6.11.06

Jugar con la vida, jugar a ser Dios

Inauguro hoy una nueva sección de este blog. En la misma pienso copiar cada semana la carta pastoral de algún cardenal, arzobipo u obispo, que me parezca interesante. Como no podía ser de otra forma, inaugura la sección mi propio Obispo, Monseñor Sanz Montes, de quien estoy absolutamente convencido que está llamado a ser una columna (Gal 2,9) de la Iglesia Católica en España.

Jugar con la vida, jugar a ser Dios

Queridos Hermanos y amigos: Paz y Bien.

Es una tentación tan vieja como el mundo. No se trata sin más de un instinto de sano y sabio perfeccionamiento, sino de algo que parece que está malditamente escrito en nuestra más torpe pretensión: querer ser como Dios. En la larga trayectoria de la historia de los hombres, se ha intentado con más sutileza o más grosería, rescribir esa arcana tentación de polemizar con Dios, de negociar con Él, de desplazarle, de ignorarle…o de pretender llegar a su misma destrucción.

Tres escenas bíblicas nos ponen delante con su lenguaje literario esta actitud antigua de llegar a ser como Dios: el árbol de la ciencia del bien y del mal al que no quitaban los ojos Adán y Eva, la torre de Babel cuyo proyecto fue tan minuciosa como estúpidamente redactado, y la adoración del becerro de oro de aquellos hebreos liberados de Egipto, mientras el bueno de Moisés subió al Sinaí para hablar con Dios. Cada generación, cada persona han podido describir su particular intento: qué fruta prohibida consumen, qué torre indebida levantan o ante que ídolos de dioses que no son Dios se postran y adoran.

Serían muchas las formas con las que a través de los siglos se ha venido facturando esta pretensión. Pero estamos ante una circunstancia que nunca antes se había dado tan masivamente, tan refinadamente, tan cínicamente, con tantos intereses creados y con tanta subvención. Querer ser Dios hoy, pasa nada menos que por el adueña-miento de la vida, por el control de esa vida en todas sus fases y en todas sus formas. Un control que decide qué hay que eliminar y cuándo, en qué hay que engañar y cómo, a quién hay que aislar y por qué.

Vuelve a aletear entre nosotros la sombra de la muerte no como desenlace natural de quienes llamados a la vida entran en la eternidad al traspasar su último umbral, sino una muerte que es fruto del cálculo político, del interés económico, y de la pretensión cultural. No es la piedad hacia otros seres curables lo que legitima la industria del embrión, no es el avance deseable de la ciencia lo que se quiere tutelar con la legislación en curso: la industria del embrión se dispara para quienes juegan a ser Dios, como una demagogia política, como un rentable negocio y como un paso adelante en su no disimulada "mutación cultural" (como le hacen repetir al repetidor). ¿Por qué no desarrollan los objetivos de curar a otros seres humanos y de avanzar en la ciencia a través de las células madre? Ellos saben por qué no.

Por más que lo envuelvan con palabras confusas, rimbombantes, o de calculada ambigüedad, jugar así con la vida, como pretende el Proyecto de Ley de investigación biomédica del Gobierno español, es un atentado contra la vida anteponiendo los intereses económicos e ideológicos de partido al bien común más básico: la vida, y contra el ser más vulnerable: el embrión humano. El Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal lo ha vuelto a denunciar: «Recordamos una vez más, con recientes palabras de Benedicto XVI, que la resistencia de la Iglesia no es en modo alguno contra la ciencia, sino sólo «ante las formas de investigación que incluyen la eliminación programada de seres humanos ya existentes, aunque aún no hayan nacido (…) La historia misma ha condenado en el pasado y condenará en el futuro esa ciencia, no sólo porque está privada de la luz de Dios, sino también porque está privada de humanidad». Animamos a las comunidades católicas a seguir anunciando con vigor el Evangelio de la vida: Dios, el Creador providente, no se olvida de ninguna de sus criaturas, sino que las ama apasionadamente. Es el Evangelio que nos capacita para amar sin condiciones y para juzgar con lucidez».

Recibid mi afecto y bendición.

† Jesús Sanz Montes,

Obispo de Huesca y de Jaca.

6 comentarios

  
Fra Lorenzo
malo que el gobierno juegue a ser dios; peor que lo haga la jerarqui'a, porque esta juega en serio, y si puede, hace trampa
06/11/06 4:51 PM
  
Luis Fernando
Bueno, me parece a mí que alguna legitimidad más tiene la jerarquía en hablar en nombre de Dios en este caso.
06/11/06 5:31 PM
  
Fra Lorenzo
No comparemos Don LFPB, el gobierno no pretende hablar en nombre de Dios; le atribuyen actuar...
06/11/06 6:47 PM
  
Luis Fernando
Bueno, digamos que nunca como hasta ahora el hombre había jugado de forma tan clara a ser Dios, manipulando la vida humana desde su misma concepción.
Y eso, antes o después, tendrá consecuencias.
06/11/06 7:13 PM
  
foulard
Será por eso que el Espíritu Santo nos regatea en esta olla de grillos en la que:
".Nadie sabe de donde viene y a donde va...?".Ahí la aparición de los árbitros del poder...: ¡los medios!.
Son providenciales!!
08/11/06 12:33 AM
  
Sed bueenos
Hacedle caso a este hombre, que la Iglesia sabe muy bien lo que es eso de jugar con la vida humana.
A su historia y al presente me remito.
16/11/06 8:45 PM

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5.11.06

¿Hay salvación fuera de la Iglesia Católica? ( I )

Lumen Gentium, 14
El sagrado Concilio pone ante todo su atención en los fieles católicos y enseña, fundado en la Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrina es necesaria para la Salvación. Pues solamente Cristo es el Mediador y el camino de la salvación, presente a nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia, y El, inculcando con palabras concretas la necesidad de la fe y del bautismo, confirmó a un tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el bautismo como puerta obligada. Por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, rehusaran entrar o no quisieran permanecer en ella.

A pesar del “optimismo” respecto a la salvación de los no católicos, incluso los no cristianos, presente en el concilio Vaticano II, lo cierto es que el Concilio reafirmó lo que ha sido una doctrina unánimemente sostenida por la Iglesia Católica a lo largo de los siglos: la no salvación de los que, culpablemente, no forman parte de la misma. En sucesivos posts mostraré cómo se ha ido desarrollando esta cuestión durante todos esos siglos.

Para este estudio estoy utilizando y citando el libro “¿Hay salvación fuera de la Iglesia?", del padre Francis A. Sullivan S.J (jesuita), editado por Desclée De Brower en el 1999 (ISBN 84-330-1442-0). Si os interesa este tema es altamente recomendable que compréis ese libro si os resulta posible. Empezaré citando los primeros Padres de la Iglesia:

Padres anteriores a San Agustín

San Ignacio de Antioquía (primera década s.II)
Carta a los filadelfios 3,3
“No os engañéis, hermanos míos: si alguno sigue al que se separa `no heredará el Reino de Dios´. El que camina en sentencia ajena, ese tal no se conforma a la Pasión".

Según San Ignacio, no sólo es sólo el provocador del cisma el que se condena, sino también todos los que le siguen.

San Ireneo de Lyon (mediados o finales s.II)
Adversus haereses 3:24,1
“En la Iglesia Dios ha puesto apóstoles, profetas, maestros y todos los demás dones del Espíritu, que no comparten aquellos que no se apresuran a la Iglesia, sino que se autoexcluyen de la vida, por una mente perversa y un modo de actuar peor. Porque donde está la Iglesia, está el Espíritu de Dios, y donde está el Espíritu de Dios está la Iglesia y toda gracia”

San Ireneo escribió esas palabras contra los gnósticos, que eran los cismáticos de aquella época y deja muy claro que los que no están en la Iglesia, se autoexcluyen de la vida. Es muy importante su afirmación de que donde está la Iglesia, está el Espíritu de Dios.

Orígenes (principios y mediados del s.III)
Él, siendo el pionero de la exégesis alegórica de las Escrituras, incluye la advertencia de que no hay salvación fuera de la Iglesia, en una homilía basada en el segundo capítulo de Josué, que relata la historia de los dos espías hebreos en Jericó, que se refugiaron en la casa de la prostituta Rajab. Orígenes vio en esta casa un símbolo de la Iglesia, dado que fue lugar de salvación en la ciudad que estaba a punto de ser destruida. Su aplicación de la historia del AT a la vida de la Iglesia fue la siguiente: Homiliae in Jesu Nave 3,5 “Se da esta orden a la muejr que había sido antes prostituta: `Todo aquellos que se encuentren en tu casa serán salvos. Pero con respecto a aquellos que salgan de tu casa, estaremos libres de este juramento que te hemos hecho´. Por lo tanto, si alguien quiere salvarse, que entre en la casa de esta que fue una vez prostituta. Incluso si alguien de ese pueblo quiere salvarse déjenle entrar en esta casa, para que pueda encontrar la salvación. Déjenle entrar en esta casa en la que la sangre de Cristo es signo de redención… Así, que nadie se engañe: fuera de esta casa, esto es, fuera de la Iglesia, nadie se salva. Si alguien sale, es responsable de su propia muerte”

Pueden resultar útiles aquí algunas indicaciones exegéticas. La “mujer que había sido prostituta” sugiere la imagen de la Iglesia de los gentiles como el pecador arrepentido: ella que había vivido en un vicio pagano es ahora la casta esposa de Cristo. El cordón escarlata que Rajab descolgó por su ventana era el símbolo dirigido a los invasores hebreos para que su casa duera respetada. Para Orígenes significa la sangre de Cristo, signo de redención de la Iglesia. La invitación de Orígenes a los miembros de “ese pueblo” se dirige claramente a los judíos que no habían aceptado el mensaje cristiano de salvación, pero la advertencia más importante de este pasaje se dirige claramente a aquellos que salen de la única casa en que se encuentra la salvación. De la misma forma que pasaba en Jericó, cualquiera quesaliera sería también responsable de su propia muerte. Esto se refiere claramente a los cristianos que, habiendo estado una vez en la Iglesia, la dejaban para unirse a una herejía o secta cismática. No hay salvación fuera de la Iglesia y aquellos que se van son los únicos culpables de su propia perdición.

