29.09.06

Abogado tenemos

"Por consiguiente, tengo en mí esta ley, que, queriendo hacer el bien, es el mal el que se me apega; porque me deleito en la Ley de Dios, según el hombre interior; pero siento otra ley en mis miembros, que lucha contra la ley de mi razón y me encadena a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Desdichado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?"
Rom 7,21-24

"Hijitos míos, os escribo esto para que no pequéis. Si alguno peca, abogado tenemos ante el Padre, a Jesucristo, justo."
2ª Juan 1,1

Para muchos que están metidos de lleno en esa aventura maravillosa de buscar la santidad, sin la cual nadie verá a Dios (Heb 12,14), es muy típico caer en este círculo vicioso que voy a describir:


- reconciliación con Dios.

- momentos de fortaleza y euforia espiritual en los que comulgamos y oramos mucho y parece que vamos a ser completamente fieles a Dios por el resto de nuestra vida pues no hay tentación que pueda con nosotros en esa etapa.

- aparición de pequeñas brechas en esa fortaleza porque ya no oramos tanto y empezamos a no evitar la tentación en la necia creencia de que por nuestras propias fuerzas podremos no caer en ella.

- pecado.

- sensación de fracaso absoluto, humillación e incluso alejamiento continuado de Dios porque nos da vergüenza volver a Él ya que nos vemos indignos por ese pecado.

- concienciación de que sólo en Dios podremos encontrar el perdón y las fuerzas para volver a intentar vivir esa aventura de la santidad

- reconciliación con Dios.

No permanezcamos en el pecado; si caemos, busquemos la reconciliación por medio del sacramento de la confesión, el cual debemos de preparar a conciencia, evitando en todo momento que se convierta en algo rutinario. Si dejamos pasar el tiempo sin reconciliarnos con Dios, la situación empeorará a marchas forzadas y nuestros pecados serán cada vez más numerosos y peores.
Y una vez reconciliados con Dios, ayudados por su gracia debemos de poner todo lo que esté a nuestro alcance para que esas etapas de fortaleza espirituales se prolongen más en el tiempo. Estemos atentos a las primeras señales de debilidad, porque justo ahí es cuando más fácil nos será dominar nuestra tendencia al pecado. Creo que más santo es el cristiano que evita ponerse en situaciones de tentación que aquel que las vence, porque casi siempre una victoria concreta contra una tentación concreta es el preludio a una derrota que nos lleva a pecar. Por eso Cristo dijo que si algo nos era ocasión para pecar, deberíamos arrancarnos ese algo. Para algunos puede ser el no salir con determinado tipo de gente. Para otros puede ser no abrir una bebida alcohólica. Para otros no ver determinadas películas….. creo que todos sabemos qué es aquello que más fácilmente nos conduce al pecado. Pues bien, aprovechemos los momentos en que estamos muy a gustito con Dios para cortar todo lazo que nos una a esas futuras tentaciones.

Fácil no es. Pero Dios está en nosotros produciendo tanto el querer como el hacer (Flp 2,13).

El Señor nos guarde de todo mal.

Luis Fernando Pérez Bustamante

10 comentarios

  
José Luis
¡Bendito sea Dios por este nuevo artículo tan interesante que has escrito!

Verdaderamente las tentaciones son un incordio, una molestia, porque cuanto más deseamos estar con Cristo, el envidioso enemigo de las almas, intenta hacernos caer, pero debemos sujetarnos más a la oración del santo Rosario, una gran defensa contra el mal.

Las causas de nuestras caídas son distintas, cuando no vigilamos nuestros pensamientos, por algún descuido... y como bien has explicado con claridad.

También leer buenos libros, por ejemplo de San Alfonso María de Ligorio, para la salvación del alma, con toda seguridad es de gran ayuda para la perfección.

Fue un libro de este Santo doctor, que me ayudó a prepararme mejor para una buena confesión: «Para confesarse bien» (Apostolado Mariano. Sevilla)
29/09/06 9:16 AM
  
José Luis
De los escritos de San Francisco de Asís:

• La virtud ahuyenta el vicio

• Donde hay caridad y sabiduría
no hay temor ni ignorancia

• Donde hay paciencia y humildad,
no hay ira ni desasosiego.

• Donde hay pobreza con alegría
no hay codicia ni avaricia.

• Donde hay quietud y meditación,
no hay preocupación ni disipación.

• Donde hay temor de Dios que guarda la entrada (cf. Lc 11, 21)
no hay enemigo que tenga modo de entrar en la casa.

• Donde hay misericordia y discreción,
no hay superficialidad ni endurecimiento.

(San Francisco de Asís, Escritos - biografías - Documentos de la época, «Avisos espirituales», 27, página 84-85. BAC. Madrid. 1980)
29/09/06 9:54 AM
  
Luis Fernando
Dice la Escritura:
1Co 10,12-13 Así, pues, el que cree estar en pie, mire no caiga; no os ha sobrevenido tentación que no fuera humana, y fiel es Dios, que no permitirá que seáis tentados sobre vuestras fuerzas, antes dispondrá con la tentación el éxito, dándoos el poder de resistirla.


No hay excusa para pecar pues Dios nos ayuda a no hacerlo. Pero para que esa ayuda sea efectiva, debemos estar en comunión con Él. Por eso el mismo pecado que nos aleja de Dios es fuente de más pecados ya que lejos de Él no tenemos la ayuda para no seguir pecando. Es FUNDAMENTAL recuperar la sanísima costumbre de la confesión frecuente. No hay mejor "máquina" de santidad que un confesionario atentido por un buen sacerdote
29/09/06 9:56 AM
  
Javier
Ufff., qué espiritualidad más facha tienes, Luis Fernando.

Je, je, je. Enhorabuena. Buen artículo.
29/09/06 10:20 AM
  
Eduardo
Escribiò santa Teresa de Avila: "Antes me cansè yo de ofenderLe que El de perdonarme". No nos cansemos de pedir perdòn a quien no se cansa de perdonar.
29/09/06 12:45 PM
  
José Luis
• «Yo no sé como no he muerto cuando he visto el mal que encierra el más ligero pecado por leve que sea» (Santa Catalina de Génova).

El pecado por muy ligero que sea, provoca un gran daño al alma. Es un verdadero horror cuando se pierde la gravedad del sentido del pecado, pues cuantas almas desgraciadas están alegres en medio de sus pecados mortales, e intentan justificarse en esa su oscuridad.
30/09/06 9:46 AM
  
José Luis
Catecismo de la Iglesia Católica:

• 1458 Sin ser estrictamente necesaria, la confesión de los pecados veniales, sin embargo, SE RECOMIENDA VIVAMENTE POR LA IGLESIA (cf Cc. de Trento: DS 1680; CIC 988,2). En efecto, la confesión habitual de los pecados veniales ayuda a formar la conciencia, a luchar contra las malas inclinaciones, a dejarse curar por Cristo, a progresar en la vida del Espíritu. Cuando se recibe con frecuencia, mediante este sacramento, el don de la misericordia del Padre, el creyente se ve impulsado a ser él también misericordioso (cf Lc 6,36)
30/09/06 9:53 AM
  
nachet
No he podido evitar, amigo Luis Fernando, al leer tu artículo de hoy, una pequeña sonrisa, al verme reflejado tan exactamente.
En ocasiones parece que lograr vencer una tentación nos llena de un pecado (la soberbia) que nos hace creer que podemos exponernos a todas las tentaciones sin temor a caer en pecado. naturalmente luego viene el castañazo y el sentirse como un trapo y avergonzado de presentarse a Dios así. Nos sentimos como el acreedor de la parábola: "yo, que no perdono a los demás fallos mínimos ¿con que cara me presento ante el Señor (una vez más), confesando pecados (otra vez los mismos) mucho mayores?"
Como bien dices, también es muy importante un sacerdote que escuche la confesión, que analice verdaderamente tus faltas, sin que parezca un funcionario que suelta el mismo rollo a todos, y que te oriente con rectitud, no como algunos espantosos que yo he conocido que parecen justificar pecados en vez de ayudar a combatirlos.
Gracias otra vez, Luis.
30/09/06 12:04 PM
  
juvenal
El problema es que, al menos donde yo vivo, los sacerdotes tienen muy descuidado este sacramento, y apenas se sientan en el confesionario, fuerzan al feligrés a hacer el esfuerzo añadido de tener que ir en su busca para que acceda a confesarte, y eso si tiene disponibilidad de tiempo.

