La Iglesia ha de mirar al evangelio, no a las encuestas

El periodista César Coca ha realizado una interesantísima entrevista a Mons. Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona-Tudela y una de las mentes más preclaras del episcopado español en las últimas décadas. Como quiera que abordan muchos temas, me quiero centrar en dos de las preguntas y la respuesta que da don Fernando:

- Según las encuestas, los españoles confían poco en la Iglesia y muy poco en los obispos. ¿Alguna autocrítica?

- Lo veo injusto, como le decía. Hay medios que se divierten metiéndose con nosotros. Que si somos ricos… Cuando me fui de Pamplona alguien dijo que me había comprado un piso de 90 millones en Marbella. ¿Que podemos ser mejores y más listos? Sí, pero no somos de los peores. Un obispo tiene una gran responsabilidad y hace su trabajo en condiciones muy modestas, y sin ambiciones. Cobramos 1.200 euros al mes, así que me creerá si le digo que no estamos aquí por codicia ni honores.

- Entonces, ¿a qué cree que se debe esa falta de confianza?

- A que tocamos temas que duelen. Pero es que tenemos que ser fieles a nuestra misión. Por complacer a la gente no podemos cambiar nuestros pronunciamientos, como hacen los políticos. Hay una tendencia a decir que la Iglesia debería ser más condescendiente. Pero no; tenemos que ser la voz de Jesucristo, en lo que guste y en lo que no. No podemos ser oportunistas, como algunos nos piden.

Efectivamente, la Iglesia pero, sobre todo, los obispos, no gozan de mucha popularidad en la sociedad española. Ahora bien, lo que para algunos eso es síntoma de debilidad del catolicismo en este país, para mí es una clara señal de que no se están haciendo las cosas muy mal. Me preocuparía mucho que una sociedad que está instalada en la securalización, que va a toda velocidad por la senda de la cultura de la muerte, tuviera una buena opinión de la Iglesia.

Los cristianos estamos llamados a ser sal de la tierra y luz del mundo. Y cuando el mundo está acostumbrado a moverse entre las tinieblas, la luz puede llegar a ser muy molesta, al menos en un primer instante. Igualmente todos sabemos el efecto que produce verter sal en una herida. El mensaje desinfectante del evangelio duele mucho cuando se vierte sobre la herida del pecado. Pero es un dolor salvífico, medicinal, necesario para la curación del enfermo.

Hay quienes quieren que el mundo sea luz y sal para la Iglesia. Son los “cristianos” mundanos, que aunque dicen creer en Cristo, en realidad buscan como acomodar el mensaje evangélico a un modo de vida incompatible con la fe. Esos cristianos les molesta que la Iglesia levante la voz contra el aborto, la eutanasia, la anticoncepción, el divorcio, la inmoralidad sexual, etc. Les gustaría que el mensaje de los obispos fuera de concordia, buen rollo, cristianismo a la carta y buenismo. Ellos habrían condenado a Juan el Bautisa como fundamentalista. E incluso habrían señalado con el dedo acusador al Señor cuando empezó a predicar aquello de “convertíos, porque el Reino de los cielos ha llegado” (Mt 4,17).

Es innecesario decir que la Iglesia no puede dedicarse solo a condenar el mal. Una evangelización que deje a un lado el poder de la gracia para transformar los corazones no puede ser instrumento de la conversión de nadie. Pero difícilmente se convertirán aquellos que no son conscientes de la gravedad de sus pecados. Y si eso ocurre a nivel personal, también acontece a nivel de toda la sociedad. Por ejemplo, cuando, como dice Mons. Sebastián, en España “cuesta más darse de baja en una compañía telefónica que divorciarse“, la Iglesia ha de denunciar la legislación divorcista tanto como anunciar el mensaje de Cristo sobre la indisolubilidad matrimonial.

