunos lectores quienes en otra ocasión habían subrayado cómo resultaba del todo inapropiado y casi provocativo que sobre el rector del casi finiquitado Seminario de Barcelona y ahora flamante canónigo (pero también 5 cargos más) Mn. Josep-Maria Turull Garriga, recayera la responsabilidad docente de la materia “Praxis: Economia, Secretaria y Recursos” dentro del marco del “Curso de Preparación al Ministerio” de la Facultat de Teología de Catalunya.