Yo creo que urge que los sacerdotes, sobre todos diocesanos, tomen conciencia de la importancia del sacramento de la reconciliación.
30/09/06 3:56 PM
  
Luis Fernando
Supongo que ya no se puede arreglar el problema de los malos confesores. Pero sí se puede formar adecuadamente a los seminaristas para que salgan preparados para confesar como Dios manda. Tras la misa no creo que haya algo tan importante en la tarea de un cura como administrar adecuadamente el sacramento de la penitencia.
Sacerdotes como el Santo Cura D´Ars o San Pío Pietralcina han sido una bendición del cielo para la Iglesia.
30/09/06 4:14 PM

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27.09.06

Un Blogger Eminentísimo, Cardenal Seán


"Ved con qué grandes letras os escribo de mi propia mano."
Gal 6,11

¿Puede el lector imaginarse qué herramienta de evangelización sería Internet en manos de San Pedro, San Pablo o cualquiera de los apóstoles? ¿cuántos no nos iríamos a la cama sin antes echar un vistazo al blog de San Lucas, contándonos los viajes del apóstol de los gentiles o el blog de San Marcos refiriéndonos la predicación de San Pedro en Roma?
Pues a falta de apóstoles, bienvenidos sean al mundo de los blogs sus sucesores. El Cardenal Arzobispo de Boston, el Emmo. y Rvdmo. Sr. Seán Patrick Cardinal O'Malley, O.F.M. Cap, acaba de estrenar su propio blog.

Ya nuestro recordado y venerado Papa santo, Juan Pablo II Magno, pudo comprobar las posibilidades de la comunicación por la red al utilizar un ordenador para enviar un mensaje especial a los obispos vía Internet, durante una audiencia en noviembre de 2001. Y es que los pastores de la Iglesia Católica, verdadera experta en inculturización en toda civilización donde se ha hecho presente, no podían por menos que plantar sus reales en la red de redes. Y si lo pueden hacer a través del fenómeno de los blogs, aunténtica revolución dentro del hasta hace menos de 20 años desconocido mundo del cyber-espacio, mejor que mejor. Por ello debemos felicitar al Cardenal Sean por dar este paso.

El Cardenal de Boston no sólo ha abierto un camino que esperemos que sea transitado por otros obispos y cardenales. Es que además lo está haciendo muy bien. Todos aquellos que sepan leer el inglés deberían visitar su blog para comprobar por sí mismos la veracidad de mi afirmación. A quienes no dominan el idioma de Shakespeare, baste que sepan que los comentarios (sí, sí, encima admite comentarios) de los lectores de la web del Cardenal capuchino muestran un entusiasmo considerable por la facilidad de palabra de Monseñor Sean, que está de viaje por Roma y por los lugares cercanos a donde pasó la mayor parte de su vida ese gran hombre de Dios, San Pío Pietralcina.

He de confesar que me ha resultado graciosísimo ver la foto del Cardenal en un quiosco romano comprando, según él afirma, The International Herald, el 30 Giorni y, para pasmo de Jiménez Losantos y jolgorio de Zarzalejos, el ABC de Madrid.

Anécdotas aparte, lo cierto es que los blogs pueden convertirse en una buena herramienta de acción pastoral para los obispos. Les permite llegar a sus diocesanos, y a cualquier internauta, de forma más asidua, y barata, que a través de las hojas diocesanas. Es una forma también de hacer oir su voz sobre prácticamente cualquier tema de actualidad local, nacional o mundial que surja y que requiera un comentario autorizado de los prelados. Y no me cabe la menor duda de que la prensa especializada vería con buenos ojos la proliferación de blogs episcopales.

Luis Fernando Pérez Bustamante

9 comentarios

  
Guillermo Juan Morado
Interesante y hasta divertido artículo.
28/09/06 12:31 AM
  
José Luis
Podría ser que el periódico que compraría sería para hacer un recado. Pues conocí yo también a un franciscano de mucha piedad, muy espiritual, que también por encargo compraba el periódico, por Santa Obediencia, pues a él no le interesaba para nada las noticias del mundo.

Aquel amigo mío, el franciscano, nada quería fuera de Cristo Jesús. Y por obendiencia, le enviaron a otra misión, y si ha muerto, posiblemente con olor de santidad, y ahora estará en el cielo eternamente, pues se lo merecía.
28/09/06 9:35 AM
  
Luis Fernando
José Luis, un Cardenal arzobispo de una gran dióceis tiene que interesarse por las noticias de todo el mundo. No está metido en un monasterio de clausura sino pastoreando muchas ovejas.

Yo me reí no tanto porque comprar un periódico sino porque ese fuera precisamente el Abc, dada la actual pelea entre las "estrellas" de la Cope y el director del periódico madrileño
28/09/06 12:12 PM
  
José Luis
Tienes razón, Luis Fernando, un Cardenal tiene más responsabilidad que un humilde Guardián de Convento.

De todas formas, creo que el Emmo. y Rvdmo. Sr. Seán Patrick Cardinal O'Malley es un alma santa, llena de Dios. Pues con el tiempo se mostrará diversos hechos que actualmente no es conocido por el mundo.

Por otra parte, el asunto de Losantos, he leído que es agnóstico. He dejado de escuchar la Cope por la poca seriedad que tienen algunos de sus trabajadores... Actualmente no pongo ninguna emisora.
28/09/06 3:06 PM
  
José Luis
o decirlo así:

--no escucho ninguna emisora de radio--
28/09/06 3:09 PM
  
El pescador
Realmente no nos hemos dado cuenta todavía de las posibilidades que para la evangelización y la pastoral tienen los blogs o bitácoras. ¡Ojalá imitemos al Card. O'Malley en proclamar el evangelio en estos nuevos areópagos cibernéticos!
www.my.opera.com/eltestamentodelpescador
www.eltestamentodelpescador.blogspot.com
02/10/06 1:26 PM
  
Javier_Collado
Gracias Luis Fernando por descubrirnos este blog, la verdad que sorprende la frescura de este hombre, el cardenal Sean, esto me hace pensar, ¿se imaginan si los párrocos y obispos, colgasen sus homilías y admitiesen comentarios?, ya el Papa Magno, Juan Pablo II, llamó a que nuestra voz resonase en los modernos aereópagos, creo que muchos deberían aprender del cardenal Sean
02/10/06 8:14 PM
  
Luis Fernando
Yo sí me lo imagino. De hecho, ya he pedido a algún obispo español que siga los pasos del cardenal norteamericano
02/10/06 10:53 PM
  
Luis Fernando
Ha salido un artículo en La Razón sobre el blog del cardenal:
http://www.larazon.es/noticias/noti_rel10620.htm
08/10/06 10:25 AM

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26.09.06

Milingo excomulgado


"Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio."
Tito 3,10-11

Milingo lo ha conseguido. Ya está excomulgado. Ya tiene de nuevo su breve momento de "gloria" en los medios de comunicación de todo el mundo. Ya vuelve a ser motivo de escándalo y rechifla general. Esta vez no eligió unirse a una secta. Ha preferido usar la oposición al celibato obligatorio como excusa para exhibirse cual payaso de feria.

