2.11.06

La Cruz retirada, el Deán, el Obispo y el padre Brú

Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
Rom 2,24

Érase una vez una Catedral en la que había una Cruz que fue retirada de su lugar habitual por un Deán, para facilitar un acto institucional. Érase un grupo de bloggers católicos que, representando seguramente el sentir de muchos otros católicos, tanto laicos como clérigos, criticaron semejante acción. El Deán, ante la avalancha de críticas de esos católicos sinceros, pretendió que los mismos le atacaban por su condición de presidente de una Caja de Ahorros. El Obispo no dijo públicamente esta boca es mía ni ante la retirada de la Cruz ni ante las justificaciones del Deán, lo cual provocó que él mismo fuera objeto de más críticas, algunas ciertamente severas. Y en estas estábamos cuando apareció el responsable de la programación religiosa de la Cope a criticar primero la retirada de la Cruz y a pedir después perdón por hacer tal cosa, al mismo tiempo que, sin nombrar a nadie en particular, lanzaba un duro reproche a los que, como él, habían manifestado su estupor por lo ocurrido. Tal actitud le ha supuesto ser objeto de severísimos reproches por parte del más incisivo de los bloggers católicos: Francisco José Fernández de la Cigoña

Conviene recordar dónde está la raíz de todo este conflicto. No es otra que la retirada de una Cruz de la Catedral de Córdoba para ¿facilitar? una ceremonia no religiosa. Diga lo que diga el Deán, el Obispo, que en realidad no dice nada, o los canónigos de la Catedral, que creo que tampoco han dicho nada, ese acto no admite la menor justificación. Bastante batalla están dando en España los laicistas para quitar símbolos religiosos católicos de donde siempre han estado como para que encima quitemos el más importante de ellos, una Cruz, de su lugar en una Catedral católica.

Pero si ya estuvo mal esa acción, peor estuvo el responsable de la misma al no sólo no pedir disculpas a los católicos que se hubieran sentido ofendidos, sino encima acusarnos de criticarle por razones pseudo-políticas. Con lo fácil que hubiera sido decir: "señores, no quería ofender a nadie, y mucho menos a nuestro Señor Jesucristo, así que pido disculpas a todos y en un futuro procuraré ser más sensible con estas cosas". Por tanto, el principal responsable de todo es él. Lo que tenía que decirle ya se lo dije en uno de mis posts, así que nada nuevo añadiré.

Respecto al Obispo de Córdoba, Monseñor Asenjo, quiero ser muy claro a la vez que respetuoso: Monseñor, ¿qué le costaba a usted terciar públicamente en el asunto?, ¿no se da cuenta de que su silencio público, que no privado, no ha hecho sino empeorar todo?, ¿no se da cuenta que es de justicia que muchos católicos nos sintamos ofendidos cuando se retira una Cruz del lugar que le corresponde?, ¿no se da cuenta de que todavía no sabemos si le ha parecido bien esa medida o, por el contrario, comparte con nosotros un justo estupor?, ¿no se da cuenta de que quienes sabemos lo que ha ocurrido en estos últimos días podemos pensar que lo que más le ha molestado de toda esta historia es que usted haya sido objeto de críticas acerbas por su silencio?. Déjeme que le diga una cosa: el principal ofendido aquí es el Señor de la Cruz que fue retirado de donde no debía ser retirado. Ni usted, ni su deán, ni nosotros tenemos derecho a rasgarnos las vestiduras por lo que otros digan de nosotros, sobre todo cuando objetivamente hay razones para que se nos critique por exceso o por defecto. Mire, como católico me niego a pensar que un Obispo sea enemigo de la Cruz y desde luego nunca me verá acusarle de tal cosa, pero también pienso que es absolutamente necesario que se evite cualquier ambigüedad suya al respecto. Y el silencio SIEMPRE es ambigüo, Monseñor. Siempre. Y en la actual España, más. No pasa nada si uno se equivoca, sea obispo, sea deán, sea articulista laico: se aclara lo que sea necesario, se pide disculpas y aquí paz y después gloria.

Don Manuel María Bru, antes que nada le quiero felicitar por el estilo que da usted a su programa los domingos por la mañana. Es ágil, interesante, instructivo e informativo. Si consigue usted que el resto de la programación religiosa de la Cope alcance ese nivel, habremos dado un gran paso. Es necesario que la calidad de la programación religiosa de la Cope sea capaz de atraer a los oyentes habituales de la emisora, que son muchos.

Dicho eso, permítame que le traslade mi impresión ante su actitud por lo ocurrido en Córdoba. Al oír lo que dijo en el programa del 22 de octubre, sonreí porque, en apenas un par de frases, dijo lo mismo que hemos estado diciendo muchos sobre este asunto. Es decir, usted vio claro el problema y reaccionó como cualquier católico normal. Pero claro, usted no es un católico normal. Es sacerdote. Y encima director de la programación religiosa de la cadena de los obispos. Si yo critico lo ocurrido en Córdoba, me leen unos pocos cientos de personas. En su programa le escuchan muchos miles. Y claro, algún responsable eclesial debió pensar que una cosa es que le critiquen desde un blog y otra que la crítica venga de la misma Cope. Y le llamaron. Y le informaron del enfado de quien usted ya sabe. Y usted decidió que al domingo siguiente tenía que pedir disculpas por la crítica y, he aquí lo peor, distanciarse de aquellos a quienes, sin nombrar a nadie, acusó ni más ni menos que de tener intereses espúreos por decir, cada cual en su estilo, lo que usted había dicho días antes. Yo desde luego no me siento aludido por sus palabras, pero entienda usted que me habría quedado mucho más tranquilo si se hubiera limitado a pedir disculpas por haber criticado lo que justamente criticó. Y si encima nos hubiera informado de los argumentos de quienes le convencieron de que estaba justificada la retirada de la Cruz de donde no debería haber sido retirada, pues miel sobre hojuelas. Porque, créame, tengo verdadero interés por saber el porqué lo que un domingo le parecía mal, al domingo siguiente le parecía bien.

No se trata de que tengamos razón, sino de que la verdad de las cosas triunfe y se imponga por sí misma. Ése es el objetivo; el nuestro, modestamente; el suyo, Señor Obispo; y también el de un sacerdote y periodista de la COPE como Manuel María Brú.

