InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Espiritualidad cristiana

15.04.12

El milagro del perdón

Mons. José Ignacio Munilla ha sido hoy el buen pastor de las víctimas del terrorismo durante la Misa que ha oficiado en la catedral de San Sebastián. Y lo ha sido no solo por ofrecer a Dios el sacrificio eucarístico por el alma de los asesinados y por el sufrimiento de los que no llegaron a morir y por todas sus familias, sino por las palabras dirigidas precisamente a aquellos que hoy lloran por el daño que les causaron los asesinos.

El camino mostrado hoy por el obispo de San Sebastián no es otro que el de la cruz. La misericordia divina alcanza en el Calvario su mayor expresión. Allí llega el Cordero de Dios, inocente de todo pecado, para cargar con nuestras faltas y ofrecernos, desde su sufrimiento, el perdón. El sacrificio de Cristo abre la puerta de la justicia divina que toma como alma la misericordia, dejando a un lado la justicia, igualmente divina, sin dañarla, que tiene como alma la retribución por el mal causado.

Desde el temor de quien sabe muy bien lo que está pidiendo, el obispo ruega a las víctimas que recen por la conversión de sus verdugos. Es lo que hizo Cristo en la cruz, cuando exclamó “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Luc 23,24). Es ese perdón que se ofrece sin que siquiera lo pidan aquellos que son objeto del mismo.

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2.03.12

Perdonen que insista en la necesidad de llamar al arrepentimiento

Como quiera que estamos en Cuaresma, creo que es un momento oportuno para recordar que de la misma manera que no se puede construir una casa empezando por el tejado, no habrá forma de que exista una nueva evangelización que no tenga como base aquello que hicieron precisamente los primeros evangelizadores. El precursor de Cristo fue claro. Cristo mismo fue claro. Y la primera predicación de un apóstol fue clara. He ahí lo que dijeron:

Mt 3,1-2
En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: “Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos está cerca".

Mc 1,14-15
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio".

Hech 2,37-38
Al oír estas cosas, todos se conmovieron profundamente, y dijeron a Pedro y a los otros Apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?". Pedro les respondió: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo".

¿Habrá alguien hoy que piense que es posible evangelizar sin hacer un llamamiento al arrepentimiento de los que han de ser evangelizados? Sí, ya sé que es cosa poco agradable decirle a la gente que está en pecado y en peligro de condenación eterna. Ya sé que ese lenguaje no es políticamente correcto. Ya sé que queda mucho más guay presentar un evangelio light, en el que Dios sea una especie de Papá Noel bonachón y Cristo un colega de toda la vida de esos que se va con nosotros de la mano a celebrar un fiestorro de fin de semana.

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22.02.12

Confesión: cuando se convierte en noticia lo que debería ser normal

Ayer publicábamos la noticia de que el obispo de Palencia había decretado que una de las iglesias de sus diócesis estuviera abierta 5 horas al día para que todo aquel fiel que quiera confesarse pueda hacerlo. Durante ese tiempo, siempre habrá un sacerdote experimentado, dispuesto a acoger a cuantos deseen confesarse: laicos, religiosos, religiosas o sacerdotes, o a cuantos tengan algún problema de tipo religioso o humano. Este mismo mes de febrero el arzobispo de Sevilla hizo algo parecido.

Algo está muy mal en la Iglesia cuando los obispos tienen que disponer medidas de este tipo. El sacramento de la confesión es fundamental para la salud espiritual de los fieles. El hecho de que Cristo diera a la Iglesia la autoridad para perdonar pecados no era una cuestión menor. Aunque existe una relación personal, genuina e irrepetible entre cada cristiano y su Salvador, el Señor ha querido que la fe tenga una dimensión comunitaria en la que la Iglesia sea verdadero hogar familiar donde se alimenta el alma y se sanan las heridas.

Ser sacerdote y no confesar habitualmente es una contradicción absoluta, una aberración sin sentido. Y ser cristiano y no confesarse cada vez que se cae en pecado mortal, es una necedad. Incluso aunque no se comentan pecados graves, la confesión es como una brisa de aire fresco que quita del alma el polvo acumulado de los pecados veniales. Estoy convencido de que quien se confiesa con regularidad, recibe mayor gracia al comulgar. Y ambos sacramentos, confesión y eucaristía, son el corazón de la vida cristiana.

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4.01.12

Sigue adelante el plan de la Gran Babilonia

La primera vez que recuerdo haber visto un seno femenino desnudo en una televisión fue cuando empezaron a emitir el anuncio del desodorante “Fa". Era en plena década de los 80, cuando todavía no había canales privados en España. Por aquel entonces creo que todavía se usaba el sitema de rombos a la hora de calificar las películas que emitía TVE. Con un rombo, la película no era recomendable para menores de 14 años. Con dos, para menores de 18. Luego tocaba a los padres decidir si sus hijos lo veían o no. Por tanto, la decisión final recaía en quien debía.

En aquel entonces era casi imposible escuchar lenguaje obsceno o explícitamente sexual en las series de televisión. Y conste que el país ya había pasado por lo que se conoce como era del cine de destape. Nada más acabar el franquismo llenaron las salas de películas cuyo único mérito artístico era sacar desnudas o semidesnudas a actrices más o menos famosas. Pero quien quería ver eso tenía que acercarse a la taquilla y pagar una entrada. La “caja tonta” estaba casi libre de todo eso, al menos en el horario en el que los niños y adolescentes estaban despiertos.

Cuarto de siglo después, el desmadre más absoluto se ha apoderado de la multitud de televisiones existentes en este país. Hay algunos anuncios que son pornografía light. Muchas series de televisión son una colección de diálogos sexualmente explícitos. Lo que cuando yo era adolescente era algo excepcional, hoy es el pan nuestro de cada día. Si unos padres quieren cumplir bien su labor, deben de dedicar bastante tiempo a discernir no solo qué canales, series y películas pueden ver sus hijos, sino también vigilar los descansos publicitarios. Y sospecho que son pocos los que hacen tal cosa.

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26.11.11

Hace falta construir pantanos y presas espirituales

Parece evidente que la JMJ de Madrid fue un momento de gracia para la Iglesia en España. Se podría hablar incluso de una riada espiritual que llenó nuestro país durante unas fechas. Durante su discurso ante la Plenaria de la CEE, el Cardenal Rouco supo explicar muy bien en qué consistió ese fenómeno. Salvo los amargados de siempre, que existen tanto en la izquierda eclesial como en la extrema-derecha filolefebvrista, todos estamos de acuerdo en que la Jornada fue un éxito.

Ahora bien, está por ver que la Iglesia en esta nación sepa aprovechar ese don que recibió de lo alto. Cualquier país que no tenga una buena red hidrológica sufre cuando llega una época de sequía. España sabe mucho de eso. Durante el siglo pasado se construyeron muchos pantanos y presas que han servido para que el país no se muera literalmente de sed cuando el cielo no da el agua necesario. Incluso se hizo un trasvase del río Tajo al Segura. Y si no se realizó lo mismo desde el Ebro hasta el Levante fue debido a presiones políticas que tienen poco que ver con el bien común.

Lo que pasa a nivel de la naturaleza, puede tener su equivalente a nivel espiritual. La crisis del catolicismo en España es tan evidente que sólo un ciego o un necio puede negarla. Las razones son variadas pero tienen mucho que ver con la secularización de la sociedad y la, en mi opinión mucho más grave, secularización interna de la propia Iglesia. Esta última afecta gravísimamente a nuestra capacidad de hacer llegar el agua viva que llega de lo alto a los que viven, aun sin saberlo, sedientos de Dios.

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