Sanz Montes pide «la reciprocidad negada» a los cristianos asesinados
El arzobispo de Oviedo, el franciscano Mons. Sanz Montes, ha terciado en uno de los asuntos de agosto, «el tema de Jumilla». Con una claridad inusitada, no tanto en él como en el «gremio», ha publicado en la red X (antes Twitter):
Extraña polémica con musulmanes sobre celebraciones en polideportivos. ¿Dónde está la reciprocidad negada de los moritos con los cristianos q asesinan en ntras iglesias dentro de sus territorios? ¿Ponernos estupendos citando textos civiles o eclesiales, para q nos sigan matando?
— jesus sanz montes (@jsmofm) August 13, 2025
En estos días en los que lo habitual es desayunarse con asesinatos de católicos, no en polideportivos, en iglesias; niños, mujeres y hombres masacrados en países musulmanes, el mensaje de Sanz Montes me parece que refleja el pensar de muchos católicos en España. También la vehemencia/hartazgo creo que es ampliamente compartida.
Pedir como reciprocidad que no te maten me parece un mínimo tan mínimo que no sé cómo hay quien le afea el tuit al arzobispo.
Por si lees fuera de España: el ayuntamiento murciano aprobó el 6 de agosto una modificación del reglamento que reserva los pabellones y polideportivos municipales para actividades «estrictamente deportivas» o promovidas por el propio consistorio, medida que deja fuera los actos religiosos de la comunidad musulmana y de otros colectivos. La Conferencia Episcopal emitió un comunicado asumiendo las tesis de la Comisión Islámica de España.
El arzobispo de Oviedo se sitúa con otros prelados que piden, como mínimo reciprocidad, como el arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Argüello, o el obispo de Orihuela-Alicante, Mons. Munilla. Y se desmarca del supremacista arzobispo de Tarragona, Mons. Planellas. Algún medio ha intentado meter en el juego al arzobispo de Madrid, Mons. Cobo, pero su inane escrito en Agenda Pública no ha tenido la mayor trascendencia fuera de los medios que dependen de él. Desde luego, si alguien albergaba esperanzas de «promoveatur ut amoveatur» sutituyendo al Cardenal Czerny, ha demostrado que no vale ni para eso.
La politización y falta de matices van a estirar el asunto todo lo que queda del verano, pero para empezar ha dejado las primeras víctimas colaterales: la de los que pontificaban que no se podía criticar a «los obispos» porque patatas. Con la declaración de Sanz Montes ya no saben dónde meter la cabeza, especialmente políticos y los típicos clérigos y monjas en Redes Sociales.
Pobre gente, quizá no vivió los años de hierro del ‘episcopado‘ vascongado y el papel de la jeraquía. Sí, fue lamentable. Tanto que años después pidieron perdón. Claro que se les podía criticar.
Esperemos que las anunciadas bajadas de temperatura lleguen pronto.
1 comentario
Mi admiración siempre por monseñor Montes y mi agradecimiento por sus reflexiones valientes y cargadas de verdad.
! Dios lo bendiga !
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