Creo que debemos cerrar de una vez esta polémica que en nada puede agradar a Dios y sí mucho a los enemigos de Cristo y de su Iglesia. El Deán tuvo en su mano cerrarla y no lo hizo. Monseñor Asenjo todavía puede reflexionar sobre la mejor forma de abordar pastoralmente lo que se ha convertido en una confrontación pública entre católicos. Y tanto don Manuel María Brú como los bloggers que hemos dado nuestro parecer debemos hacer lo posible por no echar más leña a un fuego que nos puede acabar quemando a todos.

Quiera Dios perdonarnos por nuestros excesos, nuestros errores y nuestra falta de caridad, si es que se ha producido. Y quiera darnos sabiduría para servirle mejor en el futuro, cada cual desde el lugar que le corresponde.

Luis Fernando Pérez Bustamante

7 comentarios

  
Wilburg
En el mundo de los creyentes protestantes -y hay muchos con fe viva-, poner una cruz en un templo es pecado. Ellos explican que eso va en contra del "no te harás imagen de nada de lo que esté arriba en los cielos, ni abajo en la tierra.. no te inclinarás a ellas, ni las honrarás".

En el mundo real de Dios, es decir, en el de Su Presencia, que Él la da al que le da el sentimiento en su intimidad, no hay tal cosa como polémica sobre la cruz, ni tan siquiera debate entre protestantes, católicos, o laicos; simplemente porque Dios, es más Sentimiento, que Palabra.

Y además, no cree en Exodo Capítulo 20.

Lo que están haciendo sus señorías, es, desgraciadamente, lo mismo que han venido haciendo las iglesias desde que el mundo es mundo, hacer que la inmensa mayoría de la juventud no mire hacia allá. Y quedan en SOLEDAD.
02/11/06 6:18 AM
  
amfari
Señor Perez Bustamante, estoy de acuerdo con usted.
Además, me gusta el estilo de su escrito: sin acritud, diciendo las cosas claras pero con caridad.
La verdad es que cuando uno lee que pasan cosas como esta siente mucha pena. Lo que nos queda es orar mucho por nuestros pastores para que sean fuertes y valientes para custodiar los templos y todo lo que tienen encomendado.
Por otro lado, creo que todos los católicos debemos tener presente que es muy probable que, tarde o temprano,se nos presente una ocacion como la que se le ha presentado a la azafata que prefirió irse a su casa a quitarse la Cruz. Debemos orar por todos nosotros para que, llegado el momento, seamos tan valientes como ella para no renegar de nuestra Fe y no traicionar a Jesucrito. Es muy difícil, pero con la gracia de Dios todo es posible.
El mundo necesita más que nunca nuestro testimonio y nuestra oración.
Animo a todos.
Jesus crucificado: creo con toda mi alma que eres Dios, qu...
02/11/06 7:14 AM
  
amfari
En mi comentario anterior digo: "Que la azafata prefirio irse a casa a quitarse la cruz".
Debia decir: "Que prefirió irse a casa QUE quitarse la cruz"
02/11/06 7:18 AM
  
amfari
Sigo:
Jesus crucificado: creo con toda mi alma que eres Dios, que te hiciste hombre por amor a nosotros, que vives ,que sufriste y que resucitaste; que para ti no hay nada imposible y que eres Amor y Misericordia infinita. Gracias por la Cruz que nos salva.Gracias por estar siempre con nosotros, hasta el fin de los tiempos.
Alabado sea por siempre Jesucristo Dios y hombre verdadero
02/11/06 7:20 AM
  
Francisco José Fernández de la Cigoña
Leído por fin tu escrito, que tanto había esperado. Me parece perfecto. Ves como eres tú mucho mejor persona que yo. Por mi parte estoy deseando cerrar los dos frentes. El del obispo y el de Bru. Y si no me meten mucho el dedo en el ojo creo que así ocurrirá. Ahora me estoy limitando a contestar a algunos comentaristas y espero que, de no ocurrir algún hecho importante, me podré olvidar por algún tiempo de los señores Asenjo y Bru. Y mi felicitación, querido Luis Fernando, por un escrito tan ponderado, tan católico, tan caritativo y tan ejemplar.
02/11/06 9:52 AM
  
Luis Fernando
Y dale con que soy mejor persona que tú. Que no, Paco Pepe, que no. Que no se trata de eso.

Me alegro mucho de que decidas zanjar este asunto. A ver si la otra parte hace lo que tiene que hacer.
02/11/06 10:08 AM
  
Paco C
Luis Fernando: enhorabuena por tu escrito. Es lo mejor que he leído hasta ahora sobre el particular y refleja todo lo que pienso.
02/11/06 12:06 PM

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31.10.06

Carta a una hermana

Dios es tan bueno conmigo que últimamente me ha permitido conocer casos de hermanos y hermanas que regresan o entran por primera vez a la plena comunión con su Iglesia. E incluso a veces esas conversiones se dan a pares, como es el caso de Beatriz y Katia. Esta última me ha pedido que escriba una carta de bienvenida a su amiga. Aquí la tenéis:

Estimada hermana, lo primero de todo quiero darte la enhorabuena. Has sido fiel al llamado del Señor y estás a punto de entrar en plena comunión con su Iglesia. Sin duda la gracia de Dios te ha movido a dar este paso pero, como dijo San Agustín, "el Dios que te creó sin ti no te salvará sin ti". Cuando somos fieles a Dios, Él nos abre aún más las puertas de su gracia inagotable.


Dice la Escritura que "cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman". Pues bien, parte de esas cosas están en su Iglesia, la cual está llena de tesoros de auténtica espiritualidad esperando a que los descubramos para nuestra edificación. No dudes de que encontrarás cosas en la Iglesia que no te van a gustar por culpa del pecado de sus hijos, pero, de sobra lo sé, será mucho más lo bueno que te espera una vez que emprendas esta aventura de ser católica. Hay tantas cartas escritas por Dios, que son las vidas de los santos, que no tendrás tiempo de leerlas todas.

Pido al Señor que te conoceda la gracia de captar la grandeza de la Eucaristía, donde Cristo se nos hace presente para que tengamos comunión con él. Ya dijo San Pablo (1ª Cor 10,16) que la Eucaristía es la comunión con el cuerpo y la sangre de Cristo. Cada vez que vayas a comulgar, hazlo como si estuvieras abriendo la puerta de tu corazón para que el Señor entre en ti para cenar contigo (Ap 3,20). Y qué gozo hay en recibir al Señor de esa manera. Por tanto, no permitas nunca que la comunión se convierta en un mero rito. Quien vive la Eucaristía con santa devoción está viviendo la anticipación de la comunión perfecta y eterna que se da en el cielo.