Buena parte de esos cristianos mundanos creen que la Iglesia debería centrarse únicamente en la denuncia de la pobreza y las desigualdades sociales. Ciertamente no se puede ser cristiano sin poner el grito en el cielo ante situaciones como el hambre en el Cuerno de África o el paro en España. La doctrina social de la Iglesia es muy clara al condenar las injusticias que promueve un sistema económico centrado exclusivamente en el beneficio, y en el que las personas son meros peones para lograr la riqueza de unos pocos, aunque desde luego la solución no es la adopción de políticas económicas que han demostrado no servir para otra cosa que para empobrecer aún más a todos. No olvidemos que detrás de todo mal está el pecado. Y pecado es todo aquello que va contra la ley de Dios. Sin excepción. Eso es lo que no acaban de aceptar los promotores de la secularización interna de la Iglesia.

Mal haríamos los católicos si puisiéramos la mirada en las encuestas antes que en el evangelio. Jesucristo nos dijo que aunque estamos en el mundo, no somos del mundo. Nos advirtió que si el mundo le había rechazado, también nos rechazaría a nosotros. Por tanto, lo que verdaderamente debe preocuparnos es producir buenos frutos. Lo que debemos hacer es combatir el pecado en nuestras vidas. Lo que nos corresponde es dejar que la gracia de Dios obre en nuestras vidas para dar testimonio de que Cristo mora en nosotros. Lo que más daño hace a la credibilidad de la Iglesia es el pecado de sus miembros -ahí está el caso de los escándalos de abusos- y la falta de firmeza a la hora de disciplinar a quienes viven en pecado.

O mucho cambian las cosas -y Mons. Sebastián avisa que el cambio de gobierno no traerá ninguna mejora moral- o la Iglesia en España se enfrentará a una realidad social en la que su mensaje será cada vez más políticamente incorrecto. Pero no tiene otra opción que ser fiel a Cristo, aunque eso le lleve a ser considerada como un estorbo para quienes quieren que el catolicismo y sus valores sean borrados del mapa de España. Si la persecución es el pago por ser fieles al Señor, bienvenida sea. No tenemos otra opción que asumirlo. De lo contrario, será Cristo quien nos vomite de su boca. Y no sé ustedes, pero yo prefiero ser despreciado por el mundo que vomitado por el Señor.

Luis Fernando Pérez Bustamante

19 comentarios

  
elblogdemarcelo
¡¡Cuánta razón tienes en todo lo que expresas!!, con la valentía que el Señor ha puesto en tu corazón. Sí, estoy de acuerdo contigo, en el sentido de que lo importante no son las encuestas, sino ser fieles al Evangelio, aunque eso implique nadar contra corriente. Recientemente he escrito un artículo sobre la adhesión a la fe católica, y sobre mi cansancio frente a los "criticadores" de oficio, que todo el día están poniendo pegas a la acción de su propia Iglesia y de nuestros pastores. Un saludo fraterno desde Tenerife.
Marcelo

Aquí te dejo el artículo que te menciono:

http://librosyvideoscristianos.blogspot.com/2011/09/we-are-catholic-church-somos-la-iglesia.html
18/09/11 12:07 PM
  
Percival
Obispos que hablan claro. Chapaeu. Ésa es su misión.
Estos días, San Agustín, nos habla precisamente de estas cosas en el Oficio de lecturas.
18/09/11 12:36 PM
Un artículo de lo más lúcido y necesario. Muchas gracias.
18/09/11 2:00 PM
  
ramón
Don Luis Fernando: Leyendo este artículo, y la entrevista de referencia, he recordado un artículo suyo que he rodado por internet decenas de veces: "Pido perdón a Dios por haber votado al PP" de 26.07.2010. Seguro que no lo ha olvidado.Para mí es de una vigencia absoluta. Don Fernando Sebastián, como siempre, clarividente.
18/09/11 2:15 PM
  
Gregory
Muy acertadas y sobre todo realistas es claro que al PP tampoco le puede agradar el mensaje de la Iglesia cada movimiento tiene sus intereses mientras que para la Iglesia el unico interes es el Evangelio su anuncio y la denuncia de todo aquello que afecta l hombre sea quien se al gobernante.
18/09/11 3:44 PM
  
Arcanosdehoy
Estupendo artículo. Estoy totalmente de acuerdo con usted. Los cristianos no podemos subsumirnos al mundo sino denunciar aquello que Jesucristo calificó de corrupto.

