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22.09.10

Objetivos del Milenio: cuando el aborto no es ya una opción

One Child Policy en China

Li Hongmei, una joven madre de 23 años de Changfeng, China, daba a luz a su primer hijo en junio. No se imaginaba que sería el último, el 15 de julio fue secuestrada y obligada a firmar el consentimiento y esterilizada a la fuerza por los miembros de la «policía para el control de la población».

La madre de Hongmei fue encarcelada durante diez días «por obstaculizar el desempeño de funciones oficiales». El 'grave delito': denunciar la desaparición de su hija recién parida.

La «función oficial» no es más que asegurar que se cumplen los «Programas de Desarrollo Económico» que incluyen tanto la One Child Policy —política de sólo un hijo— como el mantenimiento de cuotas de población por territorio, que no pueden ser sobrepasadas en ningún caso y que facultan para hacer esterilizaciones forzosas (masculinas y femeninas) o abortos, incluso en el noveno mes de embarazo.

Desgraciadamente no es una novela futurista, los ejecutores son terriblemente reales, mucho más que los «bomberos» de Fahrenheti 451, o la «policía del pensamiento» de 1984. Y ahora que se está revisando la consecución de los Objetivos del Milenio en Nueva York, me estremecí recordando la historia.

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7.09.10

15 razones para usar los métodos naturales en la paternidad responsable

Evelyn y John Billings

La cuestión central no es el método, es el fin: apertura a la vida. Pero los medios también son importantes. Quizá sea útil dedicar algún tiempo a explicar en qué consisten, soy consciente de que hay mucha desinformación. Me apunto el tema. Los últimos avances técnicos y científicos ayudan a que los «métodos naturales» sean más exitosos, y, recordémoslo, sirven también para aumentar las posibilidades del embarazo.

Es el típico asunto que saca de sus casillas a defensores obstinados y contumaces de píldoras, DIUs gomas y abortos, qué se le va a hacer. Y, sí, abortos, que en muchos casos es un anticonceptivo más, el último, el de la «interrupción» que no puede ser reanudada cuando todo lo demás ha fallado.

Pero el uso de anticonceptivos no sólo tiene una dimensión teológica y moral, también la tiene social y humana, o quizá, precisamente porque tiene una trascendencia moral la tiene social, los «diez mandamientos» sirven de salvaguarda de nosotros mismos.

Hay quien lo vio muy claro, proféticamente diáfano, como Pablo VI en la Humanae Vitae, que se ha constituido el mayor signo de contradicción del cristiano en la sociedad moderna; o quien ha sido valiente con su propia experiencia y reconoce los estragos que produce en las familias y en el alma, como Raquel Welch.

Como todavía habrá escépticos, aporto datos de un estudio curioso, Divorce Rate Comparisons Between Couples Using Natural Family Planning & Artificial Birth Control, de esos a los que los estadounidenses son tan aficionados (y tienen tantos medios y datos, todo hay que decirlo).

Los autores, Physicians for life han correlacionado un montón de variables con aquellas parejas que usan métodos anticonceptivos artificiales y los que no.

Como viene a decir Mattew Warner en su blog: no voy a distinguir causas y efectos, todos están mezclados (algo así como no sé qué es antes, la gallina o el huevo). Comparto sus claras conclusiones, los matrimonios que usan métodos naturales:

  • son mejores, más fuertes y estables.
  • tienen más sexo
  • su vida es más feliz y satisfactoria
  • proporcionan a los hijos la madre y el padre que se merecen
  • no matan a sus bebés

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4.08.10

Coherencia: pañales Huggies retirará a Peña como su imagen por abortista

Abortista Florencia Peña dejará de ser la cara de Huggies

Quizá la noticia nos pille lejos, pero Florencia Peña es toda una institución en el mundillo del teatro, comedia y televisión de Argentina. Una titiritera de la zeja en lenguaje peninsular, una titiritera kirchnerista, para ser más exacto.