El tesoro que ahora recibes no es para que te lo quedes sólo para ti. Has de compartirlo con tu prójimo, con tu familia, con tu gente. Sé espejo que refleje la luz de Cristo en tu alma. Sé católica "contagiosa" para que transmitas la alegría de la fe de tal manera que quienes no la tengan sientan deseos de tenerla. Ama a la Iglesia, que es la mejor forma de amar al Señor de la Iglesia. A pesar del pecado que veas en sus miembros, ámala. Es la novia del Cordero. Y vas a ser parte de ella. No permitas que la cizaña te impida ver el trigo. Y en la medida del don de Dios que haya en ti, sirve como fiel hija de Dios en los campos de mies que tenemos delante de nosotros.

Poco más puedo decirte. Procura alimentar mediante la oración la llama que ahora tienes en tu alma. No dudes en acudir al sacramento de la reconciliación cada vez que tropieces en el camino y así podrás crecer más rápidamente en santidad. No dejes que nadie te robe el gozo de ser hija de Dios y de su Iglesia. Y, muy importante, recuerda que en los santos, y sobre todo en María, tienes una ayuda constante para que llegues al final del camino que es Cristo mismo. Encomiéndate a ellos y no olvides de honrarles como se merecen. Comprenderás pronto que, tras la salvación y la filiación divina, María es el mayor regalo que nos ha dado Jesucristo. Espero que pronto puedas decir aquello que Isabel, llena del Espíritu Santo, dijo cuando recibió la visita de la Virgen: ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? (Lc 1,43).

Que la gracia de Dios te acompañe y te guíe,

Luis Fernando

8 comentarios

  
José Luis
Hermanas Beatriz y Katia, yo también doy gracias a Dios porque habéis abierto vuestro corazón al Espíritu Santo, y así poder ser hijas nuevas de la Santa Madre Iglesia Católica, pues es el Señor que amorosamente os ha traído aquí.
Es importante que conozca la devoción del Santo Rosario, y lo practique diariamente, porque así seréis más fuertes por la gracia de Dios, contra los poderes del mal y superar cualquier tentación que el demonio pueda arrojar. Con la devoción del Santo Rosario, el demonio queda confundido y derrotado. Los poderes del mal no tienen efecto en los verdaderos devotos del Santo Rosario. Y aunque se puede rezar en cualquier lugar tranquilo, sin ruido, mucho mejor es ante Cristo en el Sagrario, sin hacer caso al ruido ajeno. Que lo importante y agrada mucho al Señor, es esa intimidad entre el alma y Dios.
01/11/06 9:18 AM
  
José Luis
Y de la devoción del Santo Rosario, participar con mucha frecuencia de la Sagrada Eucaristía, es Dios quien viene a nosotros, encarnado en Cristo Jesús y por invitación suya que no podemos ni debemos ignorar. Pues necesitamos que Dios forme parte en nuestras propias vidas, para no hundirnos en las oscuridades que a veces nos encontramos en este valle de lágrimas.
01/11/06 9:21 AM
  
José Luis
Os invito a que compréis el Catecismo de la Iglesia Católica, y también el compendio, pues en el Compendio, viene preguntas y respuestas, y números de referencias que ampliará mayor conocimiento con el Catecismo completo. Y con la Gracia del Espíritu Santo, cada día os alegraréis de pertenecer a la Santa Iglesia Católica.

Luis Fernando os ha escrito una interesante carta que también hay que tener en cuenta. Y todo para gloria de Dios que es bendito por los infinitos siglos de los siglos.
01/11/06 9:26 AM
  
Luis Fernando
Mi consejo a los que vienen del protestantismo hacia el catolicismo es que, a menos que se sientan realmente movidos a ello desde un principio, se tomen cierto tiempo antes de practicar habitualmente determinadas devociones (novenas, rosarios, etc) que puedan chocar contra lo que ha sido su "ethos" protestante. Es preferible aterrizar poco a poco a hacerlo bruscamente.

Eso sí, que abran su corazón a ese tesoro porque el Señor les irá mostrando las bendiciones que hay en la práctica de dichas devociones si se hacen de forma no rutinaria sino poniendo todo el sentido en las mismas.
01/11/06 10:36 AM
  
Katia
Gracias Luis Fernando. Gracias José Luis. El camino de regreso a Casa no ha sido fácil, pero como en ningún momento malgasté la fortuna de nuestro buen Dios, he podido contemplarlo tanto en el Catolicismo como en el Protestantismo y ha sido formidable conocer a personas maravillosas como vosotros. Gracias de parte de Beatriz también.
01/11/06 6:41 PM
  
kevin de su hermano
espero que me mandes un mensaje
16/11/06 11:23 PM
  
Vasquez Vallejos
Si amaron alguna vez, ya tienen Dios en sus corazones, busquen en ustedes su religion.
29/05/07 10:12 PM
  
paola ramos
me parese muy vacano0 que saquen una pagina asi donde se pueda expresar el amor por los hermanos



paolita rampos
06/09/07 10:55 PM

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30.10.06

Los primeros cristianos contra el aborto. Ejemplos para el cristiano del siglo XXI

Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
Salmo 22,9-10

Para cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad humana es claro que una de las plagas más infecta, desastrosa e inmunda de nuestra sociedad en pleno siglo XXI es el aborto. La Iglesia Católica, así como la mayoría de las iglesias y comunidades eclesiales separadas de ella, condena sin paliativos la aniquilación de seres humanos en el seno de sus madres. Dado que la Biblia apenas habla específicamente del aborto, aunque obviamente hay indicios muy claros de que las Escrituras consideran que el feto es una vida humana (p.e Jueces 16,17; Salmo 22,9-10; Lucas 1, 15-16 y 41-44; Galatas 1,15), es importante que estudiemos lo que creían los primeros cristianos acerca de este tema. Su testimonio es unánime y no deja lugar a dudas en la condena del aborto.