Roma no ha tenido más opción que excomulgarle. Monseñor Milingo será todo lo peculiar que se quiera, pero es arzobispo. Y un arzobispo alocado puede montar un cirio de impresión si no se le paran los pies. Por eso no se podía mirar a otro lado. En la nota de prensa que ha emitido el Vaticano se afirma que "la Iglesia no reconoce y no pretende reconocer en el futuro estas ordenaciones ni ninguna de las ordenaciones que de ellas se deriven, y considera que el estado canónico de los cuatro presuntos obispos es el mismo en el que se encontraban antes de la ordenación". En otras palabras, no sólo no se reconoce la licitud de las ordenaciones realizadas por Milingo sino que se niega su validez. Lo más probable es que Roma considere que el africano tiene el juicio trastornado y por tanto el sacramento de la ordenación no ha tenido lugar. Mejor así porque, salvando las evidentes distancias, de lo contrario tendríamos un nuevo Lefebvre y un nuevo lefebvrismo en ciernes. Pero no, no es ese el caso. El cisma lefebvrista fue mucho más serio, y por eso peligroso, debido a la indudable categoría teológica y humana de su muñidor. El cisma milinguista no pasaría nunca de ser una parodia absurda al estilo de la del Palmar de Troya.

Toda excomunión es una herida en la Iglesia. Nadie debe alegrarse de que nuestros pastores tengan que tomar una medida que, no lo olvidemos, no busca el castigo por el castigo. Cuando se excomulga a alguien se pretende abrirle los ojos a la gravedad de sus acciones para que quizás así tenga la oportunidad de arrepentirse y volver al buen camino. Eso fue lo que ocurrió con aquel cristiano de Corinto que se acostaba con la mujer de su padre y que tras ser excomulgado en unos términos de una dureza inusitada (1ª Cor 5,1-5), se arrepintió y fue readmitido en la comunión eclesial (2ª Cor 2,5-8). Dados los antecedentes milinguistas mucho me temo que eso no ocurrirá pero torres más altas han caído.

Sería lógico que los partidarios de la abolición del celibato obligatorio para el clero de rito latino no aprovechen la ocasión para dar la matraca con sus conocidos argumentos. Valerse de un arzobispo "tocado del ala" para apoyar una causa no me parece muy sensato. Pero como no es lógico ni sensato, seguró que aparecerán los de siempre a hacer sonar sus flautas "made in progrelín" en sus tribunas mediáticas de toda la vida. Saben que los niños que escuchan sus melodías ya peinan canas, pero ¿acaso saben hacer otra cosa?

Luis Fernando Pérez Bustamante

35 comentarios

  
Guillermo Juan Morado
Bueno, estrictamente no ha sido excomulgado por una decisión puntual, de ahora, de la autoridad de la Iglesia, sino que ha quedado automáticamente excomulgado por ordenar obispos sin mandato pontificio. La Santa Sede ha declarado esta excomunión.
27/09/06 1:00 AM
  
Luis Fernando
Sí, salvando las distancias es como el que que practica un aborto: es excomulgado inmediatamente.
Milingo estaría excomulgado aunque Roma no hubiera sacado esa nota
27/09/06 1:04 AM
  
Pedrete Homercete
Yo estoy a favor del celibato opcional, y apoyo a MOCEOP. En Polonia el 62% de los sacerdotes creen que el celibato deberia ser opcional. No comparto lo que a hecho Milingo, a convertido una causa noble y respetable en un circo y lo que es peor aun no a respetado al Papa ni a los catolicos.
27/09/06 1:19 AM
  
Luis Fernando
Mira que me extraña que en Polonia, precisamente en Polonia, todos esos curas quieran el celibato opcional.
En cualquier caso, me alegro de que opines que lo de Milingo no ayuda a esa causa
27/09/06 1:43 AM
  
Lobetum
... impunidad con que se puede transgredir en Expaña el artículo 525 del Código Penal cuando la transgresión no se dirige a colectivos musulmanes o a los paradigmas de "lo correcto" .

Bastantes nos preguntamos además quién está subvencionando esa muestra de lo que hoy pasa por "Cultura". El panorama es solanesco . De aquel Solana que pintó la España negra, no del Luis Solana que (al hilo del acuerdo de financiación) habla de religiones respetables como si al menos una no lo fuera.

Y algunos lamentamos la falta de reacción del colectivo ofendido. Los cabreos individuales sin aglutinar no pasan del propio hígado. Sin justificar algunos de sus medios, qué lección nos da el Islam.
27/09/06 4:58 AM
  
Lobetum
Leyendo "El escritor en el tejado" www.larueca.blogspot.com --muy recomendable-- me entero de la existencia de una panda de tarados resentidos inadaptados y cobardes que no tienen otra cosa que hacer que pretender ir de transgresores por la vida insultando a los que saben que no les van a hacer nada. Todo muy giliprogre: caña a los cristianos que con los musulmanes no se juega.

Aún a riesgo de promocionar a la escoria que dice ser colectivo homosexual y se autodenomina 'tranzmarikabollo', el motivo de mi indignación es su cartel de un presunto 'festival de video' para la semana pasada en Barcelona: El rostro de Jesús coronado a modo de potencias por un rosario de penes… (perdón: vomito y vuelvo).

Le ahorro y me ahorro más descripción… Junto al flaco favor que le hacen a los homosexuales --comunidad que presuntamente defienden--, muestran la impunidad con que se puede transgredir en Expaña el artículo 525 del Código Penal cuando la transgresión no se dirig...
27/09/06 4:58 AM
  
Luis Fernando
Ya conocía esa noticia de esa gente deleznable aunque no tiene mucho que ver con el tema de Milingo.
27/09/06 7:36 AM
  
José Luis
Digno de compasión es el pobre Milingo, pensando que la felicidad la iba a encontrar en un amor carnal, renunciando al amor espiritual, engañado por el demonio, que le ha llevado a tal extremo.

Ojalá hubiera tenido en cuenta lo que dice Cristo: «Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» (Mt 26, 41), «...era preciso orar siempre y sin desfallecer...» (Lc 18, 1-14), si no oramos, caemos en el pecado.

Y es imposible encontrar la felicidad en la propia voluntad. Milingo, debía haberse dedicado más tiempo a la vida de oración, incluso a un retiro definitivo, para que el Espíritu Santo le asistiese y protegiese contra el tentador.

Necesitamos de la oración con más importancia que el mismo aire que respiramos. La oración sincera nos lleva a la vida, nunca nos apartará del camino de la salvación eterna.
27/09/06 10:07 AM
  
uribarri
Luis fernando, por fin encuentro tu blog (enhorabuena)

te iré siguiendo.

Sobre milingo déjame que no esté de acuerdo en que esto será una parodia. Me temo que por su temática (matrimonio de los sacerdotes) será apoyado por los mass media, los sectores progresistas de la iglesia, otras confesiones cristianas y la masoneria.

Intuyo que serán peor que Lefebvre, porque él se separó, pero éste dirá que son la verdadera Iglesia católica, y hará una fuerte campaña (animado por los anteriores) que pondrá en solfa a muchos curas y obispos.

