Manifiesto pro-abortista en la revista de una parroquia
Un buen cristiano escandalizado me hace llegar la revista que publica la parroquia de Sant Medir, esa histórica parroquia donde se fundó Comisiones Obreras en los años en que algunos sacerdotes y algunos comunistas compartían amistad e ideología, y con una lista de párrocos, a cual más progresista. La revista titulada “pedres vivents” (piedras vivas) es de hace unos meses, pero creo que vale la pena hacer mención de ello en este artículo, aunque sea en periodo veraniego.
Se trata de un escrito que aparece en la página 5 de la citada publicación parroquial en la que nos encontramos con un manifiesto sobre el Aborto, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer y que firma el “Col.lectiu de Dones en l’Església” (Colectivo de Mujeres en la Iglesia). A mi no me ha sorprendido demasiado, porque después de las declaraciones de Sor Teresa Forcades, cualquier cosa puede suceder, además no olvidemos que entre la religiosa abortista y el Colectivo que firma el manifiesto hay más que amistad y compenetración ideológica.

El Santo Padre Benedicto XVI, en la carta que dirigió a los obispos en fecha 10 de marzo de 2009, dijo lo siguiente:
Origen e historia
Como se sabe, el pasado 3 de junio dio Su Eminencia Reverendísima el Sr. cardenal Martínez Sistach un decreto nombrando canónigos del capítulo catedral a cuatro sacerdotes de la archidiócesis: los reverendos Mn. Sergi Gordo Rodríguez, Mn. Josep Serra Colomer, Mn. Josep M. Turull Garriga i Mn. Josep Vives Trabal. Ya se ha tratado en las páginas virtuales de Germinans sobre este asunto, poniendo en claro cómo estas designaciones del Cardenal-Arzobispo no son sino un blindaje ofrecido a sus incondicionales para los tiempos –que llegarán– de las vacas flacas, es decir para cuando un nuevo prelado ocupe el trono de San Severo (cosa que sucederá en unos tres años, Dios mediante).
El pasado domingo se inauguró el nuevo estadio del R.C.D. Espanyol, a las siete y media de la tarde n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach realizó la ceremonia de bendición, acompañado de su jefe de protocolo el Sr. Eduard Subirà (el que se saltó el protocolo, como ya dije en otro artículo) que le sostenía el agua bendita y eso que también estaba su secretario y sacerdote el Rvdo. Alfred Sabaté.