La Didajé, que pudo haber sido escrita incluso en el siglo I, es quizás el primer testimonio patrístico en el que se introduce dicha condena:

"He aquí el segundo precepto de la Doctrina: No matarás; no cometerás adulterio; no prostituirás a los niños, ni los inducirás al vicio; no robarás; no te entregarás a la magia, ni a la brujería; no harás abortar a la criatura engendrada en la orgía, y después de nacida no la harás morir."
(Didajé II)

En la Epístola de Bernabé, escrita en la tercera década del siglo II, se llama hijo al feto que está en el vientre de la madre, se prohíbe expresamente el aborto y se le equipara al asesinato:

"No vacilarás sobre si será o no será. No tomes en vano el nombre de Dios. Amarás a tu prójimo más que a tu propia vida. No matarás a tu hijo en el seno de la madre ni, una vez nacido, le quitarás la vida. No levantes tu mano de tu hijo o de tu hija, sino que, desde su juventud, les enseñarás el temor del Señor."
(Ep Bernabé XIX,5)

y

"Perseguidores de los buenos, aborrecedores de la verdad, amadores de la mentira, desconocedores de la recompensa de la justicia, que no se adhieren al bien ni al juicio justo, que no atienden a la viuda y al huérfano, que valen no para el temor de Dios, si no para el mal, de quienes está lejos y remota la mansedumbre y la paciencia, que aman la vanidad, que persiguen la recompensa, que no se compadecen del menesteroso, que no sufren con el atribulado, prontos a la maledicencia, desconocedores de Aquel que los creó, matadores de sus hijos por el aborto, destructores de la obra de Dios, que echan de sí al necesitado, que sobreatribulan al atribulado, abogados de los ricos, jueces inicuos de los pobres, pecadores en todo."
(Ep Bernabé XX, 2)

El primer apologista latino Minucio Félix, llama parricidio al aborto en su obra Octavius de finales del siglo II:

"Hay algunas mujeres que, bebiendo preparados médicos, extinguen los cimientos del hombre futuro en sus propias entrañas, y de esa forma cometen parricidio antes de parirlo."
(Octavius XXXIII)

El apologeta cristiano Atenágoras es igualmente tajante en su consideración sobre el aborto cuando escribió al Emperador Marco Aurelio:

"Decimos a las mujeres que utilizan medicamentos para provocar un aborto que están cometiendo un asesinato, y que tendrán que dar cuentas a Dios por el aborto… contemplamos al feto que está en el vientre como un ser creado, y por lo tanto como un objeto al cuidado de Dios… y no abandonamos a los niños, porque los que los exponen son culpables de asesinar niños"
(Atenágoras, En defensa de los cristianos, XXXV)

Los testimonios se multiplican por doquier. Así leemos en la Epístola a Diogneto que los cristianos:

"Se casan como todos los demás hombres y engendran hijos; pero no se desembarazan de su descendencia (fetos)"
(Ep a Diogneto V,6)

Tertuliano condena el aborto como homicidio y reconoce la identidad humana del no nacido:

"Es un homicidio anticipado impedir el nacimiento; poco importa que se suprima el alma ya nacida o que se la haga desaparecer en el nacimiento. Es ya un hombre aquél que lo será."
(Apologeticum IX,8)

Ya en el siglo IV San Basilio va incluso más allá al llamar asesinos no sólo a la mujer que aborta sino a quienes proporcionan lo necesario para abortar, lo cual sería perfectamente aplicable a quienes fabrican o prescriben la píldora abortiva:

"Las mujeres que proporcionan medicinas para causar el aborto así como las que toman las pociones para destruir a los niños no nacidos, son asesinas"
(San Basilio, ep 188, VIII)

San Jerónimo trata la situación de la mujer que muere mientras procura abortar a su criatura:

"Algunas, al darse cuenta de que han quedado embarazadas por su pecado, toman medicinas para procurar el aborto, y cuando (como ocurre a menudo) mueren a la vez que su retoño, entran en el bajo mundo cargadas no sólo con la culpa de adulterio contra Cristo sino también con la del suicidio y del asesinato de niños. "
(San Jerónimo, Carta a Eustoquio)

Quizás el texto más dramático en relación al aborto sea un párrafo que aparece en el libro apócrifo conocido como Apocalipsis de Pedro. El libro seguramente es de origen gnóstico, lo cual supone que no debemos considerarlo del mismo valor que las citas anteriores, pero he decidido copiar este pequeño párrafo como muestra de hasta qué punto la condena del aborto estaba presente incluso entre los heterodoxos de los primeros siglos:

"Muy cerca de allí vi otro lugar angosto, donde iban a parar el desagüe y la hediondez de los que allí sufrían tormento, y se formaba allí como un lago. Y allí había mujeres sentadas, sumergidas en aquel albañal hasta la garganta; y frente a ellas, sentados y llorando, muchos niños que habían nacido antes de tiempo; y de ellos salían unos rayos como de fuego que herían los ojos de las mujeres; éstas eran las que habían concebido fuera del matrimonio y se habían procurado aborto."
(Ap Pedro 26)

Todos esos testimonios en contra del aborto tienen un doble valor para nosotros en las circunstancias que nos toca vivir en nuestro tiempo. Por una parte deben servirnos de aviso para que bajo ningún concepto nos acomodemos a un estado de opinión en nuestra sociedad cada vez más favorable a la aceptación del aborto como algo normal. Hacer tal cosa sería ir justo en la dirección opuesta a la que tomaron nuestros antepasados en la fe. Ellos ni se callaron ni fueron tibios a la hora de condenar esa lacra. Por otra lado, debemos ser sinceros y reconocer que vivimos en un mundo donde gran parte de lo más abominable del paganismo antiguo, el aborto y la profusión de todo tipo de amoralidad sexual, no sólo ha resurgido con fuerza sino que ha conseguido "legitimarse" socialmente echando sus raíces incluso en las legislaciones de nuestros países. La Iglesia, hoy igual que ayer, alza su voz contra esta infamia. Podría decirse que Juan Pablo II, paladín de la cultura de la vida y por tanto enemigo declarado de la cultura de la muerte que impera en nuestra sociedad, ha llevado la condena del aborto casi hasta el nivel de dogma de fe en la Encíclica Evangelium Vitae:

"Por tanto, con la autoridad que Cristo confirió a Pedro y a sus Sucesores, en comunión con todos los Obispos -que en varias ocasiones han condenado el aborto y que en la consulta citada anteriormente, aunque dispersos por el mundo, han concordado unánimemente sobre esta doctrina-, declaro que el aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es siempre un desorden moral grave, en cuanto eliminación deliberada de un ser humano inocente. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal."

