21.06.24

Ir creando núcleos mínimos

Por favor, que no me refiero a olvidarnos de nuestra pastoral de siempre. Pero no deja de darme vueltas en la cabeza la necesidad de ir creando en las parroquias núcleos mínimos, con una, dos, tres personas… Dios quiera que más, que de verdad deseen una vida cristiana más profunda y comprometida.

Grupúsculos de formación básica, arraigada y comprometida, enraizados en la oración y en la vida sacramental. Gente concienciada, generosa, que ofrezca por sus parroquias y por el mundo, más que actividades múltiples, su vida entera como ofrenda. Y mientras, haya grupo o no, el compromiso aparezca o no, los sacerdotes dando ejemplo de oración, entrega y fidelidad, aunque aparentemente no hagamos nada…

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18.06.24

La gestapo sinodal

Ya les he dicho, y me temo que seguiré en ello, que lo que la archidiócesis de Madrid ha enviado a la secretaría del Sínodo como respuesta a las grandes cuestiones sinodales es de lo más tremendo que uno ha visto en Madrid. Tremendo que se hagan pasar por iniciativas diocesanas lo que no son más que las elucubraciones del 0,026 % de los católicos de la archidiócesis, y tremendas las cosas que se piden y sugieren.

Puedo llegar a comprender que alguno de esos 856 participantes, sea cura, seglar, religioso o hare krishna, en un momento de especial euforia se lance a proponer cualquier ocurrencia por más disparatada que pudiera parecer. La que sea. Pero para eso está el moderador. Y si al moderador se le escapa, se supone que alguien ha recibido todas las respuestas y se ha encargado, solo o en compañía de otros, de redactar la síntesis. Entiendo que eso se le ha encomendado a persona sensata y de suficiente formación. Ignoro si antes de salir las respuestas de Madrid rumbo al sínodo han pasado algún filtro más. 

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17.06.24

El fracaso de la catequesis. Antes muertos que rectificar

No tenemos lo necesario para hacer un día una evaluación muy seria de la situación de la Iglesia católica en general y de las distintas diócesis, órdenes y congregaciones religiosas. Los números no es que sean preocupantes, es que son catastróficos. Invito a mirar datos de los últimos cincuenta años. Si nos atrevemos, claro está. 

Hablo de España. No es fácil. Si quieren conocer datos lo van a tener crudo. Se consiguen, pero con un trabajo ímprobo. Tampoco nos hacen falta, lo sabemos. Algunos a vuela pluma. Los jóvenes se declaran ateos o agnósticos en un porcentaje total que se acerca al 50 %. Las bodas católicas apenas llegan al 20 % del total y no se bautizan ni la mitad de los niños. En apenas cinco años los monasterios contemplativos pasaron de 801 a 725 y las comunidades de vida activa echan el cierre por días. Cualquiera lo descubre en su parroquia, como tanbién descubre que la formación cristiana más básica brilla por su ausencia. 

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16.06.24

Un fantasma en Piñuécar

Quizá lo más impotante que estoy descubriendo en mi vida de cura rural sea valorar mi sacerdocio por sí mismo. Me explico.

Cuando uno es párroco de parroquia grande, y sé muy bien lo que es eso, es fácil entender el sacerdocio desde todo lo que haces. Cómo no vas a experimentar el valor y la grandeza de tu sacerdocio cuando tienes delante cientos de personas en las misas dominicales, abundan los niños, te encuentras con los jóvenes, Cáritas funciona al máximo, viene gente a confesarse y cualquier iniciativa tiene su respuesta. Uno ve respuesta y eso siempre anima y congratula. 

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13.06.24

Madrid. Controlar y mandar en la sombra

Reconozco que estoy muy molesto con las aportaciones de Madrid al sínodo de la sinodalidad. Molesto porque no representan a nadie, y molesto porque lo que se aprecia en ellas es un deseo por parte de algunos de manejar y manipular todo bajo capa de una mayor comunión eclesial y apuesta decidida por la sinodalidad.

Gobernar con nombre, foto, luz y taquígrafos es muy duro, porque tu nombre aparece constantemente y te llevas algunas palmadas en la espalda y también criticas feroces. Que se lo digan al obispo, a los vicarios. Hay que hacerlo, es imprescindible, pero también ingrato en muchos momentos. Es mucho mejor el mangoneo desde el anonimato o, mejor aún, desde la autoproclamación del mayor deseo de servicio a la causa del papa, el bien de la archidiócesis y la apuesta por la sinodalidad y el espíritu del concilio.

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