InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Sacramentos

11.09.11

¿Puede Ignacio Villota Elejalde seguir siendo sacerdote?

Ignacio Villota Elejalde es licenciado en teología, doctor en historia y presbítero diocesano en Bilbao. Pero también es el autor de uno de los artículos más directos contra el sacramento de la confesión tal y como la Iglesia Católica lo enseña y lo propone a todos sus fieles, sacerdotes incluidos. Dicho artículo fue publicado ayer en Noticias de Guipúzkoa.

Cito algunas perlas:

Muchos creyentes hoy siguen recibiendo el sacramento del perdón en celebraciones comunitarias que se ofrecen en muchas parroquias. Son celebraciones que encajan perfectamente en muchos sectores católicos que aceptaron plenamente el Vaticano II, y tuvieron una maduración de su conciencia moral.

y

…la realidad del problema de este sacramento está en la crisis de una forma caduca y vetusta de celebrarlo. Precisamente, la exigencia de la manifestación explícita de los pecados desprestigia al sacramento de la penitencia, a veces llamado impropiamente de “la confesión". Tal desprestigio no ha sido solo por el hastío producido por exámenes de conciencia e interrogatorios humillantes que, en demasiadas ocasiones, buscaban el control de las mismas conciencias, y han dejado a veces secuelas nocivas para el espíritu. En el rechazo de la obligatoriedad de la confesión, ésta es la parte accidental. Lo sustancial es que los rectores de la Iglesia parecen obviar la gran evolución que el ser humano ha protagonizado en aspectos básicos de sus derechos inalienables y de su dignidad. Los creyentes no desprecian el sacramento del perdón. Lo pueden arruinar algunas formas o insistencias obsoletas.

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11.09.10

¿Sería posible reforzar legalmente el sacramento del matrimonio?

Este es un tema en el que llevo pensando desde hace varios años. Parto de un hecho constatable: la legislación sobre el matrimonio y el divorcio en España -y en tantos otros países del mundo- ha convertido a la unión matrimonial civil en una farsa que puede desmontarse de un día para otro sin que nada pueda impedirlo. En este país tiene mucha más protección algunos contratos mercantiles, profesionales o de cualquier otro género que el contrato por el que dos personas se comprometen a formar una familia.

De hecho, para que un matrimonio civil desaparezca, basta la voluntad de uno de los contrayentes. Una voluntad que no tiene por qué ser razonada o justificada. Es decir, no se trata que de que Pepita deje a Juanito porque Juanito se ha liado con Robertita. No, más bien es que Juanito se lía con Robertita y además se divorcia de Pepita sin que la justicia defienda a esta del incumplimiento matrimonial de aquel. De hecho, yo he conocido casos en que la parte adúltera en un matrimonio consigue que la parte fiel sea expulsada del hogar conyugal, al cual acaba llegando el amante de la parte adúltera. Es decir, el cornudo o la cornuda se ve no sólo traicionado sino puesto de patitas en la calle por obra y gracia de la legislación democrática aprobada por las Cortes. Y no hablemos de los hijos, principales víctimas de todo este invento.

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12.06.10

El Papa y el sacerdocio como sacramento

Como dije en mi post de ayer, “la homilía que Benedicto XVI ha predicado ante miles de sacerdotes en la Misa de clausura del Año Sacerdotal, ha sido uno de los momentos cumbres de este pontificado". Su contenido magisterial es de tanta importancia y está teniendo tan buena acogida, que no descartaría que el Santo Padre decidiera lanzarse a preparar una encíclica tomando como base lo predicado ayer en Roma.