Por deformación profesional, me viene a la mente que un texto ha de poseer tres características principales para ser llamado así: coherencia, cohesión y adecuación. Concibo a los cristianos como textos vivientes que deben ser leídos y juzgados por los ciudadanos del mundo; esos textos deben dar ejemplo de lo que predicó su maestro, si no es así, perderíamos todo rasgo de autenticidad, no seríamos un texto sino un cambalache de palabras puestas al azar que difícilmente podrían ayudar a los que andan perdidos.

Precisamente, anoche escribí un artículo en mi blog que tendría semejanzas con todo lo expuesto aquí. Dejo el enlace por si le interesa a alguien: http://arcanosdehoy.blogspot.com/2011/09/la-etica-y-el-scrabble.html
18/09/11 3:57 PM
  
Catholicus
Artículo 100 sobre 100.
Cuando llegue el PP a templar gaitas con todo veremos cuantos corazones ardientes por Dios quedan en las calles y tertulias televisivas.
18/09/11 4:23 PM
  
Nova
Mons. Sebastián es el mismo Obispo que dijo que los partidos de corte católico son dignos de ser tenidos en consideración y por decir eso recibió muchos ataques y nulo apoyo de sus hermanos en el Episcopado. Así nos va, claro.

Yo agradezco a Mons. Sebasttián su valentía a la hora de pronunciarse. Ojalá cundiera el ejemplo.
18/09/11 5:07 PM
  
Clarita
De una manera general, ninguna religión puede sobrevivir impunemente a lo largo de la historia, frente a la Historia. Sin embargo la religión sumeria duró cerca de cinco mil años, algo menos la egipcia, la judía dos mil o tres mil años, la cristiana dos mil, y algo más de dos mil, la hindú o quizás más, y dos mil quinientos años la budista.
Hay que suponer que la aceleración histórica que sufrimos o que gozamos en la actualidad (al multiplicarse la información y el saber científico) acelere también la caída de las religiones existentes, ¿o habría que decir sobrevivientes?
Los dioses cumplen con su tiempo, con el tiempo en que nacieron puesto que obedeció su existencia a la necesidad de ese tiempo, pero las religiones no pueden inmovilizarse en el tiempo de la creación de los dioses fundadores, han de sobrevivir, han de luchar por un poder que se les escapa.
Y el poder que se les escapa se llama tiempo. Este peligro es perfectamente presentido por los representantes de las religiones actuales, por eso nacen y están a punto de desarrollarse los llamados fundamentalismos o integrismos.
El fundamentalismo puede ser definido como la defensa irracional de una religión que no puede sobrevivir ante el empuje de la Historia. Hay fundamentalismos o integrismos en todas las religiones conocidas porque todas las religiones conocidas están en peligro.
Así pues, un dios puede sobrevivir en su historia, en el tiempo en que fue creado, pero la religión que segrega este dios se encuentra impotente ante el paso del tiempo. Surge el fundamentalismo y los creyentes hacen un esfuerzo sobrehumano para sobreponerse a la realidad que les circunda, atosiga, mata.
Si las religiones no se hubieran constituido como dogmáticas, como autoritarias, si no hubieran formulado su propia teología, el tiempo, es decir la Historia, las respetaría siempre hasta cierto punto. Pero es lo cierto que cuanto mejor construida esté una religión, cuanto más perfecta sea en sus formulaciones, más riesgo tiene de desaparecer. Lo mismo les ocurrió a los dinosaurios que fueron incapaces de adaptarse al paso del tiempo.


