Otro sorpasso de Terrassa, esta vez en Cáritas
La memoria 2008 de Cáritas Diocesana de Barcelona, Sant Feliu y Terrassa ha destacado el tremendo incremento de las personas atendidas durante el año en que estalló la crisis económica. En aquel ejercicio, la actividad de los profesionales y voluntarios de esta delegación diocesana ha resultado insustituible en la atención a aquellas personas más vulnerables: parados que ya no cobran subsidio, niños, inmigrantes, personas que malviven en pisos realquilados, familias mono-parentales, ancianos que viven solos, personas sin hogar, familias que ya no pueden pagar la hipoteca o que corren el riesgo del desahucio. La crisis es tan brutal que golpea y afecta a numerosísimos sectores sociales. La actividad de Cáritas Diocesana  nos debe llenar de orgullo a todos los católicos y nunca serán suficientes los donativos (tanto económicos como de propia entrega personal) que les podamos conceder. Ciertamente es una de las instituciones de la Iglesia mejor valoradas y más eficaces en su labor social.
El terrible impacto de la crisis económica ha provocado que este año se haya hablado más que nunca de aquella Memoria, una vez efectuada su presentación. Sin embargo, ha habido un dato que ha pasado desapercibido: la increíble aportación de la diócesis de Terrassa.

Más frecuente que la celebración de la Misa
Manuel Cuyàs, un antiguo pedidor sin éxito de gracias a los socialistas (pues el PSC no quiere gente que piense autónomamente) y luego convertido en biógrafo de Jordi Pujol, en contertuliano de Radio y TV y en persona cada vez mas respetuosa con lo católico, escribía con ironía en el suplemento dedicado a la fiesta de las Santas de Mataró en El  Punt Diari, julio 2009, p. 4, lo siguiente:   
Coincidiendo con los 75 años del obispo de Solsona Jaume Traserra, edad en en la que se ha visto obligado a presentar su renuncia a Roma, el Forum Ondara (copia de otros foros progresistas catalanes como el Forum Alsina) ha decidido presentar públicamente un ataque frontal a la gestión de Don Jaume en sus ocho años de pontificado. La verdad es que habían estado bastante calladitos como los de Girona desde la llegada de Don Francesc Pardo, pero parece que el hecho de que su obispo ya esté en situación de provisionalidad les ha dado alas, teniendo en cuenta que es poco probable a estas alturas las represalias de su obispo.
¡Quién se lo iba a decir a aquel joven y protestatario sacerdote que, megáfono en mano, encabezaba una manifestación contra la división de la archidiócesis de Barcelona! Al cabo de tan solo cinco años, ya es miembro del Capítulo catedralicio. Y eso que la canonjía solo ha sido un premio de consolación, pues los desvelos de su arzobispo habían ido encaminados a nombrarlo obispo auxiliar. Haciendo abstracción de su implicación manifiesta en la protesta anti-romana, Sistach puso sus ojitos en el bueno de Turull. Solo llegar le nombró vicario episcopal. Al año, ya lo encumbró como Rector del seminario. La penosa sustitución del obispo Carrera no perseguía otra finalidad que la promoción episcopal de Turull. En él contemplaba Sistach a su alter ego. Sí nuestro actual arzobispo fue, en su día, el fámulo del Cardenal Jubany; Turull debía ser el doméstico de Sistach. Era su absoluta reencarnación.