Nadie pues que se precie de tener el nombre de cristiano puede justificar, aprobar, legislar o colaborar, por activa o por pasiva, con el aborto. Es nuestro deber como cristianos combatir en la guerra por salvar a millones de inocentes. Ellos no tienen voz, no tienen fuerza para oponerse a quienes desean asesinarlos. Seamos nosotros la voz y la fuerza que, como en el pasado, venza la batalla por la vida, por la esperanza y por el amor hacia toda criatura humana desde su concepción.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Este artículo me lo publicaron en el nº 98 de la Revista Arbil

22 comentarios

  
dr. morón
Todo español catolico decente mira con marcado desprecio y horror la ruda practica del aborto con tes, elixires, soluciones y pociones proporcionados por matasanos sin escrúpulos......
30/10/06 9:26 PM
  
Montaraz
El aborto no es si no un síntoma más de la regresión hasta el paganismo pre-cristiano de nuestra sociedad
30/10/06 9:38 PM
  
sofia
Realmente deberíamos implicarnos más a favor de la vida. Yo me apuntaría en el tren de buscar soluciones.
30/10/06 11:37 PM
  
Luis Fernando
Soluciones. De momento, aplicar la ley actual de forma estricta. Es decir, que cada caso en el que se alega problemas psicológicos de la madre, se compruebe que realmente existen.
Si se aplicara de verdad la ley, el 95% de los abortos que hoy se realizan serían ilegales. Una vez conseguido eso, habrá que ir hacia una ley absolutamente restrictica que penara sobre todo a los médicos abortistas (más que a las mujeres).
Hay que fomentar la cultura de la vida. Hay que ayudar a las mujeres que quieren abortar por motivos económicos. Hay que fomentar una educación sexual en la que la promiscuidad sea presentada como lo que es: objetiva y médicamente perjudicial, especialmente en adolescentes y jóvenes. Hay.... mucho que hacer.
30/10/06 11:50 PM
  
Luis Fernando
Cosas que se pueden hacer.
Denunciar al miserable de la clínica abortista de Barcelona:
Modelo de denuncia en HazteOir
31/10/06 12:39 AM
  
Carmen Bellver
Sofia, registré un intento de comentario por tu parte que dio error, espero que a Luis Fernando no le importe que me aproveche así de su blog.
Por cierto, amigo, la divulgación de este tema es excelente, hace ver la realidad bajo otra óptica.Una vez se aprueba una ley, siempre hay quien le busca resquicios para ejecutar el mal.
31/10/06 7:57 AM
  
Luis Fernando
Carmen:
espero que a Luis Fernando no le importe que me aproveche así de su blog.


Vaya, la próxima vez te denuncio en el juzgado de guardia, je je je.

DTB
31/10/06 9:42 AM
  
nachet
Añadiría a lo que has dicho ayudar completamente a tantas mujeres que quedan embarazadas y piensan en abortar. Algunas lo hacen ligeramente y por abierta inmoralidad, pero para la mayoría realmente traer una nueva vida al mundo supone un trauma. TODOS debemos ayudarlas. No sólo en el plano económico, sino también psicológico, social y, sobre todo, afectivo: debemos demostrar que el que erró una vez y cometió un mal, no lo resolverá con otro mal, sino con abundancia de bien, con amor a la nueva vida. Como dijo Jesús a la mujer que le lavó los pies: mucho ha pecado, pero también mucho ha amado, y por eso se le perdonan los pecados.
El aborto es el egoísmo, el crimen, la indiferencia. Es el odio a la vida. Hay que sembrar amor.
31/10/06 12:54 PM
  
sofia
Estoy de acuerdo en todas las medidas positivas que proponéis. Pero yo no creo que la información sexual provoque la promiscuidad. Eso sí, hace falta más formación integral, más responsabilidad y más realismo.
Insistir en que la expresión de la sexualidad no se separe del amor y de la responsabilidad. Muchas veces se presenta simplemente como diversión, pretendiendo que la posibilidad de quedarse embarazada no existe.
31/10/06 9:51 PM
  
Luis Fernando
Sofía, la educación sexual no provoca la promiscuidad. La MALA educación sexual, sí.
Y lo que vemos en los anuncios dirigidos a los jóvenes es MALA educación sexual. Funesta.
31/10/06 10:03 PM
  
Guillermo Juan Morado
El aborto, en la práctica, es la solución cuando falla el preservativo, o las píldoras... (y pueden fallar, aun usándolos correctamente). Es más de lo mismo. Aunque, obviamente, es mucho más grave, pues asesina a un niño.
01/11/06 12:14 PM
  
sofia
¿Cómo va a ser más de lo mismo? Hay un abismo que separa los medios anticonceptivos del aborto. Los que desdibujan esa barrera contribuyen a la trivialización del aborto.
Otra cosa es que la información sexual, sin formación, no sirva para nada. Y desde luego, la relación entre sexualidad y amor y posibilidad de procreación debe estar clara en toda persona responsable, porque responde a la realidad. En esto estaremos de acuerdo. En cuanto a la posibilidad de procreación, seguro que yo lo entiendo en un sentido bastante más amplio, simplemente como posibilidad teórica que hay que tener en cuenta, sin meterme en la conciencia de la pareja.
No pienso opinar sobre la doctrina de la Iglesia al respecto, aunque se puede intuir lo que opino, y sé que estará en desacuerdo. No pienso responder a lo que me digáis.
Además tengo que irme. Saludos cordiales a todos.
01/11/06 2:35 PM
  
Luis Fernando
En un sentido sí es lo mismo: La llegada de un nuevo ser humano se convierte en un problema a evitar.

La anticoncepción busca que no llegue mediante medios no naturales. El aborto lo elimina nada más aparecer (o más tarde en casos extremos).

Obviamente no es igual de inmoral impedir la concepción que matar al ser concebido, pero la falta de una cultura de vida están en la raíz de ambas acciones.
01/11/06 5:02 PM
  
sofia
Mira, pues sí te voy a contestar:
Así se trivializa el aborto, provocáis que la gente considere que no es más que un método anticonceptivo.
Además despersonalizáis la sexualidad humana al convertirla en un hecho puramente biológico determinista, cuyo objeto parece ser la reproducción ciega de la especie. Dejáis a un lado el objetivo de ayuda a la pareja, que también tiene el matrimonio. Sobre todo obviáis la importancia de la paternidad responsable.
Sé que me vas a decir que sí se pueden usar métodos naturales, te diré que si bien, en principio me parece mejor que se utilicen esos métodos, hay casos en los que no funcionarán y será mejor usar otros (ya me dirás qué sentido tiene que se vea bien que una mujer con ciclos regulares practique métodos anticonceptivos, y otra no, porque la irregularidad de sus ciclos hace necesario otro tipo de métodos.) Y estas cuestiones son asunto de la conciencia de la pareja, de sus circunstancias(número de hijos que tengan, problemas ...
01/11/06 8:45 PM
  