En relación a la importancia de la figura del sacerdote, el Papa quiso dejar bien claro que el sacerdocio no es un simple oficio. Es decir, uno no se hace sacerdote como el que se hace albañil, fontanero o ingeniero de caminos. Y no hay oficio en el mundo capaz de llevar a cabo lo que realizan los sacerdotes. Dice Benedicto:

…el sacerdote hace lo que ningún ser humano puede hacer por sí mismo: pronunciar en nombre de Cristo la palabra de absolución de nuestros pecados, cambiando así, a partir de Dios, la situación de nuestra vida. Pronuncia sobre las ofrendas del pan y el vino las palabras de acción de gracias de Cristo, que son palabras de transustanciación, palabras que lo hacen presente a Él mismo, el Resucitado, su Cuerpo y su Sangre, transformando así los elementos del mundo; son palabras que abren el mundo a Dios y lo unen a Él.

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22.10.09

¿Qué hacer ante las quejas de los curas casados apartados del sacerdocio?

Como era de esperar, la llegada de miles de presbíteros anglicanos casados a la Iglesia Católica, donde serán ordenados para poder ser curas católicos, está provocando reacciones un tanto airadas de aquellos sacerdotes católicos que decidieron quebrantar el celibato para poder casarse, lo cual les llevó a ser apartados del ministerio sacerdotal. Alguno asegura que se produce un agravio comparativo. ¿Por qué los anglocatólicos podrán ser sacerdotes y tener familia mientras que a nosotros no se nos deja ejercer?

No sé cuál será la respuesta que desde Roma se dé a esa pregunta. Yo respondería que hay una razón de peso: los anglicanos se hicieron presbíteros en una tradición eclesial donde no existe el celibato obligatorio, mientras que los sacerdotes católicos de rito latino que se han casado han quebrantado el celibato al que se comprometieron libremente. Por tanto, por mucho que se empeñen, la situación no es la misma. Unos no han roto ningún compromiso, los otros sí.

Es más, yo creo que aunque la Iglesia decidiera suprimir, de ahora en adelante, la obligatoriedad del celibato para poder ser sacerdote católico de rito latino, eso no supone que los que se secularizaron tengan por qué volver a ejercer el sacerdocio. Ellos seguirán siendo aquellos que habiendo aceptado libremente ser célibes rompieron su compromiso con Dios y con la Iglesia. En las iglesias ortodoxas y entre los católicos de rito oriental, todo aquel sacerdote que se compromete a ser célibe, no puede casarse. De hecho, quien entre ellos se ordena presbítero estando soltero, soltero se ha de quedar por vida. Es más, los que se ordenan estando casados, en caso se enviudar no pueden volverse a casar. Espero que ese “mínimo” les sea exigido a los anglocatólicos, que hasta ahora han podido casar a sacerdotes ya “ordenados".

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18.08.09

El cardenal Arinze dice verdades como templos

Yo creo que todos deberíamos de saberlo, pero no está de más que un cardenal de la Iglesia nos recuerde que “la gente va a Misa no para entretenerse sino para adorar a Dios, para alabarle y darle gracias, para pedir el perdón por sus pecados y cualquier otra necesidad espiritual o material“. Y eso es lo que monseñor Arinze les ha recordado este fin de semana en Manila a los obispos asiáticos. Les ha pedido algo que no debería ser necesario que se pida a un obispo. A saber, que haga que se respeten las normas litúrgicas en su diócesis. Es como si a un conductor de autobuses urbanos hubiera que decirle que tiene que respetar las señales de tráfico, los semáforos y que debe de abstenerse de beber alcohol antes de ponerse al volante.

Algo no anda bien en la Iglesia cuando se tiene que repetir lo obvio. Y no creo que el cardenal Arinze haya dicho lo que ha dicho en Filipinas si no tuviera la certeza de que las cosas no se hacen como debieran. Me ha parecido especialmente aguda su descripción del “cura ingenioso” al que se le ocurre una genialidad el sábado por la noche, y el pueblo tiene que sufrirla en la misa del domingo por la mañana. Una cosa es que la liturgia se adapte a ciertas particularidades de cada nación, como de hecho acaba de ocurrir con la promulgación de la nueva edición del misal romano para los países del Cono Sur de Hispanoamérica, y otra que los sacerdotes o los fieles se inventen “misas” en las que el canon es pateado con fruición.

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