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23.07.22

Correspondencia (II)

Querido padre:

Hoy es viernes y hace una tarde lluviosa de encanto. Le escribo desde mi escritorio desde donde veo la lluvia y la escucho caer. 

Del libro sobre la humildad [1] que estoy leyendo llamó mi atención que tenemos pecados de soberbia que desconocemos y que, por su causa, no estamos en condición de recibir las gracias que Dios nos daría si no los tuviéramos; de tal forma que, el autor presenta con urgencia el asunto de suplicar a Dios para que nos descubra dichos pecados.

¡Dios mío, Dios mío, que no me domine la injusticia (Sal 118)!
No permitas que me domine la soberbia, que es la suma de todas las injusticias.
Límpiame de lo que se me oculta (Sal 18).
Purifícame de los pecados de soberbia que yo mismo no conozco y así no tendré mancha (Sal 18)

Supongo que una gracia relacionada con la humildad es el deseo de ser corregido al ser hallado en pecado que uno mismo desconoce. No se si el autor lo menciona pero lo menciono yo ya que, siempre he tenido ese deseo. No hace falta que mencione la gran ventaja que es para la salud de cuerpo y alma no solo desear sino, no temer la corrección.

Corrección fraterna, la única verdadera, la que se hace por amor pero, igual, si quien corrige lo hace movido por sus propios pecados, se recibe también ya que ser corregido de esa forma también es una gracia que contribuye a la humildad.

Ahora bien, vengo a tocar el asunto de los pecados ocultos porque, si bien reconozco sin problema que debo tener un montón, no se muy bien qué hacer cuando los veo en otros, sobre todo cuando esa persona tiene responsabilidad de transmitir asuntos de fe y la moral.

Es sumamente difícil saber qué hacer y por eso, lo que -en principio- prefiero es orar por la persona aunque, la “espinita no me deja” y de ahí sospecho que, la dichosa espinita podría ser “ese pecadito de soberbia” que no quiero ver.

En fin, que si fuera así, el Señor me lo descubra y que, si no, me ayude a actuar conforme a su Voluntad. Sobre todo si ello implica nada más guardar silencio, hacer penitencia y orar.

En ese sentido, el otro día en el autobús, la querida Yaya, la tia-abuela de mi sobrino mayor me dejó muy bien aleccionada. Deo omnis gloria!

Cada vez que recuerdo lo que me dijo, que no lo recuerdo todo ni podré transmitirlo tal cual, quedo asombrada ante la forma poco habitual en que el Señor nos dice lo que necesitamos escuchar.

Infinidad de razones tengo para el afecto entrañable que guardo hacia Yaya y su querida familia pero en esta ocasión en que -entre otros- íbamos recordando su aparatosa caída en un tremendo agujero que había en la calle, la subsecuente cirugía y rehabilitación, lo prolongado y difícil que fue cuidar a su mamá durante tantos años, la vida dura que tuvieron de pequeños, lo impenetrablemente doloroso que es tener a su cuñada en gravísimo estado de salud. En fin, Yaya conmigo, recapitulábamos sobre el sufrimiento y el dolor que se supera solo con ayuda de Dios pero, sobre todo, reconocíamos una en la otra y cada una respectivamente, las gracias recibidas. Así nos despedimos ese día. Fueron las últimas palabras.

Ahora bien, volviendo a la gracia que no se recibe por los pecados ocultos, me pregunto cómo será que Yaya, el día que le toque, se tomará lo de la “sinodalidad”; esa vez o alguna en que alguno consiguiera comprenderlo y se atreviera a mostrarle la finalidad y lo que de ella se espera?

Supongo que habrá alguno a quien le tocará hacerlo.

Aunque, a decir verdad, me parece que como Mireya, nuestra Yaya, es de la periferia ha de estar más que entrenada por el Espíritu Santo en asuntos sinodales y todo tipo de cuestiones y que, por eso, para cualquier otra cosa de la fe le basta el trabajo diario, su misa y sus oraciones.

El Señor tenga piedad y nos deje tan claro como el agua lo que pasa por nuestra cabeza nos enturbia el alma ya que, solo así, sabremos que estamos tras sus pasos y no solo, caminando en círculos, tras de nuestro rabo.