Se avecina una de las peores pesadillas para el auténtico magisterio de la Iglesia. Y veremos sino la causa de su mayor cisma.
27/09/06 10:10 AM
  
nachet
También habría que distinguir claramente entre lo que es la ordenación de casados, que la autoriza la Iglesia católica en sus ramas orientales (cerrando el acceso a la dignidad episcopal), y el matrimonio de sacerdotes, que me parece inaceptable en cualquier caso.
27/09/06 10:17 AM
  
José Luis
Cristo no da opción según leemos en sus enseñanzas.

En cuando un llamado se consagra al sacerdocio, le dice sí a Él, pero luego le dice no, está traicionando a Cristo. La vocación sacerdotal y a la vida religiosa consagrada, es asunto de Dios, no de este mundo.

Los que dicen que el sacerdote tenía que casarse, es que no conocen a Cristo, ni tienen interés por leer el Nuevo Testamento, pues el pensamiento de Cristo no es el terreno ni carnal, sino espiritual. Somos nosotros los que debemos sujetarnos al pensamiento de Cristo y con el mismo sentir de la Iglesia Católica.

Tenemos que aceptar el Magisterio de la Iglesia Católica, es cuando Dios está en nuestra propia vida. Quien no acepta su Magisterio tampoco no acepta a Dios, aunque se imagine que sí.
27/09/06 10:18 AM
  
Luis Fernando
José Luis, estoy de acuerdo que lo mejor para Milingo habría sido un retiro más o menos definitivo. Pero él siempre ha sido protagonista, así que la sensatez tras su primera defección de la Iglesia ha durado menos de lo deseable.

Uribarri, gracias por tu enhorabuena. Sólo faltaba que Milingo se convirtiera en el líder de algo. Su paso por la secta Moon creo que le ha desacreditado totalmente así que si alguien le usa como punta de lanza, es que tiene que estar muy desesperado. De todas formas, estaremos atentos a lo que ocurra en los próximos meses. El hecho de que Roma no reconozca validez alguna a sus ordenaciones impedirá que su cisma tenga la misma consideración canónica que el cisma lefebvrista, cuyos obispos sí tienen la sucesión apostólica.
27/09/06 10:19 AM
  
Luis Fernando
Nachet, de acuerdo. No es lo mismo que se ordene a casados a que se case a ordenados. Sobre todo porque en el caso de estos se ha producido un quebrantamiento de una promesa que se realizó libremente.
27/09/06 10:52 AM
  
Juanmanuelo
Para que una consagración episcopal sea válida (independientemente del mandato pontificio, que ese es otro asunto) tienen que concurrir los elementos que concurren en todos los sacramentos, es decir: materia y forma, o lo que es lo mismo fórmula válida e intención "de hacer lo que la Iglesia hace". Si la fórmula sacramental utilizada es incorrecta el sacramento es inválido y si la intención es distinta a hacer "lo que hace la Iglesia" es inválido también. León XIII, por ejemplo, afirmó en la encíclica "Apostolicae Curae" que las ordenaciones y consagraciones episcopales realizadas según el antiguo rito anglicano eran inválidas, debido al defecto de la forma utilizada y por la carencia de la necesaria intención de parte de los ministros. Es muy probable que en el caso del arzobispo Milingo hayan concurrido las dos cosas, no sólo la falta de intención que parece evidente a la luz de lo que conocemos, sino incluso algún defecto formal, por lo que la consagración es inválida de pleno derec...
30/09/06 12:30 AM
  
Luis Fernando
Gracias, Juanmanuelo.
Si sabes dónde está en español esa encílica, te agradecería que pusieras el enlace
30/09/06 12:33 AM
  
Juanmanuelo
Perdón Luis Fernando, no es encíclica sino carta apostólica. No he encontrado por Internet el texto completo, sino solo algún fragmento, el mismo que recoje el Denzinger, en sus números 1963 a 1966 que es de donde yo lo he leído. Ahí está lo que es sustancial respecto a las ordenaciones anglicanas. En esta dirección está lo mismo que en el Denzinger:


30/09/06 12:37 PM
  
Juanmanuelo
Nada, que no me deja poner el enlace. Bueno, el texto es este:

LEÓN XIII
Sobre las ordenaciones anglicanas
13 de septiembre de 1896

En el rito de realizar y administrar cualquier sacramento, con razón se distingue entre la parte ceremonial y la parte esencial, que suele llamarse materia y forma. Y todos saben que los sacramentos de la nueva Ley, como signos que son sensibles y que producen la gracia invisible, deben lo mismo significar la gracia que producen, que producir la que significan [v. 695 y 849]. Esta significación, si bien debe darse en todo el rito esencial, es decir, en la materia y la forma, pertenece, sin embargo, principalmente a la forma, como quiera que la materia es por sí misma parte no determinada, que es determinada por aquélla. Y esto aparece más manifiesto en el sacramento del orden, cuya materia de conferirlo, en cuanto aquí hay que considerarla, es la imposición de las manos, la que ciertamente por sí misma nada determ...
30/09/06 12:45 PM
  
Juanmanuelo
SIGUE: nada determinado significa y lo mismo se usa para ciertos órdenes que para la confirmación.
Ahora bien, las palabras que hasta época reciente han sido corrientemente tenidas por los anglicanos como forma propia de la ordenación presbiteral, a saber: Recibe el Espíritu Santo, en manera alguna significan definidamente el orden del sacerdocio o su gracia o potestad, que principalmente es la potestad de consagrar y ofrecer el verdadero cuerpo y sangre del Señor en aquel sacrificio, que no es mera conmemoración del sacrificio cumplido en la cruz [v. 950]. Semejante forma se aumentó después con las palabras: para el oficio y obra del presbítero; pero esto más bien convence que los anglicanos mismos vieron que aquella primera forma era defectuosa e impropia. Mas esa misma añadidura, si acaso hubiera podido dar a la forma su legítima significación, fue introducida demasiado tarde, pasado ya un siglo después de aceptarse el Ordinal Eduardiano, cuando, consiguientemente, extin...
30/09/06 12:46 PM
  
Juanmanuelo
SIGUE: nada determinado significa y lo mismo se usa para ciertos órdenes que para la confirmación.
Ahora bien, las palabras que hasta época reciente han sido corrientemente tenidas por los anglicanos como forma propia de la ordenación presbiteral, a saber: Recibe el Espíritu Santo, en manera alguna significan definidamente el orden del sacerdocio o su gracia o potestad, que principalmente es la potestad de consagrar y ofrecer el verdadero cuerpo y sangre del Señor en aquel sacrificio, que no es mera conmemoración del sacrificio cumplido en la cruz [v. 950]. Semejante forma se aumentó después con las palabras: para el oficio y obra del presbítero; pero esto más bien convence que los anglicanos mismos vieron que aquella primera forma era defectuosa e impropia. Mas esa misma añadidura, si acaso hubiera podido dar a la forma su legítima significación, fue introducida demasiado tarde, pasado ya un siglo después de aceptarse el Ordinal Eduardiano, cuando, consiguientemente, extin...
30/09/06 12:48 PM
  
Juanmanuelo
(SIGUE) consiguientemente, extinguida la jerarquía, no había ya potestad alguna de ordenar.

