Sobre lo de Eta y la Iglesia Católica en el País Vasco
Fue un verano difícil. Había perdido a mi padre meses antes en un "accidente" de avión (19 de febrero del 1985, Monte Oíz), y a mi madre no se le ocurrió otra cosa que tomar la decisión de que nos fuéramos de Getafe, donde había vivido toda mi infancia y lo que llevaba de adolescencia -tenía 16 años-, a Madrid, cerca de donde vivían sus padres, mis abuelos. O sea, no sólo me quedaba sin padre sino que me sacaban de mi ambiente, de mis amigos, de mi colegio, de mi vida. Aquello fue el germen de una depresión que, literalmente, casi se me llevó por delante a partir de los 17 años.
Sin embargo, el mes de julio de aquel año de 1985 fue un buen mes. Fuimos de vacaciones al pueblo donde había nacido mi abuela materna, Somballe, no muy lejos de Reinosa. No había luz eléctrica en las calles y la casa donde nos alojamos tenía como WC el establo.
Pero esos campos verdes, esas vacas y ese aire limpio eran una buena medicina para las heridas de nuestra estabilidad emocional y mental.Todo transcurría normal hasta que llegaron al pueblo dos sujetos que se habían casado con las hijas de uno de los lugareños. Eran vascos. Eran batasunos. Tanto mi madre como yo sabíamos que lo del accidente de mi padre podía haber sido en realidad un atentado, y aunque a mí entonces eso me importaba bien poco -lo fundamental es que le había perdido y no el cómo-, mi mamá sí estaba bastante obsesionada con ese "detalle". Por piruetas del destino, el ordenador Spectrum que llevé a Somballe se estropeó y decidimos que teníamos que ir a Reinosa a ver si me lo reparaban o, cosas de mi tía y madrina, comprábamos otro. ¿Quién iba en coche ese día a Reinosa? Pues sí, el lector lo ha adivinado: los batasunos.
Durante el corto trayecto, mi señora madre no tuvo mejor idea que hablar de la muerte de su marido. Y dijo lo que pensaba: "estoy segura de que ha sido un atentado". No se me olvidarán nunca las caras de esos dos hombres. Nunca. No abrieron la boca pero no era necesario. Fue entonces cuando supe que mi padre no había muerto por accidente. Lo habían asesinado junto a otras 147 personas.
Años después he sabido casi con plena certeza que, efectivamente, aquello fue un atentado. Al que le interese el asunto, le recomiendo que se lea "Oíz-85.. Atentado" de Manuel Cid, presidente del Sepla y amigo personal del comandante que pilotaba el avión siniestrado. La confirmación de la hipótesis del atentado me ha llegado después por otras vías que no viene a cuento relatar en estos momentos.
Digo esto porque así situo al personal en mis circunstancias personales, antes de dar mi opinión sobre el papel de parte de la Iglesia Católica en el País Vasco en todo lo relacionado con Eta. Ayer vi el programa de Antena 3. Confieso que lo vi con el mando a distancia en la mano dispuesto a cambiar de canal si aquello se desmadraba por parte del clero vasco "comprensivo" con Eta. Para mí el momento más tenso fue cuando el párroco de Sokoa (1), pueblo vasco-francés, dijo que algunos miembros de Eta eran gente maravillosa. Ver a Monseñor Setién haciendo de Monseñor Setién no me alteró gran cosa pues a estas alturas de la película ya sabemos todos quién es quién.
En realidad, la sensación que me quedó al final fue de una profunda pena. Pena porque me di cuenta de que para toda esa gente, Cristo es una entelequia muerta sin sentido. Esa iglesia local vasca partida en dos, esos curas complacientes con Eta, ese obispo equidistante entre asesinos y asesinados, viven pero están muertos. Son el pámpano desgajado de la buena vid, al que ni siquiera se quema porque está ya tan seco que no merece la pena ni agacharse para recogerlo y echarlo a la hoguera.
Seminarios vacíos. Funerales por personajes que han muerto mientras manipulaban una bomba para asesinar a otros y que, en buena lógica, tienen más posibilidades de estar en el infierno que el mismísimo Judas Iscariote. Discursos tibios (son los peores) o propios de la izquierda abertzale. O sea, más de lo mismo. Más de lo que lleva ocurriendo desde que Eta es Eta y desde que buena parte de la iglesia vasca cree que son más ovejas de Cristo los asesinos que los asesinados. Pero ya da igual. Esa iglesia se muere. Eta posiblemente seguirá viva. Ellos no. Pasará esa generación de curas y obispos vascos y aquello quedará como un páramo yermo y vacío, porque es imposible que de esos discursos y de esas pastorales puedan salir vocaciones santas.
Quizás entonces renazca el verdadero catolicismo en el País Vasco. Primero ha de morir o pasar la generación adúltera que ha vendido al Señor de la Cruz traicionándole al no oponerse con todas su fuerzas contra una causa vergonzante y sangrienta. No en vano, entre ese camposanto (lo de santo es un decir) espiritual en que se ha convertido el catolicismo vasco surjen muchas florecillas, alguna episcopal, que anuncian una próxima primavera. Primavera que, sospecho, será regada con la sangre de verdaderos sacerdotes que no temerán plantar cara a la serpiente y el hacha de forma pública, clara y notoria. Si llega el día en que Eta cree que la iglesia vasca es un verdadero enemigo, empezarán a morir curas vascos. Una sola gota de esa sangre valdrá más que la vida de todos los setienes, epalzas, treviños y falsos jesuitas pasados y presentes.
Mientras tanto, asistamos con calma desde la distancia a la agonía de esa iglesia moribunda. No merecen ya ni que nos escandalicemos por sus palabras y sus hechos. Nadie dude que ante Dios rendirán cuentas y entonces…. ay, entonces… ¿dónde se esconderán?