Amen

-o-

Padrecito, por favor, pónganos a Yaya y a mi, en sus oraciones.
Recibo su bendición. 

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[1] La humildad del corazón, FRAY CAYETANO MARÍA DE BÉRGAMO, Editorial Vita Brevis, 2022

11.07.22

El recuerdo de los dones recibidos | El Tornillal

Si fuera que, como a Job, Dios le permitió a Satanás tocarlo; si fuera que Dios también le ha dado autoridad para hacernos sufrir por el actual nivel de confusión en todas partes. Digo, si fuera que estamos siendo probados, sería momento para aprovecharlo en grande.

Me digo, “si fuera un castigo, lo sería para la soberbia de todos. Por un lado, para la soberbia de los que se bastan a sí mismos; y, por otro lado, un castigo a la soberbia de quienes sufrimos la confusión”.

De nuestro sufrimiento se espera que aumente la Esperanza y la Caridad pues, según parece, se nos ha dado firmeza en la fe.

Nuestra batalla contra la soberbia arrancaría con reconocer ante Dios la necesidad de un “corazón contrito y humillado” y así recibir la gracia de un “corazón manso y humilde” deseoso de ofrendarse como culto de expiación en el altar de Dios durante la Santa Misa como sacrificio por los propios pecados y del mundo entero.

De la realidad nos nutrimos aunque sería mejor decir, de la contemplación de los pequeños adelantos de gracia que continuamente Dios nos da a lo largo del día; de la oración que nos inspira.

Así fue como ayer, por ejemplo, me fui a misa a la filial del El Carmen, en el Barrio Tornillal de San Jerónimo en Moravia, San José, Costa Rica (esto es para que lo encuentren en Google Mapas)  ya que anunciaron ricas comidas y misa de 11am. Yujuuu!

A las fiestas patronales los ticos las llamamos “turno” así que me fui de turno y de lo primero que hice fue saludar a los cocineros que estaban arremangados atizando el fuego y dando vuelta a la comida dentro de las enormes ollas.

Quienes me conocen me saludaron muy contentos. Saludé a quienes no conocía, toda gente muy linda. Fue un muy bonito encuentro y, de verdad, que lo hacen sentir a uno querido. Aquí, por medio de este articulito, se los agradezco.

Y, es que yo, mientras tomaba las fotos de la comida dentro de las ollas y olía aquellos aromas, me percataba de que tienen una comunidad catoliquísima, como esas que ya poco se ven, a la que Dios ha dado la gracia de la hospitalidad.

No me extraña ya que muchos en El Carmen han sido criados por padres y madres que estuvieron en el camino neocatecumenal. Aparte de eso, muchos son parientes que viven cerca unos de otros desde que nacieron y que, habiendo salvado sus diferencias (si es que las tuvieron o tienen) las hacen a un lado para dejar espacio al don de Dios. Y, como tienen tanta práctica, saben dar de lo que reciben.

Entonces, uno ahí, en medio de gente linda y de los peroles, ve toda esa belleza que hace Dios con las personas y encuentra que no tiene espacio en el pecho para tanta emoción y gratitud. Ni tampoco en la panza para llenarla con toda aquella comida deliciosa.

Bendito Dios, digo yo, que me permite ver su obra y recibe con amor mi sincera gratitud y afecto.

En la Liturgia de las Horas decía hoy San Gregorio Magno “cuando cualquier cosa, creada buena en sí misma, se nos convierte en causa de sufrimiento, ello nos sirve de corrección, para que volvamos humildemente al autor de la paz”.

Si, en efecto, mucha cosa buena creada buena nos hace sufrir; por eso, continúa diciendo san Gregorio “cuando llega la adversidad, el recuerdo reconfortante de los dones divinos, no nos dejará doblegarnos por el dolor

Si, suframos por amor pero también recordemos. Recordemos que, aparte de la fe, existen otras virtudes teologales que deben ser nutridas.

Claro! Ahora recuerdo para qué escribo en este blog y es para mostrar cómo recordar aquello que nos sostiene en la Esperanza y la Caridad.

 

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NOTA: Los festejos patronales en El Tornillal continuarán durante toda la semana y para el próximo el fin de semana prometen ricas comidas. Obviamente, también misa, procesión y bingo pesetero. 

