Corpus en el atrio de los gentiles
Ya les he dicho en más de una ocasión que quién quiera conocer el verdadero atrio de los gentiles tiene que desplazarse hasta el barrio de El Fondo de Santa Coloma de Gramenet y acudir a la parroquia de San Juan Bautista. Pero nunca había experimentado la sensación que tuve en la procesión del Corpus que se llevó a cabo este domingo. Téngase en cuenta, para quien todavía no lo conozca, que nos hallamos en pleno Chinatown del suburbio barcelonés. Allí donde habitan los chinos pobres. Y junto a ellos una pléyade de latino-americanos, africanos, eslavos, árabes, hindúes,etc. La ONU en miniatura. Y ahí es nada: en ese laberinto de calles estrechas, viviendas arracimadas, locutorios de internet, peluquerías chinas, tiendas kebab y colmados pakistanies se desarrolla la procesión del Corpus más larga y multitudinaria de toda la diócesis barcelonesa. Dos mil personas se congregaron, a las seis de la tarde, bajo un lorenzo inclemente. Casi dos horas de duración. El recorrido amplio y generoso, por todo el perímetro de la parroquia: Calle Verdaguer, Irlanda, Rambla de San Sebastían, Beethoven, Plaza Reloj, para llegar a la entrada del templo, sobre la que se hallaba un esplendido manto floral, instalado desde las siete de la mañana. Que en El Fondo se madruga.

Ha tenido nuestro cardenal un día de su onomástica muy aciago. Tuvo que adelantar
Cuando preguntas a alguno de sus alumnos por el profesor Torralba, te contestan que es un filósofo de amplia cultura, transversal, poco profundo, experto en nada y en todo. Lo critican, con razón, que sea tan prolífico. Puede ser por dicha causa (o por tener que alimentar a sus cinco hijos) que, últimamente, Francesc Torralba ha añadido a su actividad filosófica una presencia ineluctable en el debate religioso local. Pero que nadie se crea que es un Balmes ni un Raimon Panikkar. Ni siquiera un Octavi Fullat o un Terricabras, por hablar de filósofos que vistieron hábito o pasaron por el seminario. Tampoco va a hacer sombra a un Ferrater Mora o a un Manuel Sacristán. Pero, pese a ello, no solo es invitado a dar conferencias o cursillos por obispos, religiosos, medios de comunicación, ayuntamientos de toda índole política, casals del barri, centros parroquiales; sino que ha sido recompensado con la presidencia del Consell Assessor per a la diversitat religiosa.
Vittorio Messori
Andrea Tornielli
La sucesión de Sistach promete ser apasionante. Cuando todavía falta casi un año para que presente su renuncia por edad, los sectores eclesiales barceloneses se están empezando a mover y a jugar sus bazas. El objetivo primordial de los que detentan actualmente el poder es único: evitar que Sáiz Meneses aterrice en la archidiócesis. Para ello están dispuestos a realizar una serie de contorsiones inimaginables tan solo hace unos años. Por un lado, se está intentando promocionar la candidatura del auxiliar Taltavull (incluso algún ingenuo ha lanzado la idea de una recogida de firmas), pero por otro lado, recelosos del espaldarazo de Rouco al menorquín, se está empezando a propalar la posibilidad de jugar la carta Osoro. ¿Ya no quieren bisbes catalans , se preguntará más de uno? No es exactamente así, el problema que tienen es que los prelados catalanes que están en rampa de salida no son de su agrado. Porque catalán de socarrel es Don Romà Casanova i Casanova. O Monseñor Xavier Novell i Gomà. Y aunque nacido en la provincia de Cuenca, desde que tenía un año reside en Cataluña Monseñor Sáiz Meneses. No menos catalán es el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol i Balcells, pero un prelado del Opus en Barcelona…. No les acaba de merecer confianza.