Lo mismo hay que decir de la ordenación episcopal. Porque a la fórmula: Recibe el Espíritu Santo, no sólo se añadieron más tarde las palabras: para el oficio y obra del obispo, sino que de ellas hay que juzgar, como en seguida diremos, de modo distinto que en el rito católico. Ni vale para nada invocar la oración de la prefación Omnipotens Deus, como quiera que también en ella se han cercenado las palabras que declaran el sumo sacerdocio. A la verdad, nada tiene que ver aquí averiguar si el episcopado es complemento del sacerdocio o un orden distinto de éste; o si conferido; como dicen, per saltum, es decir, a un hombre que no es sacerdote, produce su efecto o no. Pero de lo que no cabe duda es que él, por institución de Cristo, pertenece con absoluta verdad al sacramento del orden y es el sacerdocio de más alto grado, el que efectivamente tanto por voz de los Santos Padres, c...
30/09/06 12:51 PM
  
Juanmanuelo
(SIGUE) Padres, como por nuestra costumbre ritual, es llamado sumo sacerdote, suma del sagrado ministerio. De ahí resulta que, al ser totalmente arrojado del rito anglicano el sacramento del orden y el verdadero sacerdocio de Cristo, y, por tanto, en la consagración episcopal del mismo rito, no conferirse en modo alguno el sacerdocio, en modo alguno, igualmente, puede de verdad y de derecho conferirse el episcopado; tanto más cuanto que entre los primeros oficios del episcopado está el de ordenar ministros para la Santa Eucaristía y sacrificio...

Con este íntimo defecto de forma está unida la falta de intención, que se requiere igualmente de necesidad para que haya sacramento... Así, pues, asintiendo de todo punto a todos los decretos de los Pontífices predecesores nuestros sobre esta misma materia, confirmándolos plenísimamente y como renovándolos por nuestra autoridad, por propia iniciativa y a ciencia cierta, pronunciamos y declaramos que las ordenaciones hechas en...
30/09/06 12:53 PM
  
Juanmanuelo
(ÚLTIMA) en rito anglicano han sido y son absolutamente inválidas y totalmente nulas...
30/09/06 12:54 PM
  
Luis Fernando
Gracias de nuevo, Juanmanuelo
30/09/06 4:16 PM
  
antonio
¿Alguien sabe de la validez de la ordenaciones del Monseñor Pierre Martino Ngo dinh Thuc excomulgado casi identicamente como Milingo?
01/10/06 12:43 PM
  
Juanmanuelo
A ver, es un poco complicado, pero intentaré explicarlo. De Monseñor Thuc hay que diferenciar dos tipos de consagraciones. Las que hizo en el Palmar de Troya y las que hizo a posteriori. De las del Palmar de Troya parece que no hay dudas sobre su invalidez, pues al parecer tuvieron claros defectos formales, amén de que Monseñor Thuc se retractó de ellas declarándolas inválidas al poco tiempo, ya que, cuentan, fue seducido aprovechando una situación personal comlicada. Otro asunto es el de las ordenaciones que hizo después, cuando se autoconvenció de que la Sede de Pedro estaba vacante, es decir, que no había un Papa legítimo en el Vaticano.

Hay que aclarar que la excomunión "latae sententiae" (es decir, existente sin necesidad de ser declarada por la Santa Sede) tanto en el caso del arzobispo Milingo como en otros casos viene del hecho de consagrar obispos sin mandato pontificio, según explicita el Canon 1382. Pero puede darse el caso de que, siendo ilícitas e incurriendo...
02/10/06 12:36 AM
  
Juanmanuelo
siendo ilícitas e incurriendo en excomunión el obispo y los consagrados, esta consagración sea válida, si concurren los elementos que antes mencioné: materia y forma.

Este podría ser el caso de Monseñor Thuc en sus ordenaciones posteriores. A pesar de su error respecto a la ocupación de la Sede de Pedro,pudo ordenar válida (aunque ilícitamente) obispos. Algunas iglesias cismáticas orientales, por ejemplo, aún con sus errores doctrinales respecto al primado romano u otros asuntos, mantienen la sucesión apostólica. En un caso similar, para que nos entendamos, estarían las consagraciones Monseñor Thuc y los obispos que han venido en denominarse "sedevacantistas".

No sé si lo he aclarado o lo he liado un poco más. Saludos.
02/10/06 12:38 AM
  
Luis Fernando
Lo has aclarado perfectamente. Precisamente la diferencia entre ilicitud e invalidez es lo que puede marcar la gravedad de un cisma. Los obispos ordenados por Lefebvre son verdaderos obispos. Los de Milingo no.
02/10/06 6:08 PM
  
pio
juanmanuelo me alegro de haber leído tus citas.La carta de León XIII declaró inválidas las ordenaciones anglicanas (al recés que las orientales). Así que los obispos anglicanos serían simples laicos. Pero creo que tb es oportunpo citar la Constitución Apostólica de S.S.Pío XII de 30 de Nov. de 1947 (3857-3860 Denzinger-Hünermann, ed.2002 latino castellana) que reune las condiciones de infalibilidad (en sus expresiones como se lee en 3859 Dz.), Sacramentum Ordinis, donde establece las condiciones para la validez y la forma que alterada la excluye. Tengo un problema y es que los sedevacantistas excluyen la validez de las ordenaciones católicas desde la reforma de Pablo VI que contradice al magisterio de Pío XII. Todo esta perfdectamente expicado en la página web Rore Santifica en francés. Yo soy incapaz de responder a sus argumentos.
Lo que es cierto es que laq fórmula actual de consagración de obispos contradice al magistgerio infalible (3859) de Pío XII. La promulgó Pablo...
29/10/06 8:16 PM
  
pio
sigue:
la promulgó Pablo VI, siendo sus autores Lecuyeur y Bugnini, con partícipes anglicanos (¿Pretendían dar una estocada a la carta de León XIII?). Lo cierto es que más tarde los Papas han recibido al Primado Anglicano dándole un trato de hermano en el obispado.
Yo nos soy un provocador sino busco sinceramente que alguien más capacitado que yo me dé argumentos que refuten a los supuestamente irrefutables del grupo Rore Santifica. Si ellos tuvieran razón los únicos que disfrutarían de la sucesión apostólica serían los obispos de Lefebvre, el cual se acomodó al magistgerio de Pío XII.Las consecuencias de esta doctrina serían monumentales.
29/10/06 8:22 PM
  
pio
sigue: la palabra santifica es sanctifica (omití la c por error). La forma de la consgración episcopal dice:"Comple in sacerdoteministerii tuisummam, et ornamentis totius glorificationis instructum caelestis unguentirore sanctifica" (que son las palabras esenciales y por tanto requeridas para la validez como expresamente dice la Constitución Apostólica "Sacramentum Ordinis". Más alla de lo acertado de largumentación, a mi no me cabe en la cabeza que el Papa Pablo VI haya promulgado una nueva fórmula que si sem acerca a la fórmula anglicana contradice el magisterio de León XIII y Pío XII.
Perdonen si a alguien he provocado. Mi intención era completar lo que dice Juanmanuelo y que a mi modo de ver está incompleto.
29/10/06 8:42 PM
  
pio
sigue:
Las dos cartas de León XIII son "Apostolicae curae et caritatis" (13-Sep-1896) y "Religioni apud anglos"(5 de Nov.de 1896).Con ellas se pretendió zanjar las opiniones a favor de la validez que se habían sostenido, aunque la Iglesia siempre había exigido la repetición de la ordenación en los convertidos y además "no condicionalmente" (referenncias en Denziger-Hünermann, 3315 sq.)
29/10/06 9:05 PM
  
pio
copio:

Comparaison des rites de consécration épiscopale
• Le rite de Paul VI est en rupture totale avec le rite traditionnel
• La forme du sacrement désignée infailliblement par Pie XII a été
remplacée par les « paroles essentielles » de Paul VI
• Aucune ressemblance entre la forme traditionnelle et les « paroles
essentielles » de Paul VI
• Les « paroles essentielles » de Paul VI sont une copie quasi
conforme des paroles du rite anglican
29/10/06 9:27 PM
  