San Cipriano de Cartago (mediados s.III)
Epist 4,4
“Que no piensen que el camino de la vida o la salvación existe para ellos, si han rehusado obedecer a los obispos y presbíteros, dado que el Señor dice en el libro de Deuteronomio: ´Si alguno procede insolentemente, no escuchando al sacerdote ni al juez, ese hombre morirá´. Y entonces se les mataba con la espada… pero ahora, los orgullosos e insolentes son muertos con la espada del Espíritu cunado son arrojados fuera de la Iglesia. Porque no pueden vivir fuera, ya que sólo hay una casa de Dios, y no puede haber salvación para nadie si no es en la Iglesia”

En esa epístola estaba hablando de aquellos que estaban en peligro de excomunión. Pero ciertamente para San Cipriano la unidad de la Iglesia era esencialmente una unidad de amor, y por tanto, cualquiera que violara esa unidad mediante herejía o cisma estaba pecando contra la virtud de la caridad. Llega a la conclusión que era de esperar:
Epist 73,21
“Y no puede servir para la salvación al hereje ni el bautismo de la confesión pública ni el de sangre, porque no hay salvación fuera de la Iglesia”

Y antes había escrito sobre los cismáticos:
Epist 52,1
“¿Cómo puede un hombre que no está con la esposa de Cristo y en su Iglesia, estar con Cristo?”

En su obra “Sobre la Unidad de la Iglesia", San Cipriano retoma su idea de que el martirio no puede purgar la pena del cisma:
La unidad de la Iglesia, 14
“Estos, aunque dieran la vida por la confesión del Nombre, no lavarían si mancha siquiera con su propia sangre. Inexpiable y grave es el pecado de la discordia, hasta el punto de que no con el martirio se perdona. No puede ser mártir quien no está en la Iglesia. No podrá llegar al reino quien abandona a la que ha de reinar. Cristo nos dio la paz, nos ordenó vivir concordes y unánimes, nos mandó guardar íntegros e inviolados los vínculos del amor y de la caridad. No puede, por tanto, presentarse como mártir quien no ha mantenido la caridad fraterna. Esto es lo que enseña y atestigua el apóstols Pablo `aunque entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha´”
Un poco antes, en el mismo libro, dice lo siguiente acerca de los cismáticos:
La unidad de la Iglesia 6,77
“La esposa de Cristo no puede ser adúltera, inmaculada y pura como es. Quien separándose de la Iglesia, se une a una adúltera, se separa de las promesas de la Iglesia, y no alcanzará los premios de Cristo quien abandona su Iglesia. Éste se convierte en un extraño, un sacrílego y un enemigo. No puede ya tener a Dios por padre quien no tiene a la Iglesia por madre. Si pudo salvarse alguien fuera del arca de Noé, también se salvará quien estuviera fuera de la Iglesia. Quien destruye la paz de Cristo y la concordia, actúa contra Cristo. Y quien recoge en otra parte, fuera de la Iglesia, desparrama la Iglesia de Cristo. Quien no mantiene esta unidad, tampoco tiene la ley de Dios, ni la fe en el Padre y el Hijo, ni la vida y la salvación.”

Bien, como podéis ver, el juicio de los primeros Padres de la Iglesia contra los que decidían salirse de la Iglesia era durísimo. Recordemos que el Vaticano II afirma que no es lo mismo el que se separa HOY de la Iglesia que el que nace ya en una de esas comunidades cristianas separadas. El primero es culpable -aunque esto hay que matizarlo-, mientras que el segundo no lo es. Ahora bien, como ya veremos más adelante en sucesivos posts, no es lo mismo el que sale de la Iglesia porque no ha recibido una educación o catequesis adecuada que el que lo hace por puro orgullo o maledicencia.

Luis Fernando Pérez Bustamante

4 comentarios

  
Paco C
También el bautismo de deseo. Una devota anglicana o un devoto musulmán, que sin auténtico conocimiento de la verdadera Iglesia, quieran salvarse y cumplan con sinceridad los preceptos de su fe, forman parte de la Iglesia Católica mediante el bautismo de deseo.

Hay que tener presente asimismo la declaración "Dominus Iesu", de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicada en el año 2.000.
06/11/06 1:40 AM
  
Wilburg
En el cielo de los católicos no habrá ni una sola opinión crítica sobre las incoherencias de la biblia, y las de la iglesia, todas se censuran, y se borran sus posts por los monaguillos.
No es posible que Jesucristo desee estar allí por mucho tiempo, Él no es masoquista.

Gracias Torquemada.
06/11/06 4:06 PM
  
foulard
Menos mal que Dios tiene hasta sentido del humor, seguro!
08/11/06 12:24 AM
  
sofia
La opinión de Paco C me parece aceptable y caritativa con los que tienen otras creencias.
09/11/06 9:34 PM

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4.11.06

Gracias por María (II)

María, Inmaculada Concepción

El arcángel Gabriel saluda a María como Kejaritomene -llena de gracia o agraciada-. La Iglesia ha llegado a comprender y proclamar que ella fue kejaritomene desde el mismo instante de su concepción. Y para llegar a entender eso ha tenido que meditar mucho sobre las implicaciones que había de tener para un ser creado, como María, el llegar a ser el Arca Santa que habría de contener la Encarnación del Verbo de Dios, el cual es el Creador Eterno. La gracia de Dios debía acompañar a esa criatura humana, María, para que fuera tan santa que la presencia divina en su seno no la consumiera por completo.

Porque, no lo olvidemos, hasta que Cristo no nos abrió definitivamente el camino al Padre, toda relación entre la naturaleza humana y la divina estaba limitada por el muro del pecado. Si la simple contemplación de Dios podía traer la muerte de los hombres o, en el mejor de los casos, causaba un resplandor de gloria (2ª Cor 3,7; Exodo 34,29) en aquel que se aventuraba a contemplar siquiera las "espaldas del Señor" (Ex 33,23), ¿qué no podría ocurrir con una mujer que llevara en su propio seno al Señor Todopoderoso a la vez que estuviera corrupta por el pecado? ¿Cómo no habría el Señor de resguardar en santidad a esa mujer para que su naturaleza humana no se viera arrasada por la santidad del Verbo divino? ¿Cómo no concederla la gracia de verse libre del pecado, y por tanto salvada de él y sus consecuencias, para que de esa forma se convirtiera en el ser humano de quien Jesucristo tomó la naturaleza humana? Si Cristo había de ser sin pecado, ¿cómo habría de tomar su naturaleza humana de una mujer en pecado?

El dogma de la Inmaculada Concepción es un canto a la gracia de Dios en María. Pues es esa GRACIA, y no la propia naturaleza humana de la Virgen, quien la limpia de pecado, por los méritos de quien habría ser su Hijo, desde el mismo instante de su concepción.

La Iglesia da testimonio ya en el siglo II, a través de San Justino y San Ireneo, de que había recibido la enseñanza de que María era la Segunda Eva y era la madre de la nueva humanidad en Cristo Jesús. De esa enseñanza la Iglesia, con el paso de los siglos y tras no poca discusión, llegó al convencimiento de que María, por el significadísimo lugar que había de tener en el plan de salvación dispuesto por Dios, fue llena de gracia desde el primer instante de su creación. Dicha pureza, fruto de la gracia de Dios en ella, debió mantenerse intacta para la que su seno se convirtiera, cual nueva Arca de la Alianza, en receptáculo santo de la encarnación del Verbo de Dios. La unión tan íntima entre cualquier madre y el hijo que lleva en su seno es algo que sólo quien ha experimentado la maternidad puede contar. Pero en el caso de María y su hijo Jesús, esa unión no era una unión cualquiera. Era la unión entre una mujer, ser creado, y el Dios Eterno Creador de los cielos y la tierra. Y por ello, el Altísimo derramó de su gracia desde un primer momento sobre aquella bendita mujer, para que cuando llegara el momento de encarnarse en su seno, ella pudiera ofrecerle la santidad fruto de la gracia de Dios como receptáculo para su divinidad. Como la primera Eva, madre de todos los hombres, fue concebida sin pecado, así la Segunda Eva, madre de la nueva humanidad en Cristo, fue Igualmente concebida sin pecado. Así lo ha declarado la Iglesia de Cristo y así ha de ser aceptado por todos.

Amar, honrar, venerar y dar culto a María es la mejor forma de dar gracias a Dios por las maravillas que hizo en ella. Si Elisabet, llena del Espíritu Santo, exclamó que la visita de la Madre del Señor era un don para ella, ¿qué no exclamaremos nosotros? San Juan el Bautista, como en su día hizo el rey David, danzó ante el Arca de la Alianza. Pero esta vez, el Arca contenía en su seno la Real Presencia Divina. Por voluntad del Padre, María nos dio a luz a la Luz del Mundo. Si hubiera habido tinieblas en ella, no podría haber dado a luz a la Luz. Cristo no podía tener comunión con las tinieblas en el seno de su madre. Por se se proveyó para Él un seno materno santo.

