El obispo Godayol preside absoluciones colectivas
Hemos cruzado el ecuador del tiempo de Adviento, después de celebrar este pasado fin de semana el domingo Gaudete, es el momento en que muchas parroquias de nuestra diócesis celebran el sacramento de la penitencia de forma comunitaria. Como ya ha denunciado Germinans Geminabit y anteriormente De bello pallico, es habitual en nuestras parroquias la absolución colectiva sin confesión individual de los pecados, práctica totalmente prohibida por la Iglesia, como nos han recordado muchos de nuestros obispos, algunos tan próximos como el de Sant Feliu o el de Vic.
Pero en Barcelona ya sabemos que n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach opta por la tolerancia y por no enfrentarse directamente a los que desafían continuamente la doctrina oficial de la Iglesia. Mira para otro lado para no tener problemas, mientras el pueblo fiel se encuentra cada vez más diezmado y desorientado.

En los últimos días se han multiplicado las protestas contra la orientación de las páginas religiosas de La Vanguardia, a cargo de Oriol Domingo. Ya no es solo Germinans, ni e-cristians (que desató las iras del periodista, cuando logró que el Cardenal Rodé interviniera en el affaire Forcades), sino que el último domingo se publicó una airada carta al director de una lectora indignada por el tratamiento que había dado a la Balmesiana. También se ha unido a ellos, un artículo demoledor del sacerdote Joan A. Mateo García, miembro de la curia de la diócesis de Urgel y arcipreste del Pallars Jussà. Añádase a ello que los pocos comentarios que recibe su blog no suelen ser precisamente laudatorios.
Ese personaje, con cuernos y rabo, que quiere encarnar la quinta esencia de la catolicidad catalana, ha iniciado la campaña para mover ficha en el tablero de ajedrez de los nombramientos episcopales en Cataluña, tras la jubilación de nuestro n.s.b.a. Cardenal Sistach. Él apuesta por hombres cultos, sin fisuras raciales ni ideológicas en su catalanidad y dotados de aquel porte elegante que él mismo cree tener. La rabia manentina no tiene límites si, además, supone hasta llegar a dar por hecho, que se le puede escapar el control ideológico de los futuros pastores de su “Iglesia Catalana”. Para evitarlo, Manent vuelve a engrasar las baterías y los antiaéreos.
Una de las falacias que empezaron a difundirse en el clima litúrgico conciliar de aquel otoño de 1962 fue la existencia clara de dos tendencias extremas, que además pretendidamente se identificaban con las ya advertidas por Pío XII en la Mediator Dei (apego ciego-ruptura total) y que obligaría al Concilio a buscar una postura moderada y conciliadora. Afirmaba Martín Descalzo:
La Eminentísima sagacidad de n.s.b.a. ordinario de Barcelona, ha publicado urbi et orbe, en los fraternales coloquios “in camera caritatis” de las sobremesas clericales y sobre todo en todos las oportunidades que ha tenido de conferenciar con los políticos de izquierdas, que, ante la beatificación del Dr. Samsó, había visitado personalmente en Mataró a la hija de Joan Peiró (en la fotografia), el jefe jerárquico de los ejecutores del Dr. Samsó.





