Adviento: nostalgia y soledad
“…dad una nueva dirección a vuestra mente,
disponedla para percibir la presencia de Dios en el mundo,
cambiad vuestro modo de pensar,
considerar que Dios se hará presente en el mundo en vosotros y por vosotros”
Benedicto XVI
El tiempo de Adviento, como la misma existencia, es tiempo de nostalgia y de soledad. Sería mejor que lo admitiéramos para lograr sacarle el mayor provecho pero también para apreciar el don que se nos ofrece.
A qué me refiero?

Prestar atención a mi persona “en acción” es de lo más difícil para mí ya que soy obsesiva y, como es obvio, ando de continuo adelantándome a los acontecimientos; sin embargo, de vez en cuando, tengo períodos durante los cuales consigo prestarme atención y es, sencillamente, maravilloso. El “mismitico” cielo.
Caray! Viéndose ante tanta complicación y problema que surge promoviendo la misa antigua pero es que, cuando se para uno ante
No pasa un día sin que me pregunte qué hago en InfoCatólica tal cual, sospecho, se preguntarán los españoles viviendo bajo el estado de crisis de su país.
Tengo una amiga que es mujer de mucha oración, de misa diaria, comprometida con diversas causas pro-vida, con la liturgia, los enfermos, hasta conmigo; quien continuamente me dice que solo el amor es la respuesta a todo. Y yo, como ando siempre distraida, la escucho como oírla llover.