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LF:
Usted morirá y la Iglesia seguirá tan viva como su fundador. Pero si le hace ilusión pensar que alguna vez desaparecerá, pues no se prive.
18/09/11 5:36 PM
  
rastri
Ellos habrían condenado a Juan el Bautisa como fundamentalista. E incluso habrían señalado con el dedo acusador al Señor cuando empezó a predicar aquello de “convertíos, porque el Reino de los cielos ha llegado” (Mt 4,17).
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-A éste, Juan el bautista, como segundo Elías, el vicio y la cobardía de un poderoso lo decapitó.

-Al próximo, el tercer Elías, como así está escrito, también lo matarán. Solo que éste y el que le sigue; yacentes muertos en plaza pública para que todo el mundo los vean, resucitarán al tercer día.

18/09/11 6:07 PM
  
arcanosdehoy
Para Clarita:

Es muy interesante lo que dices. Pero, una cosa, si los fundamentalismos existen en la religiones cuando se ven en peligro, convendrás conmigo que sucede lo mismo con los fundamentalismos ateos. Y mira por donde en la JMJ tuvimos todos ocasión de constatar quiénes eran los que llevaban muy mal el hecho de que exista gente, tantísima, que siga creyendo en Cristo; de quiénes se olvidaban de sus manidas proclamas de tolerancia y pacifismo mostrando sus verdaderos rostros integristas y quiénes estaban en paz consigo mismo y con el prójimo.

Parece que el cristianismo es más demócrata que el ateísmo, ¿no? Entonces, parafraseándote, quizá sería hora de que algunos ateos se sepan ajustar al tiempo en el que viven, a la aceleración histórica, a los avances científicos, a las nuevas tecnologías de la información...y lo hagan de un modo sereno y sensato. De lo contrario, pueden dar imagen de fundamentalistas, al estilo de nuestro entrañable Shangay Lily, y, como tú muy bien dices, tender a la extinción como los dinosaurios.

Ah, no sé si sabes que los valores en los que se sustenta la democracia hunden sus raíces en el cristianismo, que las ideas de igualdad, fraternidad y libertad aparecen por vez primera en Cristo para escándalo del mundo. Eso bien que lo sabía Nietzsche, por ello odiaba la democracia, a la que consideraba el triunfo de la religión judeocristiana sobre el superhombre ateo, y ello le escocía amargamente.

Mira, Dios -por definición-, no va a desaparecer y la religión cristiana tampoco. Tendrá más o menos proyección en el mundo, pero ahí estará. En algunos casos se traducirá en simple religiosidad natural, intrínseca al ser humano; en otros, en compromiso completo hacia Cristo, pero, de una manera o de otra, siempre permanecerá en este mundo.

Respecto a esto que dices:"cuanto mejor construida esté una religión, cuanto más perfecta sea en sus formulaciones, más riesgo tiene de desaparecer" es absolutamente falso. Consulta qué ocurrió y por qué con la mitología griega, por ejemplo. A lo mejor te sorprendes.

18/09/11 6:48 PM
  
Ricardo de Argentina
Me preocuparía mucho que una sociedad que está instalada en la securalización, que va a toda velocidad por la senda de la cultura de la muerte, tuviera una buena opinión de la Iglesia.
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Bien LF, esto se llama poner las cosas en su lugar, sí señor.
Dios no obliga a nadie a acceder al Cielo, ¡sería tan fácil para él! Pero no, respeta nuestra libertad.
Y haciendo uso y abuso (más abuso que uso) de esa libertad, el Homo Democraticus le ha dado la espalda a Dios.
¿Qué podemos esperar entonces? Pues exactamente lo que vemos y que marcan las estadísticas: los ministros de Dios no tiene buena prensa. No venden.

Nada de lo cual preocuparse, como bien lo da a entender Mons. Sebastián.
Es que hay enemistades que honran.
18/09/11 7:58 PM
  
Yolanda
Clarita:

Anda, mona, calla y estudia.