Luis Fernando
Yo creo que la cosa es bastante más sencilla que todo esto:
Un Papa tiene autoridad sobre la forma de los sacramentos. Pablo VI es tan Papa como lo fue Pío XII o todos los Papas anteriores.
Quien rechaza a Pablo VI, rechaza a los Papas anteriores aunque quiera basarse en aquellos para negar a éste.
Así de simple
29/10/06 11:22 PM
  
pio
Luis Fernando: La cosa no es tan sencilla como tú dices. No puedes aducir o iventar razones que ningún teólogo sustentaría, tanto del pasado como de ahora. Un papa no tiene poder sobre la forma (en sus aspectos esenciales, o sea sobre la sustancia de los sacramentos). Lo deja bien claro Pío XII en "Sacramentum Ordinis" retomando la doctrina de Trento. "La Iglesia no tiene poder sobre la sustancia de los sacramentos..sobre lo que El mismo ha establecido como signo sacramental.." Ya antes lo había establecido Pio X en "Ex quo nono". Si niegas el magisterio de Trento, Pío XII y Pío X , tambien niegas a Pablo VI. Si éste ha alterado esencialmente (yo no lo digo) la forma del Sacramento del Orden, se ha excedido en sus facultades sin que esto quiera decir que haya que negarlo como Papa.
01/11/06 3:12 PM
  
Luis Fernando
Una cosa es la forma y otra la substancia de los sacramentos.
La primera ha variado bastante a lo largo de la Historia. La segunda nunca.
Lo de Pablo VI fue una variación en la forma del sacramento del orden, no en su substancia.

Y ante la duda de que hubiera un cambio en la substancia, era precisamente él, como Papa, quien tenía autoridad para discernir el tema, así que ni cabía ni cabe apelación a nada ni nadie sobre dicho asunto.
01/11/06 6:28 PM

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25.09.06

¿Sólo nos sobra un 0,7%?


"Alzando la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: `De verdad que os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque estos han echado como donativo lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir´"
(Lucas 21,1-4)

"Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado"
(1ª Cor 16,2)

Acabamos de asistir en España al acuerdo entre el Gobierno y la Iglesia Católica sobre la financiación de esta última. Todo aquel español que así lo desee podrá marcar una casilla a favor de la Iglesia en su declaración de la renta. En eso no hay cambio. Sí lo hay en la cantidad que dicha opción destinará a las arcas católicas: un 0,7%, en vez del 0,52% anterior. A cambio, el Estado dejará de aportar el complemento presupuestario que venía concediendo hasta ahora para cubrir las necesidades económicas de la Iglesia. El acuerdo parece satisfactorio para ambas partes. Bien está, pues.

Decía San Cipriano de Cartago que no puede tener a Dios por Padre quien no tiene a la Iglesia por madre (De cathol. Ecc. Unitate, 6). Dice el sentido común que un buen hijo no puede permitir que su madre padezca necesidad. Si queremos ser buenos hijos de Dios y buenos hijos de nuestra Mater et Magistra es nuestro deber contribuir con lo necesario para el sostenimiento de aquella en quien nacimos a la fe, de quien es columna y sosten de la verdad que nos hace libres. Y un buen hijo no se conformaría con dar a su madre de las migajas que le sobran. ¿Qué es un 0,7% de nuestros impuestos? Prácticamente nada. ¿Qué son esa monedas que se echan cada domingo en el cepillo porque molestan en los bolsillos o porque así se pretende calmar la conciencia? Prácticamente nada. ¿Qué son esos pocos billetes donados por católicos cuyas cuentas bancarias tienen muchos ceros? Menos aún.

Por supuesto que hay monedas y billetes que se sacan de la necesidad y que a los ojos de Dios valen más que mil millones de euros. No escribo para quienes ofrendan de donde no tienen para ayudar a la Iglesia. Dios les premiará abundantemente por ello. Escribo para esa multitud de católicos españoles que todavía no son conscientes de que de nosotros va a depender el sostenimiento económico de nuestra Iglesia. No podemos conformarnos con marcar una casillita una vez al año o con dar cierto dinero cada domingo o en fechas señaladas.

Empecemos por reconocer una cosa: somos parte de una gran familia. La parroquia es nuestra parentela espiritual más cercana. La diócesis es la comunidad de aquellos que nos llamamos cristianos de nombre y católicos de apellido (San Paciano de Barcelona, Carta a Simproniano). No puede ser que unos pocos aporten lo que debemos aportar todos. Dice San Pablo "Si alguno no mira por los suyos, sobre todo por los de su casa, ha negado la fe y es peor que un infiel" (1ª Tim 5,8). Pues una vez cubiertas las necesidades de nuestra familia terrena, miremos también por nuesta familia espiritual.

Viéndolo incluso desde una perspectiva egoísta, quien invierte en la Iglesia invierte en sí mismo. No existe un lugar mejor donde invertir nuestro dinero. No recibiremos dividendos ni intereses monetarios pero sí la bendición de una Iglesia más eficaz en su tarea evangelizadora y de atención social, más libre de presiones externas. Hay muchos obreros dignos de su salario (Lc 10,7) trabajando por mucho menos de lo que se le debería dar. Ellos han querido dedicar su vida al Señor como siervos nuestros. Somos deudos de su generosa entrega.

No quiero acabar sin hacer también una petición a aquellos que, sin ser católicos, entienden que la Iglesia es un bien para la sociedad debido a los servicios que presta a la misma. Sean ustedes generosos con ella y no serán defraudados.

Luis Fernando Pérez Bustamante

5 comentarios

  
José Luis
• «... quien invierte en la Iglesia invierte en sí mismo. No existe un lugar mejor donde invertir nuestro dinero...»

Invito a que se relea y se medite esta interesante reflexión.

Quien ayuda a la Iglesia Católica, se enriquece así mismo.

Son muchos pobres incluso no cristianos que agradecen los beneficios que reciben de la Iglesia Católica; ayuda a todos sin exigir nada, y es incomprendida por los egoístas y rebeldes a Dios.
26/09/06 11:50 AM
  
Francisco José Fernández de la Cigoña
Excelente artículo. Y coincido mucho con José Luis.
26/09/06 2:13 PM
  
Luis Fernando
Muy bien dicho, José Luis
26/09/06 2:30 PM
  
nachet
Lo realmente correcto sería que la Iglesia fuera sostenida solo con caridad y aportaciones voluntarias de todos (católicos o no). Este acuerdo acerca más esa situación, aunque los católicos pensemos que es injusto que una Institución tan humanamente beneficiosa como la sociedad no reciba subvenciones y sí lo hagan partidos políticos, sindicatos o asociaciones nada solidarias de toda laya y condición.
26/09/06 10:34 PM
  
Francisco Pablo
Muy bien, estoy totalmente de acuerdo con el autor. Desde Brasil
27/09/06 2:18 AM

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24.09.06

Dios no quiere la muerte del que muere


"Que no quiero yo la muerte del que muere. Convertios y vivid."
Ez 18,32

"En nosotros se cumple la justicia, pues recibimos el digno castigo de nuestras obras; pero éste nada malo ha hecho. Y decía: `Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. El le dijo: En verdad te digo, hoy serás conmigo en el paraíso."
Luc 23,41b-43

Yolanda Monge nos informa desde "El País" de que el estado de Texas ha puesto al alcance de todos la lectura de las últimas voluntades de los casi 400 ejecutados por cumplimiento de la pena muerte en dicho estado.

