El Limosnero Enmascarado ataca de nuevo

(ECOS de la CAVERNA) Un susurro circula por los barrios bajos de Roma, un rumor se extiende en la noche entre los palazzi y las trattorie: “¿Es un pájaro rojo? ¿Es un avión? ¡No, es el Limosnero Enmascarado!".

Recientemente, Roma ha entrado a formar parte del exclusivo club de ciudades que poseen su propio superhéroe, como Gotham, Nueva York, Tokio o Albacete. Las calles romanas están mucho más seguras desde que patrulla por ellas un enigmático vigilante al que la gente llama el Limosnero Enmascarado, entre otras razones por el hecho de que lleva escrito “Limosnero Enmascarado” en su traje. La sutilidad, según parece, no es uno de sus puntos fuertes.

Dondequiera que haya injusticia, contaminación o una cámara de televisión, allí está el Limosnero, que ha dado a la población una esperanza que no encontraba en los políticos, la policía o la religión.

La última hazaña del superhéroe supuso un duro golpe contra uno de los peores enemigos de Roma: la contaminación. Según parece, durante la noche introdujo una fórmula desconocida en los depósitos de varios cientos de vehículos que, al circular por la mañana, solo expulsaban pompas de jabón por sus tubos de escape en lugar de gases tóxicos. Al menos hasta que el motor fallaba o, en diecisiete casos, estallaba poco después. “Estamos a favor del Limosnero", declaró el portavoz de la Asociación de Talleres, Mecánicos y Chapucillas de Roma. “Es justo lo que necesita esta ciudad".

Otras hazañas del héroe enmascarado no han tenido tanto éxito. Su intento de dibujar un graffitti en las murallas del Vaticano con la misteriosa leyenda “Abajo los mur…” acabó repentinamente cuando la Guardia Suiza arrojó un cubo de agua sobre él desde una ventana. El episodio, sin embargo, ha suscitado el aplauso de algunos que afirman que lo que quería escribir era un mensaje anti-inmigración: abajo los moros.

En otra ocasión, los resultados fueron también ambiguos. Después de entrar subrepticiamente en los almacenes de la municipalidad romana, el Limosnero se hizo con cientos de señales de tráfico, que después colocó cuidadosamente por toda la ciudad. El resultado fue que todos los coches de Roma se vieron obligados a pasar en sus itinerarios por el puente Sant’Angelo, donde el Limosnero había colocado un cartel con la proclamación: “los puentes son lo más mejor”. Según datos de la municipalidad, el atasco llegó hasta Nápoles y la contaminación subió ese día un 3.528,4 %.

Sus proezas, en cualquier caso, son muchas y muy variadas, a menudo con un matiz ecológico, desde alimentar a las cucarachas romanas (porque “también ellas son hijas de Dios"), hasta salvar a un gatito que se había subido a un árbol (si bien, debido a la avanzada edad del superhéroe, tuvo que solicitar la colaboración de los bomberos, los carabinieri, el Ministerio de Obras Públicas y tres cazabombarderos de las Fuerzas Aéreas).

No todos los avistamientos del enmascarado son auténticos. Hace dos noches, varios ciudadanos afirmaron que lo habían visto protestando delante de una clínica abortista, pero resultó que se trataba de una viejecita rezando el rosario.

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Nombre: Limosnero Enmascarado

Origen: hace años, fue picado por una moscaricordia radioactiva que le proporcionó poderes sobrehumanos.

Poderes: inmunidad diplomática, apoyo televisivo, imprevisibilidad e impermeabilidad a la razón. Por ahora, volar, lo que se dice volar hacia arriba, no lo ha conseguido, pero está trabajando en ello.

Debilidades: la salvinita y los rayos lógicos.

Afiliaciones: según parece, forma parte de un grupo de superhéroes conocido como Colegio Cardenalicio.

Guarida: inmediaciones de la colina Vaticana.

Identidad secreta: desconocida.

Orientación: caótica buena.