Para algunos esas verdades son motivo de escándalo. Para nosotros los católicos son motivo de alegría y regocijo.

Bendita tú fuiste, eres y serás, Madre, entre todas las mujeres y bendito fue, es y será, Aquél quien es fruto de tu santo seno.
Que soy era Inmaculada Conceptiu.

Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo. Alégrate, ha dicho; a ti, en efecto, te corresponde la verdadera alegría, a ti que has merecido escuchar que eres la llena de gracia, puesto que contigo está el íntegro tesoro de la alegría, del gozo perfecto y de la gracia. El Rey está con la esclava; el más bello de los hijos de los hombres está con la más hermosa de las mujeres; el que santifica todas las cosas está con la doncella inmaculada. Contigo está el Creador del Universo; contigo está a fin de poder nacer de ti; contigo está en la concepción para ser por ti dado a luz; contigo está como Dios, para poder nacer de ti como Dios y hombre …. Alégrate, pues, por siempre; alégrate, oh llena de gracia. Alégrate porque has recibido de la naturaleza un seno más amplio que los mismos cielos, desde el momento en que en tu seno has albergado a aquel que los cielos no pueden abarcar. Alégrate, oh fuente de luz, que iluminas a todo hombre. Alégrate, oh aurora del sol que no conoce ocaso. Alégrate, depósito de la vida. Alégrate, jardín del Padre. Alégrate, prado del que emana toda la fragancia del Espíritu. Alégrate, raíz de todos los bienes, perla que supera todo valor. Alégrate, oh vid cargada de bellos racimos. Alégrate, oh nube de aquella lluvia que proporciona bebida a todas las almas de los santo. Alégrate, pozo del agua siempre viva. Alégrate, oh arbusto ardiente de fuego espiritual y que, sin embargo, no se consume. Alégrate, oh puerta sellada que se abre sólo para el Rey. Alégrate, oh monte del que, sin obra de manos, se desprende la piedra angular. Allá arriba está él con aquella naturaleza divina que se halla por encima de los querubines y que tiene su morada en el seno del Padre; aquí abajo permanece él, gracias a la naturaleza humana que yace en el pesebre y que es estrechada entre los brazos maternales. Éstos son un trono verdaderamente real, un trono glorioso, santo, único, digno de sostener en este mundo al Santo de los santos.(Crísipo de Jerusalén, custodio de la Basílica del Santo Sepulcro, siglo V)

Luis Fernando Pérez Bustamante, Cide

12 comentarios

  
Wilburg
Lo sorprendente es que, siendo María persona tan sencilla, llegara a decir de Jesucristo que estaba fuera de sí. Ocurrió cuando el Señor estaba en una casa que se agolpaba con la gente, y cuando lo oyeron los suyos, dice el relato,.. vinieron para prenderle, para llevarselo, porque decían "está fuera sí". Mar. 3-21

Y en cuanto a Jesucristo, que es quien verdaderamente trae el Espíritu, es decir, su Alma dentro del alma de quien quiere que venga a Él en la intimidad, esto es lo que dice de MARÍA: decid a mi madre, que mis hermanos y mi madre son aquellos que me siguen a mí. Lucas 8:21.

La carne es solamente carne, y quien ha nacido del Espíritu, porque Jesucristo le ha abierto tal puerta del Dios vivo, ése ya no es carne´.
De manera que por muy bueno, o maternal, que se haga el hombre, lo que ha de buscar de Dios es la Presencia, el Espíritu.
05/11/06 9:31 AM
  
sofia
Wilburg,
Si citas, cita bien: Lc 8,21: EL respondió(a los que le dijeron que su familia estaba allí): "mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la cumplen." Sólo pretende establecer prioridades, y las comparte con su madre: Lc 1,38 María dijo:"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." (Si es madre según la sangre, es porque lo es según su espíritu de cumplir la palabra de Dios)
En Mc 3,21 no nombra a María. Dice que los suyos, sus parientes no le comprendían, "decían que estaba fuera de sí."
Por lo demás, estamos de acuerdo en que es Jesús el que transmite el Espíritu y en que lo importante es la presencia de Dios en nosotros.
05/11/06 10:25 AM
  
Luis Fernando
Vaya, ahora nos sale con gnosticismo puro y duro.
Una cosa es no ser carnal y otra el que no sigamos siendo carne.

Respecto al respeto y amor que Cristo tenía por su madre, baste ver lo que ocurrió en la Cruz.
05/11/06 12:49 PM
  
Wilburg
Doña Sofía, le he dicho antes, que es mejor no tomarse la libertad de tutear. Le tengo afecto, y el respeto es necesario.

Es necesario que recapacite, si María es el Espíritu, entonces, ya estaba el Espíritu en la tierra antes de Jesucristo, y que lo que él dice, no tiene sentido, "lo que es nacido de carne, carne es". Y María nace de acto sexual de su padre y de su madre. Nace de la carne. No viene de la Eternidad.

Y en cuanto a su actitud, María nunca comprendió a Jesucristo:

1. Él hablaba de Dios: ella se sorprendió; le espetó:
-¿porqué nos has hecho esto?
y Él, la separó: -¿porqué me buscabas tú? Mis negocios: los de mi padre.
Lc 2-48

2. Cuando predicaba, y cuando no compartía ella la predicación de Él. Decid a esa mujer que mi madre es...Lc8-21

3. Cuando acudió "LOS SUYOS", en plural, es decir los hijos que había parido a José, y ella. Por cierto no es virgen después de haber parido a varios hijos,...
05/11/06 2:17 PM
  
Wilburg
3. Cuando acudió "LOS SUYOS", en plural, es decir los hijos que había parido a José, y ella. Por cierto no es virgen después de haber parido a varios hijos, incluido Jesucristo.
"Para prenderle", (en griego, arrestarle), porque decía que estaba fuera de sí, (griego: loco). Mr 3-21.

El mensaje de Jesucristo es sencillo, y no necesitamos a María para encontrar a Dios.

Todo hombre, al igual que ella, nace de la unión sexual de dos seres humanos: somos simple carne humana. Algunas personas buscarán recibir el Espíritu, que es recibir a Dios dentro de sí. Esto es lo que esperaba Juan en el desierto. No lo tenía, y como la Samaritana lo recibíó de él, no de María.

Nacido de nuevo ya no se necesita buscar más: se tiene a Dios dentro.
05/11/06 2:21 PM
  
Wilburg
Don Luis Fernando, debido a su intolerancia, a su censura, y a su afición a calificar de hereje al prójimo, le ruego no comentar sobre mí sin dirigirse a mi directamente, y sobre todo, no calificar. No soy gnostico.
Yo prefiero no calificarlo a usted.
Las cosas que se hablen han de pertenecer a la coherencia, no al Limbo fundamentalista.

Los términos puro y duro, se usan coloquialmente, y no pertenecen al ámbito de los que hablan en serio de Dios.

Le ruego no busque la disputa, porque como sabe acarrea usted numerosas contradicciones, tales como la incoherencia de los contenidos sanguinarios de la Biblia practicados por su iglesia, y la coherencia de Dios.
05/11/06 2:37 PM
  
sofia
Don Wilburg,
El respeto es necesario. Respeto es escuchar, entre otras cosas. Usted en lo único que se fija de mis comentarios es en si le tuteo o no. Por lo demás nada de lo que me dice tiene nada que ver con lo que le he dicho yo. Ej: ¿Cuándo he dicho que María sea el espíritu?
Tb vuelve a repetir Lc 8,21, demostrando que no se ha enterado de nada de lo que dije. Continúa citando mal, tergivesando con sus propias palabras lo que se dice. Habla de cosas que no tienen nada que ver con este asunto.
Por salvar algo, diré que estoy de acuerdo en que el mensaje de Jesucristo es sencillo (aunque evidentemente usted no lo ha entendido) También es cierto que estrictamente no necesitamos a María para llegar a Dios, aunque es un camino muy conveniente.
Lamento no poder seguir con esta conversación. Que tenga una buena semana.
05/11/06 2:51 PM
  
Paco C
Wilburg: María no tuvo más hijos. La prueba es que Jesús, cuando estaba en la cruz a punto de morir, no la encomendó a un supuesto hermano suyo, como era tradición entre los judíos, sino a un extraño a su familia de sangre, el apóstol Juan.
Como todo el mundo sabe, en hebreo, la palabra "hermanos" incluía también a los primos y demás parientes. A estos primos de Cristo se refiere el Evangelio cuando habla de los "hermanos" de Jesús.
05/11/06 6:31 PM
  
Luis Fernando
Wilburg:
Don Luis Fernando, debido a su intolerancia, a su censura, y a su afición a calificar de hereje al prójimo, le ruego no comentar sobre mí sin dirigirse a mi directamente, y sobre todo, no calificar. No soy gnostico.


Soy tan intolerante que a partir de ahora no volveré a dirigirle la palabra. Dos no pelean si uno no quiere. Y yo no quiero.

Que le vaya bonito.
05/11/06 6:58 PM
  
Wilburg
Paco, se ha percatado usted de que el Evangelio habla: ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? no estan también aquí con nosotros sus hermanas? Mr. 6-3.

Si dice usted que son todos los demás, ¿porqué dice "y de Simón", ¿porqué no nombra la lista entera de los demás primos?

Aparte de ello, el hecho de tener un hijo ya hace que María no sea virgen.