La autora del artículo, cuya lectura íntegra recomiendo, hace una breve pero sustanciosa elección de algunas de esas últimas voluntades. Para muchos puede ser una sorpresa pero, a diferencia de los salvajes etarras que hemos tenido la ocasión de contemplar estas últimas semanas, la realidad es que la mayoría de los que han sido ejecutados legalmente en Texas mostraron su arrepentimiento y su fe en Cristo. La razón es que, a diferencia de la Iglesia Católica del País Vasco, tanto la Iglesia en Texas como diversas comunidades eclesiales protestantes tienen programas específicos de evangelización a los presos de los corredores de la muerte. Y son muy eficaces. Ante la seguridad de que antes o después la muerte se les va a llevar de este mundo, esos presos parecen estar más abiertos a la gracia de Dios que les salva y les hace ciudadanos del cielo para toda la eternidad. ¡Qué diferencia con la de aquellos presos que esperan recibir el homenaje de muchos de sus paisanos por sus asesinatos!

Junto con la certeza de que se han ejecutado a inocentes, yo creo que es difícil encontrar mayor alegato contra la pena de muerte que esas declaraciones realizadas por los condenados segundos antes de ser ejecutados. Una de las cosas que suelen decir los favorables a la pena de muerte en EEUU es que los condenados que se arrepienten en realidad fingen su arrepentimiento para que así les perdonen la vida. Pero esta gente dice eso justo antes de morir así que no tiene el menor sentido que finjan. Son la versión moderna del buen ladrón en la cruz, que reconoció su condición de pecador, afirmó la justicia de Cristo y pidió al Señor que se acordara de Él en su reino. Y he aquí la paradoja: Cristo perdonó al ladrón arrepentido y le dio vida eterna, mientras que el estado de Texas tira la primera y la última piedra, eso sí, disfrazada de inyección letal.

Lo grandioso de la gracia divina es que todos aquellos que se arrepienten ante Dios no sólo no son ejecutados, por muy graves que fueran sus pecados o delitos, sino que pasan verdaderamente de muerte a vida. A menos que el Dios de "In God we trust" no sea el Dios cristiano, creo que EEUU debería replantearse seriamente la continuidad de la pena de muerte. No niego el derecho al Estado de castigar el delito (Rom 13,3-4), pero sí afirmo el derecho a la vida de los que verdaderamente se han arrepentido y pedido perdón y el de aquellos que, por su condición de presos en cárceles de máxima seguridad, no suponen ya un peligro para la sociedad. Además, creo que la economía del país más rico del mundo puede soportar sin venirse abajo el pago de 50 euros al día para mantener vivos a cada uno de los presos del corredor de la muerte. Si hay alguna causa miserable que sirva para justificar la pena de muerte, esa es la del dinero que cuesta al contribuyente el mantener vivos a los hombres y mujeres condenados.

Hace mucho más bien a una sociedad la vida, incluso la libertad, de un delincuente verdaderamente arrepentido que su ejecución. Si, como dice la Escritura, y aunque se refiera a la muerte espiritual, Dios no quiere la muerte del que muere y pide la conversión, ¿por qué habremos de matar a los que se han convertido?

Quiera Dios que algún día entendamos que, como afirma el Catecismo en su art. 2266, sólo en casos de extrema gravedad puede tener justificación, si es que la tiene, el uso de la pena de muerte en nuestra sociedad moderna. Mientras tanto, oremos al Señor para que siga tocando los corazones de aquellos que van camino del cadalso. Siquiera porque sus confesiones de fe al pie de la tumba sirven para que podamos gloriarnos alegremente en la gracia de Dios, que no tiene límites a la hora de perdonar a quien se acerca al Salvador.

Luis Fernando Pérez Bustamante

27 comentarios

  
Javier
Hombreeee! Te han dado un blog. ¡Enhorabuena!

Con respecto al tema que planteas en el artículo, es interesante la pregunta de por qué habría de ejecutarse al convertido. Yo sigo pensando que, en determinados casos, la pena de muerte está justificadísima: los ejemplos de los etarras o los de los asesinos en serie son los más palmarios.
25/09/06 11:14 AM
  
Luis Fernando
Gracias por la enhorabuena, Javier.

Yo ya no soy partidario de la pena de muerte a menos que mantener con vida a un preso sea una amenaza real para la sociedad.

Cuando digo "ya" es porque antes sí era partidario en los casos que comentas, pero ahora creo que es mejor aplicarles la cadena perpetua.
25/09/06 11:24 AM
  
Guillermo Juan Morado
Un Blog muy "newmaniano". Bienvenido y enhorabuena!
25/09/06 11:39 AM
  
Luis Fernando
Lo de newmaniano es un auténtico piropo bloggista, je je

Es un placer compartir tribuna con usted, padre. Y con el gran Paco Pepe, claro. Y con el resto de bloggers de RD y de PD
25/09/06 11:42 AM
  
Francisco José Fernández de la Cigoña
Luis Fernando: Con enorme alegría te veo aparecer aquí. Y, por lo que ya he leído, con sumo gusto, va a ser un Blog que hará Iglesia. Eso que yo tantas veces, aun queriéndolo, tal vez no sepa hacer. Pero este no es sitio para hablar de mis tantos defectos sino de todo lo que promete la página. Ni que decir tiene que te voy a seguir siempre que comparezcas. Con todo el interés que sigo cuantas cosas nos dices. En tantos sitios. Que Dios te siga bendiciendo.
25/09/06 3:04 PM
  
Luis Fernando
Paco Pepe, mil gracias. Cada uno hacemos Iglesia de la forma que mejor sabemos. Con nuestros defectos y nuestras virtudes. Tu blog se ha convertido ya en una referencia imprescindible para mucha gente. Yo me conformo con aportar un granito de arena en el mundo de la opinión católica en Internet.
Que Dios nos ayude a todos
25/09/06 3:22 PM
  
José Luis
¡Ánimo, Luis Fernando, y adelante!

Es bueno abrir nuevas puertas para anunciar a Cristo.
25/09/06 3:54 PM
  
San Ireneo de Lyon
¡Enhorabuena Luis Fernando!. Me alegro mucho de lo bueno que le pase a mis amigos, y tú te lo mereces.

¡Qué Dios te bendiga!.

P.D. De fútbol no hablamos....
25/09/06 8:30 PM
  
Fray Tomas
¡Arriba los corazones!
Que Dios y la Santísima Virgen bendigan esta iniciativa, Luis Fernando.
Un abrazo en Cristo
25/09/06 8:57 PM
  
Luis Fernando
Gracias de nuevo a todos

PD: Ireneo... a ver si dais menos patadas que luego pasa lo que pasa, je je
25/09/06 10:09 PM
  
nachet
Bueno, para acabar la batalla de flores y entrar en harina, yo digo que, a expensas de lo que pueda decir algún teólogo más al día que yo, en principio la vida es de Dios y el hombre no puede quitarla, por tanto la ejecución como forma de remisión de pena no parece en absoluto un procedimiento cristiano. El único caso en el que el magisterio de la Iglesia considera admisible el homicidio (que no correcto) es el de legítima defensa, concepto que, a nivel de sociedades y naciones tan bien desarrolló la escuela de Teología de Salamanca, y que todavía está incorporado a la doctrina católica.
25/09/06 10:31 PM
  
Luis Fernando
Bueno, Nachet, no sé si te refieres a la ejecución como modo de remisión de pena "civil" o espiritual, pero lo mismo el Catecismo deja abierta esa puerta en el art 2266 al decir:

"Cuando la pena es aceptada voluntariamente por el culpable, tiene un valor de expiación"
25/09/06 11:56 PM
  