 

9.07.22

Hermana Agnecita

No sé si para todos será igual pero, para mí, las Hermanas de la Caridad nos adelantan en el cielo aquí en la tierra debido a su masedumbre y humildad.

Estoy segura que en otros consagrados se puede hallar el mismo abandono a la Divina Providencia pero, por alguna razón, en ellas esta a flor de piel.

Por eso es que con mirarlas nos quedamos sin palabras ya que es como ver un poquito de Jesús aquí en la tierra.

Por eso es que, lo que tienen, nuestro corazón lo anhela y agradece.

Ella dice que se sienten dichosas, pues, me hacen sentir dichosa con solo existir.

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Por cierto, en relación al tema este es un título que me recomendara el padre José María Iraburu y que me ha hecho mucho bien. 

Jean Pierre de Caussade SJ

El abandono en la Divina Providencia 

26.06.22

Se abrió el cielo en Cartago / "Rosario para hombres"

“El Rosario de hombres es para que la gente se convierta y viva en gracia” Alfredo Brenes, entrevista de Javier Navascués

Así anunciaba Alfredo el “Rosario para hombres” para el que la gracia le despertó el querer y el poder organizarlo y que, finalmente, fue rezado por más de 50 varones arrodillados el sábado 25 de junio durante la mañana en la capital de la provincia de Cartago, Costa Rica.

Sabemos que para Dios la cantidad nunca ha sido importante así que, con más de 50 alcanzando los 70, Nuestra Señora tuvo la ocasión de ser honrada por varones de mi país, tan chiquito.

Le debe haber conmovido ya que, para cuando estaba por comenzar, se abrió el cielo en Cartago, la ciudad brumosa, para dejar pasar un sol esplendoroso que los acompañó durante el evento.

No fue casualidad debido a que, está pasando sobre el país la onda tropical #11 la que, junto con la ZCIT (zona de convergencia intertropical) están detenidas cómodamente sobre este pequeño territorio, apenas unos días después que el polvo del Sahara les evitó instalarse; es decir, no había razones para que el cielo se abriera justo en ese momento, pero lo hizo para mayor gloria de Dios.

Viendo las fotos y por escuchar a Alfredo, de fuera parece todo normal pero no es poca cosa lo que sucede alrededor de varones buscando vivir en gracia. No es poca cosa y, sépase que las mujeres lo notamos aunque, en silencio -como María- lo guardamos en nuestro corazón.

Este rosario en Cartago pasará a la historia como el “Rosario de varones rezado en día sábado de la Inmaculada cuando el cielo se abrió”, o al menos, así lo recordaré; y no por casualidad tampoco que haya sido el día después del Corazón de Jesús y en medio de la celebración de sobresaliente victoria en defensa de la vida humana.

Infocatólica en mi persona, agradece a Alfredo por mantenernos al tanto y festejamos ver realizado su deseo.

De mi parte, muy agradecida también con el párroco que los acogió, el padre Francisco.

Sea a Dios toda la gloria!

1.06.22

La gracia, como el agua, todo lo sostiene

Las personas realizan pequeños gestos que, sin ellas saberlo, te cambian la vida.

A mí me la cambió el profesor que explicó al grupo la razón por la que tuve la calificación más alta. Nunca antes nadie me había hecho saber públicamente que consideraba valioso mi esfuerzo.
Otro que me la cambió fue un neo-sacerdote a quien tenía muchísimos años de no ver y el día de su ordenación, al saludarlo, recordaba mi nombre. Desde ese día valoré conocer el nombre de las personas.

Benedicto XVI también cambió mi vida por cuanto dijo e hizo con tanto significado.

De las primeras cosas suyas que recuerdo es una frase que me hizo llegar el profesor de teología un día al final de clase cuando nos repartió una estampida que decía “No somos el producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno es querido. Cada uno es amado. Cada uno es necesario”

La cita fue extraída de un mensaje que diera el papa a los participantes del “Atrio de los gentiles”, una iniciativa suya, que se desarrollaría en Portugal en el año 2012.