Aparte de ello, el asunto es que Jesucristo, y no María, es el que presenta el Espíritu a los hombres.

05/11/06 8:50 PM
  
Paco C
Wilburg: no sabemos si Cristo tenía sólo esos primos cita el Evangelio de Marco o si tenía más. Lo mismo el evangelista sólo citó a los primos que se le vinieron a la mente, o realmente Cristo no tenía más hermanos. Todo esto resulta completamente intrascendente, y el argumento de que Cristo encomendó a su madre al apóstol Juan es definitivo.
05/11/06 11:01 PM
  
Luis Fernando
La semana que viene hablaré de la perpetua virginidad de María, doctrina que fue defendida incluso por Lutero, Zwinglio y Calvino. Cosa que hoy, dicho sea de paso, suelen ignorar los protestantes.
05/11/06 11:13 PM

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3.11.06

Compasión, perdón y generosidad

Lc 6:36-38:
"Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá."

¿Cual debe ser la característica básica de un cristiano? Reflejar el carácter de su Padre que está en los cielos. Dice la Palabra de Dios: "Sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mt 5,48). Todos sabemos que es prácticamente imposible que en nuestras propias fuerzas podamos alcanzar la perfección. Pero la gracia de Dios nos capacita para que al menos podamos ir acercándonos a esa perfección divina.

Nosotros sabemos que Dios es compasivo. Él lo ha sido con nosotros en multitud de ocasiones. Él nos pide que mostremos esa actitud compasiva con nuestros semejantes. También sabemos que Él no vino a juzgarnos y condenarnos sino a salvarnos. Y nos pide que nuestra justicia no sea implacable sino miresicordiosa. Además, el juicio se lo debemos dejar a Él. Muchas veces emitimos opiniones descalificando a otras personas y somos profundamente injustos porque no tenemos todos los datos que nos permitan el saber porqué esa persona actúa como actúa.

Y el perdón…¡ay, el perdón! Qué difícil nos es el perdonar a aquellos que realmente nos han hecho mucho daño. Pero el perdón no es una opción. Es nuestra obligación. Sabemos que Cristo puso mucho énfasis en que perdonáramos a nuestro prójimo. El Padrenuestro dice "perdónanos nuestras ofensas ASÍ COMO nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Cuando Pedro preguntó a Cristo cuantas veces hemos de perdonar al hermano que peca contra nosotros, el Maestro respondió que siempre (eso quiere decir setenta veces siete). No es fácil el perdón. Y Dios lo sabe porque a Él le costó mucho perdonarnos con el sacrificio del Hijo en la cruz. Pero si Él pudo perdonarnos a pesar de que nosotros no lo merecíamos, Él tiene la autoridad para pedirnos que nosotros perdonemos a los que nos hacen mal.

El perdón es el camino del amor. No podemos amar al prójimo como a nosotros mismos si primeramente no le perdonamos. Y si no amamos al prójimo como a nosotros mismos, estamos fallando en el segundo mandamiento más importante de la Ley de Dios. Seamos pues comedidos en nuestros juicios y estemos siempre prestos a perdonar.

También nos pide el Señor que seamos generosos. Él nos ha dado todo, nos ha dado la vida eterna. Ahora nos pide que nosotros también demos de lo que es nuestro. A veces entendemos el dar como algo exclusivamente económico. Hay quienes piensan que dando una cantidad de dinero para determinada obra benéfica ya es suficiente. Pero Dios quiere que demos algo más que dinero. Nos pide que nos demos a nostros mismos. Que entreguemos nuestras vidas en el servicio suyo y a los demás. Eso no tiene siempre porqué ser que nos vayamos de misioneros a un país lejano. Podemos entregarnos completamente en nuestras familias, en nuestras comunidades parroquiales. Nos entregamos cuando visitamos a los que sufren y a los que han sufrido pérdidas familiares. Nos entregamos cuando dedicamos nuestro tiempo a enseñar a la gente que Dios es alguien que no está en un lugar lejano e inaccesible sino que vive en el corazón de quienes creen en Él.

Hay muchas formas de entrega. Pedid a Dios que os enseñe la mejor forma en que podáis dar a los que necesitan de vuestros servicios. La mies es mucha y faltan obreros. Y os aseguro que aquel que da, recibe mucho más. No es una fórmula matemática en la que si yo doy "x", recibo "y". No, el que sirve lleva el premio en su propia obra. Hay pocas cosas que puedan compararse al gozo de haber realizado el servicio al que Dios nos ha llamado. El premio de saber que Dios está contento porque le hemos sido fieles es mucho mayor que todo el bien que hayamos podido realizar.

Cristo acaba diciéndonos que con la medida que midamos, seremos medidos. Si eres un juez implacable no esperes otro juicio diferente al que tú emites sobre otros. Si amas poco, no esperes recibir mucho amor. Os dejo con otros versículos que nos confirman lo que Dios quiere de nosotros: Lucas 7,47; Mateo 18,23-35.

Dios nos guarde de todo mal,

Luis Fernando Pérez Bustamante

2 comentarios

  
sofia
Nunca deberíamos irnos a dormir sin habernos reconciliado antes con los demás, con nosotros mismos, y con la vida en general. Así podemos acoger el amor que nos ofrece Dios y descansar en Él.
03/11/06 11:08 PM
  
Luis Fernando
Precisamente eso es lo que dice San Pablo:
Ef 4,26
Airaos, pero no pequéis. No se ponga el sol sobre vuestro enojo
04/11/06 4:48 PM

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2.11.06

Y tú serás llamado Cefas

Es de todos conocido que el papel del Papa en la Iglesia Católica es una de las dificultades que se presentan en el ecumenismo. Nunca podrá entenderse la importancia de la figura del Obispo de Roma, sucesor del apóstol Pedro, sin previamente entender quién fue aquel hombre llamado Simón, hijo de Jonás, y cuál fue el papel que nuestro Señor Jesucristo quiso que desempeñara en su Iglesia. En el evangelio de Juan leemos cómo transcurrió el primer encuentro entre Jesús y Simón:

Jn 1,40-42
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús. Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).

A simple vista nadie diría que aquellas primeras palabras de Jesús a Pedro tuvieran más importancia que la de establecer una mera toma de contacto entre ambos pero, sin duda, en ellas nos encontramos con un elemento esencial para saber quién fue el apóstol. Efectivamente, Cristo anuncia a Simón que tendrá un nuevo nombre por el que será conocido: Cefas (Pedro). ¿Por qué dicho cambio?. En el Antiguo Testamento quizás encontremos la respuesta:

Gen 17,3-5
Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.

Gen 32,27-28
Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Gen 35, 10-12
Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra.

Cada vez que Dios cambia el nombre de alguien, lo hace por un motivo muy concreto. Al establecer el pacto con Abram, que significa "padre enaltecido", le renombra como Abraham, que significa "padre de una multitud numerosa". Dicho cambio de nombre está totalmente relacionado con el propio pacto que Dios establece con el patriarca. Igual ocurre con Jacob, a quien un personaje misterioso con el que había luchado le advierte que su nombre pasará a ser el de Israel, que significa "Dios lucha" o "él lucha con Dios", lo cual queda confirmado por el propio Señor en el momento en que confirma en él el pacto que ya había hecho antes con su abuelo Abraham.

Existen otros ejemplos veterotestamentarios en los que podemos comprobar que el nombre de una persona podía estar íntimamente relacionado con alguna circunstancia de su vida. No en vano, cuando el ángel del Señor anuncia a José que el fruto del vientre de María es engendrado por el Espíritu Santo, al mismo tiempo le dice que el niño debía de llamarse Jesús, que significa Yavé salva, porque dicho nombre definía perfectamente la misión del Señor que había de nacer del seno de la Virgen María.

Con todos estos antecedentes, no podemos ignorar el hecho de que Jesús, al darle un nuevo nombre a Simón la primera vez que se encuentra con él, está mostrando una cualidad esencial del propio Simón.

Pero más que hablar nosotros, dejemos que sea el propio Señor el que nos diga quién es Pedro y cuáles son los elementos distintivos de su ministerio. Analicemos versículo por versículo Mateo 16,13-20:

13-14 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.

Jesús sabía que había multitud de especulaciones acerca de su identidad, realidad que era igualmente conocida por sus discípulos. En medio de tanta confusión, el Señor les hace una pregunta muy interesante:

15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

Notemos que no les pregunta "¿quién soy yo?", sino "¿quiénes decís que soy yo?". No siempre lo que creemos acerca de alguien coincide con lo que es realmente esa persona. Y tanto más es así cuando ese alguien es el propio Dios. Hoy estamos en una situación similar a la de aquellos tiempos. Los hombres especulan mucho acerca de la verdadera identidad de Cristo. Unos dicen que es sólo un buen maestro. Otros que un iluminado que fracasó. Aquellos creen que fue un gurú palestino. Los de más allá opinan que fue un extraterrestre. Y muchos directamente le ignoran. Pero, de nuevo, lo verdaderamente importante es que nosotros, los que somos sus discípulos, podamos responder a la pregunta "¿quién decís que soy yo?". El que aquellos que no conocen de verdad a Cristo se equivoquen sobre su verdadera identidad es hasta cierto punto normal. Pero nosotros no podemos equivocarnos. Pedro no se equivocó.

17 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Punto y final a todas las especulaciones. Jesús es el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Pedro lo ha dicho, el caso está cerrado. Pedro habla en nombre de todos ya que a todos era dirigida la pregunta. En Pedro está la respuesta de la Iglesia a la pregunta más importante que Jesús pueda hacer. La pregunta sobre su verdadera identidad.