(esas elucubraciones, pues bien para tu diario adolescente, pero en público, nena, más pudor)
18/09/11 10:14 PM
  
Percival
Me quedo viendo visiones con Clarita. Afirma que la fidelidad dogmática termina por anular a las religiones. Pero si precisamente casi toda las que menciona, y que tuvieron y tienen una "fuerte" dogmática (excepto la sumeria y egipcia que fueron arrasadas por los imperios que impusieron las suyas) SIGUEN ALLÍ, y son numerosísimas.
Pero también está claro por este capítulo que no son las estadísticas las que establecen una verdad. Ni la verdad de una institucion religiosa. El cristianismo es religión revelada. Y la fidelidad a tal revelacion hará que las "puertas del infierno" no prevalezcan sobre ella. Aunque quede un pequeño resto. Un resto que lleva la razón en su respuesta a la llamada salvifica de Cristo.
18/09/11 10:32 PM
  
lisperal
Lo unico que nos interesa es el Evangelio y la vida eterna que es al unica que importa.
Pero me parece injusto que se trate de equiparar a los partidos politicos principales, cuando uno proclama o ha instaurado el aborto, la eutanasia, la ley de educacion para la ciudadania, el matrimonio homosexual, la ley de memoria historica y ha permitido manifestaciones contra el Papa y agresiones contra jovenes católicos,etc.
Aunque poco importa lo que suceda en este mundo,mientras esperamos la Parusía, creo que amen de católicos debemos ser coherentes.

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LF:
A mí me parece incluso peor lo del PP que lo del PSOE. Del PSOE sólo cabe esperar lo que ha hecho. Del PP no. Y, por ejemplo, fue durante el gobierno de Aznar cuando se aprobó la píldora abortiva y las cifras de aborto se dispararon.
18/09/11 11:15 PM
  
Leo
LF totalmente de acuerdo con el post. Nuestra mirada fija en el evangelio lo demás son tonterías.
19/09/11 3:46 PM
  
Jak
LF a propósito de lo que ha dicho sobre los cristianos y el mundo le pido haga un artículo sobre la 'Carta a Diogneto', que seguro que conoce... es impresionante su actualidad.


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LF:
Sí, la conozco bien. Y sí, es de actualidad.
19/09/11 5:25 PM
  
Luis I. Amorós
Buen artículo, LF, y atinadas palabras de don Fernando, que ha mejorado mucho con el tiempo, como el buen vino. Se parece enormemente a un obispo ejemplar.

"Clarita": la religión sumeria no duró 5000 años. La historia no "se acelera" (¿exactamente qué has querido decir?). Los dinosaurios no desaparecieron "por no adaptarse", sino porque les cayó un meteorito encima que los dejó sin oxígeno (¿tienes ganas de ser "meteorito religioso"?). "El tiempo" o "la historia" no es un sujeto que deja vivir o mata, déjate de recursos literarios para decir que hay un esfuerzo bien voluntario, bien activo, bien intencionado, de oscurecer a Dios en el mundo del hombre, y echarle la culpa de eso a la selección natural, "al tiempo" o a los destinos ineludibles que decían en época de Franco.

En el argumentario habitual del ateísmo de enredar confundiendo todos los dioses falsos con Yahvé, no falla, siempre omiten la vida, la palabra, los milagros y la muerte y resurrección de Cristo.
Saben donde les duele.
19/09/11 6:58 PM
  
José Manuel.
Si los dirigentes socialistas, tuvieran un mínimo de sentido común, aunque parece que no andan muy sobrados, deberían besar donde pisa La Iglesia, porque solamente con la labor de Cáritas, se deberían avergonzar de atacar a la Iglesia Católica, que somos todos, Jerarquía y seglares, entre los que me encuentro. Así que respeten para ser respetados.
04/11/11 1:59 PM

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