Un fuerte abrazo para los curas vascos que han permanecido fieles a Cristo y, sobre todo, a todas las víctimas de la violencia etarra. Abrazo que hago extensivo a las víctimas de cualquier tipo de terrorismo. La justicia triunfará. No lo dudéis.
Pido a Dios que me perdone si he sido injusto en algo. Pero como lo siento, lo digo.
Luis Fernando Pérez Bustamante
(1) Precisamente Sokoa era el nombre de la cooperativa de Hendaya donde se encontró, un año y medio después del "accidente" de mi padre, un arsenal de Eta entre el cual había dos misiles tierra aire.
21 comentarios
Que la paz con justicia llegue pronto a esas tierras hermosas, de donde han salido seres que llevan el mal en sus venas.
La parte que se dedica en ese artículo a lo del atentado en el que murió mi padre es bastante aclaratoria.
Un saludo cordial.
Luis, si llegamos a ese estado, será su victoria. Esa Iglesia es la Gran Ramera. Han fornicado con el Demonio. Han fornicado como Israel, en el cruce de caminos como describe Ezequiel. Se han abierto de piernas y han yacido con el Mal. Y mientras miles de ovejas se han descarriado por esos pastores viles.
Esos sacerdotes no son dignos sucesores de los Apóstoles y sus ropas talares les servirán de tortura. Le han vuelto la cara al Supremo, porque no se ve ni asomo de arrepentimiento en sus rostros.
Leo el Infierno de Dante.
Un abrazo en Cristo, Luis.
Supongo que Roma podría haber hecho algo más, pero ya da igual. Se mueren. Pues hale, que les vaya bonito en el destino que les corresponda por sus actos.
NO ME TERGIVERSEN LAS PALABRAS. YO tampoco apruebo a ETA, pero no me hagan comulgar con las ruedas de molino del poder que tritura muchos de los derechos de las personas y de los pueblos.
Siento un hondo dolor viendo a tanta gente "babeando" odio. NO ES CRISTIANO.
Hay mucho fariseos y herodianos sueltos por estos andurriales.
De lo del Monte Oiz pues siento lo que le ocurrio a su padre, yo tengo otras versiones de gente que estuvo relacionada con el caso.
No sé qué mayor opresión puede haber que la de los que ejercen la violencia asesina contra los que quieren un País Vasco español.
No es cuestión de lágrimas que empañen la visión. Yo opinaría exactamente lo mismo sobre este tema si mi padre siguiera vivo o si se hubiera matado en un accidente de coche.
JLLM, créame que la versión oficial del accidente es imposible de que sea cierta. A menos, claro, que parte del motor de un avión pueda retroceder él solito un par de kilómetros de donde se supone que se chocó.
Por cierto, yo no creo que TODA la Iglesia vasca sea la que aparece en ese reportaje. Pero esa está muerta.
Me solidarizo con ese chaval de 16 años que aún existe en ti. Un abrazo.
De lo que esa iglesia está muerta pues de eso no me cabe duda pero tan cierto esto como que también esta muerta esa otra iglesia que apoyó o no escucho otros asesinatos y torturas en otras partes del mundo.
Un autor escribía esto "Nadie debería decidir que la vida de una persona es innecesaria", tambíen añade " para la memoria no debería haber más verdad que el crimen mismo". Yo lo suscribo
Así lo sintió Jesús en la cruz. Los hombres pudieron hacerle sentir exteriormente los efectos de su maldad pero no pudieron llegarle a lo más profundo de su interior donde él seguía orando por ellos con una oración que les hacía transparente su obcecación y su ignorancia. En los Hechos de los Apóstoles cuenta Lucas cómo los discípulos se comportaban de la misma manera que Jesús. Por ejemplo en el caso de Esteban, que muere con las mismas palabras de Jesús en los labios. Rezaba mientras era apedreado.
José Carlos Enríquez Díaz
En la oración de Jesús está la clave del éxito en el perdón. Si oramos repitiendo estas palabras: "Padre perdónalos", no pensaremos que estamos cumpliendo una exigencia que está por encima de las posibilidades de nuestra voluntad.
José Carlos Enríquez Díaz
http://www.aire.org/portal/modules.php?name=News&file=article&sid=1531
En un principio aviación civil dijo que la antena de ETB no figuraba en las cartas de navegación, y que la diferencia entre la elevacion de la cumbre y la altura de la antena habia provocado el choque con el ala. Pero la investigación de la caja negra, concluyó que el aparato volaba por debajo de los limites de seguridad. Según apuntaron, pudo deberse a *un error del comandante del avión, que habria interpretado erroneamente las indicaciones del sistema indicador de proximidad al suelo y tambien se constató como posible causa añadida que elmodelo de altimetro era dificil de interpretar*.
Eso, por un lado. Por otro, cuando un avión cae en un lugar plano, obviamente se pueden esparcir sus restos en más de dos kilómetros. Lo que es imposible es que si se estrella en la ladera de una colina, el motor aparezca dos kilómetros atrás de dicha colina. Vuelvo a pedir al posible lector que vea la foto. Y que juzgue por sí mismo si es posible que el motor del avión, que en buena lógica sigue la misma trayectoria que el mismo, puede RETROCEDER dos kilómetros hacia atrás del lugar del impacto con la antena y contra el suelo.
Y no digo más porque no quiero buscarme un lío por sacar a la luz cosas que siguen siendo secretos de Estado. Por ello, y porque no quiero implicar a quien fue ministro de interior años después, y que confirmó extraoficialmente a un buen amigo mío que aquello fue un atentado, cierro este post.
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