Tranquilo, Señor Obispo, tranquilo
No me he atrevido a titular " Tranquil, Lluis, tranquil", no fuera a soliviantar a nuestro cardenal, aunque, siendo como es un hombre de carácter planer, seguro que sabría comprender que ese título no iba a ser más que un remedo de la célebre frase que dirigió el Rey a Jordi Pujol con motivo del 23-F. Pero dejémoslo ahí y vamos a lo que nos ocupa. En ocasiones una imagen vale más que mil palabras y ese aferramiento al báculo que se observa en la fotografía (tomada este último domingo) es la viva representación de los nervios que empiezan a aflorar en el palacio episcopal barcelonés. Se acerca el 29-A y no se recibe ninguna señal desde Roma. Nadie piensa en una inmediata sustitución, una vez presente su renuncia al Santo Padre por cumplir 75 años, pero se esperaba alguna manifestación vaticana que permitiese albergar la confirmación de la anhelada prórroga. El mismo tratamiento que al cardenal Carles. Una indicación clara y precisa de que su mandato se alarga por dos años más. Y por el momento, no solo no se recibe, sino que los rumores que llegan de la Santa Sede indican todo lo contrario.

He escrito en más de una ocasión respecto a la parroquia de la Concepción , a la que no me he cansado de llamar "la catedral de l’Eixample". Desde que el Dr. Ramón Corts Blay fuese designado su párroco en el año 1998, tanto la actividad pastoral como litúrgica amén de la obra social de dicha comunidad ha sido verdaderamente ejemplar, ya sea por su frenética actividad como por su celo ortodoxo. Se acerca el tiempo de cuaresma y como cada año Mn. Corts organiza un ciclo de conferencias a la par interesante y llamativo. Recordamos, en años anteriores, la presencia del cardenal Cañizares, de monseñor Blázquez, del predicador Raniero Cantalamessa o del arzobispo Fisichella. Pero en este 2012 se van a batir todos los récords. Las tres conferencias se van a impartir, ni más ni menos, por el cardenal-arzobispo de Madrid, el de Barcelona y el flamante obispo de Solsona, monseñor Xavier Novell.
Uno de mayor (de bastante mayor) querría tener el vitalismo y la probidad del sacerdote Antoni Matabosch Soler. No solo es que a sus casi 77 años siga siendo delegado diocesano de economía, director del ISCREB, presidente honorario de la Joan Maragall , profesor de la facultad de teología y miembro del consejo presbiteral así como del colegio de consultores y de la comisión de ecumenismo; sino que ha conseguido el auténtico milagro de seguir vendiendo inmuebles en plena crisis inmobiliaria. El API Matabosch consiguió este pasado 2011 (concretamente el 16 de diciembre ante la notario Mercedes Martínez Parra, protocolo 2274) ultimar la venta del solar sito en Calle Encarnación 62-64 de la histórica villa de Gracia barcelonesa. Que la compraventa haya significado sacrificar a las pobres monjas Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada parece cuestión baladí. El arzobispado necesita dinero y en estos tiempos de parálisis de la construcción, poder realizar alguna perla de su inmenso patrimonio solo está al alcance de algún genio, tipo Matabosch. 