¿De dónde sacó Pedro su respuesta? ¿de su capacidad intelectual? ¿de su potencial humano para entender la verdad sobre Jesús?. No, sino más bien:

18 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Simón supo, y la Iglesia con él, quién es Jesús por revelación directa de Dios Padre. No le fue revelado por otros hombres, sino por Dios.
Ya sabemos quién es Jesús. Es Jesús el Mesías, es decir, Jesucristo (Mesías = Cristo). Ahora escuchemos bien quién es verdaderamente ese tal Simón, hijo de Jonás:

19 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Pensemos por un momento en el contexto en que el Señor dice esas palabras. Simón acaba de declarar quién es Jesús. Y toca ahora que Jesús nos diga quién es el apóstol. Ya no le llama Simón sino Pedro. Simón le había dicho a Jesús "tú eres Cristo" y Cristo le responde a Simón "y tú eres Pedro". Ni podemos separar el nombre Cristo, y lo que significa, de Jesús, ni podemos separar el nombre de Pedro, y lo que significa, de la persona de Simón. Jesús el Mesías y Simón la piedra. Y es justo en ese contexto en el que Cristo dice "y sobre esta roca (piedra) edificaré mi Iglesia". ¿Quién es el Cristo? Jesús, Jesucristo. ¿Quién es la roca o piedra sobre la que Jesús edifica su Iglesia? ¿a quién se le da el nombre de piedra? A Simón, Pedro.

Mucho, demasiado, se ha especulado sobre si la roca es el propio Pedro o es su declaración sobre Cristo. Ciertamente, como leemos en el Catecismo, no se puede separar la identidad de una persona de aquello que cree. Si afirmamos que la roca es Pedro, eso implica que necesariamente también lo es la fe de Pedro, su declaración sobre Cristo. No se trata pues de que la roca es Pedro O la fe de Pedro. La roca es Pedro Y su fe. Además, en el contexto vemos que se está hablando de personas, no de ideas. Se trata de saber quién es Jesús y de saber quién dice Jesús que Simón es. Y una vez establecido quién es Jesús y quién es Pedro, el Señor edifica su Iglesia. Y ni la Iglesia se edifica sin la verdad acerca de Cristo, declarada por Pedro, ni la Iglesia se edifica sin la verdad acerca de Pedro, declarada por Cristo. Y es esa Iglesia, la verdadera, la que conoce y confiesa quién es Cristo y quién es Pedro, aquella sobre quien no prevalecerán las puertas del Hades.

Luis Fernando Pérez Bustamante

40 comentarios

  
sofia
Don Wilburg,
Usted, siempre me ha tuteado(aunque es posible que no se haya dado cuenta) El "Doña" me lo pone por primera vez hoy. No me gustan ni el "usted" ni el "doña", pero estoy dispuesta a admitírselos sin considerarlos una falta de respeto, sino un simple deseo de imponer distancias.
Creo que usted ve el Evangelio deformado a través de los ojos de los que se lo presentaron (nombra usted al opus) Debería reencontrarse con Jesús por primera vez, porque él vino a decir que la única ley es el amor.
Claro que Dios no ha escrito el Evangelio, lo escribieron los discípulos de Jesús, para comunicarnos su experiencia de Dios.
Si estamos hablando del Evangelio, ciñámonos a sus textos (olvide a los "suicidados del opus", incluso las citas de otros textos bíblicos. En cuanto a las citas del Evangelio, no se pueden sacar de contexto, los elementos adquieren su significación dentro de un conjunto, en relación con el resto. (sigo...)
04/11/06 9:28 AM
  
sofia
En primer lugar una cuestión antropológica: el hombre no nace para "sobrevivir", nace para VIVIR. Formamos parte consciente de la corriente de la Vida. Querer acaparar egoistamente y retener la vida lleva a perderla. La vida se recupera dándola, compartiendo lo que somos y tenemos.
Respecto a las citas del Evangelio, las malinterpretas:
"Sacarse un ojo", es una metáfora que significa "cambiar radicalmente tu forma de ver las cosas"
Respecto a lo de "quien mira a una mujer..." o lo de "necio", son expresiones que usa Jesús para enseñarnos una gran verdad: que la maldad (falta de amor, egoísmo)de nuestros actos nace en el corazón. Es nuestro corazón el que tiene que dejarse transformar por Dios.
El infierno es simplemente el no-cielo. El cielo es la Vida en Dios. Dios es Amor, sólo serán atraídos por El los que amen. Mt 25,31-46 nos dice que Dios quiere que le amemos en los demás, porque todo ser humano es imagen suya. Y al final de nuestra vida sólo contará lo qu...
04/11/06 9:47 AM
  
sofia
Y al final de nuestra vida sólo contará lo que hayamos amado.
Un saludo cordial y respetuoso.
04/11/06 9:49 AM
  
Wilburg
Pues mire usted, Sofía, no he sido del Opus nunca.

Y creo en Dios. Lo único que ocurre es que la Biología dice, y la Sociología se encarga de comprobar, que los hombres no son imagen de Dios para nada: son evolución, animales racionales que van a la supervivencia. Y la sociedad va a la supervivencia también, y para eso cambia sus leyes, las adapta: la religión, nunca.
Los idealismos son síndrome del Mundo Justo, ese problema con que se tienen que ver los psicólogos cada día que le vienen personas con esas ideas de bondad universal. Jesucristo sí sabe que el ser humano que no es nacido al Espíritu es solamente "carne". Jn 3-6.

Con respecto a Jesucristo, sí, hace treinta u un años que lo conocí personalmente, y le puedo decir que Él no trajo mensaje de condenar a los que no dan a los pobres, o que no se someten a la iglesia de usted, sino que da su Espíritu en el interior, de donde, desde entonces, manan rios de agua viva: presencia de Dios.

¿...
04/11/06 1:50 PM
  
Wilburg
El final de nuestra vida, será el final de nuestra vida. Pero si alberga usted en su psique que "lo que cuenta al final de la vida es tal o cual... entonces está usted sujeta a la ansiedad que produce el si está cumpliendo o no con los mandamientos de la iglesia, de dios, de los santos, del purgatorio, del infierno, del cielo.

Vamos a ver, en Psicología se tiene experimentado que la vida es el ahora, y que quien mira hacia su pasado recibe miedo, y quien mira hacia su futuro, preocupación.

El amar es sin miedo ni preocupación, es decir, mirar, no hacia lo que vaya usted a acumular como méritos para el futuro donde al parecer se abrirán las cuentas del debe y el haber, sino delante de usted a quien AHORA tiene: amarlo. Darle amor, el Espíritu, el alma suya entera.

Por eso Dios no solucionó el problema del hambre del Pleistoceno, ni tampoco de la Edad Media, ni tampoco del mundo actual: no tiene "miedo" de que alguien le diga que Él tampoco cumplió ...
04/11/06 2:00 PM
  
Wilburg
Fíjese qué fácil lo puso Jesucristo, que a la Samaritana (ejemplo de toda alma que se le acerca) le da el Espíritu -"de tu interior correrán ríos de agua viva"; y qué difícil lo pone la iglesia, el texto del evangelio y quien exige que se cumplan las obras de caridad o cualquier otra obligación o sujeción.

Pues aquello primero es gloria in exelcis deo, es Dios amando sin contemplaciones ni futuros; y esto segundo es mirar con ojos de sospecha a mí, a cualquiera que se acerca al clero de una iglesia católica, protestante, testigos, musulmana, etcaétera.

Jesucristo no es un buen ejemplo de obras, no trabajó ocho horas al día, no alimentó a hijos, no construyó casa, no ahorró dinero para las ONGS, ni siquiera para la iglesia. Y por esta razón lo hemos de tomar como Él es: amor del Alma suya, que se entra en el alma de usted, sin contemplaciones, es decir, sin exigir de usted, ni tampoco exigir de sí mismo, solucionar la Medicina mundial, ni la Tecnología, ni las ...
04/11/06 3:06 PM
  
Luis Fernando
Wilburg:
¿Ve, don Luis Fernando, no tiene usted arreglo, los condena usted, si bien, ... naturalmente no los ejecuta usted, que representa, como su jefe, al Santo Oficio, sino que deja esto al brazo ejecutor, a Satanás, que es el continuador del brazo secular de la santa madre iglesia.


Usted sí que no tiene arreglo, caballero. Ni yo condeno a nadie ni Satanás es el brazo ejecutor de nada. El que juzga es Dios
04/11/06 4:39 PM
  
Luis Fernando
Uribarri, pronto escribiré algo sobre los ortodoxos y el papado. Quizás el lunes.
04/11/06 4:44 PM
  
sofia
D. Wilburg,
¿Usted sabe escuchar? Pues no lo parece.
¿Cuándo he hablado yo de mandamientos o de preocupación por el futuro y por el infierno? Yo sólo le he dicho que el evangelio no es lo que usted dice, sino la buena noticia de que Dios es Amor. Lo único que hay que hacer es dejarse amar por Dios y Él te transforma y te hace capaz de amar.
Por supuesto que hay que vivir el presente. Dice Jesús que "cada día tiene su afán" Mi fe en Jesucristo no me produce ansiedad, sino todo lo contrario: me da paz interior. No se trata de esforzarse por cumplir obligaciones, sino de dejar que Dios ame a través de ti. "Yo soy el recipiente, la bebida es de Dios, y Dios es el sediento" El futuro no me preocupa. Ya te he explicado que el infierno es simplemente no tener el cielo, no poseer a Dios. Si estás con Dios Amor, estás en el cielo.
04/11/06 5:53 PM
  
sofia
Postdata: no me extraña que relacione usted la fe con la ansiedad, pues habla constantemente de cosas como miedo, méritos, obligaciones, solucionar, supervivencia...
Yo no tengo esa ansiedad de los méritos ni de solucionar nada ni de conseguir sobrevivir. Mi vida está en las manos de Dios, que me quiere y me invita a ser imagen suya: amor y libertad. No estamos sometidos a la ciega evolución, somos vida consciente, libres para elegir nuestras opciones, sin miedo al fracaso ni al error ni a la muerte, porque sabemos que el amor de Dios sostiene nuestras vidas y "hace salir el sol sobre todos".
Por favor, que nuestro discurso no dé vueltas sobre lo mismo. Escuchémonos.
04/11/06 6:03 PM
  
Wilburg
Sofía, pero estudie usted, que nadie aquí ha nacido sabiendo.