sofia
Y estas cuestiones son asunto de la conciencia de la pareja, de sus circunstancias(número de hijos que tengan, problemas de salud,problemas graves económicos..)
Una pareja puede estar abierta a la vida, aunque en determinadas circunstancias decidan usar anticonceptivos.
En todo caso, yo no tengo que aconsejar a nadie, ni me afecta nada de esto personalmente. Pero esto es lo que pienso. Creo que la doctrina oficial está llena de contrasentidos.
Y ya he opinado demasiado de un tema que no me importaría nada, si no estuviera ya harta de tanta hipocresía y si no me acordara de lo de "ponéis fardos que no ayudáis a llevar".
01/11/06 8:46 PM
  
gorililla
Hoy en el blog El submarino de Epoca aparece una carta de una chica que aborto estando de 26 semanas y media. Es un testimonio escalofriante. Tal vez si estos casos salieran a la luz la perspectiva de muchos sobre el aborto cambiaria y dejarian de pensar de forma tan aberrante como aquel que comparaba al ninho no nacido con las unhas que se corta.
Hay que ser un hijo de la gran....para hacer una afirmacion como esta. Siento el lenguaje pero es que con cosas como esta me hierve la sangre.
Saludos
01/11/06 10:34 PM
  
Fegna
Tocayo, un gran artículo (por cierto, escrito por un Luis Fernando, ¿qué menos se puede aspirar? jejejeje) y felicitaciones.

Sigo todos tus artículos aunque no había comentado ninguno, pues allá voy.

El gran problema se genera con las palabras, existen varias que no permiten ver con claridad lo que se quiere expresar.

Me explico: existen abortos espontaneos y otros son inducidos, yo, a los últimos los llamo simplemente asesinato. La palabra es clara y refleja lo que ha acontecido y evito usar la palabra aborto salvo los casos naturales.

Como te decían en el otro artículo, "yo respeto a quienes no aceptan el aborto (en mis palabras: asesinato), pero ellos no aceptan ni respetan mi forma de pensar", esa fue la idea expresada salvo lo que he dejado entre paréntesis. A esa persona, de criterio tan amplio, está en el mismo nivel que aquel nazi que acepta a quienes no quieren matar a judíos ni los juzga, pero se sienten juzgados por el rest...
02/11/06 12:57 AM
  
Luis Fernando
Sofía, mañana con calma te contesto.

DTB
02/11/06 1:02 AM
  
Luis Fernando
....pero se sienten juzgados por el resto que no comparten sus "geniales" ideas.


Así acaba su comentario mi buen amigo Fegna, je je.

Oye, encantadísimo de leerte por acá, tocayo. Me alegro mucho de que seas asiduo a esta choza cybernauta.

Dios te guarde.
02/11/06 1:02 AM
  
Luis Fernando
Sofía, dices:
Además despersonalizáis la sexualidad humana al convertirla en un hecho puramente biológico determinista, cuyo objeto parece ser la reproducción ciega de la especie.

A ver, explícame cuándo he dicho yo algo que se pueda interpretar de esa manera. Soy casado y padre de tres hijos. Y te aseguro que mi concepto de la sexualidad conyugal es cualquier cosa menos eso.

Dices que este tema es un asunto de la conciencia de las parejas. Pues bien, estoy de acuerdo. Pero la conciencia de una pareja católica puede y debe formarse de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia sobre este asunto. Y de lo que la Iglesia dice se podrá decir cualquier cosa menos que no tiene fundamentos muy sólidos que no se pueden desechar así como así.
02/11/06 9:07 AM
  
sofia
LF:
"En un sentido sí es lo mismo: La llegada de un nuevo ser humano se convierte en un problema a evitar."

Esta frase da a entender eso. Si no es así, tal vez deberías aclararlo.
Por mi parte, no voy a seguir con el tema: pienso como pienso y las cosas son como son; pero no disfruto criticando las hipocresías y contradicciones que hay en la moral oficial de la Iglesia.
Buenas noches.
02/11/06 10:21 PM
  
Luis Fernando
Pues creo que mi frase es clara. Tanto la anticoncepción como el aborto buscan el no tener descendencia. Y tan cierto es eso como que el aborto es infinitamente peor.
02/11/06 10:37 PM

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29.10.06

¿Quién hará justicia a Terry?

En esta sección del blog que estrenó Fray Nelson Medina, hoy le toca el turno a mi buen amigo Isaac, ingeniero sevillano y sevillista, insaciable esponja que sobre teología lo lee todo, lo quiere saber todo y te lo pregunta todo, je je. Tiene 32 años, está casado con Yolanda y son padres de dos criaturas, Mateo y Carmen Elvira, la pequeña de pocos meses de vida. Creo que la iglesia sevillana haría bien en aprovechar sus talentos. Este es su fenomemal artículo sobre una noticia que casi pasó como de puntillas.

¿QUIÉN HARÁ JUSTICIA A TERRY?

El pasado 8 de Septiembre, el diario El Mundo daba la siguiente noticia: "El cerebro de las personas en estado vegetativo reacciona cuando se les habla". Un estudio realizado por científicos británicos y publicado en la revista Science, mostraba que, utilizando técnicas de imagen cerebral, se detectaba actividad en el cerebro de las personas en estado vegetativo.

De hecho, cuando los pacientes escuchaban frases, se activaban las mismas zonas cerebrales que cuando las escuchaban los voluntarios, o que cuando se le estimulaba con frases ambiguas, se producía un aumento de la actividad también. Lo más sorprendente es que cuando se les pedía que imaginasen un partido de tenis, las imágenes escaneadas eran las mismas que en las personas sanas. Incluso se llegó a ver como el paciente cooperaba voluntariamente con las pruebas.

31 de Marzo del 2.006, Terry Schiavo, una paciente con daños cerebrales acaba de fallecer. Según los tribunales norteamericanos, Terry se encontraba desde 1.990 en "estado vegetativo permanente" debido a un infarto al corazón que le provocó daños irreparables en el cerebro. Se le hizo juicio sumarísimo y se decidió condenar a Terry a la pena de inanición. Y así murió finalmente. Nadie se planteó en ningún momento si lo que decían los informes científicos era mentira: se los tomó como la verdad plena, mayúscula. Ninguno de los jueces que apoyaron su desconexión de la máquina que le servía de soporte vital, se planteó si Terry los escuchaba, si sufría al no poder comer. Ni se preocuparon de su muerte: su muerte como un perro.

