En defensa de Benedicto XVI, ante las burlas de TV3

Hemos recibido de la Asociación Jóvenes de San José la carta que adjuntamos, solicitándonos su publicación. Gérminans Germinabit ve con simpatía y esperanza que la juventud emprenda iniciativas y asuma responsabilidades, por lo que siempre nos encontrarán dispuestos a escucharles y ayudarles.

EN DEFENSA DE BENEDICTO XVI

Los Jóvenes de San José hemos iniciado una campaña en defensa del Santo Padre, que está siendo víctima de injurias totalmente gratuitas e injustificadas en los medios de comunicación, especialmente en la cadena de televisión pública TV3.

Nos sirve de estímulo el ejemplo del Rev. Nick Donnelly, el cual a raíz de la anunciada e histórica visita de Benedicto XVI a Inglaterra, desarrolló un gran movimiento en defensa del Santo Padre, contra todos aquellos que no hacían más que hablar de lo inconveniente que resultaba la visita de este Papa a su país. Su propuesta se plasmó en un sitio web que todos podemos visitar: www.protectthepope.com, y en el cual podemos ver reflejada la valentía de este hombre.

Los Jóvenes de San José nos sentimos orgullosos de poder trabajar por la defensa del Papa, pues somos conscientes de lo que significa para nuestra religión. Sabemos que es el vicario de Cristo, la cabeza visible de toda la Iglesia, el sucesor de San Pedro, el Padre de todos los Católicos. Somos conscientes sin embargo de que la figura del Papa trasciende el ámbito de los católicos, por lo que los ultrajes a su persona y a lo que representa, deberían ser rechazados por toda persona civilizada, aunque no sea cristiana. Ninguna sociedad civilizada acepta hoy que se zahiera y se ridiculice a ningún colectivo religioso ni a sus líderes: por la dignidad propia de éstos y por el colectivo de ciudadanos al que representan.

En el caso de Benedicto XVI, aparte del liderazgo espiritual del inmenso colectivo de españoles que se sienten representados por él, es de destacar su categoría personal, su gran talla intelectual y lo mucho que aporta la Iglesia católica a nuestra sociedad (incluso contabilizado en recursos económicos). Es inaudito que los católicos que nos sentimos representados por él espiritualmente, ciudadanos iguales que los demás en dignidad y en derechos, tengamos que defendernos del acoso de los poderes públicos.

Nos vemos obligados a llamar la atención sobre el hecho de que la democracia parte de unos postulados éticos, en virtud de los cuales se considera a todos los ciudadanos iguales en derechos y en deberes . Y presidiendo esos postulados está el de la dignidad de la persona y de las personas: acreedores por tanto, todas por igual, al respeto a sus personas, al respeto a su condición, y al respeto a sus creencias.

Los católicos, a los que alcanza también la ética de los poderes públicos, no podemos contemplar impasibles cómo estos poderes gastan el dinero de todos los contribuyentes (entre los que cuentan también millones de católicos) para atentar sistemáticamente contra la dignidad de su líder espiritual, faltando flagrantemente al respeto que merecen las creencias de todos los ciudadanos y por tanto también las de los ciudadanos católicos.

No podemos consentir que la televisión pública se dedique a discriminar, insultar y vejar a un colectivo de ciudadanos, más concretamente a los católicos, parodiando al máximo dignatario de su Iglesia. Estos ciudadanos, iguales a todos los demás en derechos y en deberes, tienen todo el derecho a profesar libremente su religión y a denunciar el acoso selectivo de que son víctimas. Denunciamos por tanto como responsables de este atentado contra la libertad religiosa , a los poderes públicos que ponen los medios que están bajo su presupuesto, su autoridad y su responsabilidad, a ultrajar por sus creencias a una parte de la ciudadanía .

Esta vulneración de nuestro derecho ciudadano a la libertad de culto es tanto más grave, cuanto que además de proceder de los representantes de todos los ciudadanos (también de los católicos), es rigurosamente selectiva . No hay ninguna otra religión ni ningún otro líder religioso que sean atacados como lo somos los católicos sobre todo a través de la insultante parodia del Papa Benedicto XVI, nuestro líder espiritual. En esos mismos medios jamás se ha visto (¡ni se verá!; y no es que la echemos en falta) una parodia del Islam y de sus líderes religiosos. Es que no se nos reconoce la misma dignidad a unos ciudadanos que a otros , ni se respeta por igual la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión de unos ciudadanos que la libertad de otros.

Como reza el artículo 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todos (incluidos los católicos) tenemos “ derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación ”.

Los católicos tenemos el derecho de que como a cualquier otra agrupación legalizada de ciudadanos, se nos reconozca que aspiramos al bien individual y colectivo de los miembros que formamos esta gran asociación civil llamada Iglesia. Tenemos por tanto el derecho de no ser perseguidos por el poder político desde sus medios.

Tenemos asimismo el derecho a que se nos reconozca como a cualquier otra institución tanto de carácter público como privado, nuestra voluntad de ser un factor de mejora de la sociedad de la que formamos parte. Los católicos cultivamos una forma específica de ser buenas personas, y aspiramos a que esta labor tanto hacia dentro como hacia fuera sea respetada por la sociedad, y muy especialmente por los poderes públicos, ya que no agradecida. Sobre todo teniendo en cuenta que sólo por la ingente acción social que estamos llevando a cabo, singularmente notoria en esta grave crisis, somos acreedores por lo menos al respeto y al agradecimiento.

Por todo ello, invitamos a los católicos y a todas las personas de buena voluntad, que se unan a nosotros en la denuncia de esta discriminación de nuestros poderes públicos contra los católicos, y en la defensa del Papa Benedicto XVI frente a los ultrajes de que es víctima en la televisión pública de Cataluña, firmando esta CARTA DE DENUNCIA CONTRA TV3 POR DISCRIMINACIÓN DE LOS CATÓLICOS, y de ADHESIÓN A BENEDICTO XVI.

Para firmar la carta clique aquí

Carta recibida de la Ascociación Jóvenes de San José