En post anterior decía usted que el Evangelio no es moralina, y le he pasado diversos versículos contenidos en el Nuevo Testamento: usted los ignora, pasa de largo. No se centra en su debate. No respeta las reglas de la dialectica.

La Iglesia Católica, en base al Evangelio, y los versículos que usted ha leído, ha condenado, quemado, y despreciado a cientos de miles de personas. Y usted sigue diciendo que no, que el Evangelio no causa miedo, ansiedad, que eso son cosas mías.

Fíjese usted en el "caballero" -así se autollama- don Luis Fernando Pérez Bustamante, quien, a sabiendas de que el brazo secular de la iglesia ha quemado a tanta gente, ahora lo retira, y dice que Dios es el que juzga, o sea que está diciendo que soy un hereje y dios me va a quemar en las calderas de pedro botero. Ya lo ve, Sofía, todo un amor.
04/11/06 8:29 PM
  
Luis Fernando
Wilburg:
La Iglesia Católica, en base al Evangelio, y los versículos que usted ha leído, ha condenado, quemado, y despreciado a cientos de miles de personas.

¿Y porqué no dice a cientos de millones? Ya puestos a decir barbaridades, dígalas más gordas.

Según recientes estudios, la Inquisición española, que es la que pero fama tiene, no llegó a la cifra de diez mil ajusticiados en sus siglos de historia. Son muchos sin duda. Una sola persona quemada en una hoguera es mucho. Pero no son cientos de miles ni millones.

Y sí, insisto en que a usted le juzgará Dios, no yo. No he dicho que el resultado de ese juicio será de condenación, aunque sospecho que si no cambia, lo va a tener crudo porque aquello de la "ignorancia invencible" no se aplica en su caso. Pero Dios sabe más.
04/11/06 8:47 PM
  
Luis Fernando
Wilburg:
Mire usted, don Sabelotodo....
..... y ahora es más tonto aún que al principio

Insultos y desprecios personales, ni uno, Wilburg. Los borro todos.

No es usted bienvenido a este blog.
04/11/06 9:22 PM
  
sofia
D.Wilburg,
Sus citas de las 7:30, se las contesté en el comentario siguiente, dividido en tres partes, sobre todo el de las 9:47.
Creo que usted no "escucha", no lee cuando le respondo a lo que dice.
Es mejor que lo dejemos. Estamos de acuerdo en una cosa: Dios es Amor, nos ama desinteresadamente y quiere nuestro amor desinteresado. Tal vez alguna vez se dé cuenta de que el amor a Dios no se puede separar del amor al ser humano, y también de que el amor es algo más que sentimientos, es una fuerza que nos transforma, si nos dejamos, y nos hace transformar nuestra realidad.
Es una lástima que le hayan dado una versión deformada del evangelio.
Buenas noches. Adiós.
04/11/06 9:43 PM
  
Wilburg
Sr. Bustamante, no se moleste tanto que usted ofende mucho más y desprecia mucho más que todos los apelativos que se pueden hacer a una persona en el plano humano. Usted llama "hereje" es decir, apartado de Dios a quien habla de Dios, y además le dice que en el juicio lo va a condenar Dios, todo esto dentro de un blog donde las personas hablan de Dios desde diferentes prismas.

Pues hablando de Dios deben las personas analizar todos los aspectos e incoherencias que presenta la iglesia y el texto bíblico.
Si se le dice a usted que la iglesia antes mataba con la hoguera, y ahora mata con el deseo y el espíritu, no le estoy diciendo nada nuevo, ya lo dice el propio Evangelio: Mt. 5:22.
Pues a alguien que habla de Dios, y cree en Dios,(post 04.11.06 @ 00:15)
usted le dice que no es de Dios y que irá al infierno. Eso sí que daña.
05/11/06 7:12 AM
  
Wilburg
Sofia, el amor a Dios puede separarse de las cosas de la supervivencia, de la familia, de los hijos, del trabajo y de la vida diaria. De hecho, en el cielo no hay tal cosa como pobres a los que ayudar. Imagine usted que no se podrán hacer obras de caridad: sólo amar.

Un día verá usted -todos evolucionamos- que lo que no se puede hacer es creer que por ayudar a un padre necesitado, o a un hombre necesitado, ya se está en Dios, porque esto lo hacen los hombres bondadosos, entre los que están incluidos creyentes, ateos, y agnosticos.

No estoy diciendo que no se haga, solamente poner cada cosa en su sitio: la Presencia del Espíritu, es decir, Dios amando el alma de usted, es una cosa, y las obligaciones, otra. Por eso Jesucristo no trabajaba ni ahorraba dinero para los pobres: Él da más.
05/11/06 7:18 AM
  
Wilburg
Respuesta a Comentario de [Blogger] 04.11.06 @ 20:47

La Iglesia Católica, ciertamente, ha despreciado a Millones de Personas, fíjese usted que durante más de MIL AÑOS ha mantenido bajo ignorancia por imperio del Poder Secular, y Eclesial, a todos los europeos. Ni progreso, ni medicina, ni ingenieria, ni literatura, ni arte libre, es decir, pagano, ni siquiera lectura de la Biblia: la mantenían en Latín. usted lo sabe, pero no lo quiere recordar, ¿no sabe que en España hasta fecha relativamente reciente se prohibía tener una Biblia, y a quien la tenía se le acusaba por hereje?

Todo se hacía porque-yo-lo-digo: la Censura de que usted gusta tanto, borrar párrafos, y libros enteros de "herejes", aunque hablaran de Dios, es lo que han hecho ellos: Edad Oscura.

Menos mal que llegó el Renacimiento (ha reflexionado usted sobre esta palabra?), se sintetiza en un solo pensamiento: no más "Magister Dixit"; ahora vamos a pensar nosotros. También en Dios.
05/11/06 7:32 AM
  
sofia
Wilburg,
Tiene usted un concepto extraño de lo que es amar. También es muy triste su forma de concebir las relaciones humanas. Es usted el que habla de "obras de caridad", "pobres a los que ayudar", no yo. Yo hablo de fraternidad, de solidaridad, de compartir, de amar, de identificarte con los demás, porque todos somos presencia de Dios en el mundo. Yo no he hablado de "obligaciones", sino usted. Yo hablo del desbordamiento natural del amor, que no puede cerrarse en sí mismo. Naturalmente que "Jesús no ahorraba para dárselo a los pobres, y que él da más" Jesús no ahorraba para nada: vivía el presente confiando en la Providencia. La vida es abundancia para todos, cuando no la acaparan los obsesionados por la necesidad de ser egoístas para sobrevivir, que así matan la vida y el tiempo presente. Jesús se daba -y se da- a sí mismo. Todos los que aman, están en su onda, aunque no lo sepan. Y los que no aman, no lo están, aunque digan "Señor, Señor", e incluso hagan milagros en su nomb...
05/11/06 10:45 AM
  
Luis Fernando
Vamos a tapar la ignorancia con la verdad.
Bastaría con decir una sola palabra, UNIVERSIDAD, para acallar a quienes mantienen que el catolicismo mantuvo en la ignorancia a Occidente durante siglos, pero voy a ser más concreto.
Hablemos del famoso mito de la supuesta ignorancia de los pueblos de Europa en materia bíblica antes de la pseudo-reforma protestante. Se afirma que espiritualemten existió una "Edad de las tinieblas", en la que hubo ignorancia porque la Biblia sólo estaba en idiomas antiguos, como el latín y el griego. Y claro, y el hombre corriente de entonces no estaba más versado en latín que un peón de albañil en la actualidad". Es más, se alude a la importancia de la Reforma protestante porque tradujo la Biblia a las lenguas vernáculas em contra del parecer de la Iglesia Católica.
Pues todo mentira....
05/11/06 11:13 AM
  
Luis Fernando
Vamos por partes:

1) La Edad Media comienza en el siglo V d.C., a contar desde el año de la caída de Roma. En dicha época la mitad occidental del antiguo imperio romano, dominada por los bárbaros, hablaba latín y disponía de una excelente versión de la Biblia: la Vulgata de San Jerónimo; la mitad oriental del imperio, que sobrevivió hasta que los turcos conquistaron Constantinopla en el siglo XV, hablaba griego y podía leer en esa lengua tanto en Nuevo Testamento como el Viejo (este último en varias versiones, como la de los LXX); de suerte que en la Edad Media el pueblo tenía un conocimiento amplísimo de las Escrituras.