En nombre de la ciencia se decidió condenar a una mujer al patíbulo de la inanición. La ciencia que nació de la Filosofía, que nos ayuda a comprender el mundo, ahora no sólo nos dice "como va el cielo", sino "como se va al cielo". Se ha prostituido su uso: es un arma arrojadiza contra el hombre. Pero, ¿puede la ciencia determinar lo que es el bien y el mal?. Parece que no, porque su ámbito es muy reducido: se limita a lo físico, a lo comprobable en un laboratorio. Estaríamos hablando de la ciencia en minúscula, la ciencia de los físicos.

Antes, la filosofía buscaba el modelo de la ciencia. Hoy la ciencia quiere ser filosofía: nos dicta la ley moral y entra en clasificaciones absurdas (como cuándo un hombre es hombre, ya que antes es feto, embrión, mórula… para así poderlo asesinar). Es la religión a seguir, el nuevo dios al que sacrificar en una moderna hecatombe a las criaturas más débiles: las no nacidas. Tiene sus mecanismos: apelar a las pasiones humanas, a lo menos racional (precisamente en esta época donde se exalta la racionalidad, nuestra razón es la que tiene menos parte), nos promete la felicidad, una vida indolora, sin preocupaciones;en definitiva el soma que no nos despertará del sueño de la juventud eterna.

Sin embargo esto no siempre fue así. La ciencia sólo pudo nacer en el seno de una religión ilustrada como la cristiana, una religión que siempre se vio en la necesidad de dar una justificación de su fe. Porque su Dios es Logos. Pero la ciencia buscando la objetividad encontró la subjetividad y al final renegó de Dios. Y al renegar de Dios lo hizo del hombre. Y ahora está por encima del hombre.

En efecto la ciencia se "ha descolocado" posicionándose en la irracionalidad. Por eso es necesario que vuelva a su posición original: al servicio del hombre.

La ciencia no podrá salir nunca de su ámbito sin convertir al hombre en un instrumento. Porque sus respuestas son pequeñas: no nos dicen "como ir al cielo", ni quién es el hombre, ni que es el bien y el mal. Cuando sale de su espacio no nos da ninguna respuesta: nos dice que a Terry había que matarla, pero no quién la juzgará.

Sin embargo el cristianismo se nos presenta como la clave que nos permite comprender el mundo, el cielo y cómo se llega a él. Porque el cristianismo usa la ciencia, usa la razón. Por eso es el único que nos puede contestar a la pregunta: ¿Quién hará justicia a Terry?. Sólo los cristianos pueden contestar, porque tienen la respuesta. Los demás miran mudos mientras la oyen: El Hijo del Hombre, el Kyrios, Jesucristo nuestro Señor.

Isaac García Expósito.

10 comentarios

  
Pedro Sanz
Fenomenal artículo de Isaac García. No obstante en la presentación no entiendo si tiene importancia que sea sevillano y mucho menos que sea sevillista o del Calavera C.F.

Un cordial saludo.
30/10/06 9:32 AM
  
Luis Fernando
Bueno, me gusta presentar bien a la gente. Es lo que haré con los que colaboren con el blog a menos que alguno me pida que no lo haga.
30/10/06 9:41 AM
  
jose antonio camacho
Isaac, me asombras cada día más. Me alegra ver que también te dedicas a escribir artículos. Sigue así. Siendo un magnifico teólogo, no dejes de ser el magnífico ingeniero y científico que eres.
Saludos. Camacho.
30/10/06 1:37 PM
  
Luis Fernando
Eso, encima es ingeniero. Lo voy a añadir ahora mismo.
30/10/06 2:04 PM
  
Carmen Bellver
¿Y qué hacemos con quienes desean morir, lo solicitan, lo imploran?. Ahí está el caso de Inmaculada. Imagino que no es creyente, no lo sé, pero ahí tenemos la solicitud de una mujer que no viviría si no fuera por los avances médicos. Créedme, esos casos me superan. Si Luis Fernando me ha leído, sabrá bien cual es mi postura. La vida siempre, pero...yo nunca exigiré a nadie que pase por donde sólo con la fuerza de Dios se puede pasar.
30/10/06 7:29 PM
  
Luis Fernando
Carmen, yo creo que a quien implora morir hay que ayudarle como sea a que tenga ganas de vivir. Y en ese sentido creo que no hay mucha diferencia entre alguien que vive con el cuerpo paralizado o alguien que ha perdido a sus seres más queridos y no encuentra sentido a la vida y quiere morir.
De la misma manera que no podemos facilitar el suicidio de los depresivos, no podemos facilitar el suicidio de los paralíticos.
Eso sí, hay que hacer lo posible y lo imposible por dar a todas las Inmaculadas que haya todos los adelantos que puedan mejorar sus condiciones de vida.
30/10/06 7:41 PM
  
San Ireneo de Lyon
Carmen lo que no podemos hacer es caer en sentimentalismos fáciles. Y en los casos de eutanasia hay mucha morralla metida queriendo arrimar es ascua a su sartén. Lo que hay que hacer es ayudar a esas personas a llevar la Cruz.
30/10/06 10:13 PM
  
yolanda valencia
Enhorabuena por el artículo.Yo sólo tengo una cosa clara. A mi que nadie me pida que lo desconecte de una máquina o le de una "bolilla". No estoy dispuesta a matar a nadie. No soy una asesina. No hay que olvidarse que el que pide la eutanasia es,por lo general(y que casualidad) un enfermo. El enfermo tiene que curarse. Y a eso nos tenemos que dedicar. A curarle. Aunando ciencia y fe conseguiremos grandes logros. Matando no conseguiremos nada. Besitos Isaac.
31/10/06 9:32 AM
  
nachet
Carmen, el suicidio es algo muy triste, muy complejo. Creo que te ha respondido perfectamente Luis Fernando. En cualquier caso una persona con plena consciencia que quiere morir no es eutanasia, es suicidio. Él debe ser quién tome esa decisión y (ojalá no) quién la ejecute.
Yolanda: ni tu ni nadie quisiera hacer eso. Los mismos que están a favor de la eutanasia activa no quieren ejecutarla, y pretenden que sean los médicos los que la hagan. Pero el caso es que el 95% de los médicos (igual que en el caso del aborto) no quieren practicar eutanasias: han sido formados para curar, no para matar.
31/10/06 12:58 PM
  
José Luis
Por lo que se ve, la misma ciencia defiende los derechos de estos enfermos.

