Leonardo Polo, in memoriam

Fallece Leonardo Polo, uno de los grandes filósofos españoles.

Leonardo Polo

Me entero por JJ Noblejas que anteayer murió Leonardo Polo. Él lo llama amigo y maestro: ¡qué suerte!. Yo sólo puedo decir maestro. Traté con él únicamente un par de veces, pero sus libros siempre hablan con su voz.

Recién comenzaba yo estudios de ingeniería, el profesor Polo me abrió otros horizontes. De sus libros, su pensamiento, su modo de afrontar las preguntas me quedo con el optimismo, la esperanza y el buen humor.

Como conferenciante era un caos, lo reconoce –reconocía– él. Porque sus conferencias eran como el profesor Noblejas le define: diálogo. Se ponía a hablar, parecía que no había hilo, que saltaba de un lugar a otro, y cuando terminaba descubrías el esqueleto.

Os dejo un trozo que demuestra lo que he dicho. Es de una conferencia sobre la diferencia entre el hombre y el animal, en 1992. Acaba de darle un repaso a los animales próximos al ser humano, al trascendental significado de la mano, del lenguaje y va a entrar en la inteligencia, la sociabilidad y la moralidad, y como puente entre ambos establece maravillosamente dos aspectos del hombre: la sonrisa y el don-gratitud:

Para tener lenguaje, y Aristóteles lo pone de manifiesto, hace falta tener una boca peculiar, una boca para poder articular de una determinada manera, hacen falta tener unos labios finos. Los belfos del animal le permiten resoplidos, los labios humanos como son finos sirven para emitir sonidos labiales que son los primeros, mamá, papá, y esto tiene que ver con la familia. Sin labios humanos eso no se puede hacer. Pero como los labios humanos son ligeros el esfuerzo de moverlos es pequeño y por eso el hombre puede sonreír y es además lo primero que hace un niño.

Un niño que no controla ningún movimiento, como decía un viejo general gallego que escribió un libro de discursos y entre ellos escribió una arenga a su nieto que estaba en la cuna y decía: cuando contemplo embelesado las mil y mil graciosas circunvoluciones que con tus bracitos infantiles describes en mil insospechadas direcciones…pues eso, porque el niño no tiene control de sus brazos. Pero lo primero que controla son los labios. La sonrisa de un niño pequeño es increíble. Abortar es matar una sonrisa. Permítanme esto que es más que retórica, es matar a un ser que puede sonreír. Eso que embelesaba al viejo general, los movimientos incontrolados de su nieto, pues a mí cuando me acerco a una cuna lo que me gusta es ver cómo sonríen, es algo asombroso.

Se podría hacer una metafísica de la sonrisa o una ontología de la sonrisa. A veces no sabe sonreír, pero es mala señal. El hombre de labios caído, el hombre encapotado como decía Santa Teresa, no sabe quien es, no sabe que es hombre. El hombre está hecho también para sonreír. En la sonrisa se expresan muchas cosas de una manera más o menos potencial; pero fenomenológicamente en la sonrisa está la gratitud, el reconocimiento placentero del otro, está la expresión de la felicidad interna.

No es casualidad que los otros animales no sonrían. Desde luego no pueden, ¿cómo va a sonreír una vaca? Todo eso, la gratitud, nos introduce en un tema que ya se descubre a través de la sonrisa: que el hombre es una persona, porque ¿qué es una persona? Un ser capaz de gracia. Gratitud y gracia están enteramente vinculados. Es un ser capaz de darse, de acogida.

El darse y la acogida son correlativos. La manera de dar más propiamente humana es acoger y el hombre puede acoger porque tiene una intimidad. Un ser con intimidad es un persona. Pero puede también lanzarse, destinarse, hacer que su aceptación de lo otro sea simplemente un alegrarse de que el otro exista. Me sonrío de que existas. El símbolo puro de la alegría es la sonrisa, por eso en las vírgenes del gótico, sobre todo del gótico francés y también del norte de España, aparece de vez en cuando una virgen sonriente. Es una sonrisa mucho más potente que la sonrisa que aparece en algunas esculturas preclásicas.

La aceptación tiene que ver con la paternidad y la con la maternidad. ¿Qué es un padre y una madre? Unos aceptadores. ¿Y cómo paga el hijo esa aceptación? Sonriendo. ¿Es un pago suficiente? Yo creo que sí. Hay una figura bíblica que ratifica esto. Isaac, el hijo de Sara que era estéril y a la que Dios en su ancianidad le dijo que tendría un hijo. Isaac significa sonrisa en hebreo. La alegría de la acogida y la de la destinación, la alegría del tener que ver con otro y actuar a favor de ese otro, eso son notas definitorias de la persona humana.

RIP, maestro. Cuenta con mis oraciones, gratitud y sonrisa.

6 comentarios

  
clara
Qué preciosa reflexión sobre la sonrisa! Dios le tenga consigo. Sonriendo eternamente.
11/02/13 12:01 AM
  
Ricardo de Argentina
Hay un lema muy conocido:"Sonríe, Dios te ama".
Que yo complementaría con este:"Porque Dios te ama, sonríes".
11/02/13 5:18 AM
  
Martin Ellingham
Su obra filosófica es interesante, sugerente en muchos puntos, lúcida; Polo no era un repetidor ni un simple vulgarizador de ideas ajenas (que los hay, y es también un noble oficio). Sin hacer comparaciones odiosas, me gusta más Millán Puelles.

11/02/13 11:04 AM
  
Juanjo Romero
clara, gracias, es así.

Ricardo, el tema del buen humor y la alegría (que no es falso optimismo, basta leer Job) es un tema a explorar.
11/02/13 11:39 AM
  
Juanjo Romero
Martin, eso es lo que me atrajo. No es un neotomista repetidor. En temas de antropología y en especial de gnoseología es un filósofo extraordinario.

11/02/13 11:40 AM
  
Griselda
"SONRIE,DIOS TE AMA.AMA,DIOS TE SONRIE'
24/01/16 3:05 AM

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