El año pasado debutó como la cara de los pañales Huggies, madraza de familia ejemplar. Rodó un anuncio con su marido, el músico Mariano Otero, y el bebé de ambos, Juan. Hasta aquí más o menos normal. «Un hijo hace que todo valga la pena», escapando de una hermosa sonrisa. Pero todo era un bulo, una pose. Ya sabemos lo que vale una vida para Peña.

Se destapó en su blog de un diario de BBAA, Tiempo Argentino, apoyando el aborto, el gaymonio y otras guarradas. La reacción fue inmediata. Varios internautas escribieron a la empresa.

Cundió el pánico por el descenso de ventas. Kimberly-Clark (propietaria de Huggies) emitió un rápido comunicado:

Si bien los comentarios son puramente personales de Florencia Peña, estos no coinciden en nada con nuestra ideología como empresa. En este momento los directivos de la compañía están reunidos para evaluar la continuidad de la actriz en la publicidad

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2.08.10

«Inaceptable» autorización a los ensayos clínicos con humanos de células madre embrionarias

Investigación con células madre embrionarias

La Agencia del Medicamento de Estados Unidos, la FDA, da permiso a la Universidad de California y la empresa Geron a continuar con el ensayo con pacientes humanos de un tratamiento basado en células madre embrionarias.

Se trata de un tratamiento experimental de lesiones medulares graves. La medida ha sido criticada desde todos los ámbitos. Hasta la fecha, los protocolos experimentales de células embrionarias han sido un fracaso ya que la mayoría desarrollaban procesos tumorales. En este caso también. Hace un año, los ratones sobre los que se había realizado las primeras pruebas desarrollaron cáncer, y según la compañía ya han reparado el error.

Es un paso más en la desenfrenada carrera hacia la «cultura de la muerte» del presidente estadounidense Obama, que en 2009 levantaba la última barrera de esta locura al permitir financiar con fondos públicos una investigación infructuosa e inmoral. El fin no justifica nunca los medios, pero en este caso también el propio fin es cuestionado por los investigadores.

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¿Médicos provida?: Guía de objeción de conciencia sanitaria al aborto

Diego Carriazo (ANDOC); Javier Pérez-Roldán (CJTM); Ignacio Arsuaga (HO) y Teresa Fernández de Córdoba (DAV)

Si la masacre de vidas humanas no es más dramática en España, se debe, en gran medida, al personal sanitario.

¿Pero Grullo?, añada una apostilla: Si la masacre de vidas humanas, a causa del aborto, no es más dramática en España se debe, en gran medida, al personal sanitario.

No, no es una obviedad, pero también es verdadero. La nueva «ley del aborto» entró en vigor el 5 de julio y es mucho peor que la anterior. Eso no convierte a la del 85 en buena, pero tampoco en cierto que las dos sean iguales. No sólo transforma en derecho la decisión sobre la vida de un niño, también intenta sustraer al médico (y a todo el personal sanitario) la objeción de conciencia a una ley injusta y a una práctica inmoral desde el punto de vista científico.

Es muy duro, para los abortistas, comprobar que la gran oposición al aborto provocado viene precisamente por quienes tienen que provocarlo, y a ello se dirige con mucho ahínco la nueva ley. Hace dos años os comentaba la primera idea de un «registro sanitario de objetores», y cómo el jefe de Ginecología del hospital Severo Ochoa de Leganés, Salmeán, uno de los líderes del negocio del aborto y asesor de esta ley, declaraba:

Lo que no puede ser es que con la excusa de la objeción los médicos se nieguen a hacer unas intervenciones que tienen más carga emocional, como los abortos, y prefieran hacer otras más gratificantes. Yo siempre intenté equilibrarlo. Si un médico empieza negándose a realizar abortos, y luego ligaduras de trompas, y después a dar anticonceptivos, entonces a lo mejor tiene que plantearse que no puede trabajar en un sistema público.

Hasta dónde podríamos llegar, ¿no?, ¡médicos pro-vida!, y en la ¡Sanidad Pública!.

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