Pero quien no ama la vida, y ve que estas personas son como estorbos, se convierten en criminales con disfraz de médico, científico, político...

El crimen también tiene nombres como, "aborto" "eutanasia" por ejemplo, y precisamente, los criminales siempre están al acecho.

Dice Cristo Jesús: «Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se enfriará.» (Mt 24, 12)
01/11/06 3:55 PM

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28.10.06

Maestro, danos fe para ver

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
- «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
- «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo:
- «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole:
- «Ánimo, levántate, que te llama.»
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
- «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó:
- «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo:
- «Anda, tu fe te ha curado.»
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

Marcos 10,46-52

La fe nos acerca a Dios, nos hace tener esperanza cuando todo alrededor nuestro parece venirse abajo. Nos hace levantar la voz cuando nos mandan callar. Nos hace pedir al Señor lo que necesitamos en la certeza de que nos lo concederá si en verdad redunda en beneficio de nuestra alma.

Bartimeo sabía bien en quién había creído. Probablemente había oído hablar de Cristo, de sus sermones, de sus milagros. Y su corazón dio un salto de alegría cuando supo que el Mesías estaba a pocos pasos de donde él se encontraba. Y como sintiendo que nunca en la vida volvería a tener la oportunidad de recibir la bendición de Dios, alzó su voz pidiendo misericordia de Aquel que era la misericordia de Dios encarnada. No permitió que ahogaran sus palabras. Podía ser ciego pero no mudo. Y su fe era firme. Esa fe le devolvió la vista. Pero al ser sanado no se fue a su casa. Siguió a Cristo.

¿Tenemos hoy esa fe? ¿levantaremos nuestra voz al paso de nuestro Señor cuando estemos postrados pidiendo limosna a un mundo que apenas puede darnos unas monedillas de falsa felicidad, ajena al verdadero amor? ¿Seguiremos a aquellos que nos piden que hablemos bajito para no molestar? ¿Dejaremos que Cristo pase por nuestras vidas sin tirarnos a sus pies pidiendo misericordia? ¿o es que no necesitamos de la misericordia de Dios? Y una vez obtenida, ¿volveremos sobre nuestros pasos o nos convertiremos en verdaderos discípulos del Señor?

Sigamos el ejemplo de Bartimeo. Hoy Cristo se nos acerca en la Eucaristía, fuente de misericordia. Cuando nos acerquemos a comulgar, dejemos que nuestra alma grite: "Hijo de David, ten compasión de mí". Y cuando le hayamos recibido, no regresemos a casa como si tal cosa. Porque mayor milagro y mayor bendición hay en recibir el cuerpo de Cristo que en recuperar la vista. No permitamos que el Día del Señor acabe tras salir de misa. Salgamos de ella como verdaderos discípulos, dispuestos a dedicar el resto del día a Aquel que nos da la vida.

Luis Fernando Pérez Bustamante

6 comentarios

  
sofia
Amén. Verdaderamente Jesús sale a nuestro encuentro en la Eucaristía: "Maestro, que pueda ver"
28/10/06 10:59 PM
  
Katia
Más importante que los ojos físicos, son los ojos espirituales. JesuCristo es el mismo hoy, ayer y por los siglos, sale a nuestro encuentro y lo podemos VER. Alabado sea el Señor!!!!
28/10/06 11:54 PM
  
José Luis
Esta escena se repite hoy día, hay muchos que quieren seguir a Cristo, y encuentran obstáculos humanos.

Me encanta Cristo dice; «Llamadlo»; Él lo ha aceptado, y por si fuera poco, quien está al lado de Jesús y con Jesús, va al ciego y le dice: «Ánimo, levántate, que te llama», le anima sobremanera, y la alegría del ciego, que ya no quiere separarse de Cristo. Cristo llama a todos, pero no todos hacen lo que aquel discípulo de Cristo, de dar ánimos a los que desean seguirle.

En otros tiempos, muchos al sentirse llamados por Cristo, dejaron el mundo, se fueron a los desiertos para la vida de oración, hoy ya no es posible estar en los desiertos, porque la iniquidad, por las guerras, el pecado, lo han invadido, pero el Señor sigue llamando. Tenemos las órdenes de vida contemplativa por ejemplo, que ya es un inmenso lujo que uno sea aceptado. Pero no está al alcance de muchos.
29/10/06 12:36 PM
  
José Luis
Cristo nos llama, no vamos a irnos a los desiertos, pero sí tenemos la Iglesia, está abierta, tenemos la Adoración Nocturna, Cristo te ha llamado, no dejes de visitarle cada día. Incluso después de trabajar, si pasas por alguna iglesia, entra, allí está Jesús, háblale en tu corazón, no desaproveche esa ocasión tan maravillosa, convierte en el lugar que te encuentres, dialogando con Dios, un trocito de cielo en ese lugarcito.

O bien en lo escondido de tu habitación, donde puedas contemplar ese amor de Dios, en tu propia vida, la experiencia de muchos cristianos, nos enseña que como dice Santa Teresa de Jesús, que hasta en la cocina se encuentra Dios, teniendo en cuenta que ella estaba en Gracia de Dios, llena de Dios, y lo mismo puede encontrarse en el trabajo, mientras se esté en plena gracia de Dios.
29/10/06 12:43 PM
  
Katia
Quisiera destacar de este pasaje bíblico dos cosas: el valor de la amistad (cuando los seguidores de Jesús van a llamar al ciego) y el valor de la dignidad de la persona (que era realmente lo que más necesitaba el ciego, antes mismo que la vista). De ello deduzco que Jesús nos llama y lo hace de diferente manera y sólo El nos dignifica.
29/10/06 1:55 PM
  
José Luis
Cuando se trata de seguir a Cristo, en la Epístola a los Romanos 8, 35, nada nos podrá separarnos del Amor de Cristo, y recordando aquel pasaje, cuando se encuentra con Cristo dos de los discípulos de Emaús, no reconocieron a Cristo(cf Lc 24,15-34), después de su Resurrección, pensaban los aquellos dos discípulos que estaban hablando con un desconocido, pero sentían en su corazón algo distinto (Lc 24, 32). Sintieron de una forma especial la presencia de Dios, pero que un alma tibia, y más aún si está en grave pecado, jamás llegará a tener esa experiencia divina con el Señor.
30/10/06 3:23 PM

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