Un "culé" bendiciendo el campo del Espanyol

El pasado domingo se inauguró el nuevo estadio del R.C.D. Espanyol, a las siete y media de la tarde n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach realizó la ceremonia de bendición, acompañado de su jefe de protocolo el Sr. Eduard Subirà (el que se saltó el protocolo, como ya dije en otro artículo) que le sostenía el agua bendita y eso que también estaba su secretario y sacerdote el Rvdo. Alfred Sabaté.

Es bien conocida la militancia “culé” de nuestro arzobispo, pero no podía perderse un acto como aquel, lleno de autoridades, con la presencia entre otros de los presidentes Montilla y Pujol (otro conocido barcelonista). A nuestro cardenal le encanta sentirse protagonista y estar rodeado de las cámaras de televisión, por eso acudió al evento aún estando en campo del “enemigo” deportivo.

Hubiera sido más lógico que la bendición corriera a cargo de un espanyolista de pro, el Rvdo. Dámaso Ruiz Tintoré, que antes de entrar en el Seminario animaba los partidos del Espanyol con su característico bombo. El pobre chico tuvo que irse a Tortosa para ser ordenado porque al parecer en Barcelona no se le aceptaban sus sentimientos “pericos". Pero claro, es un simple sacerdote y aunque es de Barcelona pertenece a la diócesis tortosina, así que nuestro cardenal no podía permitirse cederle el protagonismo.

Volviendo a los sentimientos barcelonistas de nuestro arzobispo me gustaría aprovechar este artículo balonpédico para recordar las palabras que pronunció nuestro cardenal el día del Corpus, pues en vez de hablar de la Eucaristía (que era lo que tocaba) se dedicó a criticar el fichaje de Cristiano Ronaldo por el Real Madrid por tratarse de aquella cifra astronómica de más de 90 millones de euros. A mí también me parece un disparate y una inmoralidad, pero no he oído a nuestro arzobispo “culé” criticar el fichaje de Zlatan Ibrahimovic por el Barcelona que ya supera los 70 millones de euros reconocidos, aunque si añadiéramos el precio real de Samuel Etoo, andaría muy cerca de lo que costó el crack madridista.

Por último un agradecimiento al Presidente del R.C.D. Espanyol, el Sr. Daniel Sánchez Lliure, porque a pesar de los tiempos que corren ha querido que se hiciera la bendición del nuevo estadio, y por las palabras que pronunció en su discurso, en las que al referirse a los buenos espanyolistas ya fallecidos, los imaginó en el cielo, algo poco habitual en nuestros institucionales actos laicistas en que se utilizan eufemismos del tipo: “los que ya no están” o “allí donde estén” con tal de no hablar del Paraíso Eterno.

Antoninus-Pius