Sistach pide la venia a la Peiró

La Eminentísima sagacidad de n.s.b.a. ordinario de Barcelona, ha publicado urbi et orbe, en los fraternales coloquios “in camera caritatis” de las sobremesas clericales y sobre todo en todos las oportunidades que ha tenido de conferenciar con los políticos de izquierdas, que, ante la beatificación del Dr. Samsó, había visitado personalmente en Mataró a la hija de Joan Peiró (en la fotografia), el jefe jerárquico de los ejecutores del Dr. Samsó.

Y parece que dicha señora dio su nihil obstat.

La útil gaceta mediática, que es el “parochus interruptus” de Badalona, ha dado, por todo el arciprestazgo de Mataró, abundantes detalles de la visita a quien ha querido escucharle. La visita se efectuó en la tarde del día 27 de julio de 2009. Era la fiesta de las Santas Patronas de Mataró, Juliana y Semproniana, vírgenes y mártires de la época romana. Al Cardenal Sistach le acompañaron el inagotable informador, el sudoroso secretario de Su Eminencia y, por expresa indicación del purpurado, ese prelado mataronés que, si no conociéramos su abundante currículum académico, pensaríamos que es un ingenuo incapaz de darse cuenta que, desde hace años, ha estado colaborando, ayudando y sirviendo a quienes les ha faltado tiempo para sacarle los ojos: Jubany, Carles, Soler Perdigó, Traserra, Carrera, Tena, Vives y Sistach.

Parece que la Sra. Peiró quedó sumamente complacida de la purpúrea visita y del pontificio séquito. También aprovechó la ocasión para asegurar que su “glorioso papá” nada tuvo que ver con la ejecución del Dr. Samsó y ello por algo más que evidente: no estaba el 1 de septiembre de 1936 en Mataró. Por lo tanto, ella que no es cristiana, nada tenía que objetar a la inminente beatificación del párroco que algunos mataron. Pero que, como mataronesa y por el respeto que le merecía el Dr. Samsó cuando era niña, veía muy bien que se reconocieran sus méritos.

Martínez Sistach salió henchido de gozo de la entrevista. La prueba era que ahora tenía una buena carta en la manga para echar sobre la mesa cuando las izquierdas, especialmente las “izquierdas cristianas” de Mataró pusieran algún reparo a la empresa con la que había pensado coronar los festivales del milenario de la Parroquia de Santa María de Mataró: la beatificación del Dr. José Samsó presididas por él mismo como legado ad latere del Papa.

Dios Nuestro Señor, sin embargo, suele confundir y desbaratar los planes de los necios.

Primero: el Papa no le ha nombrado a él como legado sino al arzobispo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y que para más inri ni siquiera es cardenal.

Segundo: la entrevista con la Sra. Peiró no ha servido para el fin que él se proponía, el uncir al carro de la beatificación a los católicos progres, sino sólo para reafirmar en Mataró que Joan Peiró nada tuvo que ver con el asesinato del Dr. Samsó y que la beatificación es obra del cardenal y de los carcas.

Lo primero, no necesita verificación alguna: será Mons. Amato el centro de la celebración.

Lo segundo, es una falsedad mayúscula. Lo había explicado fehacientemente, hace 23 años, el sacerdote mataronés, miembro del Tercio de Ntra. Sra. de Montserrat, Salvador Nonell i Bru, en su libro “El Dr. José Samsó Elías, Párroco-Mártir de Sta. M.ª de Mataró (Barcelona) y su tiempo”, en las páginas 338-341. Joan Peiró estaba en Mataró el 1 de septiembre de 1936. Era el líder sindicalista de la CNT-FAI, es decir de los anarquistas que asesinaron a Samsó.

Pasó aquel día toda la mañana en el Ayuntamiento. En él estaba, y precisamente en el “Salón de Comisiones” cuando llegó la noticia del asesinato del párroco de Santa María. Se enteró cuando estaba hablando con quien Nonell reproduce el testimonio. Se enfadó mucho un momento, pero únicamente por la inoportunidad política del asesinato. Luego siguió conversando con el testigo como si nada hubiera pasado. Estaba también en la casa consistorial, cuando, por los altavoces exteriores al edificio, se dijo: “Esta mañana se ha empezado a hacer justicia, fusilando de cara, al ex párroco de Santa María”. Nunca Peiró rectificó en público esta barbaridad.

Para n.s.b.a. Cardenal, no muy habituado a leer, se trataría sólo de un pecado de omisión. Pero hay más. El propio Peiró escribía y firmaba con su nombre, el 5 de septiembre de 1936, en el diario mataronés “Llibertat” estas aterradoras palabras: “La Iglesia a través de los siglos ha sido siempre la aliada de todos los tiranos. Ha sido la actora de todos los hechos criminales […] La destrucción de la Iglesia es un hecho de justicia”. Era un terrible epitafio para una vida sacerdotal santa dedicada al amor a Dios y al prójimo. Vida que sus compañeros anarquistas habían truncado cuatro días antes a golpe de fusil. Lo escribió cuando el nicho nº 41 de la isla 1ª del cementerio de Mataró, donde había sido sepultado el cuerpo del Dr. Samsó, tenía todavía fresco el estuco.

¿Titanic Sistach habrá leído algo sobre el Dr. Samsó a parte de lo que le ha escrito Jordi Piquer para que pareciera que era suyo? ¿Quién le engañó haciéndole pensar que la beatificación de Samsó sería un acto donde él luciría las prestigiosas ínfulas pontificias pero sin otros problemas que los de los otros actos grotescos y descafeinados del milenario parroquial? ¿Tiene idea por donde hacer andar el carro ahora que la beatificación del Dr. Samsó ha sido asumida por los católicos de Mataró como una cuestión de honor? ¿Cómo logrará calmar el enfado de los clérigos y de los laicos católicos hijos de Mataró ante la constitución de dos comisiones integradas por antisamsonistas tan conocidos y furiosos como José Antonio [Primo de Rivera] Arenas?

Quizá su reciente defensa del Estatut catalán en la portada de “La Vanguardia” es el inicio de la campaña palingenésica para hacerse perdonar por los progres la “heterodoxia” de haber promovido la beatificación en Cataluña de un carca que era la misma negación de su iluminado y progresista pensamiento eclesial.

Virgilius Hospitalensis