05/11/06 11:14 AM
  
Luis Fernando
2) La Biblia se traducía a las lenguas vernáculas muchos siglos antes de la pseudo-reforma de Lutero, Calvino y compañía, pues:

a) Los santos católicos Cirilio y Metodio tradujeron la Biblia al búlgaro antiguo en el siglo IX, ¡en plena Edad Media, la "Edad de las tinieblas"! (cf. Lengua y Literatura Latinas I, autores varios, UNED, Madrid, 1986, pág. 32, e Iniciación a la fonética, fonología y morfología latinas, José Molina Yébenes, Publicacions Universitat de Barcelona: Barcelona 1993, pág. 4); así, los búlgaros podían leer la Biblia en su lengua.

b) El obispo Ulfilas (arriano, no católico), evangelizador de los godos de Dacia y Tracia, tradujo la Biblia al gótico pocos años antes de que San Jerónimo acabara la Vulgata, de suerte que cuando llegaron las "tinieblas" medievales ¡los godos podían leer la Biblia en su lengua materna! (cf. José Molina Yévenes, op. cit., pág. 5; Esteban Torre, Teoría de la traducción literaria, Ed. Síntesis, 1994, pág. 24, y UNED,...
05/11/06 11:15 AM
  
Luis Fernando
c) El monje católico Beda el Venerable tradujo al anglosajón o inglés antiguo el Evangelio de San Juan poco antes de su muerte, acaecida en el año 735, o sea: ¡en plena Edad Media, "la Edad de las tinieblas"! (cf. Esteban Torre, op. cit., pág. 24).

d) El gran historiador Giuseppe Riciotti, autor de obras meritísimas como Vida de Jesucristo (Ed. Luis Miracle, Barcelona 1978) e Historia de Israel (Ed. Luis Miracle, Barcelona 1949), nos informa en su introducción a la Sagrada Biblia de que, en Italia, "la Biblia en lengua vulgar era popularísima en los siglos XV y XVI", y de que "desde el siglo XIII se poseen" traducciones italianas de la Biblia, aunque "se trata de traducciones parciales", es decir, aunque se trata de traducciones de los libros sagrados más memorables y accesibles, pues a nadie, excepción hecha de unos cuantos eruditos, le interesaba, p. ej., el elenco interminable y fastidiosísimo de las genealogías del libro de los Números.
05/11/06 11:16 AM
  
Luis Fernando
e) La obra Historia de la Literatura I (Antigua y Medieval) (autores varios, UNED, Madrid, 1991, pág. 103) nos informa de lo siguiente tocante a las versiones castellanas de la Biblia: "hallamos en el siglo XIII otro grupo de obras formado por las traducciones de la Biblia que se realizaron en este periodo. Ya en la primera mitad del siglo nos encontramos con el primer texto conservado que se incluye en este grupo: la Fazienda de Ultramar. Pese a que algunos han querido retrasar su redacción hasta mediados del siglo XII, no parece, por su lengua, que fuere escrita en fecha tan temprana. No es una simple versión de la Biblia. Contiene, junto a la propia traducción (realizada, al parecer, no directamente de la Vulgata sino de una traducción latina del siglo XII efectuada sobre los textos hebreos), otra serie de materiales: descripciones geográficas, relatos tomados de la antigüedad clásica... Parece que pretende ser una especie de guía para los peregrinos que viajaban a Tierra Santa. Med...
05/11/06 11:17 AM
  
Luis Fernando
Mediante estas traducciones de la Biblia se consiguió que personas que sabían leer en su propia lengua pudiesen recibir más directamente las enseñanzas religiosas. Las versiones eran también aprovechadas para lectura en voz alta realizada en grupos reducidos. La Iglesia española de la época no era muy partidaria de las Biblias romances, y de hecho en el Concilio de Tarragona de 1233 llegó a prohibir su lectura. Pese a ello la traducción de las Escrituras no fue abandonada, se desarrolló ampliamente a lo largo del siglo XIII y las Biblias romanceadas fueron leídas incluso por los reyes de la época".

Está claro: mucho antes de Calvino y Lutero, el pueblo castellano leía la Biblia en su lengua. La enorme extensión de las traducciones castellanas muestran que el derecho prohibitivo del Concilio Tarraconense o no se aplicó o enseguida cayó en desuso. Dicha decisión conciliar tenía su explicación: antes de autorizar la lectura de una versión había que mirar si acaso estaba bien ...
05/11/06 11:18 AM
  
Luis Fernando
Dicha decisión conciliar tenía su explicación: antes de autorizar la lectura de una versión había que mirar si acaso estaba bien hecha, sin falseamientos del texto sagrado. La escasa calidad literaria de las versiones junto con el aditamento de otros materiales no era de lo más a propósito para alejar toda sospecha; pero no se persiguió a nadie por traducir la Biblia al castellano, lo cual es muy significativo.


f) "La Edad Media presenció el florecimiento en Francia de un gran número de traducciones de la Sagrada Escritura a todas las lenguas y dialectos de Oc y de Oil [para todas las antiguas versiones francesas nos remitimos a: P. C. Chauvin, La Bible depuis ses origines jusqu'à nos jours]. Se poseen algunas que se remontan al siglo XII e incluso a finales del XI. En el siglo XIII, la Universidad de París presentó una traducción de ambos Testamentos que hizo ley durante mucho tiempo.
05/11/06 11:20 AM
  
Luis Fernando
Con todo, aparecieron otras versiones francesas, particularmente en el siglo XIV. Una de ellas, la de Guyart Desmoulins, de finales del siglo XIII pero actualizada tocante al estilo, se imprimió desde 1478 en cuanto al Nuevo Testamento, y en su totalidad en 1487" (Daniel Raffard de Brienne, Traductor, Traditor. Les nouvelles traductions de l'Écriture Sainte, en la revista Lecture et Tradition, julio-agosto de 1986).

Lutero se jactaba de haber sido el primero en traducir la Biblia al alemán, pero ya el heresiarca Calvino le recordó que dicho honor no le pertenecía; en efecto, sabemos que el fraile editó en 1522 el Nuevo Testamento, y en 1532 lo restante, y que "se ha dicho de esta versión, con gran falta de verdad histórica, que era la primera versión alemana en lengua vernácula, cuando para entonces sólo en Alemania había catorce versiones en lengua erudita y cinco en lengua corriente. Además había muchas versiones parciales, como del Nuevo Testamento, de los Salmos... (cf...
05/11/06 11:20 AM
  
Luis Fernando
g) El gran historiador Ricardo García-Villoslada nos informa también de las versiones germánicas de la Biblia antes de Lutero: "Muchos opinan que la obra principal de Martín Lutero en su vida fue la traducción de la Sagrada Escritura al idioma de su pueblo. No cabe duda que la versión vernácula de la Biblia y la divulgación de la misma, ofreciéndola como única norma de fe, jugó un papel importantísimo en la fundación y establecimiento de la Iglesia luterana. Exagerando sus méritos, por otra parte innegables, solía repetir que en la Iglesia, antes de él, nadie conocía ni leía la Biblia (Tischr. 3795 III 690; ibid., 6044 V 457 y otros muchos lugares). Hoy el lector se ríe de tan injustas aseveraciones, dictadas por la pasión. Recuérdese lo que dijimos de la lectura de la Biblia cuando Fr. Martín era novicio en Erfurt. Francisco Falk ha contado no menos de 156 ediciones desde la invención de la imprenta hasta 1520 (F. Falk, Die Bibel am Ausgange des Mittelalters [Maguncia 1905] 24). Sebas...
05/11/06 11:21 AM
  
Luis Fernando
Sebastián Brant comienza su conocido poema Nave de los locos (1494) con estos versos: `Todos los países están hoy llenos de Sagrada Escritura -y de cuanto atañe a la salud de las almas-, de la Biblia', etc. Traducciones alemanas de toda la Sagrada Escritura existían no pocas antes de Lutero, por lo menos catorce en alto alemán y cuatro en bajo alemán, sin contar las versiones parciales, salterios, evangeliarios, etc. En el siglo XIV se hizo en Baviera una traducción total, que el impresor alsaciano Juan Mentelin hizo estampar en Estrasburgo en 1466, y que con algunas modificaciones fue reimpresa trece veces antes de que apareciese la de Lutero, llegando a ser como una Vulgata alemana, según Grisar. (Puede consultarse la gran edición de W. Kurrelmeyer, Die erste deutsche Bibel [Tubinga 1903-15], 10 tomos con el texto primigenio y las correcciones de las 13 ediciones posteriores. Véase también W. Kurrelmeyer, The Genealogy of the Prelutheran Bibles, en The Journal of Germanic Philology, ...
05/11/06 11:22 AM
  
Luis Fernando
Veamos lo que nos dice sobre este asunto esa ciencia llamada Historia: "En la Edad Media, como en todas las épocas, el niño va a la escuela. Por lo general, es la escuela de su parroquia o del monasterio más cercano. En efecto, todas las iglesias tienen una escuela: a ello obliga el Concilio de Letrán de 1179, y en Inglaterra, país más conservador que el nuestro, todavía puede verse la iglesia junto a la escuela y el cementerio. Muchas veces son fundaciones señoriales las que garantizan la instrucción de los niños; Rosny, una pequeña aldea a orillas del Sena, tenía desde comienzos del siglo XVIII una escuela que había fundado hacia el año 1200 su señor Gui V Mauvoisin. Otras veces se trata de escuelas exclusivamente privadas; los habitantes de un poblado se asocian para mantener a un maestro que toma a su cargo la enseñanza de los niños. (...)También los capítulos de las catedrales estaban sometidos a la obligación de enseñar dictada por el Concilio de Letrán (En cada diócesis, dice Lu...
05/11/06 11:24 AM
  
Luis Fernando
h) También se puede mencionar la traducción de la Biblia, en la Edad Media, a otras lenguas indoeuropeas, como el armenio (cf. UNED, op. cit., pág. 30 y Molina Yébenes, op. cit., pág. 4), hecha en el siglo V, ¡el siglo en que comienza la "Edad de las tinieblas"!