El foro fue pensado para reunir a creyentes y no creyentes en diálogo sobre temas fundamentales y que, por largo tiempo estuvo a cargo del Cardenal Ravasi dando frutos -sin embargo- para aquél año el papa quiso ofrecer un poco de aire fresco a la conversación y, en ese tono, fue que redactó su intervención que vale la pena leer.

Allí dijo que el mundo de hoy es “casi como los edificios de cemento armado sin ventanas”; lo que me hizo recordar el Museo de la Nación en Lima y también, lamentablemente, el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa en mi país, Costa Rica.

En Perú el edificio fue construido para que los altos mandos del ejército estuvieran a salvo y más tarde fue dedicado al arte (según me explicaron) pero, en un país sin ejército como el mío, para qué querría el segundo poder de la República “encerrarse” cuando estar en contacto con el exterior sería lo razonable? Pero, bien, eso fue lo que hicieron: un edificio sin ventanas.

Últimamente, se ve cada vez mayor cantidad de personas que prefieren aislarse; la pandemia lo hizo evidente y lo recrudeció. De tal modo que, si ya veníamos siendo “raros”,  a largo plazo, lo seremos todavía más.
Evitarán el delirio de hallar agradable el aislamiento aquellos que hayan podido rechazar ser comandados por la tecnología y los propios temores. Quienes hayan conservado su libertad en contacto con otras personas, con el aire libre, el arte, la música, la cultura, la agricultura y todo lo que nos había venido haciendo humanos desde que suponemos haberlo empezado a ser.

Por supuesto, muchos serán creyentes y, todavía mejor, católicos de “hueso colorado”, me aventuro a asegurar ya que habrán recibido la gracia de comprender de modo diferente y vivir confiadamente de manera singular, tal como coincide con quien se sabe amado, querido y necesario. Para ellos no habrá hecho falta más que saber de qué manera ama Dios sus propios pensamientos; tal como a María. Qué belleza de pensamiento es la persona de la Madre de Dios!

Si somos “fruto del pensamiento de Dios”, parece lógico afirmar que “somos pensamiento de Dios hecho materia”; pensamiento materializado (*) que posee alma o espíritu a semejanza de su Creador debido al que su pensamiento y el nuestro, por gracia, se comunican.

Pregunta san Cirilo de Jerusalén : “¿Por qué motivo [Dios] se sirvió del término agua, para denominar la gracia del Espíritu?” y responde: “Pues, porque el agua lo sostiene todo”

De ahí es que concluyo que el corazón de la Madre es el mayor yacimiento que gracia que cualquier criatura podría jamás poseer y que por esa razón, una vez en su corazón, partir se hace imposible. Y es de ahí, también, que sea tan sencillo hallar en el suyo al Corazón de Jesús y de paso, a mismísimo san José para, finalmente, hallarse como en familia. Todo es acción de la gracia cuyo yacimiento infinito es el corazón de María.

De ese modo, la gracia todo lo sostiene y a la manera del agua y, para que sea de mayor provecho, lo mejor es que sea encausada, por lo que el espíritu humano o alma, viene a ser ese cauce para el agua que da Dios y que san Cirilo describe como “una nueva clase de agua que corre y salta; pero que salta en los que son dignos de ella”.

Tal me parece que de toda la creación, su mejor parte, es el alma en las criaturas.

Por esa acción de la gracia es como “el pensamiento de Dios” que es cada uno de nosotros, cobra vida. Vida verdadera que habíamos perdido pero recuperamos por el sacrificio redentor de Cristo.

De ahí es que ahora vivimos en Cristo para Dios sostenidos por el agua que es la gracia del Santo Espíritu.   

Amen

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(*) “Pensamiento materializado”

Quisiera aclarar a qué me refiero cuando utilizo ese término.  

Me gusta la idea de concebirme como pensamiento de Dios materializado ya que se me facilita poner mi alma en sintonía con la suya, sobre todo en momentos que la realidad no es lo que esperaba o me hace sufrir. No encuentro que exista nada mejor para mi que, por ejemplo, sentir dolor y saberme amada, querida y necesaria debido a que mi vida, pensada por Dios y por gracia, circula por su mente como uno de sus pensamientos. Al final, seré la criatura que Dios pensó de mi al crearme.