Fray Tomas
Nachet, con eso te cargas a un montón de santos y teologos que han explicado, defendido y aplicado la pena de muerte en determinados delitos. El Catecismo reconoce el derecho de los estados a plicarla, aunque se considera que hoy existen medios punitivos que hacen inecesaria su aplicación, pero de ahí a que no sea moralmente lícita hay un abismo insalvable.
26/09/06 6:00 PM
  
Fray Tomas
Ya San Agustín en la Ciudad de Dios, habla de ciertas excepciones a la ley divina en las que se prohíbe matar a un ser humano. Podrían "los representantes de la autoridad del Estado matar a criminales, según la ley o la regla de justicia racional." Como motivo de estas excepciones, Agustín se refiere a los agentes de la autoridad como "una espada en la mano de Dios".
Santo Tomás de Aquino en la Summa Theologiae afirma que el individuo se relaciona a la comunidad como la parte al todo. Así, precisamente, como un miembro putrefacto del cuerpo puede ser eliminado para el bien del conjunto, así también "si un hombre es peligroso e infeccioso para la comunidad... puede ser matado para salvaguardar el bien común." Los teólogos en general siguieron su línea sobre la pena de muerte.
Justificaron tales penas como necesarias para preservar el bien común y salvaguardar la sociedad.
La enseñanza del Magisterio de la Iglesia era la pena capital aceptada, y generalmente defendida...
26/09/06 6:49 PM
  
Fray Tomas
La enseñanza del Magisterio de la Iglesia era la pena capital aceptada, y generalmente defendida por teólogos.

Ya el Papa Inocente I en el año 405, funda su posición favorable en la carta de Pablo a los Romanos. Inocente escribe, "en cuanto a esta pregunta no tenemos nada en definitivo de aquellos que nos han precedido. Debe ser recordado que el poder fue concedido por Dios, y la espada fue permitida para vengar el crimen; el que realiza esta venganza es el ministro de Dios (Rm 13:1-4). ¿Qué motivo tenemos nosotros para condenar una práctica que todos sostienen es permitida por Dios? Mantenemos, por lo tanto, lo que se ha observado hasta ahora, para no alterar la disciplina y aparecer como estar obrando en contra de la autoridad de Dios."
Al tratar con los herejes Valdenses, que buscaban la reintegración en la Iglesia Católica, el Papa Inocente III exigió que la declaración de la profesión de fe incluyera la siguiente frase: "El poder secular puede sin caer en peca...
26/09/06 6:50 PM
  
Fray Tomas
"El poder secular puede sin caer en pecado mortal aplicar la pena de muerte, con tal que proceda en la imposición de la pena sin odio y con juicio, no negligentemente pero con la solicitud debida."

La aceptación general de la legitimidad de la pena capital continuó a lo largo de los pontificados más recientes.
León XIII escribió sobre la prohibición por derecho divino y natural de matar o de herir un ser humano, "salvo por una causa pública o en la necesidad de defender la propia vida."

Más recientemente, Pío XII ofreció una defensa más explícita de la legitimidad de la pena capital. Indica que "mientras que un hombre no tenga culpabilidad, su vida es intocable," y agrega que "Dios es el único Señor de la vida de un hombre no culpable de un crimen punible por la pena de muerte." El Pontífice proporciona el razonamiento moral detrás de su pensamiento sobre la pena capital en un discurso a un congreso de médicos: "Incluso en el caso de la pena de muerte...
26/09/06 6:53 PM
  
Fray Tomas
"Incluso en el caso de la pena de muerte el Estado no dispone del derecho del individuo a la vida. Más bien la autoridad pública se limita a privar al delincuente de la vida buena en expiación por su culpabilidad, después de que él mismo, con su crimen, se ha privado del derecho a la vida."

En la Evangelium Vitae Juan Pablo II indica que el problema de la pena de muerte se debe colocar en el contexto de la defensa legítima y que el recurso a esta pena se debe limitar a los "casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo".

El valor expiatorio de una condena aceptada como justa no tiene ingún genero de dudas.
26/09/06 6:54 PM
  
Luis Fernando
Yo creo que hay una diferencia entre lamentar una cosa y condenarla.
La Iglesia en estos momentos prefiere decir que la pena de muerte no es necesaria en la mayoría de los casos. Pero no he leído una sola condena de la misma como inmoral excepto, claro está, en los casos en que se aplica por delitos menores.
26/09/06 7:31 PM
  
Fray Tomas
Así es, Luis Fernando. Juan Pablo II lo dijo bien claro: "Nunca se puede legitimar la muerte de un INOCENTE"
La Iglesia sostiene que hoy hay otros medios, pero no uede condenarla.
Piensen en la Pasión de Nuestro Señor: cuando el Buen Ladrón acepta la condena como merecida, Cristo no le recrimina, sino que le dice que estará con El en el Paraiso. La aceptación de la pena y la expiación le valieron el Cielo inmediato
26/09/06 9:13 PM
  
nachet
En ningún lugar de mi mensaje aparece que yo considere a la pena de muerte "moralmente ilícita", fray Tomás.

El magisterio de la Iglesia ha modificado en parte su opinión sobre la pena de muerte a lo largo del tiempo. Creo que la mejor definición actual la dio el papa Juan Pablo II Magno,al acotarla a "cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo". Hoy en día en Occidente esa máxima excluye la pena de muerte.

Recordemos que el magisterio de la Iglesia ha aceptado en ocasiones principios no fundamentales, que no consideraba correctos, como la esclavitud, en aras a una adaptación cultural del mensaje cristiano, pero eso no significa que no sea más perfectamente cristiana otra visión. Para mí la pena de muerte es una de esas: cuando la Iglesia la ha aceptado recientemente, no ha sido en ningún caso por estar de acuerdo con tal método de punición, sino por respetar los procedimientos de derecho de cada nación. En muchos casos los obispos o incluso ...
27/09/06 12:29 PM
  
nachet
Para mí la pena de muerte es una de esas: cuando la Iglesia la ha aceptado recientemente, no ha sido en ningún caso por estar de acuerdo con tal método de punición, sino por respetar los procedimientos de derecho de cada nación. En muchos casos los obispos o incluso el papa han pedido la conmutación de la ejecución por pena de prisión en condenados a muerte.
27/09/06 12:30 PM
  
Fray Tomas
Nachet: Juan Pablo ha dicho lo que ha dicho, es cierto. Per tu no puedes cargarte una doctrina sostenida por la Iglesia durante casi dos mil años porque desde Juan XXIII por motivos que supongo de prudencia los papas han decidido no hablar del tema.
Pero de ahí ha que hayan cambiado la doctrina al respecto es donde discrepo -y ya era hora- contigo.
28/09/06 6:52 PM
  
nachet
Disculpa, fray Tomás, pero ¿dónde me cargo yo la doctrina?

30/09/06 11:52 AM
  
Fray Tomas
En que la pena de muerte no vale para expíar.
30/09/06 10:02 PM
  
nachet
Releo lo escrito y no encuentro el lugar donde digo tal cosa.
En cualquier caso ¿te refieres a una expiación religiosa (retribución del pecado), o a una "expiación legal" (castigo proporcional al daño hecho)?
01/10/06 2:02 AM
  
Fray Tomas
Me refría por supuesto a la reparación por el pecado. En nuestro sistema legal no cabe la expiación sino la reinserción como fin de las penas.
Supongo que te habré malinterpretado.
Un saludo en Cristo
02/10/06 6:27 PM
  
nachet
Un abrazo en Cristo
02/10/06 6:52 PM

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