Con lo dicho hasta ahora es suficiente para demoler uno de los mitos anticatólicos: la tremenda ignorancia en punto a la Biblia en que la malvada Iglesia Católica mantenía a los pueblos cristianos medievales.

Vamos a por otro:
En la Edad Media la mayoría de las personas no sabían leer ni escribir. Así que estaban `a oscuras' por lo que respecta a toda clase de conocimiento, ya que no podía ser comunicado.
Pues... no
05/11/06 11:24 AM
  
Luis Fernando
(En cada diócesis, dice Luchaire, aparte de las escuelas rurales o parroquiales que ya existían... los capítulos y los principales monasterios tenían sus escuelas, su personal de profesores y alumnos. La societé française au temps de Philippe Auguste, pág. 68). El niño entraba en ellas [en las escuelas] a los siete u ocho años de edad, y la enseñanza que preparaba para los estudios universitarios se extendía a lo largo de una década, lo mismo que hoy, de acuerdo con los datos que proporciona el abad Gilles el Muisit. Varones y niñas estaban separados; para las niñas había establecimientos particulares, tal vez menos numerosos, pero donde los estudios alcanzaban a veces niveles muy altos. La abadía de Argenteuil, donde se educó Eloísa, proporcionaba el aprendizaje de la Sagrada Escritura, letras, medicina y hasta cirugía, aparte del griego y el hebreo, que introdujo Abelardo. En general, las escuelas daban a sus alumnos nociones de gramática, aritmética, geometría, música y teología, qu...
05/11/06 11:25 AM
  
Luis Fernando
En general, las escuelas daban a sus alumnos nociones de gramática, aritmética, geometría, música y teología, que les permitían acceder a las ciencias que se estudiaban en la Universidad; algunas incluían alguna enseñanza técnica. La Histoire Littéraire menciona como ejemplo la escuela de Vassor en la diócesis de Metz, donde al mismo tiempo que aprendían la Sagrada Escritura y las letras, los alumnos trabajaban el oro, la plata y el cobre (Nota 2: L. VII, c. 29; registrado por J. Guiraud, Histoire partiale, histoire vraie, pág. 348). (...) En esta época los niños de las diferentes clases sociales se educaban juntos, como lo atestigua la conocida anécdota que presenta a Carlomagno irritado contra los hijos de los barones, que eran perezosos, contrariamente a los hijos de los siervos y los pobres. La única distinción que se hacía era la de la retribución, dado que la enseñanza era gratuita para los pobres y de pago para los ricos. Veremos que esa gratuidad podía prolongarse mientras dura...
05/11/06 11:26 AM
  
Luis Fernando
San Pedro Damián fue porquero en su infancia, y Gerbert d'Audrillac, una de las luces más fulgurantes de la ciencia medieval, fue también pastor; el papa Urbano VI era hijo de un zapatero de Troyes, y Gregorio VII, el gran Papa de la Edad Media, de un pobre cabrero. A la inversa, muchos grandes señores son letrados cuya educación no debió diferir en mucho de la de los clérigos: Roberto el Piadoso componía himnos y secuencias latinas; Guillermo IX, príncipe de Aquitania, fue el primero de los trovadores; Ricardo Corazón de León nos dejó poemas, lo mismo que los señores de Ussel, de Baux y muchos otros; para no hablar de casos más excepcionales como el del rey de España Alfonso X" (Régine Pernoud, A la luz de la Edad Media, Ed. Juan Granica, Barcelona 1988, págs. 115-118).
05/11/06 11:27 AM
  
Luis Fernando
Veremos que esa gratuidad podía prolongarse mientras duraran los estudios y también extenderse al acceso al título, puesto que el ya mencionado Concilio de Letrán prohíbe a las personas cuya función era dirigir y controlar las escuelas `que exijan a los candidatos al profesorado una remuneración para que se les otorgue el título'. Por otra parte, en la Edad Media había poca diferencia en la educación que recibían los niños de diferente condición; los hijos de los vasallos más humildes se educaban en la mansión señorial junto a los del señor, los hijos de los burgueses ricos estaban sometidos al mismo aprendizaje que el del más humilde artesano si querían atender a su vez el comercio paterno. Ésta es sin duda la razón por la cual hay tantos grandes de origen humilde: Suger, que gobernó Francia durante la cruzada de Luis VII, era hijo de siervos; Maurice de Sully, el obispo de París que hizo construir la iglesia de Nôtre-Dame, nació de un mendigo; San Pedro Damián fue porquero en su infa...
05/11/06 11:27 AM
  
Luis Fernando
Todo lo anterior, pura historia, nos presenta un cuadro de la Edad Media muy distinto del dibujado por la mitología anticatólica: la instrucción era vastísima, todo el mundo tenía acceso al conocimiento de las Escrituras, y la cultura era gratuita para los pobres. ¿Dónde están, pues, las "tinieblas" medievales? Tan sólo en la mente de los ignorantes en materia histórica
05/11/06 11:28 AM
  
Wilburg
Doña Sofía dice usted: "Yo hablo de fraternidad, de solidaridad, de compartir, de amar, de identificarte con los demás, porque todos somos presencia de Dios en el mundo".

Pues no, doña Sofía, Jesucristo la contradice expresamente: "en verdad en verdad quien no naciere de nuevo no podrá ver el reino de Dios. No te maravilles de que te dije: os es necesario nacer de nuevo. Nadie subió al cielo, sino quien ha descendido del cielo: el Hijo del hombre". Jn. 3.

Así, que los ateos no tienen a Dios, ni los creyentes que no han nacido de nuevo, tampoco. Una cosa es tener temor de Dios, y otra cosa es recibir el Espíritu para que del interior corran rios de agua viva, SENTIR LA PRESENCIA.

Dice usted de mi: También es muy triste su forma de concebir las relaciones humanas. Pues no, llevo más de cuarenta años trabajando, y dedicandome a los demás.
05/11/06 3:12 PM
  
Wilburg
Don Luis Fernando, pues no me había dado cuenta de que la Edad Media bajo la Iglesia a la que usted se ha convertido ahora despues de pasar por la Lutero, es en realidad la Era de las Luces.

Porque hasta hoy yo creía que el Renacimiento era dejar en el Museo a los dogmas -por otra parte incoherentes- y nos había llevado al Enlightenment, seguro que sabe usted traducir del inglés.

La Democracia, nacida en Grecia, que no gusta a la Iglesia, no surgió en Europa sino después de haberse abolido la Iglesia. Es decir, que la mayor incoherencia que arrastra la Iglesia Católica, -impunemente-, es decir que Dios dió las Leyes que usted dice que dió Dios. Y que practicó la Iglesia Católica en la "Era de las Luces": matar, matar, y matar.

Vamos a ver, la traducción de la Biblia, -no me ha respondido sobre las Sentencias de la Inquisición a los que la poseían- sirvió en Europa, que no en Roma, para preparar la Ilustración, es decir, para que la gente pensara p...
05/11/06 3:29 PM
  
Wilburg
Vamos a ver, la traducción de la Biblia, -no me ha respondido sobre las Sentencias de la Inquisición a los que la poseían- sirvió en Europa, que no en Roma, para preparar la Ilustración, es decir, para que LA GENTE PENSARA POR SÍ MISMA. Pero el asunto está en que el Protestantismo, tan Fundamentalista como ustedes mismos, fue separado del Poder.

Lo que tenemos ahora en Inglaterra, y en España, es eso, Sociedad Civil, ¿no se había enterado?

Mire Sr. Bustamante, usted y yo hablamos de Dios a los hombres; yo, más tiempo que usted, que tengo nietos por el mundo; lo que usted hace no es coherente, porque dice que Dios dió las Leyes y la Moral INALTERABLES, y lo que yo digo es que Dios da el Espíritu, y que no pudo dar las Leyes, ni la Moral, ni la Iglesia.

Un Dios coherente. Actualice usted.
05/11/06 3:37 PM
  
Luis Fernando
Usted no entiende que el Espíritu sobrepasa a la letra pero no la contradice porque incluso ésta tiene su origen en Aquél.
Partiendo de ahí, todo su razonamiento es inválido. Pero no me interesa debatir con usted así que búsquese a otro.
05/11/06 6:55 PM
  
Wilburg
Ve?, no tiene argumento para defender que Dios dió el "matarás a tu hija con tus propias manos si te sugiere a otro dios que no soy yo"; la esclavitud; el arrasaréis todas las ciudades de Palestina y mataréis allí todo lo que respira, porque yo os doy la tierra prometida; el toda la ley es dada por Dios y no cambiará ni una tilde ni una jota, etcaétera.

Por mucho que diga usted que la letra tiene su origen en el Espíritu, en un intento desesperado para "aceptar" lo inaceptable, y seguir presentando al mundo un mensaje que el mundo sabe que no puede provenir de un Dios coherente, no sirve para que nos descomulguemos con esas tan descomunales ruedas de molino.

Dios sí; incoherencia no, por favor.

En cuanto a que no debatamos usted y yo, es mejor.
05/11/06 9:13 PM

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